Llegué a mi casa feliz, tanto que no sabía ni la hora que era, subo a mí recamara, suelto las llaves en la mesita de noche y me tiro a la cama..
- Un momento, no traje mi mochila.
No sabía ni dónde la había dejado, si en el parque o en la cafetería, dios y como voy mañana a la escuela. Me pongo a revisar por si tenía otra, pero todas estaban rotas y viejas. Tengo una idea, voy a llamar a David, seguro la cojió y no me acuerdo. Enseguida que llamo contesta:
- Hola, Natalia.
- Hola, ¿te quédaste con mi mochila?, no la encuentro, creo que la dejé tirada.
- Si, de hecho estoy abajo de tú casa, iba a tirarte una piedra para que me abrieras, pero me llamaste.
- Ha... Gracias ven sube.
Alo la soga de mi balcón y se abre lentamente, lo veo subir, cómo si escalara una montaña.
- Ho, al fin, que alto está. Dice cansado arrascandose el cabello.
En cuanto me mira lo veo, nuestra mirada se chocan como dos trenes en distintas direcciones. Se acerca a mi, para saludarme, yo igual, nos damos un beso corto, pero me vuelve a acercar a él y me da uno largo, apasionado y salvaje. El me sostiene de la cintura, un poco torpe, con nuestras caras más pegadas de lo normal, sus manos bajan a la parte de afuera de mis muslos, para que los envuelva en su cintura, me sube arriba de la mesa grande y ahí estuvimos un gran rato, abrazándome, dándome besos largos y deliciosos. Ya era tarde y creo que aún era muy rápido para que tuviéramos relaciones, así que lo alejo lentamente y lo despido. Qué lindo es. Me trajo la mochila, pensé que mañana iría con una sucia y vieja. Literalmente a esta hora me entra ese sueño desesperado, me acuesto tranquila, pero nuevamente recibo un mensaje.
David
Después de clases, mañana, nos vemos en el parque para qué tengamos nuestra primera cita.
Le respondo SI y rápido me voy a la cama para mañana no estar tan agotada.
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David
Buenos días.
Fué lo primero que leí al levantarme, no lo respondo porque estaba apurada, de todas maneras lo voy a ver ahora en la escuela.
Salgo rápido de la cama y me meto en el baño. Cuando termino me pongo el uniforme y guardo la ropa más linda
en la mochila, hoy es la primera cita, tengo que vestirme lo mejor que pueda... Cuando bajo a desayunar mis padres no estaban, que raro veo una carta encima de la mesa.
MAMÁ Y PAPÁ:
NATALIA NOS TUVIMOS QUE IR DE URGENCIA A NEW YORK, VIRAMOS EN UNA SEMANA, TU TÍA JIMENA VA A LLEGAR POR LA NOCHE A CALIFORNIA PARA QUE MAÑANA YA ESTÉ CONTIGO EN LOS ANGELES, CUIDATE Y OBEDECE A TÚ TIA EN TODO LO QUE TE DIGA Y NO LLEGUES TARDE A CASA CUANDO SALGAS CON TUS AMIGOS. BESOS.
Dios mío, una semana con la tía Jimena es como un año, digamos que no es mala onda pero si un poco estricta e insoportable. Qué digo un poco, bastante quise decir.

Me preparo el desayuno para ya salir, sino llegaría tarde. Cojo lo más rico que encontré y cierro la puerta. Cuando llego me esperaban David y Lexi en la entrada, al parecer ya ella sabe qué estamos intentando algo.
- Hola chicos.
- Hola Natalia. Dice Lexi mientras me saluda. -Después me tienes que contar todo.
- Ok Lexi, pensé que ya sabías.
- Si sé, un poco, aún no entiendo bien.
- Bueno dale, espérame en el aula.
Se va caminando y me quedo sola con David, no teníamos mucho tiempo ya casi teníamos que entrar a la primera clase.
- Hola.
- Hola Natalia, acuérdate de nuestra cita, hoy, pero mejor vamos a pasarla para las 8:30 de la noche, nos encontramos en el parque y voy  llevarte a un lugar especial.
- Ok, ya estoy anciosa.
Me agarra de la cintura y me acerca a él, tanto amor que se me olvidaba que estábamos en frente de todo el mundo, pero no me importa, la mayoría de las chicas también están con sus novios, así que disfruto el poco tiempo que tenía. Cuelgo las manos alrededor de su cuello y nos damos un beso, mete su lengua en mi boca y la mía en la de él. No me quiero despegar de él pero tengo que hacerlo, es hora de entrar a clases.

- Ya es hora, vamos o la maestra nos regañará como aquél día y no quiero estar cerca de la suspensión de nuevo.
- Si claro.
Me toma de la mano, y caminamos juntos hasta llegar al aula, se sienta en frente de mi y yo solamente le miro una y otra vez.

¡¡¡Al fin!!!, estaba loca por acabar la clase, es súper-mega-ultra pesada. Salgo del aula y camino hasta que escucho a alguien:
- Nati, espera. Grita Louise desde lejos, así qué lo espero en un arbusto para que no me dé el sol.
- Hola Louise, por favor apúrate con lo que me tengas qué decir, estoy apurada.
- Si claro, es rápido, ¿Quién es el chico con el que te besabas hoy en la mañana?, ¿Lo conoces?.
- Si Louise, estamos intentando algo, y me gusta mucho, se llama David. Disculpa por no habertelo dicho antes, es que no había tenido oportunidad para hablarte.
- No te preocupes Natalia, solamente cuídate mucho, el no es una santa palomita como parece, además acuérdate de lo que pasó hace dos años.
Me pongo nerviosa, ya se me había olvidado lo que pasó, no me gusta contárselo a nadie.
- Louise, ¿Porqué me recuerdas eso?, sabes que no me gusta hablar de ese tema, ya mi padre está intentando arreglar sus errores, nunca más ha maltratado a mí mamá ni a mi. Ahora déjame, si te vas a poner en ese plan nunca te hubiera contado nada.

Salgo corriendo hacia mi casa, llorando, tan apurada iba que se me olvidó despedirme de David, no me gusta acordarme de aquellos tiempos, fueron días muy malos, en los que mi papá nos pegaba a mi mamá y a mi, era un monstruo, pero quedó en el pasado, ya no lo ha hecho más, aunque a veces tengo miedo de dejar a mi madre sola con él o incluso quedarme yo cuando ella viaja de urgencia. Solamente tenía 13 años y ya conocía lo que era ser maltratada y con varias actitudes de acoso por mi propio padre. ¡Fué terrible!. Sacándome ese pensamiento de la cabeza, reviso mi móvil y llamo a David:
- Bueno.
- Hola David, perdón por no despedirme de ti en el colegio pero salí apurada, si seguimos con nuestra cita hoy en la noche, ¿He?.
- Si claro que si, ahora te voy a tener que colgar porque estaba a punto de darme una ducha.
- Ok, nós vemos en un rato.
Cuelgo y me tiro en la cama, no tenía deseos de ir pero no le podía fallar, así que rápido cojo la ropa y me cambio.
No soy de las que se viste a la moda, más bien normal, cada cual para su ocasión. Así que iríamos al parque, quién sabe después a dónde vamos, por eso traigo puesto lo mejor que encontré. Una blusa negra, no muy larga ni tan corta, con un pantalón rojo que hace juego, me pongo una chamarra color negro para el frío y que también combina de igual manera. El pelo suelto quedaría perfecto. No falta nada, solamente esperar a que sea la hora.

Al fin, tiempo exacto para poder salir y llegar a tiempo, cojo todo lo que haga falta y me voy.

El camino era corto, sobre todo porque mi casa está al frente de la cafetería que hace esquina con el parque. Lo veo de lejos, sentado en un banco con una mochila verde militar, cómo si trajera algo grande adentro.
Me acerco para saludarlo, después del beso corto nos damos un abrazo, cómo si hubieran pasado muchos días desde la última vez que nos vimos.

- Ven dame la mano, primero pasaremos al cine y después a tú restaurante favorito.
- Ok, lo pasaremos muy bien en nuestra primera cita, estoy segura.
- Vamos o la película se abrá acabado cuando lleguemos.
- No seas exagerado.
Seguimos caminando muertos de risas y felices, nunca me había sentido así con ninguna persona, me hace sentir de una manera especial e única.
Llegamos y compramos los tickets para para poder entrar a ver la película, será una romántica o una comedia. Nos sentamos en la primera fila, compra palomitas para los dos y empieza. Estaba buena, aún no defino bien de que se trata, mientras que David solamente mira para la pantalla gigante, no quita los ojos de ahí, se ve tan guapo.

- Estuvo bonita, tenemos que volver a venir otro día. Digo mirándolo fijamente y comiendo.
- Obvio que si, ya más adelante volveremos.
Seguimos hasta la salida, era muy tarde, pero no importa, mi tía llega mañana, ojalá que no sepa de mi salida tan tarde.

Cojemos a la calle de la esquina y seguimos recto, en dirección para el restaurante, después de la comida quiero invitarle a mi casa, pero también tengo miedo, aún es muy rápido.
- Muy bien está prácticamente vacío, vamos.
Cuando entramos todas las miradas se vinieron sobre mi, no se porque, no conozco a nadie, nos sentamos y rápidamente nos piden la orden. Cuando dijimos lo que queríamos el camarero se retiró, nos dimos un beso, en toda la noche no lo habíamos hecho, pero tenía vergüenza delante tanta gente, así que cuando me la iba a agarrar más fuerte me hecho hacia atrás y le guiño el ojo. Nos sirven la comida, comemos lentamente y tranquilos, cómo si estuviéramos en casa sin nadie que nos molestara.
- Camarero la cuenta.
- No, Natalia yo pago, fuí quién te invitó así que me toca a mi.
- Ok.
És tan tierno y dulce, me encanta, creo que ahora sí lo estoy aprendiendo a querer, se podría decir que me estoy enamorando. Cojemos un taxi para llegar más rápido, nos deja en frente de mi casa y nos bajamos, me acompaña hasta la puerta.
- Bueno hasta aquí, es muy tarde y aún es muy rápido para que ya pase algo entre nosotros.
- Si claro, Natalia no te voy a obligar hacer algo que no quieras, ya tendremos nuestro momento y te prometo que será en un lugar especial.
- Gracias por entenderme.

Nos despedimos y se va, lentamente camina hacia su casa, se me olvidaba que se había mudado. Así que solamente entro y me duermo, mañana tendré un largo día con la tía Jimena.

Hola hola, ¿Están disfrutando el libro?, espero que si.
No sé olviden darle su voto y comentar.
Perdón por demorarme tanto en publicar el capítulo 8, pero tenía problemas. Él próximo lo tendremos el 16 de septiembre.
Los adoro ❤️....Sarah Vitalevna.