Capitulo 17
Naruto regreso al trabajo después de tres días de descanso.
Cuando llego al trabajo, el ambiente se sentía tan pesado que se sentía en los hombros. Su computadora había sido remplazada por una más vieja y algo lenta y los trabajos que tenía terminada estaban pegados con cinta adhesiva, fue complicado entender la escritura.
-Es una porquería – murmuro Shikamaru – El jefe dice que no tiene tiempo para problemas, mejor que se concentre en el trabajo y deje los asuntos personales para después – le dio un disco duro – Guarda tus trabajos aquí –
Naruto no dijo nada y simplemente acepto.
Fue muy difícil usar la "nueva computadora".
A cada rato, se le ponía la dichosa pantalla azul y se le cerraban los programas de la nada y cuando deseaba guardar sus archivos la pantalla se congelaba.
-No quiero irme tarde – susurro.
Ya estaba cansado y por el bien del bebé, no podía estresarse.
Shkamaru lanzo un suspiro – Cuando el bebé nazca, seré el padrino... dame el disco –
Naruto lo miro de reojo y se negó.
-También tienes demasiado trabajo, hare lo posible para terminar – le dio clic varias veces a la opción guardar y la pantalla se quedó en blanco, con un circulo azul girando en el medio.
-¿Tu novio no tiene una computadora que te preste? – pregunto Shikamaru al ver la pantalla de la computadora.
El rubio pienso por unos minutos -No, no ha llevado ninguna computadora a la casa –
-Mmm... ahora que recuerdo tu tenías una –
Naruto frunció el ceño – La deje en casa de mis padres, dudo que sirva – ya no dijo nada mas y se concentro en la pantalla.
Después de cinco horas luchando con la máquina, por fin los documentos se guardaron en el disco duro y lo puso en su maletín.
La hora del almuerzo ya había terminado, pero gracias a sus nauseas, no le dio hambre... pero si las ganas de orinar.
Se levanto de su asiento y estiro los brazos – Voy al baño, cuida mi oficina –
Shikamaru asintió con la cabeza.
Al salir de la habitación, los pasillos estaban desiertos y se podía escuchar claramente los teclados siendo golpeados y los sonidos de los teléfonos.
Hoy si era un día muy atareado.
Naruto suspiro y camino hacia el baño. Antes de que entrara, su muñeca fue agarrada bruscamente por alguien. Aún no se había recuperado del todo, por lo que se mareo y choco contra el pecho de esa persona.
-¡¿Quién?! – exclamo, mientras se alejaba con todas sus fuerzas.
La expresión de Sai era inestable, agarro la mano del rubio y lo llevo hacia adentro del baño. Luego cerro la puerta con seguro y lo empujo con brusquedad hacia la pared.
La espalda de Naruto choco con el frio azulejo y se llevo una mano en el vientre, por miedo a que el golpe pueda afectar al bebé.
-Sai ¡¿Qué demonios te pasa?! – grito - ¡No tienes derecho de tratarme así! –
Sai no respondió, solo le tapo la boca con una mano.
Por supuesto que Naruto no se iba a dejar y le mordió el dorso con furia. Si no le decía nada, entonces la situación se iba a arreglar con golpes... solo esperaba que no sucediera porque él se iba a llevar la peor parte.
La expresión de Sai era rígida, pero quito la mano y vio la sangre resbalar lentamente.
-Ahora lo se todo... te acostaste con el tipo del Karaoke – dijo después de unos minutos.
El corazón de Naruto se apretó de repente.
-Y vas a tener un bebé –
-¿Y? –
Sai no esperaba esa pregunta y en sus ojos apareció una mirada opaca que no le pertenecía.
-Es menor que tu ¿No tienes miedo lo que diga la empresa? –
¿Si tenia miedo? La respuesta es no, Mikoto ya le había dicho que no debe dejarse llevar por los comentarios de la gente y vivir su vida. Además, cuando su panza creciera, iba a renunciar.
-Esta bien, puedes decirle a la gente –
Pasaron uno segundos antes de que Sai soltara su mano.
-Entiendo, pero ¿Sabes lo que me molesta? Que te hayas acostado con un desconocido, en vez de acostarte conmigo –
-Tu... me estabas obligando –
Naruto se froto la muñeca enrojecida.
Sai sonrio – Es verdad, pero ¿Cuándo iba a ser el día en que pudiera tocarte? –
Naruto no respondió; Sai no era su tipo y nunca lo seria.
-¿Ves? Por lo menos iba a tener el placer de probarte y si las cosas resultan así – miro su vientre – Podría ser responsable de ti –
El rubio soporto sus comentarios, no quería que el chico se volviera brusco de repente y salieran mal las cosas.
-Si, bueno... lo siento – dijo, tragándose su orgullo y las ganas de golpearlo – Ino, esta enamorada de ti, dale una oportunidad. Es una excelente chica –
Sai aumento su sonrisa, tanto que parecía un loco.
-Lo sé, pero no me interesa –
Naruto inconscientemente puso la otra mano en su vientre "Si lo pateo en sus partes íntimas, estará concentrado en su dolor y puedo salir corriendo" pensó y puso un pie atrás, para tomar impulso.
Sai se dio cuenta de su movimiento y fue más rápido. Pateo las rodillas del rubio, haciendo que este cayera en el suelo, Naruto por reflejo puso una mano para que su vientre no chocara.
-Agh ¿Qué mierda quieres? ¿Piensas matar a un ser inocente? Golpéame la cara si eso te hace feliz, pero mi cuerpo no lo toques –
Sai no era un monstruo, calmo su respiración varias veces y se sacudió el cabello.
-Perdón, es verdad no debería de matar a alguien que no tiene idea de lo que está sucediendo – hizo una pausa – Si, el bebé no sabe que su madre es una zorra –
Naruto sudo frio -Estas loco –
Sai no respondió y agarro sus cabellos dorados – No debiste mostrar amabilidad, si después me ibas a dejar tirado –
-Ugh –
-Mierda, no debí comer esos frijoles –
El sonido de una pequeña charla provenía detrás de la puerta, luego le siguieron varios golpes.
-¿Qué rayos? ¿Quién le puso seguro a la puerta? –
Sai soltó su cabello – Detengamos nuestra conversación y es mejor que no digas nada, si no quieres que tu criatura sufra las consecuencias – con esas palabras se fue a esconder en una cabina.
La puerta del baño se abrió, Kiba suspiro de alivio y entro al baño, pero las ganas de hacer sus necesidades se esfumaron al ver a Naruto tirado en el suelo y con una mueca de dolor.
-¡¿Naruto?! ¡¿Qué pasa?! – Kiba se arrodillo a socorrerlo.
-Me duele... me duele... mi vientre – dijo con dificultad mientras las lágrimas lo en cegaban – Mi bebé...-
Perdió el conocimiento en los brazos del castaño.
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