CAPÍTULO 56
Años antes
México
Rosalba a sus dieciocho años pensaba que el amor era una estupidez que le pegaba a los idiotas, sobre todo de los que juraban haberse enamorado a primera vista
Hasta que lo vivió
Cuando un joven asiático se presentó frente a ella, al principio sólo le pareció atractivo y ya, una cara bonita que te llegabas a encontrar para no volver a ver en tu vida, posiblemente olvidar a futuro y continuar con tu vida, pero esa cara bonita jamás fue olvidada
De alguna manera terminó en algo más que un encuentro de una noche, un encuentro que trajo consecuencias, como un bebé, al que sin apoyo alguno pensaba sacar adelante como toda madre luchona, su sueño había sido ser madre soltera ya que pensaba que los hombres eran idiotas, que estorbaban más de lo que ayudaban
Pero su omega no pensaba igual…
Y sin un techo donde quedarse por el desprecio de su familia sólo lograba depremirse más, imaginando por lo que tendría que pasar sin un Alfa a su lado, ni sus padres, la escuela quedaría en el olvido y siendo indefensa estaría peligrando en la calle
Ella sentía que estaba hundiéndose en un muy oscuro agujero de malos pensamientos, mucha angustia, miedo y desesperación
Hasta que una luz iluminó su vista, su mirada cayó en un par de zapatos bien lustrados que estaban frente a ella en aquel callejón, donde tenía dos días oculta y sin comer, estaba débil y cansada por no poder dormir debido al miedo de que alguien quisiera pasarse de listo con ella
Levantó su mirada, encontrando a quién menos esperó, imaginando que sólo sería una ilusión suya pero él quedó a su altura mirándola fijo
-¿Por qué estás aquí?- cuestionó confundido -¿cuánto llevas aquí?-
-Solo vete, dijiste que te irías, ¿qué haces tú aquí?-
-Nunca dejaría a un hijo mío abandonado- Rosa se tenso
-¿Quién te lo dijo?-
-Solo lo sé, así como también el hecho de que tus padres te echaron de casa por estar embarazada, siento mucho eso-
-Qué más da, estare mejor sin ellos-
-Quiero ayudarte, pero mi vuelo sale en tres horas, así que debes decidir, te quedas en la calle o te vas conmigo a Corea-
-¿Qué?, ¿Corea?- repitió sorprendida
-Si, haya estaremos juntos, podré apoyarte en lo que sea y me encargare de que ni a ti o al bebé les falte algo, además… por lo que veo nada te une aquí ya-
-No tengo nada… mi ropa no me la quiso dar mi madre y ni hablar de dinero-
-Dejamelo a mi- estiró su mano a Rosa -¿aceptas entonces?-
-No se coreano-
-Te enseñaré, hablas bien el inglés- sonrió y fue esa cálida muestra la que causó que empezara a caer…
Cuando accedió y tomó la mano que era ofrecida, decidiendo darle la espalda a quién también se la dio, olvidando lo que una vez tuvo en México para irse muy lejos
Y eso sólo fue el inició… de todas las cosas buenas que él había hecho por ella, cosas que para muchos no eran gran cosa pero a Rosa le importaban mucho, como el olvidar su trabajo por ratos para ayudarla con el Coreano, cuidar de su embarazo, ellos no eran una pareja como tal pero él actuaba como si lo fueran
Incluso su marca temporal le había dado para que tuviera una mejor estabilidad emocional durante el embarazo
Ella lo odiaba, por hacer esas cosas por ella sin ser nada en concreto, más que padres de un niño, pero no compartían un lazo como pareja
Y aunque no lo hicieran él cumplía sus caprichos, estaba para ella cuando lo pedía y necesitaba e incluso… había accedido a un acuerdo
-¿Con quién pasarás tu celo?- cuestionó entrando a su oficina, el mayor levantó la mirada de sus papeles para verla
-No había pensado en eso… pero supongo que contigo, si no te molesta, encargaremos al niño a la guardería especial de cambia formas, aunque él no lo sea por ser hijo de uno es aceptado- Rosa se sonrojo
-No me molesta… de hecho… quiero que pases todos conmigo- murmuro avergonzada -y si quieres… puedo hacer lo mismo, pasar mi celo contigo-
-No puedo decir que no a eso- sonrió
Le regresó la confianza, la ayudó a estudiar de nuevo e incluso… hizo lo inesperado
Después de dos años sin saber de su familia en México… él había hecho posible una reunión para verse de nuevo, en donde no hubo más que lágrimas y muchas disculpas por parte de sus padres por darle la espalda cuando más los necesitaba, conocieron a su nieto Hyun y sintió que el pequeño hueco que había sentido por ese tiempo se llenaba de nuevo
Ella había salido de la oscuridad, era feliz aunque su relación no tuviera una etiqueta, pero eso no importaba, mientras que ese hombre estuviera a su lado todo estaba bien
Pero un día la actitud del hombre que amaba cambió por completo…
Y fue con la llegada de su último hijo, Park Jimin, no sólo la actitud de Siwon había cambiado, también la de Rosa, sintiendo unos absurdos y estúpidos celos hacía el bebé que se volvió la adoración de Siwon
Por ser cambia forma, justo la razón por la que su madre trataba diferente a Rosa, ya que ella no lo era, desarrollando un rencor hacia toda persona que lo fuera
"¿Que tiene de especial ser uno?, hay personas que incluso los cazan, no pueden vivir con tranquilidad por miedo a que te descubran, quedan muy pocos y tienen pocos derechos por ser diferentes y peligrosos"
Siempre se cuestionaba, pero seguía sin poder entender… porque siguen siendo preferidos para las personas que le importaban
Si estaba así ahora, era por culpa de sus infantiles actos, ella lo sabía, ya no había rencor, sólo quería tranquilidad, pero en el agujero en el que estaba no había, la oscuridad de hace años regresó y esta vez… no veía ni un poco de luz
[...]
-Tengo hambre Kook- hizo un puchero -se me antojan unos tamales- se estiró hasta que su cabeza cayó un poco por la orilla de la cama para ver al mayor arreglarse frente al espejo
-¿Tamales?- repitió terminando de abotonar su camisa
-Si… pero no de los de aquí con verduras en el interior, quiero de carne, como los que hace mi abuela en México- suspiró
-Oh… siento decirte que no puedo ir a México por tamales, pero si te consuela podemos pedir carne- dijo divertido
-Ya que-
-Tratare de llegar temprano-
-Ujum..-
-Ya quiero ver como vas a recibirme hoy- sonrió
-Callate degenerado, no pienso hacer que nos echen y nos exhiban de nuevo-
-Que poco aguantas, además… ya me fijé y en este hotel no hay ningún letrero, somos una pareja joven así que es normal no poder apartar nuestras manos el uno del otro- explicó
-Ya, vete a trabajar, los letreros no me importan, buscaré un lugar donde quedarnos-
-¿Quieres conseguir uno ya?-
-Por supuesto, ¿acaso piensas vivir en una habitación de hotel siempre?-
-No realmente… supongo que tienes razón- aceptó pero Jimin lo miró poco convencido de su respuesta
-¿Qué sucede?, ¿no quieres?-
-No es eso… es una tontería-
-Tienes una cara que dice lo contrario, suéltalo, somos pareja y debemos confiar en nosotros, ¿no?- se acomodó correctamente en la cama -o eso se supone-
-Si confió en ti, pero siento que podrías burlarte…-
-Solo dilo- insistió
-Ya sabes que soy un arquitecto, cuando me gradué sólo pensé en trabajar, ser reconocido por mis diseños en planos y… construir mi propia casa, mi Appa en regalo me dio un gran terreno, dijo que sería perfecto para que yo hiciera lo que quisiera y tal vez… en un futuro vivir ahí con mi pareja e hijos- suspiró -supongo que las cosas ya no serán así-
-¿Ya habías iniciado la construcción?-
-No, ningún diseño me convencía… hasta que te conocí- lo miró -un día simplemente empecé a crear el plano de como lo quería, visualizando nuestro futuro, sería de dos pisos, cuatro habitaciones, dos baños, una gran cocina, con un jardín lleno de todo tipo de flores… pero eso está en Seúl y nosotros ahora estamos en Japón-
-Puedes conseguir un terreno aquí- animó
-No es tan sencillo, ese terreno era propiedad de mi padre, aquí no son tan grandes y el precio es más-
-Que mierda- bufó -lamento que no sea como quisiste en un inicio-
-No importa- sonrió mientras se acercaba al menor -mientras pueda estar contigo, todo está bien- besó su mejilla -además… aún no está todo perdido, te tengo a ti y… quién sabe…- murmuró poniendo una mano en su vientre, Jimin se tenso -tal vez… En un futuro podamos tener pequeños cachorros-
-Hablas de perros, ¿verdad?- cuestiono nervioso y Kook rió
-Claro que no, hablo de un mini mochi y un mini kookie-
-Nunca habías mencionado que querías hijos…-
-Es muy pronto, ¿cierto?, no quiero que pienses que ya lo deseo, quiero decir… Si sucede no me molestaria pero aún eres joven y mereces disfrutar antes de tener tal responsabilidad- lo abrazó -hay que esperar un poco más-
Jimin respondió al abrazo sin tanta emoción, mirando con nervios la mano en su vientre… Sabiendo que tenía que decirlo, aprovechar la oportunidad…
-Kook… yo… sobre eso… hay algo que debo decirte-
-¿Si?- lo miró
-Es… sobre eso de tener hijos, yo…- balbuceo nervioso -la verdad…-
-No te presiones por eso amor, ya te dije que podemos esperar un par de años, contigo es más que suficiente y ya que apenas empiezas a experimentar tu vida sexual… hay que aprovechar-
-Pervertido- bufo
-Tal vez, pero hablando seriamente, pensaremos en eso cuándo tu te sientas listo, ¿esta bien?-
-Si… esperemos…- murmuró
-Bien, así me gusta- sonrió -ya debo irme, nos vemos en unas horas, ¿si?, te quiero- besó rápidamente sus labios y se separó
-Yo también- sonrió y lo vio salir del cuarto, suspiró sintiéndose mal por no animarse a hablar, con un creciente miedo por la reacción de Kook, él no podía decirlo, no aún
Él no podía confesar… que era un omega inútil
Un omega infértil… un omega estéril, que jamás podría darle los cachorros con los que soñaba tener
-Perdoname Kook… por no tener el valor de decirte-
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