Capitulo 8
Naruto suspiro por sexta vez.
Ahora se encontraba en frente de la puerta de la casa de sus padres, las luces estaban encendidas y se podía escuchar susurros que venían de adentro. Sintió pesada la mano cuando la alzo para tocar el timbre y cuando escucho la voz de su madre decir "hay voy" le dio un vuelco en el estómago.
No podía permitirse vomitar, así que trago varias veces saliva antes de que su madre abriera la puerta.
-Hijo, llegaste – su madre hablo con voz alegre y le dio un abrazo cordial – Tu padre ya llego, cuando le dije que venias, hizo lo posible para salir temprano del trabajo – susurro lo último para que su marido no la escuchara.
-Eso... es bueno –
Kushina sonrió – Si, pero bueno ¡No te quedes en la puerta y entra! – soltó a su hijo y tomo su mano para que entrara.
Naruto se quito los zapatos y los dejo en la puerta. Su madre empezó a arrastrarlo hacia el comedor donde en efecto se encontraba su padre leyendo algo en el teléfono.
-Siéntate, voy a servir la comida – dijo Kushina y empujo a su hijo para que tomara asiento.
La idea de quedarse con su padre a solas, no le agrado. Su padre es muy bueno descifrando los estados de animo y a parte estaba seguro de que le iba a ser preguntas sobre el trabajo... todavía no estaba mentalmente preparado y no quería meter la pata.
-¿No quieres que te ayude? –
Su madre negó con la cabeza – No es necesario, puedo sola – dijo y se fue a la cocina sin notar la mirada suplicante de su hijo.
- ¿Sucede algo? –
Naruto dio un brinco en su asiento y bajo la cabeza -No es nada, es solo que quería ayudar a mamá... ya sabes, hace semanas que no vengo –
Minato dejo el teléfono sobre la mesa – Naruto, dijo tu madre que querías decirnos algo importante ¿Tiene que ver con el trabajo? –
El rubio negó.
-¿Entonces? –
-Cuando esta mamá aquí, se los diré –
Su padre no insistió y se recargo en la silla.
Kushina no tardo en aparecer con varios platos sobre una bandeja, su andar era muy animado, hasta se podía ver que estaba dando saltitos. Dejo la bandeja sobre la mesa y Naruto se dio cuenta de lo que era; ¡Es Ramen!
-Mamá...-
Kushina se sentó a lado de su hijo, sin borrar su sonrisa – Hace semanas que no vienes a ver a tus padres, así que cuando supe que ibas a venir, te preparé tu comida favorita.
Naruto quiso llorar, enserio trato de no derramar lágrimas, pero no pudo y varias gotas se resbalaron sobre sus mejillas.
-Cariño ¿Por qué lloras? – Kushina se preocupo y limpio las lágrimas de su hijo con el dedo índice - ¿Estás bien? –
"Estúpidos cambios de humor"
El rubio asintió – Estoy bien, es solo que este detalle me hizo feliz –
- ¿Seguro? –
-Si...-
Su madre acaricio sus cabellos antes de poner los platos sobre la mesa. El ramen seguía caliente, el humo se elevaba y entraba en sus fosas nasales.
Las nauseas que tenia desde un principio, se controlaron y ahora mismo tenia mucha hambre, así que no dudo en empezar a comer.
Cuando el plato estaba medio vacío, Naruto alzo la mirada y se dio cuenta que sus padres no habían probado bocado alguno.
- ¿Qué sucede? – pregunto con miedo de haber hecho algo mal.
Kushina sonrió levemente – Se ve que tenias hambre, siempre esperabas a que tus padres comieran primero –
Naruto se avergonzó y dejo los palillos dentro del bol.
-Lo siento, últimamente tengo mucha hambre –
-No te preocupes –
Minato soltó un suspiro – Hijo ¿Lo que tienes que decirnos es algo grave? –
"Lo sabía, sabía que se iba a dar cuenta"
- ¿Tan extraño estoy actuando? –
-Te noto tenso – dijo su padre – Desde que llegaste, has estado sudando y te has estado pellizcando tus rodillas y sobre comer rápido... no es la primera vez, pero hay algo diferente ¿Me explico? –
Naruto asintió. Su padre había estado estudiando psicología dos años, pero luego lo dejo por ingeniera en redes; aun así, los libros de psicología seguían rodando en esta casa.
Tomo el aire necesario y las náuseas volvieron.
-Yo... yo... -
-Cariño, si no quieres decirlo, no te esfuerces...-Su madre tomo su mano – No te estamos obligando –
Naruto se mordió los labios, si no lo decía ahora, no tendría el valor de decirlo más adelante, por lo que tomo el valor necesario.
- ¡Estoy embarazado! –
Silencio.
No se atrevió a mirar a sus padres, por lo que solo bajo la cabeza y se concentro en la mano de su madre que seguía sobre sus dedos; ella temblaba, fue algo fácil de notar y no se sentía nada bien.
Después de unos minutos largos de silencio, escucho a su padre toser.
-Había escuchado... sobre hombres que podían quedar embarazados. Nunca pensé que fueras uno de ellos –
No respondió.
-Bueno, ya eres un adulto, tienes trabajo y un departamento. No nos necesitas, para el cuidado de un bebé...-
-En realidad...yo... necesito que me apoyen...- Naruto sintió como varias lágrimas se asomaban en sus ojos – No me he sentido bien, necesito algo que me anime... yo...-
- ¿Dónde está el padre? –
-Él...-
Minato frunció el ceño - ¿Fue una aventura de una noche? Si es así, es mejor que abortes –
- ¡Minato! ¡¿Cómo puedes decirle eso a tu hijo?! – Kushina no lo soporto y se levanto de la silla - ¡Nuestro hijo vino aquí, para decirnos que necesitaba nuestra ayuda! –
- ¡El bebé es de un patán! –
-No... el padre sabe sobre el bebé, es solo que... no quiero molestarlo –
Kushina miro a su hijo – Cariño...-
-Naruto, los dos son adultos y se tienen que hacer responsables. Habla con él, ya vas a empezar a hacer tu familia, necesitas cuidarla –
No podía decirle a su padre de que el papá de su hijo era un estudiante. De seguro iba a explotar más de la ira.
Tampoco es que pensaba quedarse en la casa de sus padres, solo quería "ánimos". No se si fue por sus cambios de humor, pero dejo de sentirse triste y se sintió molesto.
Dejo el comedor con pasos agigantados, ni siquiera se despidió de sus padres, a pesar de que le gritaban de que se detuviera.
Saco el teléfono de su bolsillo y le mando un mensaje al papá del niño.
"Necesito verte"
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