─︎─︎─︎─︎─︎─︎ AMO Y SIRVIENTE ─︎─︎─︎─︎─︎─︎

Aunque ignoraba qué tipo de servicios Mew requeriría de él esa medianoche, Gulf se dirigió a su recamara luego de asearse. Suponía que sería por el mismo motivo que Bright lo mandaba a llamar a veces; para follar. Pero había algo tan desconocido y misterioso con respecto al atractivo Lord que le decía a Gulf que sus deseos serían muy diferentes a los de su hermanastro. Sean los que sean, Gulf estaba más que dispuesto a complacerlos.

La puerta crujió levemente cuando Mew lo dejó entrar. Estaba ocupando una habitación para huéspedes, iluminada por una chimenea y una cama casi tan grande como el cuartito en el que dormía Gulf. La cama estaba cubierta con gruesas cobijas y pieles de lobo para mantenerla cálida. Inmediatamente, los ojos de Gulf se posaron en ella, luego bajó la vista mientras Mew cerraba la puerta detrás de él.

—Me alegra que estés aquí...— la voz de Mew era un suspiro ronco, acompañado por el sonido del suave chisporrotear del fuego. El corazón de Gulf latía tan fuerte que creyó desvanecerse. —Quítate la ropa....

Tan directo como su hermano, Gulf pensó. Pateó sus botas a un lado y comenzó quitándose la camisa. Pronto su torso desnudo estaba frente a los ojos hambrientos de Mew, quien observaba la escena complacido y sentado sobre su cama. Su torso también estaba desnudo y sostenía una copa de vino en su mano derecha. Mientras Gulf terminaba de desvestirse, sus ojos estudiaron el pecho desnudo de Mew. Sus músculos eran suaves pero fuertes, su piel parecía marfil y sus ojos brillaban como los de un demonio bajo la luz del fuego. Sorbía de su vino parsimoniosamente mientras Gulf se desataba los pantalones y exponia su polla, ya dura, ante su nuevo Amo.

Una vez que Gulf estuvo completamente desnudo frente a Mew, este se tomó sus largos minutos para examinar cada milímetro de su cuerpo con sus ojos. Parecía que iba a devorarlo por completo, a pesar de que no movió ni un dedo. Gulf sintió un escalofrío recorrerle; estar tan expuesto, tan vulnerable a la merced de Mew era demasiado para soportar.

—Tienes una tierna polla...— Mew tomó un último sorbo de vino y dejó su copa en la mesita al lado de la cama. —Esta muy dura, ¿acaso te duele?

—Si, Mi Lord....— la voz de Gulf temblaba.

—No me llames Mi Lord cuando estés conmigo, aquí en esta habitación, seré tu Amo....

—Muy bien, Amo....— el labio inferior de Gulf temblaba con anticipación, su polla se retorcía por su cuenta —Estoy a su disposición....

Mew esbozó una media sonrisa de satisfacción, pero no se movió de la cama. Solo siguió observando a Gulf , que estaba de pie desnudo contra la puerta.

—No te precipites, muchachito de las perreras...—Mew respondió mientras comenzaba a frotar su polla sobre sus pantalones con una mano. Esa acción hizo que Gulf se excitara aún más; incluso presa entre su ropa, esa polla se veía tan enorme como dura. — Primero necesito comprobar que tan obediente puedes ser....

—Seré muy obediente, Amo...— A Gulf le tembló la voz una vez más; ya sea por la presencia intrigante de Mew, o por el hecho de ser dominado por él, nunca se había sentido tan ansioso y excitado en toda su vida.

—Eso dices tu....— Mew continuaba trazando el perfil de su erección por sobre su ropa. Gulf comenzó a imaginar una vez más, cómo se sentiría esa polla dentro de él.

—Dime Gulf, estas tan duro como una roca, igual que esta mañana necesitas follar, ¿no es cierto?

—S-si, Amo....— esas palabras lo hacían todavía más necesitado; ahora su polla dolía como nunca.

—¿Te gustaría que te toque, como lo hice esta mañana? — Mew disfrutaba regodeándose en el sufrimiento del muchacho.

—P-por favor ,Amo....— Gulf sentía desvanecerse; el calor brotaba hacia su rostro y su polla pulsaba, desesperada por algo de fricción, por alivio.

—Tendrás que rogar mucho mejor que eso...— Mew rió por lo bajo, con un toque de crueldad que excitó aún más a Gulf. —Ponte de rodillas...

Gulf obedeció, sus rodillas se apoyaron en el duro piso de madera.

—Te ves muy bien así, de rodillas....ahora dime ¿mi hermano es quien te folla, no es cierto? Eres su pequeño juguete....

—Es verdad....Amo....

—Bueno, no podemos decir que Bright tiene mal gusto...Cuéntame que hacen juntos....¿él te folla por el culo? ¿que tal te sientes con el pene de mi hermano?

—S-si, Amo....él me folla ....su tamaño es agradable

—Por supuesto...— Mew rió por lo bajo una vez más. Luego hizo un movimiento rápido con sus dedos para desatar sus pantalones y su polla estuvo libre, dura y enrojecida...oh dios muy grande, las venas se le marcaba en el tronco. Esa visión hizo que a Gulf se le hiciera agua la boca —Pero yo no soy mi hermano....

Gulf sintió como su pecho se llenaba de aire, haciéndole difícil respirar. Había estado con varios hombres en su vida, pero nunca había visto una polla tan grande. Pero tampoco podía negar como había fantaseado la noche anterior con la polla de Mew enterrada bien profundo en su culo.

—Ponte en cuatro patas....— Mew ordenó de nuevo.

Gulf obedeció; adelantando su cuerpo y apoyando las dos palmas en el piso a la par de sus rodillas.

—Igual que las perras que tu cuidas en la perrera...—.Mew frotó su polla hacia arriba y abajo, despacio. Gulf deseó poder hacerlo él —Ahora arrástrate hacia mi....

Gulf camino en cuatro patas hacia su Amo, avanzando despacio sobre sus manos y rodillas. Mew lo esperaba sentado en el borde de su cama con su polla al aire, dura como un mástil.

—Mírate, te ves muy hermoso así....arrastrandote por una polla...ven aquí....— Mew sonrió, y sus ojos negros brillaron en la oscuridad con malicia y deseo. Gulf se arrastró hasta estar entre las piernas de Mew, su rostro estaba a centímetros de la polla dura de Mew.

—¿Te gusta?— Mew le preguntó, acercandola a su rostro.

—Sí, Amo...— Gulf contestó casi sin aliento; el aroma de la piel de Mew era intoxicante, y no deseaba nada más que tener esa polla en su boca. Su propio miembro latía sin cesar entre sus piernas, pero no le importaba, solo podía pensar en su nuevo Amo y en lo mucho que lo deseaba —Me gusta mucho....

—Vamos a ver que tal la chupas....— Mew tomó un puñado del cabello oscuro de Gulf y empujó su cabeza hacia abajo, embistiendo con su polla dentro de su boca con un movimiento violento.

Gulf se sintió ahogado por un segundo; todo el largo de Mew se deslizaba hacia su garganta. Nunca había hecho algo así, pero se sentía tan bien que temió correrse en seco allí mismo. Sus labios envolvieron la polla de su Amo, y giró su lengua alrededor de su dureza con hambre voraz. Mew gruñó de aprobación mientras sujetaba el cabello de su nuca con fuerza y empujaba la cabeza de Gulf hacia arriba y abajo. Con cada movimiento su polla se enterraba más profundo en su garganta, causándole náuseas.

—Eso es....ahogate con mi polla....— Mew gruñó de placer mientras la cabeza de Gulf subía y bajaba forzadamente. Le gustaba sentirlo cada vez más profundo, y a Mew le gustaba oír los sonidos de sus arcadas. Las lágrimas rodaban por las mejillas de Gulf, y cuando creyó que realmente iba a sofocarse, Mew jaló de su cabello con fuerza, alejándolo de su polla.

El muchacho, jadeante, aprovechó ese momento para tomar una bocanada de aire y recuperar el aliento. Pero en cuanto tuvo la boca abierta Mew escupió dentro de ella, antes de volver a obligarlo a chupársela. Gulf mantenía sus manos en el piso, sosteniéndose en ellas, mientras su cabeza subía y bajaba sobre la polla de Mew. Su Amo gruñía de placer mientras su mano firme guiaba sus movimientos.

Gulf sentía como la polla de su amo vibraba de placer sobre su lengua, advirtiendo un pronto orgasmo. Cerró sus ojos y se concentró en engullir el miembro de Mew lo más profundo posible. En un momento, sintió la otra mano de su Amo desplazándose a lo largo de su espalda, mientras seguía sosteniendo su cabeza con la otra. Su polla estaba cosquilleando su garganta, cuando sintió uno de los dedos de su Amo hurgando en su entrada. Eso tan solo hizo que su propia polla duela más, y cuando Mew introduje un dedo dentro de él, Gulf gimió con la polla en la boca.

— Estas muy ajustado, ...— Mew empujaba su dedo suavemente dentro de él. Gulf supuso que había escupido o lamido su dedo, ya que estaba húmedo y se deslizaba con facilidad dentro de él. Era algo único y excitante, puesto que le ofrecía una presión deliciosa, que junto a la sensación de tener la polla de Mew en la boca, le brindaba un placer inmenso.

Su Amo agregó un segundo dedo, empujando y girando dentro de Gulf. Lo estaba abriendo tan suavemente que las piernas y brazos del muchacho temblaban de placer.

Su polla se retorcia de dolor, al igual que la de su Amo. Al cabo de unos minutos, Mew dejó escapar un largo gruñido de placer y dejó caer su cabeza hacia atrás. Con fuerza, sostuvo la cabeza de Gulf entre sus piernas mientras su semilla brotaba con violencia de su polla, deslizándose caliente por la garganta del muchacho. En la posición que estaba, no le quedó más remedio que tragar hasta la última gota; aun asi, lo hizo gustoso. Amaba el sabor de su Amo, y amaba como lo sostenía con tanta firmeza mientras su polla vibraba de placer dentro de su boca.

En unos instantes, Mew lo dejó ir, relajando el puño que sujetaba la nuca de Gulf. El muchacho levantó su rostro lentamente, y se encontró con el rostro agotado y satisfecho de su Amo. Algunas gotas de su semen caliente goteaban por las comisuras de sus labios y mentón, y Mew las recorrió con su pulgar. Limpió el rostro de Gulf con una inesperada ternura, mientras ambos recuperaban su aliento. En ese momento, Gulf notó que los ojos de su Amo se veían infinitos, con sus pupilas dilatadas por el placer.

Pero su polla seguía doliendo, recién en ese momento Gulf recordó que él también necesitaba alivio.

—Amo....¿lo he complacido?— el muchacho suplicó.

—Lo has hecho...mejor de lo que esperaba....— la voz aterciopelada de Mew hizo que la polla de Gulf se retorciera aún más.

—E-entonces....

—Entonces ¿que, muchachito de las perreras?

—¿E-es mi turno?.... —Gulf le ofreció una sonrisa esperanzadora, Su polla dolía como los mil infiernos, y Mew se veía tan bien, semidesnudo y con su piel pálida enrojecida por su orgasmo.

—Oh, mi querido muchachito, no....no te lo has ganado aún....— Mew negó con su sonrisa más cruel, luego se puso de pie y comenzó a acordonar de nuevo sus pantalones. Caminó hasta su mesa de estar y tomó otro trago de su copa de vino.

—Ahora retírate....

Gulf temblaba por completo; era una mezcla de frustración, ira y confusión, Su polla dolía, y su orgullo dolía, y de cierta manera, dicha humillación era lo más placentero de todo. Con el rostro enrojecido y cubierto de sudor, juntó sus ropas de suelo y se retiró de la recámara de Mew.