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Al día siguiente Bradford despertó y como era su rutina tuvo que abrir su dojo, simple tapadera que ayudaba a Destructor
Él había sido una figura paterna para él, pero los últimos años se había vuelto insoportable su obsesión por asesinar a Hamato Yoshi, claro que lo apoyo al principio, pero ya se había vuelto algo sin salida
Mientras observaba a los adultos que entrenaban en su dojo recordó el día que el mismo Destructor le asignó trabajar con Xever, por supuesto que se había negado, él tenía otra educación, era más fino, aquel solo era un ex convicto más, uno tonto a su parecer
Se rio entre dientes, ahora ese mismo tonto era el amor de su vida, su modo de pelea lo tenía cautivado
El mismo pensamiento lo llevó a las cosas malas que podían pasar, Destructor estaba más que en contra de los sentimientos, y si supiera que dos de sus discípulos estaban encontrando sentimientos por el otro fácilmente los mandaba a ahorcar
Pensó y pensó que hacer, pero no llegó a una conclusión coherente en ese momento, ya se le ocurriría algo
Cerró temprano el dojo, ese día era especial y quería asegurarse de que las cosas salieran como lo había planeado hace varios meses
Mientras tanto en la guarida de destructor Garra de Tigre había buscado por todo el lugar a su maestro, tenia que hablar con el acerca de algo urgente, pero solo encontró al ex prisionero afilando sus tan preciadas navajas mariposa
Decidió que si no encontraba a su maestro él mismo iba a tomar cartas en el asunto, con o sin el consentimiento de Destructor
Entro al cuarto de entrenamiento y cuando estuvo a un metro de distancia de su objetivo una navaja paso por su lado y se clavó cinco centímetros en la pared
-Un paso más gatote y te dejo con dos bigotes menos- habló Xever sin siquiera voltear a verlo, ese nivel de atención era admirable, pero solo hizo bufar con molestia al tigre
-Vaya, y pensar que la ultima vez que me venciste fue solo suerte, veo que has mejorado enserio, pero no te servirá de nada- cruzo sus brazos sobre su pecho y lo miro con suficiencia cuando el contrario lo observo
-De cuando para acá me felicitas, que te traes entre manos gato crecido- se levantó de donde se encontraba y le apunto con el arma que estaba afilando con anterioridad
Importándole poco que estaba siendo amenazado con un arma blanca el tigre no retiro sus brazos de su posición -No me traigo nada, más bien ¿Tu que te traes? Tu no sonríes, y te he visto, a media pelea con las tortugas tu sonríes perdido, si Destructor se enterara quien sabe que te podría hacer-
-Ja, ¿Que me castigue por una sonrisa? ¿Acaso alucinas ahora? Metete en tus asuntos gato mimado- lo empujo con el hombro cuando salió del lugar y con velocidad se dispuso salir del complejo dejando a Garra de tigre con una sonrisa en su rostro
-No tienes idea de lo que acabas de hacer Xever, has aclarado mis sospechas- y empezó a reír de forma maliciosa
Xever había corrido lo más lejos que pudo hasta que un dolor agudo en su tobillo lo hizo detenerse dentro de un callejón, eso había estado cerca, era verdad que se ponía a sonreír a media pelea? Eso lo angustio, tenia que controlarse mejor en ver a su pareja si no quería que Destructor los dejara como coladeras por tener una relación con Bradford
Esa ultima semana había estado pensando en que pasaría si ese hombre se llegaba a enterar de lo que pasaba con sus discípulos, su cuerpo se llenaba de desagrado y miedo pues cada idea nueva que se le ocurría era peor que la anterior
Se recargo en la pared del callejón y ubico una farmacia justo enfrente de él, metió la mano a su chaleco y reviso cuanto dinero tenia en ese momento, dinero claro robado de los inútiles de los Dragones purpura, solo para eso servían, para darle dinero
Momentos después salió de la tienda con una caja de analgésicos y una bolsa con hielos la cual puso sobre su tobillo inflamado en cuando se sentó en la banqueta
Aun le preocupaba lo que el tigre este tramando, sabia que no era nada bueno, no se podía hacer muchas ilusiones, solo tener la poca esperanza de que nada malo fuera a suceder pronto
ℂ𝕠𝕟𝕥𝕚𝕟𝕦𝕒𝕣á...
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