Naruto no podía dejar de mover las piernas y de morderse las uñas.

Ahora se encontraba dentro de una cafetería acompañado de una hermosa mujer de cabello negro, ella la observaba con una sonrisa y con ojos brillantes.

Algo que lo hizo sentir incomodo... y nervioso.

-Aquí esta su orden, que lo disfrute – dijo una mesera que llego con una taza de café - ¿Quiere algo más? –

- ¿Quieres algo, querido? – pregunto Mikoto.

Naruto negó con la cabeza.

- ¿Seguro? ¿No quieres un postre o un licuado? –

-No, gracias –

-Está bien –

La mesera hizo una leve inclinación y se fue a atender a otros clientes.

Volvieron a quedar solos y en silencio.

"Shikamaru ¿Por qué me dejaste?" pensó Naruto con amargura. Shikamaru había huido con el pretexto de que era mejor dejarlos solos y en una parte tenía razón, pero en otra... tenía miedo de que ocurriera algo malo.

"¿Y si es una mamá mala como en los doramas?" el rubio se lo imagino. La señora Uchiha borra su sonrisa y saca una faja de billetes de su bolsa –"Deja a mi hijo y vete lejos de aquí, donde no pueda verte"-

"- ¿Qué pasara con el niño?" – pregunto un inocente Naruto.

La señora Uchiha pone los ojos en blanco -Ese bastardo no tendrá el apellido Uchiha"-

"-Oh, no" – Naruto cae de la silla y se arrodilla frente a su suegra – El niño tiene que conocer a su padre, se lo pido -

-Disculpa–

Naruto se sobresalto y bajo el telón de la obra de su cabeza.

- ¿Sí? –

Mikoto se removió de la silla y bebió un leve trago de café.

"Al parecer no soy el único nervioso"

-Lo siento ¿Te sorprendí de que hubiera aparecido así, sin una palabra de aviso, ¿verdad? – pregunto Mikoto.

-Si... -

-En realidad tenia muchas ganas de conocerte. Sasuke me conto mucho sobre ti y me dio curiosidad – Mikoto volvió a tomar un sorbo de café – Se que estas embarazado de él –

-Así es – respondió el rubio sin dudar.

La sonrisa de Mikoto se borró y metió la mano dentro de su bolsa.

La obra que se había montado en su cabeza ¿Se va a cumplir? Si es así, entonces podía abrir un negocio de clarividencia.

-Estas son las llaves de su nuevo departamento –

- ¿Eh? –

Naruto miro perplejo a la señora Uchiha y apunto con su dedo la llave que había dejado encima de la mesa.

- ¿Nuevo departamento? –

Mikoto volvió a sonreír hasta sus ojos brillaban más de lo normal.

- ¡Así es! –

-Me perdí –

-Oh cariño. Fui muy deprisa ¿Verdad? – Mikoto se avergonzó y se aclaró la garganta – Bueno, estas embarazado de mi hijo. Me gustaría que vivieran juntos, para que Sasuke este pendiente de ti y no solo él, a mí también me gustaría estar pendiente, ver como crece tu panza y encargarme de tus comidas –

"¡Se supone que esto no iba a ser así!" el cerebro de Naruto exploto, nunca pensó que su suegra se lo tomara a la ligera.

- Sabe que soy un hombre mayor, ¿verdad? –

-Lo sé –

-Su hijo es apenas un estudiante...-

-Lo sé –

Naruto se apuntó a si mismo - ¿Quiere que un hombre viejo este con su hijo? –

Mikoto inclino la cabeza hacia un lado – Pero tu no estas tan viejo, te ves joven y saludable. Hasta pareces un estudiante universitario, por cierto, ¿Sabes que mi hijo pasara la universidad este año? -

-Si, se que cumple 18 –

-Si, ya esta a punto de terminar la preparatoria – comento Mikoto toda orgullosa – Cuando cumpla los 18, hasta se pueden casar –

- ¿Casarnos? – Naruto abrió los ojos de sorpresa mientras sentía sus mejillas arder - ¡No! –

- ¿Por qué no? –

Naruto bajo la cabeza y trato de no hacer contacto visual con la señora Uchiha -Bueno, Sasuke es muy joven aún y puede que se enamore de otra persona –

-No lo creo – Mikoto respondió con seguridad – Él no es esa clase de persona –

-Aun así...-

Mikoto tomo las manos de Naruto haciendo que este alzara la mirada – Naruto, se más seguro de ti mismo. Eres una persona atractiva y honesta, se lo que vales. No bajes la mirada y no te sientas avergonzado, no importa lo que digan los demás, solo vive tu vida -

No supo si era por el embarazo o por las palabras de su suegra, pero lloro.

Ella tenía razón, no debería de estar ocultándose o de pensar que ha cometido un crimen. Cada uno podía pensar lo que quisiera, pero él se iba a dar la oportunidad de ser feliz.

Lo necesitaba y su bebé también.

- ¿Dónde... donde queda el departamento? – pregunto.

Mikoto sonrió una vez más – Deja que te lleve –

Sasuke salió de la preparatoria más tarde de lo que pensó.

El sol ya se estaba ocultando y las primeras estrellas estaban apareciendo. Los faroles de las calles empezaron a encender y los restaurantes nocturnos estaban abriendo.

- ¿Ya habrá salido del trabajo? – se preguntó.

Saco el celular del bolsillo de su pantalón y marco el número del rubio.

No respondió.

Volvió a marcar y seguía teniendo la misma respuesta.

-De nuevo... tan tarde –

Sasuke guardo el teléfono y decidió caminar hacia al trabajo de Naruto. Era lo único que podía hacer por ahora, acompañarlo a casa y platicar con él.

Tenia que ser paciente.

Camino por unas horas hasta que el edificio llego a su campo visual. La mayoría de las luces estaban apagadas y pocos trabajadores salían del lugar.

-Naruto ¿Sigue adentro? – le pregunto a una mujer de cabello amarillo que salía con un hombre regordete.

Ino lo miro de pies a cabeza antes de responder – Naruto, ya tiene rato que se fue ¿Quién eres? –

- ¿Hace rato? ¿Cómo a que hora? –

-Como a las tres de la tarde, de hecho, se fue muy temprano – Ino se quejó - ¿Por qué se fue temprano? – le pregunto a su compañero, este solo se encogió de hombros.

Sasuke se preocupó - ¿Se fue con alguien? –

-No lo sé, no lo vimos –

-Gracias – Sasuke se fue corriendo de ahí.

- ¿Y ese quién era? – pregunto el hombre regordete.

-No lo sé, pero estaba guapo – respondió Ino con una sonrisa coqueta.