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Capítulo 6

Anie 'pov

Al fin es sábado.

Pese a que tengo miles de cosas por hacer, e pausado mi agenda por el encuentro que iba tener hoy con Richie. Estoy muy emocionada y asustada a la vez. Es la primera vez que dejó entrar a una persona desconocida en casa, por lo general nos encontramos en la biblioteca del colegio o en algun ciber.

—¿Y... aún no ha llegado? —la voz de Mora me saca de mis pensamientos. Parpadeo y me aparto de la ventana.

—No —respondo y me siento en el sofá inpaciente por volver a la ventana.

—¿Crées que llegue? —vuelve a preguntar.

—¿Por qué no vendría? —respondo yo con otra pregunta, aunque por dentro me atacan las dudas.

¿Y si no viene? ¿eso me convertirá en una compañera planta? ¿y si de camino a casa le paso algo?.

Por inercia miro hacia el reloj colgante en la pared que ya marcaba las 9:50 a.m. Todo estaba tan pero tan jodidamente calmado, Richie no aparece. Él no podía no venir.

Vuelvo a mirar el reloj 9:56 a.m, cálma Anie, calmate él vendrá no debo durar, ni mucho menos de su palabra, me levanto y vuelvo a mirar por la ventana de mi casa. Nada, me estoy volviendo loca y de que manera.

Tocan la puerta.

¡Al fin!

—Mora tengo que dejarte, ya llego. Hablamos cuando me desocupe.

—Okay amiga, me cuentas todo lo que pasa. Adiós.

Cuelgo el telefono y lo guardo en el bolsillo de mi pantalón.

Miro al reloj, 10:00 a.m. Vaya despues de todo si es puntual. Antes de abrir me echo una ojeada al espejo. Estoy casual. Jean, camisa y sandalias, nada de maquillaje. Corro hacia la puerta y antes de abrir inhaló y exhaló. Entonces, abro y alzo la mirada.

¿Hoy creció más que ayer? Se vé enorme. ¿Cuánto medirá? ¿1.80, 1.85?. 

Le sonrío a Richie.

—Hola —saludo.

—Hola —me responde el saludo. Nos quedamos viendo un momento en silencio hasta que el volvio a hablar.—¿y..?—alza una ceja. 

—¡Oh, si! Lo lamento —río nerviosa.— Adelante, pasa —me hago a un lado mientras que el entra.— pensé que no vendrías.

—Cuándo digo algo, lo cumplo —asegura mientras entra a la casa. Cierro la puerta y voy detras de él. Mientras camina a la sala mira sin mayor interez las fotografías colgadas en la pared.

—Lo lamento. Espera un momento voy por la compu —le aviso y subo las escaleras de dos en dos, entro a mi habitación, tomo la computadora que se encontraba en mi cama y bajo rápidamente.

Mientras Richie se encontraba revisando su iPhone, tecleo algunos botones pero al mirarme inmediatamente lo guarda en los bolsillos de su ajustados pantalones.

—Listo aquí está —acomode el computadora en la pequeña mesita de estar, me siento en el suelo.— traté de leer el libro todo este tiempo pero no lo comprendí, lo dejé en la página veinte. Nunca me habia pasado eso con ningun libro, ni con la odisea... así que busque un resumen en internet y también en youtube

Él se acomoda junto a mi, muy cerca de mi, tanto que puedo sentir su respiracon sobre mi hombro desnudo. Dejo de respirar ya que con su olor provoca inconsientemente que mi estómago se revolviera ¿qué es lo que me esta pasando?

—Ya yo la leí —me dice.

Mis cachetes se tornan rojos, estoy tan avergonzada por decir aquello. Soy una descarada, mientras él ya leyó la historia yo no pude pasar de los veinte primeros capítulos. Debí leerme el libro aunque no lo comprendiera, pero soy fiel creyente que si no comprendes un libro es mejor dejarlo de leer así no pierdes el tiempo en tratar de comprender algo que si bien no es tu estilo y enmendar ese error buscando datos sobre esto... no sé si me entiendan, ¿qué estara pensando ahora de mi?.

—Bien, escribe —me dice.

Y así nos la pasamos toda la mañana y parte de la tarde. Es increible la capacidad de este hombre para interpretar de manera único el mundo mitológico de macondo y los razonamientos de cada accion de sus personajes, me a dejado anonadada, si que me retracto de todo lo pensado antes.

Él es muy inteligente  aunque no lo parezca, pero incluso puedo deducir que es mas inteligente que Mora y yo juntas, y no, no es decir demasiado,  tampoco estoy exagerando mira que leerse todo ese librote es maravillosamente agotador, pero Richie parece ser de los que en sus tiempos deboraba libros y hace miles de reseñas o críticas a la vez.

¡Debe de tener mucho tiempo libre!.

—Bien, creo que es todo por hoy —muevo un poco mis manos y pestañeo muchas veces.— ¿me dices tu nombre? —¿en serio? ¿cómo puedo ser capaz de preguntar semejante estupidez?.

Sencillo, la mejor excusa que puedes darle por si se te llega a escapar. Ya preguntaste, y el contesto... porque contestará.

—Cierto no me e presentado. Soy Richie, Richie Weslay.

Asiento y frunzo el ceño. Se parece al apellido de la innombrable.

—Yo soy Anie Thomas.

—Lo sé.

¿Lo sabe? ¿Cómo...? Frunzo el ceño.

—Digo, estamos juntos en clases —aclara. Sonrío y me muerdo el labio. ¡Sabe mi nombre!

Algo dentro de mi salta, y no es mi corazón. Es... como si fuese otra Anie, una incluso atrevida.

—¿Quieres algo? —le pregunto mientras lo miro.— no sé, ¿algo de comer, tal vez?.

Richie se tomo el tiempo de pensarlo. Y asintió.

—Una pizza estaría bien —dice mientras me dedica una media sonrisa. Parpadeo sorprendida. Su sonrisa era tan atractiva, recuerdo que ayer me acaloré cuando me sonrío de esta misma manera.

Agarró mi móvil y tecleo sus teclas.

—Hola, necesito una pizza—digo y volteo a mirarlo cuando me contestan.— ¿de qué la quieres? —esta vez me dirijo hacia Richie.

—Hawaiana —me responde.

—Hawaiana, por favor —respiro.— si anoté.

Richie 'pov

Observo hablar a Anie hablar relajada en el teléfono. La obdervo reír, morderse el labio y hacer puchero. También la forma en que coloca los ojos cuando esta pensando.

Anie se ve tan jodidamente linda este día, tanto que me ha costado un poco concentrarme, ese aroma que destila  su cuerpo se adhiere a mis fosas nasales de tal manera que ayer casi ni pude dormir, juro que ya he olido este aroma antes pero no... No logro reconocerlo.

—Bien ya viene —me informa Anie sentandose al lado mio mientras me mira.— y pedí dos refrescos. Espero que sean de tu agrado —agrega.

—Bien —centro mis ojos hacia el gigantesco cuadro familiar que resalta entre todos los objetos y retratos de esta casa.

Todos sus integrantes sonreían felices, y aunque era una niña, Anie especialmente en esa etapa se parecía mucho a la persona que parece ser su madre, aunque la su madre, padre y hermano eran un poco más claros tirando a rubio, todos se veían tan jodidamente felices.

—Que bonita familia tienes —articulo en voz alta. Mis pensamientos se ven interrumpidos por la dulce y tierna voz de Anie. Giro mi cabeza hacia ella pero ésta no me esta mirando. Anie esta mirando el cuadro con cierta nostalgia y resignación en sus ojos, y entonces, comprendí que este asunto le afecta mucho

—O lo que queda de ella —gesticula esta de vuelta. Hubo un silencio pero para nada incomodo. Anie me mira y sus ojos entan casi cristalizados.— ¿sabes? Antes nosotros eramos una familia feliz, unida. Pero todo se derrumbo de la noche a la mañana, descubrí que cuando algo no se habla se abren brechas que pueden destruir hasta los simientos más solidos —ella sonríe tiernamente mientras le sale una lagrima de sus lindos ojos miel.— pero eso nunca volvera a ocurrir. Yo no puedo regresar el pasado... No puedo salvar a mi hermano —una lágrima baja por su mejilla ahora sonrojados que seca con rapidez, antes de que pueda articular palabra alguna tocan la puerta.— Oh, ya llego la pizza —murmura ausente, sin embargo, se las ingenua para levantarse e ir atender.

Mientras Anie me deja solo yo me quedo pensando en todo lo dicho por ella.

Claro que sé como se siente, es un dolor inmenso, no poder ayudar a la persona que más amas, verlo morir es un golpe muy duro y lo peor de todo es que uno no puede reiniciar su vida ya nunca más porque estas roto.

—Gracias —escucho la vos de Anie. Esta deja la pizza donde estaba antes su portatil.— voy a buscar unos vasos.

Sale corriendo hacia la cocina volviendo con una sonrisa de oreja a oreja trayendo con sigo dos vasos y solo un plato.

—Bien, aquí están —se sienta a mi lado y empieza a repartir la pizza luego me da un poco de la gaseosa.— aquí tienes.

—Gracias —le sonrío y ella a mi.

Comimos en silencio, por dos motivos, la primera es que tenía un poco de hambre y hablar con la boca llena era de muy mal gusto, y la segunda opccion, no tenía nada que decir. Las horas pasaron y la pizza aún no se habia acabado, de reojo observo que ella estaba algo pensativa y entonces tengo curiosidad por saber lo que la mantenia tan ida.

Anie 'pov

Haber hablado de mi familia siembra una profunda tristeza en mi corazón, y es que uno no se llega acostumbrar a perder para siempre a una persona tampoco en no volverla a ver. El dolor de la perdida de un familiar es casi infernal, pero no comentarlo acaba.

—Y bien... ¿qué hay de ti? —le pregunto sin mirarlo mientras cojo otro pedazo de pizza.—digo pues de... Tu familia.

Observando a Richie, veo que éste ha dejado de masticar y aprieta su mandíbula. ¿E dicho algo malo?.

—Disculpa, no pense que te fueses a incomodar —doy un sorbo a mi bebida algo apenada, tratando de ocultar mi sonrojo.

—Tranquila —me interrumpe tratando de verse amable, tose un poco y de inmediato le da un sorbo a su bebida.— pues que te digo... ¿Mm? ... mi madre murio cuando yo tenía ocho años y mi padre, él se volvio a casar. Tengo una fastidiosa hermanastra y... Digamos que una agitada vida.

—Ahh, que gran perdida. Lo siento mucho —agacho mi cabeza sintiendome culpable. Tengo que dejar de ser curiosa.

—¿Por qué? —insta. Lo miro incredula ante su pregunta mientras este se encoje de hombros.— Pasado, pasado ¿no? Tengo que seguir con mi vida —me mira serio.— aún tengo muchas cosas que resolver en esta vida.

Lo observo algo confundida por su respuesta. Sus ojos verdes azulados abquieren cierto brillo un peligroso que hace que mi piel se erize.

—¿Sabes?, quisiera poder pensar igual que tu —susurro cabisbaja mientras mis ojos se vuelven a llenan de lagrimas.

Richie hace una mueca.

—¡Ey! Tranquila —siento sus manos en mi hombro y entonces lo miro.— ¿mejor? —me pregunta, asiento y él seca mis lágrimas.— Bien, ya tengo que irme —me avisa. Y se coloca de pie, recoge su chaqueta y se la coloca. Tambien me levanto.— estuvo muy buena la comida y tu... —abri mis ojos exageradamente ¿qué acabo de decir? Lo miro.— tu tambien estuvistes muy atenta. Gracias —aclara de inmediato.

Éste rebusca algo en sus bolsillos luego creo que lo encontra pues se dirige justo a la puerta, lo sigo, éste se detiene, se gira y me mira a los ojos, cosa que me pone muy nerviosa.

—Adiós —se despide Richie.—hablamos otro día... Supongo —me besa en el cachete. ¡Wow Richie me ha besado!

Pero en el cachete, ¿eso cuenta como un beso?

No.

Si.

—Adiós —susuro viendolo dirigirse a su moto.

El enciende y se va.

¡Dios por fin!.

Entró a mi casa con el pensamiento de su cercania y del beso.

Bendito beso.

Richie'pov

A sido un día maravilloso, con Anie me sentí tan jodidamente bien, sentí tanta paz que me da náuseas.

¿Qué carajos me pasa?

Entró a la casa por la puerta trasera. La cocina esta sola pero en su estufa se encuentran hoyas cocinando algo. Debo apresurarme, atraviezo la cocina y subo las escaleras del servicio de dos en dos. Al llegar a la segunda planta, camino con rapidez hasta mi habitacion, saco las llaves y las incrusto en la cerradura. Abro la puerta y me adentro a la habitación, volviendo a hechar llave al cerrar.

Suspiró me deshago de la chaqueta y cuando estoy por encender las luces unas debiles manos cubren mis ojos y un fugas beso llega a mi nuca donde se quedo por un buen rato.

—Adivina quién soy.

Yo conozco esta voz.

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