En Sinnoh: Chris junto con su Espeon, volvían a casa e ingresaron a su cuarto con de idea de ver una película, la favorita de la pokémon sol: una comedia romántica. A ella le encantó observar ese largometraje, a pesar de las tantas veces que había visto esa misma película; siempre y cuando fuera con su entrenador a su lado.

Al adolescente, si bien le agradaba la película, solo la vea para hacer sentir bien a Espeon que la disfrutaba mucho; sin embargo ¿Cómo era posible esto, si se suponía que los pokémon no tendrían por qué entender algo tan abstracto? A lo mejor el hecho de que fuera tipo psíquico era la clave de ese fenómeno... ¿aislado?

—Veo que lo disfrutas mucho —La pokémon sol le devolvió una hermosa sonrisa y frotó ligeramente su cabeza contra el cuerpo de su entrenador— claro, podemos seguir viéndola.

En eso apareció, en la pantalla, la escena favorita de la Espeon de todo el largometraje; se trató de un baile entre la pareja protagónica donde la Evolución de Eevee de tipo psíquico se imaginaba esa situación siendo ella bailando con su entrenador.

Por tanto se la pasaron los dos viendo la película, en las dos horas de duración, trascurrido el tiempo se hizo de noche y en consecuencia se fueron a cenar gracias a que se le abrió el apetito.

Llego el padre de Chris, también para comer, pero así como llegó se fue rápido a dormir de lo cansado que estaba, debido a que trabajó mucho en la jefatura de policía, al ser el jefe de las fuerzas de seguridad de la pequeña ciudad en la vivían: tenía mucha responsabilidad. Por lo que sufría bajo mucho estrés ocasionada por su jornada laboral, terminaba todos los días agotado.

El adolescente en cambio se fue al patio, que por cierto era relativamente grande, para acostarse en el pasto acompañado por su pokémon, observaron las estrellas, a favor de que eso solían hacer con frecuencia desde hace varios meses atrás. Espeon en el pasado se quedaba contemplando los astros a la espera de que Jirachi o cualquiera le cumplieran su deseo de que su entrenador se enamorada perdidamente de ella. Chris cuando vio a su pokémon en ese estado fue que decidió acompañarla ya que la consideraba su mejor amiga y siempre quería estar su pendiente.

En Kalos: Greninja y compañía llegaron al lugar donde se suponía se estaba llevando la fiesta a cabo.

—Mejor vámonos que esto se está tornando aburrido —se quejó la Shiinotic.

—¿De qué hablas? Si esto apenas está comenzando —Sableye esperaba divertirse mucho.

—A ver no estén de adorno y den ideas para entrar —El Greninja se colocó en su pose de filosofó mientras formulaba una idea— lástima que nadie tiene la habilidad allanamiento.

—Negativo, nada se me ocurre como para podemos infiltrarnos —el tipo siniestro-fantasma no quiso quemar sus neuronas pensando en eso.

—No me miren a mí, solo soy una linda Shiinotic —Es lo que respondió con una gran sonrisa bizarra.

—Perturbadora Shiinotic querrás decir —agregó el Sableye.

—Esa nunca fue mi intensión —se decepcionó— Quizás si escalamos la barda —se lo ocurrió esa idea a la tipo planta-hada.

—No creo que sea necesario... —el pokémon ninja se le quedó viendo al Sableye y su compañera también hizo lo propio— mmm... lo tengo.

—¿Qué? Porque se me quedan viendo como un par de Slowpoke? —Entonces capta que fue pieza clave para el plan— Giratina si me escuchas por favor protégeme de estos locos.

Mientras tanto, en el mundo Distorsión: Giratina se encontraba ocupado/entretenido humillando, de todas las formas posibles, a ese Arcanine esclavo-mascota, debido a que era la única diversión, que tuvo a su servicio para evitar el aburrimiento.

—Ya tranquilo Sableye no te pasara nada, lo prometo —es lo que dijo el tipo agua-siniestro— como un ninja actuaras.

—Esto sigue dándome mala espina —acusó el pokémon oscuridad.

Acto seguido, tocaron el timbre, un joven les abrió la puerta para saber de qué se trataba y dijo:

—¿Quién?

El chico contempló a un Greninja allí parado, en la puerta, que lo comenzó a saludar y Shiinotic en cambio lo puso somnoliento, en eso Sableye aprovechó la confusión del joven. Este último ingreso a la propiedad privada, debido a su pequeño tamaño aunado a su rápido accionar, el humano no se dio cuenta del intruso, esperó entre los arbusto a que el humano extrañado-adormilado reaccionara y volviera a la fiesta para que continuará con el plan.

—¿Hay alguien? —Nadie apareció— ¿ustedes tienen entrenador? —Los pokémon se retiraron— que extraño —cierró la puerta bien desconcertado, después se marchó.

Luego de esa peculiar escena, Sableye les abrió la puerta a sus compañeros dejándolos pasar, así fue como los tres pokémon se infiltraron en la fiesta. El tipo siniestro-fantasma se impresionó por toda la comida y refrescos que había, la pokémon Luminiscente se emocionó gracias al amor que abundó en el ambiente debido a las múltiples parejas que allí estaban reunías en un gran coctel de energía vital para poder alimentarse y el pobre de Greninja no pudo encontrar a su entrenadora por ningún lado.

El trio de pokémon no tardó en separarse en la fiesta, que estaba en su máximo apogeo, con el sonido de la música a todo volumen. Sableye se quedó contemplando enfrente de la mesa de comida antes de empezar a consumir todos los alimentos de a poco y una vez que terminó, por acabarse todo los bocadillos, inició a devorarse los platos vacíos de cerámica. La tipo planta-hada se colocó al lado de una joven pareja que se estaba besando, en ese momento sentados en el sofá, cuando ellos se dan cuenta que están siendo observados, por ella, se retiran extrañados así que se levantan para irse a otro sitio; son perseguido por la Shiinotic con su perturbadora sonrisa. El pokémon ninja a pesar de que usó su alta velocidad no logró divisar a su entrenadora por ningún lado, aunque había dado todo su empeño en ello.

La mayoría de invitados, ya sabían dado cuenta, de la aparición de los colados intrusos, sobre todo de la peculiar tipo planta-hada chupa energía vital. Pero creyeron que eran de alguien de la fiesta, por lo que solo continuaron con la celebración como si nada pasará; inclusive con la pokémon Luminiscente incomodando a todas las parejas que allí se localizan. Más tarde, cuando unos invitados quisieron comer algo, solo pudieron observar a un Sableye con el estómago hinchado sobre una mesa: vacía. El tipo agua-siniestro siguió buscando por toda una hora, estaba a punto de rendirse pero en ese preciso instante, llega Ariana que acompañó a su mejor amiga, que vivía en esa casa, a supermercado a comprar más comida y refrescos.

Esta historia continuará...