Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XIII

Sofí.

—¿Cuando volveremos a practicar? —murmuro Shei.

Suspiré cansada con ese tema.

—No lo sé, supongo que Naty no necesita darnos prácticas. —dije acostándome en piso y apoyando la cabeza sobre el regazo de Ro, mientras cerraba mis ojos.

—Puede ser.

Habían pasado varias semanas desde que Laureano había aprobado su examen para sacar la materia, y desde ese momento no lo vi ni una sola vez.

—¿Sofi?

Escuché una voz masculina llamándome. Ay dios, creo que lo invoque.

Abrí un ojo mirando aquel chico sudoroso que me miraba fijo.

Su rostro estaba demasiado cerca del mío.

—¿Lau?—. Me enderece para poder verlo mejor—. ¿Qué pasó?

—.¿Cómo estás?

—¿Bien? ¿Ocurre algo?

—Bueno, mañana es el último partido antes de las vacaciones de invierno y quería saber si querías ir a verme... Es decir a vernos, si a Brandon y a mí. —dijo rascándose la nuca, evitando mí mirada.

—Eh, claro, por supuesto. Iremos las tres. —dije arrastrando a mis amigas a mis problemas.

—Genial, entonces, nos vemos ¿Si?

Asentí repetidas veces con mi cabeza como si fuera un robot.

Al ver que ya no se veían por los pasillos, saco todo el aire que tenia retenido en mis pulmones y me tiro sobre Ro para usarla como almohada.

—¿Puedes quitarte? Me estas aplastando—. Se quejo tratando de sacarme a la fuerza.

—Gruñona. —murmuro acomodándome mejor en mi lugar.

Ella me devuelve una mirada fría que podría congelar al mismísimo polo norte.

Modo exagerada activado.

—¿Entonces qué? ¿Iremos al dichoso partido? —pregunto Shei quitando la vista de su celular.

—Claro, además necesitara compañía cuando Laureano este hablando con ella. Seguro comenzara a balbucear. —dijo Ro.

Las odio. Lo peor, es que tiene razón.

Laureano.

Idiota, idiota, idiota.

Tenia mi cabeza apoyada en la pared de mi habitación, mientras daba repetitivos golpes sobre la misma.

—¿Qué hace?—. Escuche que murmuraba Alex.

—¿No te parece obvio? —dijo Brandon—. Se está castigando por ser un idiota.

—¿Y ahora que hizo?

Con mi mejor cara de muerto viviendo, levante mi vista hacia el y le dije:

—Invite a Sofi al partido de mañana—. Cada vez que lo recuerdo se me retuerce el estomago y mis nervios, junto con mi estrés, aumentan en gran escala.

Alex pego un silbido al aire.

—Buena forma de comenzar, hermano.

—Cállate, ahora me estoy arrepintiendo de mis propias acciones. —dije yendo hacia mí cama y me tiró en ella sin importar que mis amigos se caigan. Oh si, soy un gran amigo.

—¿Por qué? Amigo, la cosa es simple. Te gusta, le gustas. ¿Por qué no te le declaras? —dijo Alex, volviendo a su posición inicial.

—Porque no puedo, porqué la lastime y le rompí el corazón. Porqué me prometí no volver a intentar nada con ella. Por eso y muchas razones más, no puedo decirle lo que siento.

La habitación quedó en silencio. Todo es tan confuso y complejo que me duele la cabeza de solo pensar en eso.

—Sabes que respetamos tu decisión, pero a la larga te puede traer problemas. ¿Lo sabes no? —dijo Brandon, prestándole mas atención a su celular que a mi.

—Lo se, pero correré el riesgo. —dije viendo hacia un punto lejano.

Dramático modo On.

—Si, claro, después con Alex seremos una bolsa de mocos por tu culpa. —dijo Brandon, mirándome con reproche.

Lo fulmine con la mirada, y me tiré encima de él, para luego comenzar con una guerra de almohada de entre los tres. Sinceramente no se que haría sin estos dos.

Al día siguiente.

De acuerdo, estoy a tan solo diez minutos de empezar el partido y Sofi aun no llega ¿Debo ponerme impaciente?

—Claro que no, ya deben estar por venir—. ¿Qué carajo? Ya me volví loco.

—No te volviste loco, soy yo imbécil—. Me di vuelta y caí en cuenta de que no me estoy volviendo loco ni nada por el estilo, era solo Alex.

—Santa virgen, ¿Lees mentes o algo así?

—¡Claro que no! Se te veía en la cara, idiota.

—Ya Alex, no me grites que soy sensible.

—Te detesto, Laureano Romero.

—Me amas, Alex Vega.

Mi amigo bufo, comenzó a mover su pie de forma rápida.

—¿Puedes calmarte? —dije perdiendo la paciencia.

—Lo siento. Vamos a buscar a Brandon mejor.

Asentí mientras comenzaba a caminar hacia la cancha de fútbol.

Cabe aclarar que estábamos los dos esperando en la entrada del colegio como idiotas.

Al llegar, vi a los chicos precalentado. Mierda, y yo hablando estupideces.

—Alex, tengo que irme, ve a las gradas.

—Claro, suerte amigo.

Salí corriendo en dirección a los chicos, y me encuentro con que Brandon ya estaba ahí.

—¿Donde estabas? —susurro para mí.

—Buscandote.

—¡Atención muchachos!—. Interrumpió el entrenador y ya no pudimos seguir hablando-. El partido está a punto de comenzar, calienten bien y hagan los que saben hacer. Voy a nombrar quién será el capitán ¿De acuerdo?

Todos asentimos con nuestras cabezas.

—Bien, el nuevo capitán, quien estará acompañando a Brandon, serás tu Laureano, felicitaciones.

Quería saltar de la emoción pero me contuve de hacer el ridículo. Ser capitán fue algo que siempre quise ser, nuestro antiguo capitán tuvo que irse de la escuela dejando el puesto vacante, siendo reemplazado temporalmente por Brandon.

¡Y ahora soy yo el capitán! Oh si perras.

—¡Bien echo, hermano! —dijo Brandon abrazándome.

Sonreí devolviéndole el abrazo.

—¡Romero! Ten—. El entrenador me tendió la cinta de capitán, la cuál me puse con entusiasmo.

Estábamos terminando de precalentar, cuando sentí la presencia de alguien detrás de mí.

Mire hacia las gradas, y note que Sofi ya estaba con sus amigas junto a Alex. Sonreí viendo que ella estaba apoyándome.

—Bien ¡Vamos a jugar! —dijo el entrenador, dando por comenzado el partido.

Después de firmar y que nos pudiéramos en fila, ingresamos a la cancha ubicándonos en nuestros lugares. Suspire con nerviosismo, este partido es importante y hay ganar si o si.

Una hora después.

—¡Pásamela Mich. —grite corriendo por el lateral y agitando mi mano para pudiera verme.

En un ágil y hábil movimiento, Mich me paso la pelota, al verme solo con el arquero decidí arriesgarme y tirar el gol ganador del partido.

Había sido un juego duro y muy cansador, el contrincante parecía habernos estudiado con anticipación pero no deje que eso decayera los ánimos del equipo. Todo el mundo festejaba nuestra victoria, haciéndonos sentir los mejores protagonistas de este momento.

—¡Si! ¡Lo hicimos!—. Todos me abrazaban por haber sido quien logro la ultima victoria. —Nos vamos a la final muchachos.

La tribuna nos aplaudía y gritaba el nombre del equipo con euforia. Mi vista se dirigió al único lugar que me importaba. Sofi me miraba con una sonrisa de felicidad en el rostro, estuve atento a su movimiento cuando movió su mano hacia su boca y me mando un beso al aire.

Sentia mi cara arder, estaba casi un 90% seguro de que me había sonrojado, pero por otro lado estaba feliz por su gesto.

Me sentía un poco más cerca de ella, y a la vez ese sentimiento provocaba nervios en mí interior. No quería que ella sufriera de nuevo por mí culpa pero si sigo alejándome de ella, solo cabaré un pozo de tristeza y soledad.

Quería decirle que provoca millones de cosas en mí, que con tan solo mirarla encuentro mí camino. No puedo asegurar si es el destino el que nos volvió a unir, pero siento que la vida escucho mis plegarias de que ella me perdonase.

Aquella chica rubia, la cuál logra que mí corazón lata a más no poder, amaba a aquella chica. Amo a esa chica, pero ya me resigné a que ella solo me vea como un amigo; un compañero; una huella de su pasado, tan solo, algo que ella querría olvidar para poder seguir adelante sin mí.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro