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9🔥 - Country Man

Sí no me conociera, diría que me he enamorado perdidamente. Justo. Ahora.

Sin embargo, ese no es el caso. Créanme he estado aquí antes, sintiéndome de esta manera, todo emocionado y babeando como perro faldero detrás de una bonita falda,  creyéndome capaz de bajarle la luna a unos bonitos ojos; para después huir como alma que lleva el diablo, cuando las cosas se ponían demasiado intensas y asfixiantes para mí.

🔥Razón n° 35 del por qué no tengo novia: Son muy celosas y posesivas.

Y para una estrella de rock, aquello solo significaba un trágico fin definitivo. (Como le ocurrió a Percy, y sigue ocurriéndole). Las mujeres son crueles, peligrosas y astutas. Son el diablo disfrazado de un dulce ángel, con labios seductoramente infernales. Y específicamente esta Diosa delante de mí, estaba un 99.9% seguro, que era la personificación misma de un demonio de la lujuria para destruirme. Debía de tener cuidado.

—Buenas noches, soy la camarera — se presenta, y oyéndola con mi oído musical tan desarrollado, podría arriesgarme a afirmar que sabía cantar — Tomaré su orden...

No puedo apartar mis ojos de su bendecido escote, y ella se da cuenta, por supuesto. Su mirada, adornada de largas pestañas, se posa sobre mi cuerpo fugazmente y parece evaluarme como a un pedazo de estiércol que hace arrugar su petulante nariz con repulsión; mientras descansa todo su peso sobre una de sus piernas asesina, a la vez que su cadera sobresale, como si estuviese posando para una revista playboy.

—Hoo... — comienzo con la voz más sensual que tengo en mi repertorio, pero antes de acabar el saludo, sus palabras me cortan violentamente como una tajada de cuchillo.

—Ni siquiera lo intentes — se jacta, alzando su pequeño bloc de notas y un boli en la otra mano, para anotar nuestro pedido, — Sé perfectamente quién eres, Señor Fire, follador y rompe corazones, Valdez. Así que limítate a darme sólo tu pedido, y de paso te ahorras un humillante rechazo.

Mis compañeros de banda rompen en risas a mi lado, sin consideración claro está. (Después de un año, ¿los rumores seguían?) Es agresiva, no es sólo una fachada, y joder si eso era tan caliente como estaba cierta parte de mi anatomía ahora mismo.

—Wow. Wow, wow, espera un segundo, dul... — demonios, casi había cometido el desliz de llamarla "dulzura", (gesto que no me ayudaría mucho ahora mismo) mis manos se alzan enfrente de mi pecho, y pongo la carita más sorprendida e inocente de la que soy capaz. — ¿Yo? ¿Rompedor de corazones de las dulces damitas de Texas? No, no, no. Creo que me estás confundiendo con alguien más...

Eso, hombre, finge demencia. Me animo internamente.

—¿Ah sí? — Ella alza una ceja altanera en mi dirección, y como lo había sospechado, tal acto podría hacer temblar del terror hasta al más duro motociclista del lugar. — Así que no fuiste tú, quién lleno de pajaritos rosas alrededor de la cabeza de Nessi Lau, por todo un mes; para poder llevártela a la cama, y cuando ella te quiso enlazar en una relación; huiste, diciéndole que tenías cáncer de próstata y tenías que viajar a Australia para la operación.

Jason se mete un puño dentro de su boca (muy disimuladamente, y nótese el sarcasmo) para evitar soltar más carcajadas burlescos. Espero y se atragante con ella, maldigo silenciosamente en su dirección, mientras aparto la mirada de los fulminadores orbes de Calipso, los cuales parecen hierro fundido tratando de hacerme un hoyo dentro de mi cráneo, para sacar todos mis trapos más sucios y ponerlos sobre la mesa a la vista de todos. ¿Ella era amiga de Nessi?

Arrugo mis labios y entrecierro mis ojos con exagerada desconcertación,  a la vez que niego con vehemencia. Nico a mi lado, ha muerto varias veces ya en su jueguito de Mario por haber estado escuchando a hurtadillas sobre mis vergüenzas. 

—Mmmmm... Noup. No señor, — le respondo, y dándole otro vistazo con temor, algo dentro de mí me grita, que me aleje de ella, porque el mismo Lucifer podría haberla puesta en mi camino para destruirme por completo.

Pero, oh Dioses, ¿cómo alejarme? Cuando sus deliciosos labios se curvan de esa manera tan arrebatadoramente cínica a sabiendas de que estoy mintiendo.

—¿Ah, no? — Continúa sin piedad — entonces, ¿tampoco eres ese patán que dejó a Katie Gardner en medio del campo semidesnuda, (casi dos meses después de lo de Nessi Lau) cuando su padre los descubrió y te apuntó con una escopeta? De nuevo, huyendo en una camioneta Rogers del 77, color celeste rayando a la oxidación, con matrícula UV919.

Mis boca se abre sin sonido alguno, (¿ella, sabe de autos?) pero incluso antes de que pudiera decir algo, ella vuelve a atacar:

—Oh, mira, — ella capta algo afuera de la ventana de pronto — casualmente, mi descripción se acerca bastante a aquella camioneta que está en el estacionamiento del bar ahora mismo. Y vaya, es la primera vez que la veo, y es la primera vez que los veo a ustedes. ¿Qué coincidencia, no?

Cinco pares de ojos se voltearon para mirar a través de la ventana, y efectivamente, encontrar la camioneta que ella había descrito sin ver. Tragué saliva, y me volteo de nuevo hacia ella, quien luce un semblante victorioso.

— Esa camioneta no es mía. — intento, es mi último recurso y mi voz insegura lo admite.

—¿Entonces... — sus ojos se fijan en algo que sé que va a destruirme, y ella va a gozarlo. Mucho—  por qué tiene una calcomanía en el parabrisas, que dice "Propiedad del candente Valdez"?

Demonios.

—Atrapado—. musita Nico a mi costado, tratando de no reír.

Cierro mis ojos en una milésima de segundos. Es cierto, me ha descubierto completamente, esquivando y burlando cada una de mis tácticas negatorias con facilidad. Y por primera vez en la vida, siento algo de vergüenza calentar mi cara, (ni sabía por qué, no era la primera vez que una mujer me descubría así) y para el colmo, los nervios hacen que mis dedos empiecen con mis tics, irritándome aún más de mí mismo.

Delante de mí, Percy sólo se encoge de hombros en un gesto que indicaba, "ya, solo déjalo".

— Quiero una cerveza. — Termino diciendo, con un tinte avergonzado en mi voz, el cual escondo rápidamente con un carraspeo incómodo. — Y papas fritas, gracias.

— Una hamburguesa, sin aros de cebolla — Nico habla, sin darle tiempo a contestarme y sin apartar sus ojos del juego.

Ella anota rápidamente en su bloc nuestras órdenes, sin borrar ni un segundo la sonrisa arrogante que cubre sus labios. Por el rabillo de mi ojo, noto que me envía una última mirada, casi con lástima, y acto seguido continuar con los otros dos del otro lado de la mesa.

— Bien, entonces uste... — sus labios quedan entreabiertos del asombro cuando su mirada se entrelaza con la de Percy-perfectos ojos verdes- Jackson, quien con solo darle una sonrisa, la chica parece a punto de hiperventilar y darse viento con su block de notas. — Ah, hola... — Su voz prepotente a dado un cambio de 180 grados, casi absurdo, y ahora se escuchaba todo dulce y angelical para él. —Bienvenido a Texas, muchachon.

Baaaaah, contengo un bufido que quiere salir desde lo más profundo de mis entrañas envidiosas. Claro, rechazaba al bobo feo y mujeriego del grupo, pero caía ante el mujeriego Percy-moja bragas -Jackson (partícipe de tríos) con solo un vistazo.

No entiendo porque me sorprende tanto a decir verdad. Esto era tan típico. Solo pongan al elfo junto al adonis en un mismo lugar, ¿adivinen a quién elegirían mil veces si tuvieran elección? Por supuesto, a mí me elegirían; para echarme de la habitación y darles todo el espacio y la privacidad para que ellos puedan coger como conejos. Tan típico, sé qué estoy sonando como todo un hijo de puta, y Percy no se merecía mi rencor de ninguna manera, ya que no era su culpa ser demasiado sexy y opacar al chico baterista del fondo por completo.

Pero no podía evitarlo. No podía evitar sentir la opresión de mi pecho, o detener aquel sentimiento de rechazo que me había perseguido incluso después de salir del orfanato. Estaba sintiendo exactamente lo mismo que en aquel entonces; cuando aquellos adultos venían a hablarme, dándome esperanzas para luego elegir a otro chico y dejarme pudrir otro año allí. Hasta que fui demasiado viejo para que las monjas pudieran seguir conservándome, y también me echaron, casi a patadas de su asquerosos orfanato.

— También quiero una hamburguesa, con mucho queso. — Le pide Jackson con naturalidad, sin embargo, por el rubor que aparecía en las mejillas de la chica, pareciera como si le hubiese pedido una invitación indecente para que probara su "queso". Imbécil. — ¿Qué bebidas tienes?

— C-coca... eh... — tartamudea, lo usual, pero se recompone velozmente. — Coca Cola, Paso de los toros... — enumera, distraída por los altos pómulos de Percy-perfecto cutis- Jackson.

—Lo segundo — elige, y para rematar, le da una sonrisa torcida que (lo admito) de haber sido, yo, gay, caería totalmente a sus pies. — Gracias, y bonito nombre. Es muy original.

—Gracias a tiiii — Calipso ríe delicadamente, e intenta mirar a Jason para tomar su orden pero sus ojos volvían a Percy cada dos segundos, como si no tuviera suficiente de su perfecta cara. — Sí, está bien, otra hamburguesa para el rubio — ella asiente, y finalmente, parece recordar que existo.

Sus ojos vuelven a fijarse en los míos, y espero conseguir una mirada despectiva de su parte pero por alguna razón, de repente se me queda mirando con abierta curiosidad por un momento.

—Fue un gusto conocerte, — dice, y no sé si es sarcasmo o una confesión sincera, justo antes de irse para entrar en la cocina y llevar nuestra orden.

Nadie habla por un momento en la mesa después de que se ha ido. Mi mirada se había detenido en un par de amigos muy gordos al fondo, jugando póquer y apostando un par de churros. Hay demasiada gente, y el humo del cigarrillo se ve claramente aglutinarse debajo de la farolas como una neblina de nicotina.

No oigo que Percy me está llamando, hasta que dice mi nombre por tercera vez. Lo miro, y este hace lo mismo mientras habla:

— ¿Está todo bien? — Me pregunta serio, y es ahí cuando me doy cuenta de que mi sonrisa despreocupada de siempre, se había borrado.

—¡Sí! Claro, hombre. ¿Por qué preguntas? — suelto una carcajada forzada, agarrando el frasquito de sal para estudiarlo detenidamente con mucha concentración. — Ya estoy acostumbrado — añado entre dientes, pero que él no llega a oír porque justo en ese instante, los aplausos del público suenan para la chica que finalizaba su cantar.

—¿Qué dijiste? — Me grita el ojiverde, y le hago un ademán para que lo olvide.

—¡Nada! — Le ruedo los ojos, y subo mi mentón con altanería. —Como sea, no era tan bonita.

Él sonríe divertido.

—Entonces, ¿te apuntaron con una escopeta? — inquiere incrédulo, y Jason ríe seguramente imaginándolo.

—Viejo, es una larga historia, y no es con lo único que me han apuntado. Una vez fui atacado con una zarigüeya, fue horrible...

~~💀~~💀~~

Asesino a mi adorable dragón empujándolo en la lava ardiente para poder saltar sobre él y llegar a la plataforma; algunos sacrificios debían hacerse para ganar. Lo lamento, Dragoncillo, pero así es la vida. Cruel y fría.

Trato de reconfortarme, mientras mi pequeño Mario se mueve con mucha dificultad y destreza, alrededor de los picos que este troll japonés se había molestado en colocar estratégicamente para hacerte sufrir como miserable. Iba por el nivel 4, y me quedaban solo 7 vidas para lograr rescatar a la puta princesa holgazana, quien debía estar pasándola de lo lindo en su castillo de porquería. ¿Y quién sabe? Tal vez engañándolo con su propio hermano, Luigi.

Estúpido Mario, ¿por qué no sólo iba a follarse a Wario y rompía con la rubia tonta? Fontanero idiota.

—¡Deja mis papas fritas, Grace! — Leo arrebata unas papas de las manos de su amigo, cuando este estuvo a punto de tragarse las últimas del plato. —¡¿Por qué siempre tienes que llevarte mis favoritas?!

—¡Son sólo las sobras, viejo!

—¡No lo son! — le frunce el ceño, — He dejado las últimas por algo, para disfrutarlas mejor. ¡Siempre haces esto a propósito! ¿Por qué no pides la tuya?

Escucho por un momento (específicamente más a Leo) como ambos se pelean por las papas que quedan como si fueran niños chiquitos, a la par que sigo jugando y trato de no morir en el intento. Su voz había vuelto a tomar ese tono juguetón e hiperactivo de siempre.

No iba a negar que me había sorprendido un poco su reacción. Es decir, era totalmente común que Leo fuese rechazado, ignorado, desplazado por Percy o incluso abofeteado cuando era un pesado con las chicas. Pero esta vez, algo en su cara había cambiado aunque sólo había sido por unos segundos, una melancolía fría se había impregnado en su persona la cual fue ocultada rápidamente.

También he notado que en una de las mesas del frente, cerca del escenario, había un dúo de chicas muy mironas en nuestra dirección. Tal vez estaban buscando la forma de acercarse a pedir un autógrafo  (en caso de que nos conociera) o tan solo, nuestro aspecto marcaba demasiado la diferencia entre los demás. Todavía me burlaba internamente de Percy y Jason, ya que estos se habían "disfrazado" para pasar desapercibido.

Disfraz para ellos significaba, unos lentes de sol para Percy, y unos anteojos de montura negra para Jason. (Ni que fuera superman).

—Ohhhhhh, — de repente Leo se vuelve loco, y empieza a darme codazos demasiado obvios cuando de fija en algo al frente. — ¡Mira, mira! Solace va a subir a cantar, ¡tengo que ver esto!

—¿Ya no lo habías escuchado antes? — inquiere Jason curioso.

— Solo un par de veces, y nada más que pequeños tarareos y coros en voz muy bajita. —explicó el latino, mirando a su amigo con cariño; las personas alrededor aplauden con más efusión hacia el rubio que toma el lugar de la anterior cantante. Lo aman, es indudable, tenía todos los ojos puestos en él brillando de maravilla. — Por alguna razón, tenía pánico escénico en el pasado. Me alegro verlo superar su miedo ahora.

Mi atención vuelve hacia Solace parado en medio de un escenario hecho por tablones de madera. Agarra el micrófono con las dos manos como si fuese un soporte para no caer, y rápidamente, identifico el nerviosismo que escapa de sus ojos azules. Parece indeciso, pero determinado por una razón que solo él sabía.

— Hace tanto que no soy parte del público para disfrutar de un concierto... o mini concierto. — Percy se corrige, con un ligero fruncimiento de cejas, — A ver que tal lo hacen.

— Es mi amigo, y yo solo me junto con personas que son tan geniales como yo, ¿okay?  — Leo lo defiende, — Ya verás, será espectacular.

—Buenas noches, querido pueblo. — Will habla por el micrófono, con una sexy sonrisa torcida, que apenas oculta su tensión. — Está canción, voy a dedicarle a cierta personita que ha llegado recién al pueblo. Espero que lo disfrute.

— Ahora, ¿a quién se estará refiriendo? — Leo me murmura velozmente, mientras la música empieza a sonar y un subidón de energía en contra de mi voluntad, empieza a nacer dentro de mí. — Hey, tienes que tirarle tus bóxers cuando termine de cantar como agradecimiento. — finaliza, y rompe en carcajadas.

https://youtu.be/gS6JUaXuOPY

Su voz se pierde entre los instrumentos y el barullo leve del público y contengo el impulso de poner picante en su bebida para vengarme. La batería y el bajo marcan el ritmo al iniciar, y después, escuchó el sonido de un violín de esqueleto el cual de alguna forma hace que me enderece un poco más en mi asiento para observar mejor con interés. (Nunca había oído a alguien tocar tan bien el violín eléctrico a parte de Jason).

Él está nervioso. Will intenta ocultármelo. Pero veo la inseguridad en su fachada viril de domador de toros temblar. No obstante, también noto como paulatinamente, la determinación aflora en su mirada y va relajándose cada vez más, hasta que su cuerpo se mueve en un improvisado bailecito de hombros y caderas seductoras. Hasta que finalmente, su semblante y toda su postura es la de un ganador invicto.

Necesitas manos, ásperas, no suaves
Para venir a calentarte en este frío pajar

—Wow, tiene una excelente voz. — Suelta de sopetón Jason, apenas habiendo escuchado dos frases. Y para mí, su voz es casi orgásmica, pero eso no lo iba a admitir en voz alta. Tenía una reputación que mantener. —Tal vez mejor que la tuya, Di Angelo, —agrega, e ignoro olímpicamente su intento de fastidiarme.

Deja que te abrace, en mis brazos grandes y fuertes

No puedes conseguir este tipo de músculos en cualquier lugar, —canta con petulancia, y acto seguido, flexiona uno de sus brazos para marcar sus bíceps, (que no estaban nada mal) — solo en una granja

Las chicas gritan en contestación, chillan como gatas en celo y realmente espero ver sostenes volar en dirección a Solace en cualquier momento. Y lo entiendo, puedo admitirlo, su voz es paradisíaca y exótica, y sumándole eso a su aspecto de un Dios griego, era como un botón seguro para infartos catatónicos.

Hey, soy un hombre de campo un chico de ciudad no podría hacer las cosas que hago

—Creo que la canción va para nosotros — ríe Percy sin lucir afectado, y acto seguido, aplaude efusivamente para darle ánimos.

Puedo cultivar mis propios alimentos y sé quitarle la sal al jamón

Sonreí ante eso. Buena letra para una canción country. Es ingenioso y divertido, se lo concedo. Mis ojos no pueden apartarse de él al igual que el resto de la gente, tenía un tipo de imán o hechizo en su voz para mantener tus oídos atentos a él.

Hey nena, soy un hombre de campo

Tengo un jeep — su tono es sugerente al decirlo, y da tanto calor como el sol al adoptar aquella mirada maliciosa —  con asientos de camuflajes. Así nadie nos ve estacionado tras estos árboles.

— ¡Soy todo tuyo! — grita Leo, y hace sonreír a Will en medio de su actuación. —¡Llévame en tu coche, papurro y hazme lo que quieras!

Tu pequeño ipod está cargado de hoobastank. —el tono del rubio se torna jactante, y mira directamente a lo que sostengo entre mis dedos. — No odies los reproductores de cinta, chica, nosotros vamos a ritmo de hank

Okay, (mis manos dejaron mi ipod olvidado sobre la mesa), eso definitivamente fue una indirecta para mí. Una sonrisa tiembla sobre mis labios queriendo escapar,  pero la mantengo a raya, ya que podía sentir la penetrante mirada de Leo sobre mi rostro en todo momento, atento a cualquier gesto que hiciera.

Hey, soy un hombre de campo un chico de ciudad no podría hacer las cosas que hago

Las personas se levantan de sus mesas para bailar en medio de la pista con sus parejas. Hombres con barrigas prominentes, luciendo sombreros cowboy de todos los colores, bailando con chicas y otros con sus esposas, quienes soltaban risas desencajadas, por el tambaleo de sus esposos algo ebrios.

Puedo hacerle el puente a tu tractor y arar tu suelo

Hey nena, soy un hombre de campo

El violín de esqueleto comienza con un solo perfecto por unos segundos. Es deleitante y hace que todo mi cuerpo se "despierte", aunque aquello no era la única razón por la que este estaba tan activado y "prendido". Will Solace es el dueño del escenario y sus pies se mueven al ritmo de la canción, gira, y veo fugazmente como sus vaqueros abrazan deliciosamente ese trasero que se trae.

Me muerdo el interior de mi labio inconscientemente, fascinado.

— ¡Escucha esa guitarra eléctrica! — Percy le dice a Jason maravillado (su cabeza moviéndose al ritmo del riff que reemplazó el violín) dándole un golpecito en su hombro aunque era innecesario, el rubio estaba ya más que concentrado en la música y en los instrumentos. — ¡Me dan ganas de ir a tocar a su lado ahora mismo!

—¡Hey! Solo yo soy tu compañero. — Jason frunce los labios en un mohín enojado, pero lo olvida cuando de nuevo Will empieza a cantar.

Te gusta el tipo a los que les van la liga de tenis, los vehículos militares, los suéteres o la hiedra

Pero chica estoy aquí para decirte que no te creas toda esa farsa.

¿Este chico no tenía un límite? ¿Cuántas más palabras sacaría? Me pregunté en mi fuero interno, sintiendo ahora una mezcla de celos y admiración hacia su ingenio. La canción no dejaba de impresionar, y con cada estrofa, con cada letra que cantaba sólo se superaba más a sí mismo. Como músico profesional y altamente crítico que era, podía decir con total honestidad; que tenía el don para captar la atención de la gente, desde el comienzo hasta el final.

Y eso, no cualquiera lograba. Will era como un diamante en bruto. Escondido en este pueblo olvidado. Solo necesitaba la más mínima oportunidad para demostrar su talento, y podría incluso desplazar "Inframundo" del mercado; sí salía a la luz. Y apostaba a que no él tenía ni una idea de su propio efecto.

Hey, soy un hombre de campo, —Flexionó ambos brazos, como un fisicoedculturista. —puedo luchar con cerdos y cocodrilos con mis dos manos

—Es bueno. —mis labios sueltan en voz alta antes de que me de cuenta, y Leo lo oye por supuesto, y me sonríe con orgullo y un brillo de victoria que me dio mala espina.

Chica mejor sé rápida, tengo una gran demanda — cantó Will, apuntando con un dedo a una mujer que le sacaba fotos, con ojos enamorados, para luego apuntarse así mismo con el pulgar y levantar el ala de su sombrero a lo galán. 

Hey, soy un hombre de campo, cazándome una novia, una adorable chica de campo

¿Qué te parece un chico obsesionado con el negro? Pero quitemos la parte de novio.

¿Por qué no vienes y me acompañas a mi nuevo puesto de caza?

Hey nena soy un hombre de campo. — Eso me había quedado muy claro ya, él no era como cualquiera que había visto en mi miserable vida. Él era un nivel totalmente diferente. —
Hey nena soy un hombre de campo

Termina de cantar, alargando la última nota con una perfecta melodía de su voz, de una forma que hace tensar mis entrañas de fascinación.  Se ganó un montón de chillidos de parte de las mujeres, y bramidos de parte de los demás pueblerinos, de mi parte, una intensa mirada que enviaba un montón de mensajes oscuros.

El pianista toca su última tecla, y Will Solace, me envía un travieso guiño desde el escenario...

Maldita sea, voy a follarme a ese hombre.

💀~~💀~~💀

Ufff, que calor. ¿Alguien ha visto mis bragas? (GRACIAS CLdia_ por ayudarme a diferenciar los instrumentos de la canción ♡ esta nena es una artista de primera gama ♡)

Lo sé, me he ido por montón de tiempo. Pero yo no controlo mi vida, es decir, solo aparecen más exámenes, tareas, aparecen problemas personales que me dejaron vacía y tensa.

Estoy en... Mi papá está en cierto problema. Y puede acabar con nosotros en la calle, hasta ese punto las cosas van mal. Pero, igual escribo, me encanta hacerlo. Créanme a mi me duele más que a ustedes cuando no público. En el alma, me decepciona cuando no puedo escribir. Pero como sea, así es la cosa.

Tengo una duda, ¿puedes formar una M en tu mano?

¿Te gusto el cap? Está vez me tarde una semana en escribirlo. Fue frustrante. Ñeh. ¡bye! Se viene bolas entrando en hoyos ;3

Te regalo algo, que quieras, si entiendes de lo que hablo con eso. ;) intenten adivinar. Es muy fácil la verdad 😂😂 ♡ Los quiero.

Nombre de la canción: Country man, de Luke Bryan ♡

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