kpop <3
Idol: Rap Monster - RM - NamJoon.
Genero: Acción - Drama.
Cree esto con los videos I need You y Run Ambos originales, esos que duran cinco y siete minutos.
La idea es que los integrantes en los videos lloran por la muerte de NamJoon, ahora lo que les dejo es una escena que escribí sobre esto y después otras ideas que tengo.
¿Quién es Ramón? El idiota de mi amigo, es más, ni siquiera su nombre es Ramón, sino que es Kim NamJoon, ¿Qué tiene que ver su verdadero nombre? Pues nada en realidad, nada a él físicamente, más bien se basa a lo que hace. NamJoon es un genio en el Rap, desde joven lo es, pasó de tener el nombre artístico creado por él mismo siendo Runch Randa, aunque nunca supe el por qué, a Rap Monster, le dije "Hey, eres un Monstruo del Rap" Y como el sabe inglés, jugando se rió de si mismo llamándose Rap Monster hasta que un día llego a casa diciéndome que un conocido le dijo, "Hey, eso pega justo contigo, debes pagar derecho de autor para tenerlo" A lo que le pregunté confundida a que se refería y dijo que ese tal Jimin solía ser así de tarado, le había dicho que quién inventó aquel apodo fui yo y no él, por en cual el otro tipo entendió cualquier cosa creyendo que ese era mi apodo... Algo ilógico en verdad.
Nos conocimos en secundaria, NamJoon era el tipo extrovertido de la clase, el respetuoso y #LlamaAtención del colegio entero, iba bien en todas las materias y siempre participaba en todas, yo lo incluí en el pequeño grupo de compañeros a los que valía la pena conocer, pues en mi ocasión era todo lo opuesto a él refiriéndome a la personalidad. No tenía problemas con nadie, y nadie quería tener problemas conmigo, estudié tres años Muay Thai desde los diez hasta casi los catorce dejándolo por mudarme a mi actual ciudad. En tercer año cuando era el primero en aquella escuela, unos chicos malditos patanes quisieron meterse y sobrepasarse conmigo como bienvenida a lo que obviamente me defendí noqueándolos uno por uno con tan solo un golpe... Si, tuve que ir por obligación al psicólogo, la cuestión es que fui famosa después de esto, pero nunca hable con nadie, ni antes del incidente y menos después. Si correspondía a saludos con amabilidad de mi parte o asistía a fiestas, no era una maldita antisocial, solo que no era mucho de hablar... Hasta que me integraron a un grupo para biología, éramos cinco, y en realidad quien me integró fue Ramón, siempre fue atento con los demás y nunca fue por conveniencia. Me agradaba de cierta forma por la cual tal vez me animaba a decir una oración completa de cualquier cosa que no tenga que ver con los estudios. Ambos éramos los mejores de la clase, comenzamos una relación de amigos fuera de la escuela, llamándonos a mitad de la madrugada para decirnos tonterías, o uno mandaba a otro "¿Estas haciendo algo? Se me antojó un helado" y así solíamos juntarnos, aunque nunca dejo de lado a sus amistades de a escuela. É solía llamarlos "Amigos" Hasta que se dio cuenta de que ninguno merecía ser llamado como tal después de un accidente que tuvo en el cual tuvo que estar quince días internado por huesos rotos, quince días en las que estuve con él trece, siendo que ninguno de sus "Amigos" fue a visitarlo.
A pesar de ser tan malditamente listo en todas las materias, hasta aprendió inglés por si mismo viendo una serie, Ramón fuera de la escuela era otro completamente distinto, me hacía la vida imposible, pero lo aguantaba por el simple hecho de que cambió mi aburrida vida a una llena de acción, cambiando mi mentalidad también. Ramón me respetaba todo el tiempo, pero los papeles estaban invertidos en nosotros. Una vez un tipo quiso golpearnos por una estupidez que el idiota de mi amigo se mandó, si dije bien, pegarnos a ambos, aunque iba a empezar por NamJoon, a lo que este levantó ambas manos asustado y dijo "No, no, viejo... Ella es la de la fuerza, yo más bien soy el listo" Quise matarlo en ese momento, pero primero me encargué del gordote grandote quien se estaba aprovechando de n joven de anteojos solo porque o le quiso prender un cigarrillo, ¡El cuatroochi ni siquiera fumaba! Iba a meterme y a arreglar las cosas por las buenas, o eso iba a intentar, cuando Namjoon tomó una lata de cerveza del suelo y se la arrojó al idiota panzón quien hirvió en furia queriéndonos matar. Ramón llegó a su casa con un enorme moretón en su mejilla y sangre en el labio. Cuando la madre preocupada y desesperada le preguntó que fue lo que le pasó y quien le había golpeado, El idiota me apuntó a mí con su dedo pulgar despreocupado y dijo "En realidad fue ella" Su madre suavizó su ceño y esta vez estaba enojada, lo regañó toda la noche en la que me había quedado a cenar. Nam era el rebelde #Rompetodo mientras que yo era la #LimpiaCagadas. Por la cual su madre me amaba y agradecía todo el tiempo el hecho de que soporte a su hijo y que lo acompañe en sus malditas locuras.
Por ejemplo. NamJoon era el tipo que amaba pasar por las casas por las noches en medio de la madrugada y tocar el timbre siempre, obvio siendo regañado por mí, para después estar obligada a correr detrás de él, lo golpeaba y él reía. O cuando llegábamos a la cima de la colina más cercana y me hacía gritar gastando mis pulmones era su forma de sacar todo lo malo dentro. Solía hacerle señas obscenas a los policías cuando estaba conmigo y cuando no también, con la diferencia de que me don pala la convicción funcionaba logrando calmar los sumos, pero cando yo no estaba, no lo dudaban y acompañaba a los padres a la comisaría para retirarlo... Idiota... Solíamos también jugar carreras entre la gente, la regla era llegar antes que el otro a la meta dada corriendo sin chocar a las personas, generalmente estábamos muy igualados en eso, que puedo decir, me divertía mucho esos momentos... Y ahora los extraño.
Ambos tenemos veinticinco aunque yo casi los veintiséis mientras que él apenas hace un par de meses tuvo su vigésimo quinto cumpleaños. Al terminar la secundaria me inscribí en la escuela de policías mientras que él se dedica a manejar un camión de carga de un supermercado, gracias a eso consiguió comprarse su auto y remodelar la casa rodante de su abuelo, y también ir a vivir solo aunque casi nunca está allí, por esta razón cuido a su perro caniche negro al cual amo... Aunque el pobre pasa el mayor tiempo del día solo ya que mis cargas horarias varían según el caso que tenga, soy jefa de policías y generalmente trabajo en cubierto en casos chicos, me ascendieron por ser la mejor en todo, incluyendo lucha cuerpo a cuerpo, excelente control de armas y ser la mejor resolviendo casos creado estrategias. La mayoría de las veces Ramón escucha mis problemas y suele pensar como todo un criminal a lo que me es de gran ayuda para ata cabos.
Unos golpes en la puerta me extrañan, levanto mi cabeza del sillón mirando en dirección a la entrada y tras el segundo par de golpes toma a Kiki con cuidado y lo pongo a un costado de mi sobre el sillón en la parte en la que estaba, el muy tontín se había acostumbrado a dormir sobre mi pecho cuando estaba acostada sea donde sea. Estaba descalza y con un short y una musculosa a tirantes, si tenía que correr o empezar con unos movimientos de defensa estaba realmente cómoda. Tomé el arma que tenía escondida bajo la mesa que estaba al lado de la puerta y me acerqué a pasos silenciosos hasta mirar por el agujerito de en medio. No vi a nadie por lo que opté por esconderme detrás de la puerta y abrirla tomando mi arma ya cargada y sin seguro con fuerza lista para cualquier cosa.
Silencio fue lo único que se sintió, yo por mi parte esperaba algún ataque, pero nada. Mi respiración era agitada, siendo policía corres riesgos de tener enemigos por doquier, aunque no era muy común en mi caso.
-Amm... ¿Kim? –Su voz me hizo relajar aunque no bajé mi arma, me acerqué a la puerta para asegurar de que no se trate de una extorsión dejando mi arma primero para después salir. Nam estaba con las manos en los bolsillos y con una pequeña sonrisa mostrando levemente sus hoyuelos. –Sabía que ibas a apuntarme con tu arma menos mal que no entré. –Comentó relajado entrando despreocupado.
-¿Qué pasó con tus llaves? –Pregunté mientras aseguraba l arma apuntando hacia abajo para después cerrar la puerta, aunque jamás suavizando mi ceño fruncido.
-Me las olvidé en casa junto a mi encendedor. –Nam tenía una copia de mis llaves desde el primer día que me mude aquí sola. Y también comenzó el hábito de fumar, aunque casi está dejándolo, lo se porque lo controlo todos los días de distintas formas posibles.
-Idiota, debes tocar de una forma particular para que sepa que eres tú. –Me senté junto a él, que ni bien entró fue junto a Kiki, quien lo esperaba desesperado por subírsele encima.
-No preguntaste quien era. –Comentó sonriendo con el mentón alto ya que Kiki lamía toda su pera haciendo gemidos de felicidad.
-Es cierto... -Le di la razón subiendo ambas piernas al sillón y acariciar mi nuca con suavidad descansando mi codo sobre el respaldo.
-¿Qué hacías? –Preguntó dejando a Kiki a su lado para sacarse la campera de cuero que traía puesta, lo miré extrañada.
-Acabo de terminar de escribir el reporte del caso que finalizó ayer. –Apunté a su campera con mi mentón. -¿Hace frío afuera?
-No se por qué no me sorprende que no sepas que afuera se está cayendo el cielo abajo. –Murmuró acomodándose para estar más cómodo y apoyar su nuca en el respaldo para mirarme. –Hacen cinco grados, hay mucho viento acompañado de una horrible llovizna y a pesar de ser las cinco de la tarde parecen las ocho por lo oscuro del cielo... -Asentí bastante sorprendida y miré sobre su cabeza a la ventana que da al pequeño patio de atrás y a pesar de la cortina blanca, por aquella ventana no entraba ni una pizca de claridad. -¿Cuántas hojas escribiste esta vez? –Lo mire y estaba con el ceño fruncido.
-Siete... -Bostecé y me estiré soltando de mí un sonido de descarga.
-No fueron muchas... -Murmuró.
-Me tomó seis horas en terminarlo... Mi cabeza está fulminada.
-¿Es sobre el caso del niño?
-No, ese lo terminé anoche... Hoy hice uno de ayer... Recibí una ficha que contenía el resumen de seis denuncias a un tipo de treinta y dos que siempre tenía autos nuevos y siempre estaba en la casa.
-No trabajaba nunca. –Asentí mirando a la nada. -¿Narco?
-Nop... Se dedicaba a robar autos en el centro y cambiar las patentes, los guardaba en la casa de una anciana el cual el patio funcionaba como estacionamiento del barrio, de gente trabajadora. Me dediqué a describir todos y cada uno de los autos y a sus dueños, tanto los que estaban dentro del estacionamiento como a los robados, los cuales ahora deben buscar a los dueños oficiales, aunque les tarde una eternidad.
-¿Cuánto dormiste? –Me preguntó separando la cabeza del sillón.
-Dos horas...
-¿He? –Me miró tal vez enojado. Suspiré.
-Ayer el idiota montó toda una persecución por las calles tirando tiros a doquier a eso de las diez de la noche, nos costó atraparlo y por suerte no hay heridos de gravedad, Tranquilo como ves estoy bien. –Apunté mi cuerpo entero en señal de que estoy ilesa después de ver que su expresión cambió a sorprendido, preocupado y no se cuantos otros sentimientos más. -También atrapamos a sus compañeros que montaron la misma escena que él solo que sin armas. Después llegué a casa y me dispuse a terminar el reporte del caso del niño y los problemas con los padres, terminé a eso de las seis y entre que me duché y me hice algo de comer terminé durmiéndome a las siete. Me desperté casi a las diez y acabo de terminar hace una hora más o menos el caso de ayer... -Cerré los ojos apoyando mi cabeza en el respaldo, mi cuerpo me pedía a mil que me tomara algo de tiempo para descansar, estaba agotadísima tanto física como mentalmente... Mañana tenía que volver a trabajar, esto es lo malo, no tenía mucho tiempo libre, aunque lo bueno de ser jefa era que no tenía hora exacta para presentarme al trabajo.
Nam se movió a mi lado pero no abrí los ojos, ni siquiera cuando me rodeó con su brazo e hizo que me sentara de espalda entre sus piernas apoyando mi espalda en su pecho. Él había crecido considerablemente dejándome más enana a mi, dejé de ser la de la fuerza entre nosotros dos cuando comenzó a ejercitarse, y ahora logra levantarme sin mucha dificultad.
El sillón era bastante ancho por lo que entraba cómodamente entre sus brazos y piernas. Solíamos dormir así seguido aunque ahora es un cambio de roles. NamJoon era líder de una pequeña pandilla de jóvenes humildes. Jamás los conocí personalmente pero si los vi de lejos, aunque supongo que ellos si quiera saben que existo. Nam recogió a todos y cada uno de ellos de formas diferentes, los aloja en su casa la cual dice ser de todos, el primero en llegar a él fue Kim Seok Jin, el chico no tenía donde dormir ya que dormía dentro del supermercado en el que trabaja Nam, él lo descubrió, lo regañó de todas las formas posibles por no haber dicho nada al respecto y por último le ofreció su casa, y así fueron llegando todos, de diferentes maneras, Taehyun era el más sensible y más pegado a Nam, lo trataba como a un padre y por las anécdotas que me cuenta, es un chico tierno y divertido, Jungkook es el más joven del grupo, el más charlatán y más hiperactivo, aunque no más que Nam, Jimin es el "Chico idiota" Según él, aunque se que lo dice en broma, también se que lo quiere. J-Hope es como el mejor amigo de entre ellos, cada vez que empieza hablar de su grupo, el primero en ser nombrado es él, creo que su nombre es Hoseok, como el cantante de Monsta x, lo recuerdo por eso... Y por último, aunque no menos importante, está YoonGi, aunque él lo llama Suga, fue el más difícil de todos ya que este estaba hundido en la droga, trabajaba solo para después ir y comprarse todo tipo de pastillas o marihuana, o Crack, que es el peor en mi opinión, poco a poco, con ayuda de todos pero sobretodo de Nam, este último pudo liberarse de aquello, lo investigué a todos y cada uno de ellos para estar segura de que Nam estaba seguro, y realmente ese Suga estaba horrible antes de conocer a Nam, vivía con ojeras estaba realmente flaco hasta ser puro hueso y vivía y dormía en las calles tirado sobre un cartón descalzo con ropa sucia y en invierno solo se tapaba con un acolchado viejo, no quiero ni pensar en las tormentas a las que tuvo que sobrevivir. Se dedicaba a juntar botellas y cartones de las calles y las cambiaba por dinero en una fábrica, nada ilegal a excepción de gastar toda su recompensa en drogas.
No puedo estar más orgullosa de mi Ramón, aunque sigue metiéndose en problemas tal y como cuando éramos chicos, es una persona con un corazón enorme y por eso lo admiro tanto. Suele visitarme en la comisaría a menudo y no formal precisamente, siempre llega con algún que otro de sus compañeros de maldades aunque estoy segura de que ninguno sabe quién soy. Hace una semana aparecieron los siete, con una camioneta que tuvimos que secuestrar, habían parado el tránsito en medio del túnel poniendo aquella Pick up en medio para no dejar pasar ni un solo vehículo para después molestar a las personas tirando cosas a los vidrios o escribiendo en ellos.
Taehyun, en uno de esos tantos caprichos de grupos, fue el único que me vio, pero solo me tiene como una jefa de policía y nada más, Él había llegado con Nam por una estupidez que ambos hicieron, pero Nam se aseguró de encerrarse conmigo en mi oficina y ponerse al tanto de mi situación laboral, más tarde se quedó hablando con Chanyeol, mi compañero más cercano, ambos se conocieron en un galpón clandestino, el cual Chanyeol prohibido hablar sobe el tema con otros por el simple hecho de ser policía, en aquel galpón suelen juntarse a hacer batallas de Rap, aunque hoy en día ninguno de los dos sigue presentándose, a Nam no le gustaba la idea de que no pueda ir a verlo así que optó por anotarse en concursos legales de Rap que eran dos cada año, viene ganando tres consecutivos con Chanyeol en segundo lugar el cual tiene cuatro premios de allí ganados en años anteriores, fue Chanyeol quien lo incentivó en anotarse ahí, ahora puedo ir a verlos.
Namjoon comenzó a acariciar mi nuca suavemente en completo silencio, podía escuchar su tranquila respiración y su pulso a velocidad normal lo cual hizo relajarme.
Me desperté por un sonido raro pero no alertante y abrí los ojos lentamente para notar que me encontraba sobre el pecho de Nam mientras este subía y bajaba con tranquilidad, el sonido raro era su ronquido el cual se daba gracias a la mala posición en el que este estaba, levanté mi cabeza y mi cuerpo poco a poco comenzó a tener vida, ambos estábamos en mi cama, el sin zapatillas estirado sobre el colchón con un brazo rodeándome protectoramente mientras su cabeza descansaba incómodamente sobre una almohada mal acomodada. Mi pierna derecha estaba sobre la suya y mi brazo también derecho rodeando su panza. Debí haber estado realmente cansada como para no notar siquiera en que momento subió las escaleras conmigo encima. Un escalofríos recorrió mis piernas y brazos y reparé en que estaba la ventana de mi pieza media abierta aunque con persiana baja, miré a Kiki quien descansaba hecho una bolita sobre el estómago de Nam y sonreí.
Me puse de pie realmente lenta y cuidadosamente para no despertarlos y me dirigí al ropero en el que tenía el acochado de The Walking Dead que ambos usábamos cuando convertíamos el sillón del comedor en cama y nos tapábamos con esto mientras miramos alguna peli.
-Nam... -Lo toqué con cuidado, pero al ver que no se movía, tomé su cabeza con ambas manos para levantarla y sostenerla con una sola para mientras acomodar la almohada de bajo de esta. Me gustaba jugar inconcientemente a la mamá con él. Acomodé su cabeza con cuidado y no pude evitar acariciar su rostro y pelo con suavidad... Solía tener un sueño pesado. U respiración cambió a más tranquila y el sonido proveniente de su garganta cesó, apenas frunció su seño tal vez debido a algún sueño. Volví a su lado esta vez tapándonos a ambos con el acolchado y antes de apagar la luz que estaba encendida cuando me desperté, miré el reloj sobre la mesita de luz del lado de Nam para notar que eran las once y treinta y ocho de la noche... Hoy aprovecharía de descansar lo máximo posible. Apagué la luz y me acomodé en la misma posición en la que anteriormente estaba, el hecho de que Nam haya dejado de roncar ni bien acomodé su cabeza, dejó todo en silencio para descubrir que había una fuerte tormenta afuera con relámpagos enormes que de seguro alumbraban la ciudad entera cada cinco segundos, sonreí y apreté más a Nam contra mí, estaba contenta de que se haya quedado conmigo, de lo contrario era capas de ir hasta su casa para asegurarme de que haya llegado sano y salvo.
Volví a caer en los brazos de Morfeo.
Abrí los ojos por quinta vez en toda la noche, tengo sueño ligero si estoy bien descansada por lo cual es común que varias veces en la noche me despierte, es parte de mi vida ser desconfiada, y me encontré con que esta vez había luz, la claridad del amanecer entraba por la persiana de mi habitación y tarde caí en cuenta de que estaba sola en la habitación. Suspiré y comencé a estirarme quitando a patadas el acolchado de encima mío, sabía que Nam iba a quedarse hasta un poco más tarde, le gustaba quedarse un tiempo con Kiki... Aunque no se que excusa debe darle a sus compañeros de departamento después de asar la noche entera y parte de la mañana aquí de vez en cuando. Solté un fuerte gemido mientras seguía estirándome. "No" Pensé, NamJoon estaba abajo, de seguro en la cocina. Abrí los ojos de golpe y sin dejar pasar un segundo más, me bajé de la cama de un salto el cual el golpe de seguro se escuchó en toda la casa y comencé a bajar las escaleras corriendo...
-Mierda... -Murmuré, llegue tarde, Namjoon ya quemó algo.
Él era un completo peligro en la cocina, no por nada lo apodé "El dios de la destrucción" Como mayormente no hace nada en su casa solo dormir, ya que ese tal Jin es quien cocina y los más chicos limpian, Nam cocina a veces en casa... Bueno COCINABA, cada vez que se empeña en hacer tan solo un Omelet, o lo pone en fuego alto, lo deja mucho tiempo, o tarda en romper los huevos, Esos huevos, porque bien que si yo hubiera nacido del otro género me hubiese quedado estéril, aunque si tengo ovarios... Mejor lo dejo ahí.
Entre las cosa que Nam me rompió se encuentran, Mi lavarropas, cinco vasos de vidrio y dos de plástico, una taza de porcelana, no se cuantos platos, la puerta de la alacena y me quemó la sartén de mi mamá... NamJoon es un total peligro, apenas puedo mandarlo a limpiar el piso y como mucho el baño puesto que solo tiene que refregar, pero fuera de eso nada más, es muy grandote y bruto y no mide la fuerza que le pone al entusiasmo cuando hace las cosas, parece el espíritu de un niño en el cuerpo de un hombre maduro.
Llegué a la cocina la cual se encontraba llena de humo blanco, el cal me di cuenta que pertenecía al matafuegos que usaba el idiota soltando gritos de miedo corriendo de un lado a otro con el matafuegos en mano.
-Dime que no fue la nueva sartén. –Dije en voz alta, Nam soltó un grito fuerte y giró a mirarme, estaba cubierto de talco proveniente del extintor.
-Kimi... -Murmuró mirándome aterrado a lo que bufé y me acerqué a pasos pesados haacia el interruptor del ventilador para después pasar por al lado de él y abrir la puerta trasera de la casa junto a la ventana. –Juro que voy a pagarlo...
-Si, como los cinco vasos, el lavarropas, los platos... Mira, mejor ni sigo. –Suspiré parándome a su lado, seguía tenso con el matafuegos en mano mirándome aterrado.
Bueno, mi idea no es matar a NamJoon, asi que la cosa va así. Kim se mete con un tipo pesado, de esos narcotraficantes o de la mafia lo cual hace que Kim salga gravemente lastimada... Hice una escena muy dramática cuando Nam se entera de esto, jura vengarse del que le hizo eso al verla tan mal y es ahí donde viene el problema.
Nam se lanza solo a matar al lider de aquel grupo corrupto y termina en coma, aunque "Los malos piensan que está muerto" Kim, con ayuda de Chanyeol lo esconden, Una vez que Kim se recupera claro. Y les hacen creer a todos sus allegado que Nam ah muerto, los chicos ante tal noticia no saben como llevar su vida adelante y buscan cualquier otra escapatoria para dejar de sufrir.
Jungkook se deja golpear por pandilleros e incluso intenta suicidarse al cruzar la calle, y bueno lo demás supongo que ya lo saben, el caso de morir quemado, Suga. Morir intoxicado, J-Hope. Morir ahogado Jimin, y asesinar a alguien por la impotencia, Taehyun.
Obvio estas son mis ideas, si van a querer esto pueden ponerlo de la manera que quieran... En mi caso creo que Kim salvaría a todos y cada uno de ellos con ayuda de Chanyeol...
Fin de mis ideas.
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