Richie 'pov

Al llegar a casa entró por la puerta de atrás, por la cocina, queriendo evitar la escena de esta mañana, notó que no había nadie.  Es perfecto si no quiero ser visto. Suspiro y me adentro a la cocina.

En el centro de la mesa visualizó un plato con ensalada de frutas. Rápidamente lo tomó junto con una cuchara y salgó disparado directo a la escalera, no me apresuró en subir, y mientras lo hago, voy comiendo del plato.

Como solo es usada por los empleados no tengo ningun problema en usarla yo también.

Saco el manojo de llaves del bolsillo de mi pantalón e introduzco una en la manija de la puerta. Entro y cierro poniendo el seguro pero sin quitar las llaves,  la ocuridad es quién me merecibe pero estoy aconstumbrado tampoco no me preocupa, conozco mi espacio a la perfección sé con exactitud donde esta cada cosa. Como otro poco de ensalada de fruta y dejó el tasón en la cama al igual que mi moral. Camino hacia el cuarto de baño mientras me desvisto. El día en la escuela fue un completo caos, no veo la hora en que acabará e irme de ese lugar. Las clases fueron tan aburridas y desesperantes no entiendo el empeño de mi padre porque fuera a la escuela. Dejó la ropa sobre el lavabo y abro la llave de la duña.

Dejó que el agua empape mi cabello y cuerpo para desestrezarme. Me doy una ducha corta pero satisfactoria, salgo del baño el ruido en la otra habitación perturba mi paz. Niego y voy directo al armario, dejo la toalla aun lado y me visto de ropa deportiva.

Como otro poco de ensalada y dejó el tazón en la mesa de noche, agarro mi billetera  guardándola en la mochila de entrenar. Me hecho el moral a la espalda y quito el seguro de la puerta llevándome las llaves conmigo. Salgo revisando que traíga la llaves de mi moto, aseguro la habitación al verlas. Recorro lo poco del pasillo y bajo las escaleras sigilosamente cuando me faltan solo unos pocos escalones escucho la voz de mi padre en un susurro, me detengó y rápidamente me escondo para no ser visto, pegándome a la pared. ¡Rayos! ¿Será que ya conoce de mi escape?.

¿Qué hace mi padre en la cocina? ¿Con quien estará hablando? Y la pregunta mas importante es ¿De qué está hablando?.

—¡No entiendo por qué carajos no se me informo de inmediato! —grita mi padre enfadado como si de esa información no proporcionada dependiera su vida.— ¡Sabes que has puesto a mi familia en riesgo por tu ineptitud!.

Frunzo el ceño y asomo la cabeza cuidando de no ser visto. Mi padre me esta dando la espalda pero Lennox, la mano derecha de papá está serio con su menton apretado y mantiene su cuerpo erguido, rigido.

Doy un paso mas para poder escucharlos. ¿Qué enloquece tanto a Jorge como para querer desquitarse con Lennox?.

Mi padre vuelve a golpear la mesa con su puño.

—Lo siento señor pero no quise preocuparle más de lo que usted está —contesto Lennox.— Pensé que yo podría manejar esta situación.

—Claramente te equivocaste pues ahora me has dejado más que preocupado ¡sos un INEPTO! —reitero, para que mi padre tratara de este modo a su hombre mas fiel, leal, y de confianza tuvo que haberle ocultado algo muy grande, pero aun no logró conectar ninguna palabra. ¡Ash, que molestia!.— No puedes hacer nada bien —replica éste.— me has decepcionado —da otro fuerte golpe en la mesa. Me escondo cuando mi padre se gira.— Triplica la seguridad con tus mejores hombres si ese tipo llega a asomar sus narices quiero ser informado inmediatamente ¡¿entiendes?!.

¡¿Ese tipo?!

Mi respiración se ascelera. ¿De qué tipo esta hablando?.

De pronto recuerdo.

Mi padre no puede estar hablando del mismo hombre que me estoy imaginando.

¡Imposible!, él esta preso, no puede, ¡no debe!.

Mi mente se a vuelto un caos. ¡Joder!.

Mi cuerpo empieza a emitir fuertes corrientes haciendome temblar pero no es de miedo, sino de rabia, de odio. Aprieto mis puños con todas mis fuerzas, sintiendo mi sangre ardes a punto de salirse por mis poros.

¡Por fin!

Grita mi subconsciente. Aprieto en puño la mango del moral.

Por fin es mi turno de cobra lo que aquellos malditos me había hecho, era mi turno, después de tanto años, de tando entrenamiento, de tanto odio acumulado hacía él; después de tantas lágrimas y espantosas pesadillas era mi turno.

No sé ni como ni mucho menos el por qué la vida me esta regalando está oportunidad pero es obvio que  no la voy a desaprovechar tengo que seguir entrenando, seguir preparandome.

Sabía que algún día me lo encontraría o él me encontraría a mi, pero  eso ya no me importa lo único que sé es que si me lo llevo a encontrar seguro que lo reconocería de inmediato.

Su rostro es imposible de olvidar.

Su pálido y asqueroso rostro se a quedado grabado en mi mente por diez años como si estuviese marcado en mi consciencia, y eso me gusta, hace que mis heridas no se cierren sino que se mantengan abiertas y sangrando, además mi odio es suficiente para acabar con ese hijo de puta.

—Bien señor como guste —mis dibagues se vieron interrumpidos por la potente voz de Lennox. Parpadeo y doy dos pasos hacia atrás. — es solo que hay un problema señor —se quedan en silencio. Frunzo el ceño.—Su hijo señor.

Mi padre no responde de inmediato, los dos se queda en completo silencio. Me pego a la fria pared para saber cual es su respuesta.

—No quiero que se entere, es más, para Richie quiero que le tripliques la vigilancia —¿vigilancia?¿desde cuándo Jorge me vigila? ¡demonios!. Suspiro audible por la nariz y muevo mi cabeza de un lado a otro.— no volveré a perder otro miembro de mi familia por tu ineptitud —gruñe.

Salgo de mi escondite lo más natural que puedo aparentar. De inmediato notó como el rostro de Lennox se tensa y mira a mi padre con intensidad, luego, a mi.

Jorge se gira captando la mirada de su guardaespaldas y me mira, frunce el ceño poco a poco.

—¿Acaso nos estabas espiando? —gruñe Jorge mientras se acerca un poco a mi.— ¿Qué no te enseñaron modales en esa costosa escuela?.

Trato de esconder mi rabia para no ser descubierto por eso escondo mis manos en los bolsillos de la chaqueta y los aprieto, tan fuerte que siento la sangre detenerse y las venas inflarse. Soy muy astuto y se esconder muy bien mis sentimientos lo he aprendido del mejor.

—No —miento rápidamente encogiendo mis hombris.—¿qué estan haciendo hablando aquí? ¿estas remodelando nuevemente tu despacho? —preguntó tratando de desviar la conversación.

Mi padre se tensa pero me sostiene la mirada, como retándonos con la mirada.

—Ya veo —murmura vacilante mirándome de pies a cabeza.—¿a dónde vas? —pregunta interesado.

—Eso no te incumbe —respondo seco.

—Te equivocas, claro que me incumbe —replica, y luego añade.— eres mi hijo y todo lo que tenge que ver contigo me importa.

—No pensé que te importará —replico mirándolo sin expresión alguna.

Jorge suspira cansado.

—¿Y por qué sales de esta casa como si fueras un ladrón? —me cuestiona, claramante sabe que no conseguirá nada de mi si me fuerzo.

—No es así, quiero evitar a la estú... —me interrumpo, suspiro y expulso el aíre por la boca.— a Cristín  —respondo relajando los músculos de mi cara.

Mi padre no dice nada como si estuviera totalmente de acuerdo conmigo. Suspira y sale de la cocina con Lennox pisándole los talones.

¡Imbéciles!

Enciendo mi moto yendo a toda velocidad, trato de esquivar los autos que me encuentro en la carretera. Tengo rabia, mucha rabia y ansiedad.

¡Por fin!.

Después de casi 10 años de dolor, llanto, odio, tengo la oportunidad de vengarme; de estar frente a frente con el hombre que me destruyó la vida.

Ahora ya no soy un niño llorón e indefenso, ahora soy todo un hombre hecho y derecho, sin miedo porque ya no me queda nada ni nadie por quién luchar, porque gracias a ese hijo de puta la persona especial e importante en mi vida ya no esta en este miserable mundo.

Y es que no podía evitar sentir tanta impotente. Pronto el causante de todo mis sufrimientos iba a pagar todo el daño que me había hecho, y yo iba a disfrutar el dulce sabor de la venganza.

Levi Carvalho pagarás por haberme destrozado la vida infeliz