Hola, escribo esta historia ya que es el cumpleaños de Yugi Mutou. Me sentí inspirada pero no sé cuando vaya a hacer el segundo capítulo, así que no se ilusionen demasiado XD

Con mucho amor, Yumi o Mephi :3

Y así es el gato

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1. Un gato de Egipto

Jaden Yuki, el duelista más famosos de todos, no porque haya siempre ganado como el duelista El Faraón llamado Atem, sino que siempre que está en un duelo demuestra lo mejor de sí convirtiendo el momento en una plática de amigos donde todos se sienten incluidos.

Cabello café parecido a su Kuriboh Alado, ojos castaños y una sonrisa que todos aman, ¿Perfecto? No, no se acerca tanto a la perfección ya que es algo irresponsable, olvidadizo y la mayoría de veces flojo.

El chico caminaba tranquilo a donde sería su siguiente duele, hoy era el único día en el que se le ocurrió levantarse temprano y ahora podía caminar tan lento como quisiera. Tomaba de su batido de chocolate mientras caminaba hasta que sintió el maullido de un gato y un leve ronroneo pasando por sus piernas.

Al ver abajo, pudo ver como en sus piernas pasaba un gato muy distinto a los demás, lo cargó mirándolo fijamente recibiendo un maullido de parte del mínimo. Sus ojos eran de color amatista, su piel negra donde en su cabeza tenía un tipo de peinado parecido al de una estrella pero no arriba de su cabeza sino hacia bajo, también llevaba un fleco rizado rubio y una linda bufanda azul.

— ¿Te perdiste, amigo?. — El gato saco un maullido recibiendo una sonrisa de parte del otro.

— ¡Minino!, ¿Dónde estás?. — Corrió un joven de cuerpo moreno y ojos rubíes.

— ¡Hola, Atem!. — gritó Jaden acercándose con el gato. — ¿Listo para el duelo de hoy?.

— Sí. — En eso vio al gato que tenía en sus brazos — Gatito, aquí estabas — Intento llevarse al animal pero este con sus garras se aferraba al suéter rojo del otro. En eso, hubo un tipo de conexión entre los dos donde el de ojos rubíes comprendió todo — Perdón, pero, ¿Puedes cuidar al gatito? Al parecer se a encariñado mucho contigo.

El castaño asintió sin dudarlo yéndose a donde sería la partida del juego junto con el moreno, después de todo, se llevaban bien aunque se le hacía sospechoso que el otro no dijera el nombre del gato ni tampoco hubiera mencionado que hubiera tenido uno.

Bueno, no iba a sospechar de su amigo por cosas como esas, pues, se llevaban bien y no quería arruinar su amistad por cosas absurdas. Siguieron caminando llegando al campo de duelo, la gente los miraba maravillados ya que podrían ver que habían llegado juntos.

[...]

— ¡Kuriboh, ataca!. — Exclamó el castaño a lo que el monstruo obedeció acabando con los puntos de vida de su contrincante.

— ¡Vaya!, ¡Al parecer hoy es el día de suerte del duelista Jaden!. — Gritó a todo pulmón el narrador del duelo, todos estaban impresionados hasta Jaden lo estaba.

— Lo hiciste bien. — Felicitó Atem estrechando su mano con la del cabello Kuriboh mostrando una sonrisa amigable.

El duelo había acabado, nunca creyó el castaño que lo lograría pero finalmente lo hizo y no sabía cómo. Se podía decir que estaba eufórico, tanto así que no dudó en abrazar al gatito con tanta emoción, claro, sin ahorcar.

El minino saco un maullido de felicidad, los dos finalmente podían estar juntos, eso era lo que le alegraba más.

[...]

— Bueno, gatito, siéntate donde quieras. — El cabello Kuriboh se quitó los zapatos pudiendo ver qué el animal se había sentado al frente suyo —. Muy bien, ¿Cual es tu nombre?. — Se acercó a acariciarlo a lo que con gusto aceptó el otro — Vaya, al parecer no tienes una identificación, ¿Qué nombre te doy?.

Se dedicó a pensar descalzo el de ojos castaños, no tenía un nombre que darle al pequeño, se dedicó a pensar por un pequeño tiempo. El animal, simplemente se dedicó a mirarlo con ojos de ilusión como si esperara algo, una esperanza que sabía que no era en vano.

— Solo tu verdadero amor sabrá tú nombre... —.

— ¡Ya se!, ¡¿Qué tal Yuugi? Significa "Juego". — Sacó una gran sonrisa optimista recibiendo un maullido de que lo aceptaba el nombre. — Ya verás, te gustará este lugar, no es tan grande y es un poco desordenado pero será un gran lugar que amarás tú. Ven, vayamos a comer, solo por hoy te daré un poco de mi leche [el que mal piense me deberá una galleta oreo].

El gatito lo siguió hasta la cocina dónde se sentía tan a gusto, sin alejarse del otro a lo que le extrañó al de ojos cafés.

[...]

— Buenos días, Yuugi. — Bostezó el cabello de Kuriboh viendo aún al animal durmiendo plácidamente en la cama.

Pronto pudo ver como el minino temblaba ante el frío a lo que le dio su suéter rojo muriéndose de ternura al verlo puesto como sábana al animal.

— Tengo que ir a trabajar, no tardaré mucho. Deje un poco de croquetas en tu plato, adiós. — Se arregló para después irse corriendo a su trabajo que no era ni más ni menos que ser duelista, su sueño hecho realidad.

No contaba que algo muy extraño pasaría a su pequeño minino, porque al abrir sus ojos amatistas empezó a salir un brillo especial en su cuerpo.

[...]

— ¡Ya llegué, Yuugi!. — Entró quitándose los zapatos esperando el recibimiento del animal.

No contó con que apareciera un joven de dieciséis años, puesto tan solo con una tanga y su suéter rojo que se lo había dado al gato y con unas orejas de minino en su cara. Estaba estupefacto, aquello era aterrador que no sabía cómo reaccionar.

— Bienvenido, amo. — el tricolor tiro al cabello de Kuriboh poniéndose encima de él.

No faltó que el chico soltara un gran grito de terror mientras su piel se hacía pálida.

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Solo porque te conozco te nominó a que la leas XD _LittleKuriboh_
Recuerden, no se ilusionen tanto a que la siga :"3