MATILDE

Finalmente habiendo dejado en claro nuestra relación, era hora de presentarle a Ivy como lo que en realidad es, mi hetero mejor amiga. Quedamos en una cena en su departamento, para que se conozcan mejor ¿cómo no se conocían antes? Bueno no llevo a mis amigos a reuniones familiares, y me gusta mi vida privada, de esa manera, privada.

—Pasen las estaba esperando, un gusto conocerte al fin sin que me quieras arrancar la cabeza —le dice Ivy—. Por cierto gracias por intentar mantener a mi falsa novia fiel en nuestra breve y falsa relación de pareja —Hope sonríe sin sabe que decir.

Pronto me doy cuenta de que sin ser la excepción, ellas se caen bien, demasiado bien para mi gusto, congenian de inmediato, Ivy tiene cuatro hermanos varones y es una adicta a los deportes casi tanto o más que Hope.

—Se caen bien, muy bien —le comento a mi novia llegando a su lado y ella sonríe.

—¿En serio celosa? es tu mejor amiga.

—Y tú mi novia.

—Principessa —se coloca frente y me besa—, te amo a ti. Ni aunque tuviera a dua lipa desnuda frente a mí me interesaría.

—¿Qué me dices de Gal Gadot? —ella se ríe y niega.

—Ni la mujer maravilla me interesa ¿escuchaste la parte que dije que te amo?

—Sí, yo también te amo y me alegra que se caigan bien. Bueno tu le caíste mucho mejor cuando te me resistías porque yo estaba en una falsa relación con ella, eso definitivamente ganó varios puntos.

—No sabes lo difícil que fue no ceder ante tus encantos y tu boca —sonrío y la beso.

—Aaaaw que asquerosamente cursis —hace entrada en escena Ivy y ambas reímos—, ya está la comida, siéntese que sirvo para que bajemos el exceso de azúcar.

Nos sentamos e Ivy le cuenta como me odiaba a muerte porque yo era la mejor amiga de Gwen, que no le caía bien y que claro que nos hacíamos la vida imposible cada que nos veíamos regalándonos malas caras también.

—¿Cómo pasaron del odio al amor?

—No nos quedó opción —dice mi amiga—, cuando nuestra persona en común murió. Nos tocó llevarnos bien.

—Pero sin ella podrían simplemente no haberse hablado más —sonreímos porque es cierto.

—Sí, pero Gwen era todo los que nos seguía quedando en común y el dolor de su perdida, pasar por ese vació que dejó, era mucho más fácil si nos soportábamos. Nos unía los recuerdos —dice ella nostálgica— y más temprano que tarde me encontraba llevándole algo de tomar o cenar o ella a mí cuando nos perdíamos trabajando, también nos transformamos en el rescate de la otra para irnos a buscar a los bares cuando terminábamos ebrias y no queríamos que nuestras familias supieran. Aparte yo sabía que esta rara no tiene mucho amigos, no podía dejarla sola y tú —le dice a Hope—, mejor que yo sabes, que de debajo de esta celosa, posesiva, hay una persona fuerte, amable y leal ¿Has visto como transformó a la empresa? Parece disneyland laboral, todo el mundo sonríe y reciben cientos de curriculums cada día para querer trabajar en JM Company. Mati es una líder nata.

—Ay que lindo que lo diga alguien con la enfermedad que tu tienes es hasta tierno —me levanta una ceja— ¿la heterosexualidad no es una condición mental? —comienza a reír y me saca el dedo medio mientras levanta los platos.

Hope se acerca a mí para acurrucarse en mi cuello y acariciar mis hombros. Había extrañado demasiado esta parte afectuosa de ella y no sabía cuanto hasta que ahora finalmente lo he vuelto a tener, la abrazo para también darle mimos e ir a casa, mientras beso su mejilla, boca y frente.

—¿Vamos a casa?

—Pero recién terminamos de comer.

—No creo que a Ivy le moleste.

—No me molesta —volteo a verla y nos mira con una gran sonrisa—, pero se irán luego del café y el postre.

Así lo hicimos, nos marchamos luego del café y el postre, aunque antes pasamos por el Wallmart a comprar decoraciones para el árbol navideño, está es nuestra primera navidad juntas como pareja, y será también la primera navidad que armamos el arbolito navideño. La veo emocionada mientras elegimos la decoración y el árbol, lo que me genera que no puedo evitar sonreír al verla, la amo muchísimo.

—¿Qué pasa? —me pregunta con una gran sonrisa volviendo a mi lado.

—Me estoy dando cuenta de lo mucho que te amo.

—Eso es bueno ¿Entonces me merezco un regalo más grande de santa para navidad? quizás a ti en ropa interior roja, con un gorrito navideño y un moño en nuestra cama —me susurra al oído.

—¿No que la pervertida era yo?

—Lo eres, y me lo estás pegando —me da una nalgada para alejarse a abrazar a un enorme oso de peluche y le saco una foto que mando al grupo de la familia.

Hope tiene el poder de hacerme apreciar momentos como este, que parecen ser comunes y de comunes no tienen nada, porque cada sonrisa que me saca, cada sonrisa que me regala, cada te amo, cada beso y cada caricia y cada vez que me ve con los ojos brillantes, repletamentes llenos de amor, me llenan de dicha, ella me hace vivir y llena de colores como siempre con su presencia, mis días ¿cómo pude haber tardado tanto en volver a ella?

—Si te gusta te lo compro, pero solo le puedes dar un abrazo al día —se ríe y se levanta para abrazarme a mí.

—Tú me gustas, más que el oso.

Seguimos con nuestras compras navideñas para llegar a casa y armar el arbolito mientras estamos en medias por el living bebiendo chocolate caliente con malvaviscos, ya que insistió en que es tradición que arbolito se arme de esa manera, y si ella quiere armarlo en ropa interior con un portaligas rojo porque es tradición, yo no tengo problema con tal de verla feliz. Terminamos y queda la estrella que colocamos ambas en la punta juntas con una gran sonrisa. Esta va a ser la mejor navidad de todas.