capitulo 1: primer encuentro
El mudo, mi mundo, o el que conozco y soy consiente de el es este, vivo en una isla rodeada en su mayoria por riscos y con una poblacion no muy pequeña, pero lo suficiente para que sea facil enterarse para las orejas atentas claro esta, lease entre las lineas las mujeres y ancianas chismosas que funcionan mejor que una paloma mensajera para enterarse de las "jugosas noticias", nuestros mayores recursos son el pescado, nuestros ganados y el bosque en el centro de nuestro pedazo de tierra, claro no es tan pequeño pero ustedes comprenderan.
se escucha muy divertido e interesante ¿verdad?... si, lo se, seguramente ya estaran pensando en irse a buscar una historia mas interesante, pero no todo es lo que parece, y antes se que se mueran de aburrimiento dejenme terminarles de contarles sobre mi querido hogar, ¿que es lo que me falta?... ah si, todos en mi pueblo son vikingos o encaminados a serlo, aunque creo ser la excepcion en esta regla no escrita, y es que yo sinceramente pienso que no estoy hecho para esto, y soy muy consiente de ello, a comparacion a otros chicos de mi edad soy un delgaducho debilucho, manejar armas y aplastar cosas no es mi pasion, aunque hacerlas es algo que me sale muy bien coo ayudante en la forja de mi tio # # #, en realidad no es mi tio pero mi papa y el se llevan tan bien que son como hermanos que se llevan de maravilla, me quedo con el cuando este sale en sus exploraciones y desaparece por meses, el si que es un vikingo de verdad, y el lider de la aldea, cosa que le da cierta sazon amarga al ya hecho de que soy el mas debilucho del pueblo, la anciana sabia del pueblo da mas miedo que yo.
En un pueblo de barbaros me siento muy fuera de lugar a pesar de haber nacido aqui, en fin, no los seguire aburriendo con mis problemas existenciales para terminar lo que estaba contando... estabamos en que vivo en una isla, habitada por vikingos, guerreros listos para pelear con cualquier amenaza que se alce contra nuestro pueblo, ¿y cual es esa amenaza?, no son las ovejitas o vacas que tenemos como ganado, eso esta claro, pero si las criaturas que se las roban, literalmente.
Asi es damas y caballeros, lo mas interesante de mi querido hogar no es que sea una isla rodeada de riscos, que su pueblo sean fieros vikingos en su mayoria, ahi no me incluyo, o que sea el hijo medicre del lider de nuestra aldea, son los DRAGONES.
Por siglos los dragones y los vikingos no han tenido una relacion "armoniosa", todo lo contrario, desde que el primer vikingo piso etas tierras y decidio instalarse ha siso una guerra son cuartel, o asi lo cuentan en las historias de la hoguera.
Estos se roban nuestro ganado, nuestra pesca y aterrorizan a nuestro pueblo, decir que he tenido que cambiar la paja de nuestro techo tres veces este mes es decir ha sido una buena temporada, imaginense una mala.
Asi como ellos son un dolor de cabeza para nosotros en muchas ocasiones, diria que nosotros somos igual para ellos, ya que a pesar de no volar, lanzar fuego por la boca o tener dientes y garras afiladas, los vikingos dan gran batalla.
En nuestro pueblo de guerreros existe un gran orgullo en lograr matar a una de esas bestias monstruosas, como les suele decir mi padre, claro esta que no todos pueden hacerlo, y que en mi opinion personal prefiero mantener mi piel fuera de quemaduras inecesarias, a pesar que ironicamente trabajo con fuego todos los dias, pero en si, una cosa es enfrentarme a un dragon escupe fuego, y otra a una forja, la forja no se mueve ni salta para atacerte, tambien tiene sus riesgos pero la conozco a la perfeccion, cosa que no puedo decir igual con los dragones.
Curiosamente a pesar de que nuestro pueblo a coexistido, hostilmente pero a fin de cuentas coexistido, con los dragones, conocemos poco de ellos, o asi lo siento yo, sabemos que aparecen cuado menos nos lo esperamos, que al parecer no sienten ninguna especie de culpa en quitarnos algunos de nuestros suministro y chamuscar de vez en cuando a nuestros hogares y guerreros por igual, que al parecer son inmunes al fuego por su gruesa piel, y pueden venir en diversas formas, algunos pensaran que es lo suficiente para saber de ellos. prto yo no lo creo, soy alguen curioso, quizas demasiado y pienso demasiado, cosa que en esta sociedad no se valora demasiado, en una batalla con el enemigo, los dragones, pensar demasiado y dudar te cuesta la visa, uno se debe quiar por el instinto, cosa que a veces creo carecer.
En fin, este es mi mundo, en el que a veces parece que desencajo pero de la que tambien soy parte, y del cual, aunque no lo supiera, soy parte escencial de el, y de la historia que se desarrollaria aqui.
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La neblina inunda todo el pueblo, cosa comun en ese pueblo costero, el son aun no salia y se sentia un aire frio junto a la humeda neblina que le daba cierto aire espectral a la aldea, a pesar de que la mayoria de las personas les encantaria seguir descansando en sus camas ya habia muchos realizando sus rutinas diarias, este era el caso de Hiccup, un chico de cabellos castaños con un toque de rojizo, grandes ojos verdes y de rostro salpicado por varias pecas, de cara redondeada y cuerpo delgado, aspecto que te sorprenderia de un aprendiz de herrero, siendo este un trabajo que te exigia mucho espuerco fisico.
En este momento nuestro protagonista estaba en la cocina preparando un suntuoso desayuno para su tutor, un trabajo que comunmente se le regalaria a la mujer de la casa, cosa que escaseaba en ese hogar, la madre del joven habia muerto hacia muchos años, su padre jamas busco otra compañera de nuevo, y su tio, con el cual estaba viviendo en esos momentos en la casa de su padre, no tenia pareja aun, y siendo sinceros, a pesar de ser si padre un excelente guerrero al igual que su tio, o que su tio tuviera mucha experiencia con el fuego, no solo por dragones o por su forja, ninguno de los dos era experto cocinero, a decir verdad a lo mucho que podias aspirar aundo estos cocinaban era a un pedazo de carne, no muchas veces bien cocido, a veces mas crudo, aveces mas carbonizado, a veces era mejor nunca pedirles que cocinaran para seguir saludables, asi que alguien tenia que aprender a cocinar en esa casa, y ese fue el, que tenia mas paciencia que esos dos y quien la vecina accedio enseñar, en sus propias palabras la mujer habia dicho que si de nuevo alguna vez esos dos hombres entraba de nuevo en su cocina les clavaria un tenedor en la lengua, enseñarle a esos dos habia sido horrible, desastrozo, el peor error de su vida, no solo casi incendiaron su casa por enseñarles a hervir un poco de agua en su primera clase sino tambien al probar un guisado que estos hicieron creyo morir al estar por casi dos dias y medio devolviendo todo lo que tenia en el estomago.
Hiccup habia sido mejor aprendiz que su padre y tio, despues del horrible incidente con sus dos tutores la mujer se mostro dudosa al aceptar, pero termino fascinada con el muchacho, un genio, un verdadero genio que habia dicho la mujer, lastima que solo ella lo pensara asi.
Termino de hacer un pedazo de ternera con un poco de hirvas y verduras, el aroma era delicioso, ya sabia que su tio estaria ya percibiendo el aroma pero aun se mantendria arropado en su cama, tendria que levantarlo, asi que al lado de la pequeña estufa donde habia una serie de cuerdad estiro su mano, sin apartar la vista en su asado y jalo una, las conocia a la perfeccion, el las habia puesto ahi y sabia a la perfeccion que es lo que esperaba al jalar cada una de ellas.
un sonido de salpicar y un grito de sorpresa se escucho desde la cocina, asi como una serie de gruñidos y protestas, asi era todas las mañanas.
-buenos dias tio Gobber-
saludo el muchacho aun dandole la espalda a la entrada de la cocina, no tenia que voltear para saber que ahi ya se encontraba el corpulento cuerpo de su rubio tutor.
-pienso que el cubo de agua no es bonito despertar-
menciono el rubio mientras se sentaba y rascaba su barba con unas oinzas de metar donde deberia estar su mano derecha.
-lo mismo decias de la corneta, la espatula, aunque admito que esa no fue mi mejor de mis ideas, una espatula golpeandote la mejilla no es muy agradable al despertar... y si te mueves cuando duernes no te golpea, y la almohada-
-¿ y porque simplemente no me levantas tu en lugar de esos inventos tuyos?-
-porque la mayoria de las veces al final me agarrabas con tus brazos y me apachurrabas como una almohada mas, y asi me manrenias a pesar que forcejeaba hasta un par de horas mas, es mucho mas efectiva la cubeta o la corneta, asi te levantas a la primera-
diciendo esto sirvio el gran y jugozo pedazo de carne en un plato y lo puso delante de su tutor junto a otros platos con comida, un poco de sopa, pan, queso y una jarra ññena de agua miel.
-¿como le hubieramos hecho sin ti en la cocina muchacho?-
ya estaba saboreando con los ojos las delicias de platillos, se quito la pinza y coloco un tenedor listo para comer.
-morirse de intoxicacion talvez-
menciono jugueton Hiccup ya posicionandose al otro lado de la mesa y sirviendose un poco de la comida que el mismo habia hecho.
-muy gracioso muchacho, pero tal vez tengas un poco de verdad jajajaja-
El desayuno continuo de manera tranquila y placida, la mayoria de la comida era devorada por el rubio hombre, mientras el muchacho comia menos, mucho menos que a comparacion a el, asi despues de un buen alimento directo al estomago ambos estaban listos para ir al taller del pueblo para iniciar sus actividades del dia.
A sus 14 años Hiccup era ya un experto en la forja, y por lo tal un gran ayudante para su tio a la hora de hacer cualquier tipo de armas, especiales para matar dragones segun este, era uno de los pocos lugares en los que se sentia agusto, uno de los lugares en donde pensaba que era bueno en algo ademas de ser el principal lugar donde se suministraba para sus creaciones, las cuales no eran tan apreciadas como sus platillos, ejemplo de esto fue lo de esta mañana.
Podria decirse que aparte se ser aprendiz de herrero era inventor, al parecer el hecho que que fuera un niño curioso y observador desde pequeño le habia dado elementos necesarios para preguntarse como funcionaban funcionaban las cosas, y con ello, poder crear otras.
Algunas de sus invenciones, mejor preciadas que otras, era una serie de protesis hechas por el mismo para su tio, antes solo tenia un mazo, cosa que podia ser estorbosa para tareas que no tenian nada que ver con pelear o estar en la forja,ahora tiene una serie de herramientas e utencilios muy completa, aunque tambien tenia otras invenciones menos preciadas, como sus novedosos desprtadores, un intento de transquiladora automatica, cosa que no salio muy bien, al parecer el ruido asustaba mucho a las ovejas, ademas la lana salia volando por todas partes, tuvo que recoger toda la lana que se esparcio por todo el pueblo, parecia que habia nevado ese dia.
En fin, no siempre se puede tener exito con sus creaciones, pero aun asi lo seguia intentanto, pensando que tal vez, solo talvez, algun dia no se sintiera decepcionado o avergonzado de el, no lo decia abiertamente, pero sabia que su padre no estaba del todo feliz con como era el, deseaba que fuera fuerte, fiero, y que apartara sus narices de los libros o sus creaciones para pasar mas tiempo entrenando para ser un fuerte guerrero y no un debilucho, lo intentaba, claro que se esforzaba en tratar de ser un buen guerrero, pero el no era tan diestro con las armas, no era tan fuerte, ni tampoco tan fiero.
Eso se lo dejaba a otros chicos, o chicas, como Astris, una verdadera guerrera que intimidaba con solo su miraba, era la mejor alumna en los entrenamientos, y la que seguramente tenia mas probabilidades de matar a un dragon si llegaba el momento, rubia, de su estatura y un par de meses mayor que el, no dudaba al momendo de pelear y atacaba con todo.
Todos sus compañeros estaban locos por ella, aparte se ser una fiera era muy bonita, con sus cabellos rubios y un cuerpo bien entrenado, cuando llegara a su edad casamentera tendra a casi toda la poblacion de solteros tras su mano, el admitia que era muy bella, y tal vez sentia un poco de atraccion por ella, pero solo era la tipica atraccion adolecente, nada mas, no estaba tan loco por ella, a decir verdad jamas se habia enamorado, conocia poco de este sentimiento, lo que conocia era el cariño que sentia por su tio y por su padre, los cuales era hombres rudos no muy dados a dar muestras de afecto se volvieron una palmada en la espalda, un buen comentario, una sonrisa y ya.
Su infancia se habia vuelto algo fria con ello, queria s su padre y a su tio, pero todos esos años su infancia habia extrañado horrores a su madre, y buscaba una aprobacion de su padre de alguna manera a su forma, por eso desde hacia tiempo tenia la idea, la loca idea cabe aclarar, de que si talvez mataba a un dragon con ayuda de sus craciones, su padre al fin se mostraria orgulloso de el, pero habia ciertos detalles en esta idea suya que se le ponian dificil: para lograr hacerlo tenia que encontrar a un dragin, cosa no muy dificil si se ponia atento al cielo, especialmente en la noche, cuando era mas comun que atacaran, lo malo es que tendria que acercarse, estar muy cerca para lograr su cometido, y cuando llegara el momento no debia dudar, cosa que creia no poder hacer cuando llegara el momento, algo le decia que no tenia tanto coraje como para acabar con uno, de por si se sentia a veces culpable al ver cuando mataban una oveja, siendo ente uno de sus principales suministros de alimento.
Mientras llegaba el momento de poner en practica su loca idea, y ajustaba los detalles de su dichoso invento que lo ayudaria con lo que planeaba, seguia con su rutina diaria, levantarse temprano, comenzar con sus labores de la casa, las cuales no incluian solo cocinar sino tambien mantener habitable el lugar, aunque a veces trataban de ayudar los otros dos hombres, era mejor mantenerlos aparte de las labores del hogar, esos dos podian ser tan desastrosos como un dragon, ayudar en la herreria, ir a los entrenamientos a medio dia bajo tutela de su tio y otros guerreros experimentados, luego tomaba un descando leyendo sus propias anotaciones y haciendo algunas correciones en sus cosquejos, claro, en un lugar de la herreria, su pequeño rincon, para luego regresar a casa y preparar la cena, en fin, tenia una vida calmada y monotona por no ser por los atauqes esporadicos de dragon, los cuales eran muy comunes.
A pesar del frio que se sentia en el exterior adentro de la herreria estaba sudando, el ruido del metar era un sonido repetitivo y coordinacion adquirida por los años mostrando una destreza envidiable.
-pronto sera luna llena muchacho-
-Si, lo se... no te preocupes, ya tengo varias cubetas de agua preparadas y repare las anteriores-
-que buen muchacho, tal vez no seas un buen guerrero pero tienes una buena mano para esto-
Apreto los labios ante ese comentario, ya suponia lo que estaba atras de lo dicho por su tio, este tambien sabia que habia pocar esperanzas para que fuera un fiero vikingo, pero si habia esperanzas para que fuera el herrero de la aldea creando mas armas que nada,no es que le desagradara la idea del todo, pero aun asi sabia que esto no lo satisfacia por completo, aun deseaba la aprobacion de su padre y algo mas, aunque en esos momentos no lo pudiera definir aun.
-seee... ¿y cuando crees que regrese mi padre?-
preguntando cambiando de tema y poniendo en agua la espada que estaban haciendo
-ya sabes como es, de nuevo fue a buscar el nido de esas bestias aladas, todo para poner fin a esto-
si el tenia ideas locas, de algun lado debio haber heredado eso, y estaba seguro que era de su padre, buscar el lugar de origen de los dragones era algo que muchos habian hecho, busqueda infructuosa y con varios resultados desafortunados, varios vikingos habian ido en su busqueda y jamas regresado, las neblinas que se asentaban sobre el mar eran un peligro constante para los viajeros, al no saber donde poder ir, era peligroso, pero aun asi viajaban , ademas estaban los dragones, que gozaban de volar sobre esas agua misteriosas y atacar las embarcaciones bajo el manto de la misteriosa neblina.
Su padre, desde que tenia memoria, siempre habia querido encontrar el dichoso hogar de los dragones, estaba seguro que era una isla o algo por el estilo, como un lider de su pueblo buacaba el bien de este, y estaba convencido que al encontrar su hogar tendrian una colosal ventaja, asi podrian eliminarlos a todos y su pueblo por fin tendria una epoca de prosperidad jamas antes vista.
La mañana continuo y la hora del entrenamiento se hizo presente, decir que era el momento menos favorito de su dia era decir poco, era bueno corriendo, esquivando, pero jamas atacando, y su relacion con sus demas condeneres era pesima, siempre terminado hecho picadillo, al menos con los años habia aprendido a resistir los golpes y saber como recibirlos para no tener tanto daño, eso era lo unico bueno que habia aprendido con esas seciones de tortura, como le gustaba llamarle a los entrenamientos
-rapido, rapido muchachos, una oveja padaria mas rapido esos obstaculos que ustedes-
Ese dia habian elegido los obstaculos,era un corredor hecho de roca con varios obstaculos para esquivar, habia navajas que pasaban como pendulo, rodillos que se movian incesantemente y de manera que no sabrias en que direccion ivan a girar, y con incontable palos en ellos que te podian golpear , tambien una seccion con troncos incrustados en ambas paredes, sirviendo como vallas para saltar, escalar o incluso agacharse y arrastrarse para poder pasar todo ese tramo y si no fuera suficiente, desde lo mas alto personas se encargaban se lanzarles desde rocas hasta bolan incendadas (que tortura en mi opinion nunca recorreria y acabaria ere recorrido viva eso les digo).
Se supone que la prueba servia para poder esperar lo inesperado, pelear con un dragon significaba que nunca sabrias que es lo que te podia pasar, si no ponias atenciona lo que pasaba a todo tu alrededor como el movimiento del dragon cualquier pequeño error podia ser fatal, o minimo perder algun miembro como su tio, muchos de los estudiantes tenian dificultades con esta prueba, pero ese no era su caso, muchos podian decir con cierto orgullo que era bueno en esa prueba, solo era cuestion de poner atencion al "ritmo", como los sonidos del martilleo en la herreria, cada cosa era cuestion de poner atencion y descuriria un poco como sobrellevarlo.
Astris estaba en la cabeza del grupo le seguian los gemelos Tuffnut y Ruffnut, luego el, mas atras estaban los demas, evitaba con destreza las rocas que le lanzaban y bolas incandecentes, sintio como le habia golpeado el brazo izquierdo, por suerte lo habia esquivado a tiempo, despues de casi tres minutos la mayoria se mostraba cansados, pero solo faltaba un tramo mas y terminaria.
-auch...-
habia sentido la repentina cercania de la pared con su cuerpo, alguien lo habia empujado miestras estaba corriendo.
-Apartate-
Si, ese habia sido Snorface, no era su persona favorita y al parecer el sentimiento era mutio, se incorporo, ignorando el ligero pincho de dolor, y rapidamente lo jalo de la espalda, por poco y un hacha le hubiera cortado la cabeza.
-recuerda tener los ojos abiertos-
vio la expresion de espanto del otro, talvez habia visto su vida pasar ante sus ojos, como habia escuchado decir cuando se estaba cerca de una experiencia cercana a la muerte, el no le dijo nada, ni siquiera un gracias, habia aprendido a no esperar gratitud con aquellos clases de actos, asi que siguio trotando dejandolo atras, ya reaccionaria despues de unos segundos, unos minutos mas tarde se encontraba recargado en una pared al final del corredo junto a los chicos que habian estado en la cabeza del grupo, cada quien recuperando el aliento, los gemelos wstaban hablando con Astrid, el como siempre apartado de los demas.
Minutos mas tarde los jovenes se encontraban en ese lugar, algunos estaban un poco chamuscados, nada grave, pero si que habian llevado grandes sustos en el camino, cio que Snotlout le dedicaba una mirada algo intensa pero no logro definir que era lo que decia con ella, no le dio importancia.
-Bien hecho muchachos. veo que algunos tienen aun dificultades con esta prueba- uno de los adultos miraba a los pobres chamuscados y otros que habian llegado al ultimo -y otros han demostrado una excelente habilidad en esta prueba y uno sobresalio sobre los demas en algo muy importante- Astrid no pudo evitar hinchar el pecho con orgullo pensandose ella la elogiada, ya habia dado un paso adelante por si la llamaban pero se setuvo en seco, todos se detuvieron en seco -Hiccup, demostro que a pesar de todo, somos un equipo, y nos debemos de ayudar entre nosotros si estamos en peligro
Todos, Todos se le quedaron mirando, algunos sorprendidos, otro con algo de burla u odio mal disimulado, genial, pasando una vida desapercibido y ahora todos se le quedaban mirando, ¿donde estaban los malditos dragones cuando se les necesitaba?.
-Que esto sea una leccion para todos ustedes muchachos, el trabajo en equipo y ayudarnos entre nosotros es una clave para nuestro exito-
Dragon, dragon, uno pequeño aunque sea, uno de esos que eran mas pequeños que una oveja estaria bien, como odiaba ser el centro de atencion, creia que tal vez algunos de esos muchachos ya estaban maquilando alguna broma pesada para el, tendria que estar mas alerta esos dias.
-Ahora muchachos, hay un rico estofado en los comedores del pueblo, si gustan ya pueden ir a comer y descansar-
Ante la mencion de la comida ya varioa habian dejado de prestarle atencion, y ante estar menos observado se escurrio rapido entre sus compañeros y se fue corriendo, algunos diran que estaba huyendo, para el era una retirada estrategica (y para mi lo mismo), no iria a los comedores, casi nunca iba, casi no tenia amigos y no veia mucha diferencia entre comer solo o con todos ellos, despues de todo para ellos el era un raro.
Llego a la herreria y se metio a su pequeño rincon donde tenia todas sus anotaciones, ahi habia algo que parecia un troco pulido con aros de metal, ese era su mas reciente creacion, esa belleza era la llave para cumplir su meta, solo debia esforzarse un poco mas.
En su escritorio tenia varios dibujos, la mayoria de invenciones suyas y otros de dragones que habia visto, pequeños pero feroces, gordos y feos como jabalis, mas grandes y de cuello largo, y hasta habia uno de dos cabezas, eran monstruos pero tambien criaturas fascinantes, eso nadie se lo ´podria quitar de la cabeza, incluso su padre y tio habian elogiado sus imagenes, especialmente porque las podian pegar en la pared y jugar tiro al blanco en el bar como un excelente juego.
Agarro uno entre sus manos, uno que en su opinion era uno de sus mejores bosquejos, y que habia logrado rescatar de ser el nuevo tiro al blanco de sus tutores y demas adultos en la taberna, era "furia nocturna", asi es como se llamaban a esa escurridiza criatura, realmente uno de los dragones que habia representado un gran reto para los vikingos en ese ultimo siglo, era rapido, era certero, agil en el vuelo y podia llevar a una oveja entre sus garras en menos de un segundo mientras estaba en vuelo.
El nombre se lo habia puesto su tio, era un apasionado cuando se referia a los dragones, los odiaba pero se encargaba de enseñar todo lo que debian saber sobre esas criaturas para luchar contra ellas con una pasion envidiable, tal vez por eso se llevaba tan bien con su padre, otro apasionado en esa materia.
"furia nocturna", un gran reto y terror en la aldea, definitivamente seria imposible para el, en fin, a pesar de ello aun tenia un poco de esperanza.
se inundo tanto en sus apuntes y en algunos de los pocos libros que pensaba valian la pena leer a pesar de ya estar practicamente memorizados, se absorto tanto que las horas pasaron de manera imperceptible para el, hasta que sintio el frio en el aire se hiso mas intenso que su ropa gruesa y su chaleco de piel ya no lo protegian tanto como para que no se diera cuenta del cambio de temperatura, estaban ya a finales de verano, otoño estaba cerca y con ello se acercaba mas el crudo invierno.
se estiro un poco hasta que se desesperazo por completo, ordeno un poco sus apuntes, cosa que no era muy necesaria ya que casi nadie aparte de el entraba a ese lugar, eran pocas las personas que se interesaban por leer en su aldea y dudaba que hubiera persona aparte de el que entendiera los apuntes de sus creaciones, su tio alguna vez vio algunos de ellos pero preguntaba cada quince segundos para poder entender que significaba cada cosa, y no diga su padre, que solo fruncio el ceño al mirar estos, no pregunto pero sabia que no habia entendido, su padre era orgulloso y no preguntaria para no parecer un idiota.
cubrio su creacion y se encamino afuera del taller, ya se estaba empezando a formar de nuevo la neblina, no era mucha pero aun asi provocaba frio, ya afuera, por pura casualidad, por pura suerte, o quizas por fuerza del destino y los dioses, decidio volter al cielo, al ver en direccion a esa luna casi llena, curiosamente en la primera noche de luna llena no faltaba noche que atacaban la aldea, todo mes, ese dia, era seguro que alguno de ellos o mas se presentarian a llevarse algo y atacar, era curioso, llegaba a pensar que fuera una especie de ritual entre ellos, y le parecia que hasta podrian estar desesperados, mirando esa luna, pensando que pronto uno de ellos apareceria cuando esta estuviera complera, y que muy probablemente su tio ya se haya preparado el mismo para cenar o ido al comedor de la aldea para no terminar un poco enfermo del estomago por algo preparado por el mismo, lo vio, como una imagen perfecta en ese fonfo blanco y plateado que era esa luna.
por un momento creyo estar soñando, por un momento se habia quedado congelado, por un momento se quedo muy sorprendido, y por un momento se grito a el mismo "¡¿QUE HACES, ¡muevete, muevete!" y asi fue como reacciono.
corrio rapido, se metio a la herreria agarro su cracion, era una cosa pesada, por suerte la habia puesto sobre una carretilla y moverla se volvia una tarea sencilla, coloco su invencion afuera y apunto en direccion al dragon, sabia quien era ese dragon, era "furia nocturna", por un momento parecio que su cerebro proceso todas y cada una de las posibilidades de disparar o no, la mayoria eran pesimistas, muy pesimistas, y luego penso en lo que anhelabaa, ua pequeña muestra de aprobacion de su padre, la esperanza de encajar porfin de alguna manera, eso pensaba mas que todas sus dudas, y jalo el gatillo.
solo tenia una oportunidad, el sonido de la explosion no desperto a nadie, tampoco el gruñido que pudo escuchar de la criatura cuando aquellas cuerdas con esferas de metal en los extremos le golpeo y lograron enredarse en su cuerpo cayendo inevitablemente en direccion a lod bosuqes, el se encontraba sentado en el pasto humedo, la fuerza de la explosion habia hecho retroceder su cañon y habia provocado que terminara en el suelo, aun asi jamas aparto la mirada de esa silueta negra y todo lo que paso en ese momento, tan rapido, tan irreal que creyo por un momento pudo estar soñando, pero la humedad en su trasero y manos, junto al frio golpear sus mejillas le decian que estaba despierto, muy despierto.
-le di... le di... ahora...- ¿ahora que hacia?
se levanto rapido y forzo a su cerebro a reaccionar de una buena vez, tenia que pensar rapido, rapido y mas rapido asi como estaba corriendo en ese momento a su hogar.
bien, primero lo primero, asegurarse que Gobber estuviera dormido, cosa que casi estaba completamente seguro, armarse con unas cuantas cosas, prepararle un poco de desayuno a su tio y largarse corriendo hacia el bosque, no, no podia decircelo a su tio Gobber, era muy probable que el al final terminara matando a ese dragon negro y no el, tenia que hacerlo el, renia que ser su propio logro, no le preocupaba irse a plena noche, adentrarse al bosque, mañana podria decirse que era como su dia de descanso, no habia trabajo en el taller, no habia entrenamiento, asi que tenia tiempo, mucho tiempo para ir a buscar ese dragon, pero una pregunta a pesar de la decision que mostraba en ese momento no dejaba de rondar en su mente, cuando llegara el momento... ¿lo lograria?
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Estaba cansado, muy cansado, habia volado todo el anochecer a pesar de lo cansado y mal herido que estaba, otra vez esa bestia lo habia castigado, y esta vez ya no sabia porque, le habia traido su ofrenda, una pobre criatura pelud como las nubes, una de las tantas que tenian los humanos, no sabia porque se enojaban si a fin de cuentas tenian muchas mas, la habia devorado de un solo bocado, como siempre, pero cuando lo vio lo arrojo ante las paredes rocosas de la cueva, su espalda dolia y su cola tambien. pero decidio irse antes de que decidiera castigarlo mas.
Sabia que era diferente, y por eso muchos de sus congeneres lo trataban diferente, ya no habia muchos como el, y tal vez por eso aquel le odiaba tanto, pero no era su culpa ser asi, asi como sus ancentros eran como el, queriendo estar lo mas lejos de el decidio volar tan lejos como podia en esas condiciones, fue asi como llego a esa isla en medio del mar, habitada por los humanos y sus criaturas peludas como las nubes u otras mas grandes y gordas, estaba cansado, adolorido y tambien distraido, tal vez por eso no se dio cuenta hasta que fue golpeado por quien sabe que, por quien sabe quien, de quien sabe donde y sintio que ya no podia estar mas volando, fue tan sorpresivo y repentino, tanto que apenas se dio cuenta de los golpes de las ramas en los arboles hasta que ya estuvo impactado en el suelo.
Dolia, dolia todo horrorosamente, trato de moverse, pero el dolor y una cosa delgada como anguila estaba enroscada en todo su cuerpo impidiendole moverse con libertad, lo intento una y otra vez a pesar del dolor pero no lograba liberarse de esa cosa, dolia, y el repentino golpe de la realidad lo abrumo, ese seria du fin, si no podia volar, no podia escapar, si no podia escapar lo encontrarian y si lo encontraban lo matarian como a muchos otros, ahora que no lo habia matado el, lo matarian uno de esos humanos.
aun consiente de ello lucho, siguio luchando toda la noche, debia esforzarse, sabia que los humanos no veian bien en la noche o en la oscuriadad, por eso usaban fuegos suyos en esos pedazos de madera, aun tenia oportunidad, una pequeña oportunidad.
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El gran astro sol se volvio a posicionar sobre los cielos, Hiccup estaba nervioso, habia caminado toda la noche a la direccion donde habia caido "furia nocturna", en mas de una ocasion penso dar media vuelta y contarselo a su tio, y despues de dudarlo y pensarlo mucho volvia a retomar el camino, no fue necesaria la luz de una antorcha, ademas de que se habia olvidado de traerla, la luna ilumino su camino y no tubo tantos tropiezos como hubiera esperado, fue cuando se escucho el ligero gruñir y golpes secos contra el suelo que supo que al fin habia llegado.
una roca cubria su figura pero podia ver a la perfeccion aquel animal tratando de liberarse, pero le era imposible, las cuerdas no eran comunes y corrientes, claro que no, si no ya las hubiera hecho trizas, el mismo las habia hecho trenzando hilos de metal, solo con un cuchillo especial se podrian romper, cuchillo que tambien habia hecho y traia en esos momentos, se suponia que con este mataria al dragon.
Tomando una gran bocanada de aire decidio salir de su escondite y fue ahi cuando la bestia lo observo, sintiendo como lo analizaba mientras se quedo un segundo congelado para al siguiente tratar de retroceder pensando en lo inevitable.
los ojos afilados y grandes del dragon negro lo miraron, un humano demassiado joven, muy joven y delgado, era macho, asi olia, tenia melena cafe y ojos verdes como los bosques y prados, y tenia un cuchillo en la mano, un filoso pedazo de metal en la mano, ya sabia que es lo que significaba y trato de retroceder, cosa dificil con esa cosa apresandolo y ademas que no tuviera energias no ayudaba mucho.
sintio la mano del joven sobre su cuello y supo que ya no podia retrasar lo inevitable, le dio una ultima mirada, penso que si llegaba a morir en manos de un humano este hubiera sido uno mas viejo, con pelos en el rostro y mucho mas grande, no uno tan joven y de aspecto tan fragil, a veces la llegada del final llegaba en formas inimaginables, cerro los ojos y recosto su cabeza en la tierra, ya no lucharia.
-creo que me voy a arrepentir por esto...- susurro mas para si mismo que para alguien mas, alzo un poco su cuchillo y miro con duda como ese cuerpo dejaba de mover como aceptando con sumision su destino - estoy seguro- acerco el cuchillo a esa piel escamosa, pero a pesar de eso suave al tacto, asi lo sentia bajo su mano, solto un hondo suspiro, ya lo habia pensado y al ver a este dragon en persona lo repenso aun mas.
acerco el cuchillo hasta que la distancia fue nula he hiso un corte sin dudar, el dragon abrio asombrado sus ojos, ese ruido no era el sonido de carne ser cortada, ya varias veces le habia pasado al pelear con esa bestia que exigia tributo, ademas no habia ninguna pisca de dolor, nuevo, porque aun le dolia el cuerpo por los golpes recibidos, ese sonido era de algo tensionado romperse, ademas sentia su cuerpo menos presionado, alzo la vista, ese humano lo estaba liberando.
con cuidado pero firme empezo a cortar la cuerda que estaba enroscada en el grueso cuerpo del dragos, lastima de trabajo, lastima de oportunidad que quizas nunca se podria repetir, definitivamente su le contaba a alguin lo que estaba haciendo le gritaria en la cara que estaba totalmente loco y que estaba cometiendo la mayor estupidez de su vida, pero simplemente no lo podia hacer, no lo podia hacer, y menos cuando le dedico esa mirada de resignacion.
corto la ultima cuerda y espero que no se tropezara cuando iniciara su retirada, que hubiera decidido perdonarle la vida a esa cosa no queria decir que recibiria el mismo trato, vio como el cuerpo largo y negro se movia savudiendo los ultimos restos de si cuerda metalica, miradas de nuevo chocaron, expectativa y asombro con un poco de duda.
estaba libre, magullado pero libre, no perderia mas tiempo y se largaria de ahi, no fuera que ese pequeño humano se arrepintiera o esto fuera una extraña tactica para matarlo.
se incorporo y trato de alzarse en vuelo, extendio sus alas negras y como un rayo recorriendo su cuerpo un dolor indescriptible lo embargo, su ala izquierda dolia, dolia cada milimetro que la movia, rayos, estaba herido, lo intento una vez mas y fue aun mas doloroso aun, callo en sus cuatro patas creyendo que se desmayaria en cualquier momento, trato de pensar en algo para salir de ahi, y lo unico que se le ocurria, si su ala estaba herida, y tal vez no podria alzarse en vuelo con su peso, tenia de disminuirlo.
Ante los ojos de Hiccup paso la cosa mas extraña que hubiera visto en su joven vida, el cuerpo negro de ese lagarto parecio incendiarse por si solo, llamas de quien sabe donde habian aparecido y envuelto ese cuerpo que parecio queres devorarlo, pero eso era imposible, ¿verdad?, los dragones eran inmunes al fuego, entonces ¿por que aparecio que estaba disminuyendo de tamaño?
El cuerpo largo y robusto de lagarto fue disminuyendo de volumen poco a poco, las llamas rojas y amarillas parecian devorarlo poco a poco, cenizas empezaron a caer y de lo que alguna vez fue el cuerpo de la bestia se erguia uno mas pequeño en comparacion, garras y patas habian cambiado a unas extremidades mas estilizadas, delgadas pero fuertes, el torax ya o era robusto cuerpo de lagarto, era un abdomen bien formado con misculos humanos, como sus otros apendices, la cabeza tambien disminuyo de tamaño para ser proporcional a su cuerpo musculoso, una melena negra tupia su cabeza, escondiendo el origen de unas orejas negras y unos apendices igual de extraños que estas, mas estos no eran los unicos apendices extraños para un cuerpo que se asemejaba a un humano, las alas y cola de dragon no habian desaparecido, estas seguian igual, siendo esta una imagen quimerica ante los ojos del unico testido de aquello.
sufriendo esta mistica metamorfisis, estaba seguro que volar seria mas facil sin tener su cuerpo tan pesado, extendio nuevamente sus alas y el dolor ataco de nuevo, pero aun asi no se daba por vencido, agito sus alas a pesar del horrible dolor que le torturaba, apenas se pudo alzar un par de pulgadas y fue cuando cayo en cuanta que habia agotado ya todas sus energias con aquella transformacion, los limites de su energia habian sido sobrepasados y la inconciencia estaba cercana, empezo a caer de nuevo y esperaba que el golpe en el suelo no fuera a dañarlo mas de lo que ya estaba.
para su asombro, el suelo no fue quien lo recibio, fue aquel joven humano, que con sus brazos abiertos lo abrazo antes de que callera por completo impidiendo que su cuerpo golpeara dolorosamente el suelo, sintio que se tambaleo un poco, por poco y se caiam los dos pero lo sostuvo, al parecer ese pequeño era mas fuerte de lo que aparentaba , pero ya no podia pensar mas, estaba muy pero muy cansado, ya ni se preocupo de quien lo estaba abrazando fuera un humano, simplemente cerro los ojos y dejo que la inconciencia lo envolviera mientras percibia cierto aroma agradable.
-esto si que no me lo esperaba...- ningun entrenamiento que habia tenido antes, y estaba seguro que ninguno que tuviera futuro cercano o lejano lo hubiera preparado para algo como esto.
Nadie le habia dicho que algun dragon pudiera transformarse con un cuerpo de humano o semihumano, estaba seguro que esto era un evento unico, uno en un millon. asombroso y aterrador, y asi era asi, ¿porque rayos no habia dudadoen ayudarlo para evitar que se golpeara de nuevo en el suelo?, primera vez que seguia su instinto y esto no le aseguraba que todo saldria bien, es mas, su razon peleaba consigo mismo para debatir que hacer provocandole un horrendo dolor de cabeza, ladeo un poco la cabeza encontrandose con la piel palida como la leche de lo que fue alguna vez una piel de escamas negras, no encontraba una explicacion logica a todo aquello, absolutamente nada de lo que hubiera estudiado o investigado le explicaba que ahora en esos momentos estaba sosteniendo el cuerpo inconsiente de un hombre, aparendemente de entre unos dieciocho a veinte años, de piel palida, cabellera negra como la noche, con enormes alas negras y una larga cola al final de su trasero, y quizas lo que apenas lledaba a darse cuenta, que estaba desnudo, valla situacion mas extraña he incomoda estaba viviendo, sus mejillas se colraron un poco, ¿por que le pasaban estas cosas?
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bueno chicas esto fue todo por hoy comenten y voten para que siga subiendo caps de esta hermosa historia las quiero bye bye
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