Una indecisión llega en los peores momentos, más cuando debes decir entre la verdad y la razón.

Karina

No entendía porque, pero sus ganas de tirarse al mar se fueron.

Es tonto, muy tonto, debería ser libre y morir, pero su gran duda por lo que escondía ese cofre la detenía.

Estaba sumergida en un lugar del que partían dos caminos, a estas alturas sospechaba que perdía en ambos.

Era descubrir la verdad y terminar peor de como estaba ahora, terminar totalmente desquiciada… o simplemente tirarse a su suerte hacia el mar dispuesta a morir con la gran duda y remordimiento de lo que pudo ser si tomara la primera opción.

No sabia que hacer, claramente ni sabía, y mientras decidía Dominic no se quedaría en silencio.

—Emma – su voz sonó brusca mientras caminaba hacia la chica – ¿Cómo es que ese collar termino en tus manos?

—Dominic Dominic Dominic – Emma solo soltó una risa ante la pregunta de Dominic.

Entonces, Dominic se terminó de acercar a Emma y agarro el collar ahorcando a la Meyer de ojos azules.

—¿¡Por qué lo tienes tú!? – Dominic estaba dispuesto a ahorcarla si no respondía a su pregunta.

Emma, solo mantenía una sonrisa llena de cinismo, en el fondo ella sabía que no podía matarla.

Y aunque Emma estuviera tan segura de ello, Lira no lo estaba y le indico a Larry que interviniera.

Así mismo lo hizo, se acercó a Dominic y lo obligó a soltar a Emma la cual respiro lentamente mientras tosia y se golpeaba el pecho.

Dominic aún luchaba porque Larry, un hombre más grande y fuerte debido a su entrenamiento lo soltará, seguía reclamando algo.

¿Por qué ella tiene ese collar?

Emma solo se reía mientras se recuperaba de su intento de asfixia y miraba a Karina de manera retadora – ¿No vas a tirarte?– eso decía su mirada.

En eso Karina, que aunque estaba fuera de su realidad noto algo tan extraño como un pequeño parentesco, se alejó del borde del acantilado para preguntar sobre aquellas sospechas y hacían un vuelco en su corazón.

—T-tu… – Karina trago hondo – ella…

Entonces Dominic dejo de luchar y miro a Karina, luego a Emma la cual solo se reía, de inmediato entendió.

—No te atrevas – amenazó Dominic a Emma.

—¿Atreverme? Jamás doctor Dominic Villalobos.

Las palabras de Emma causaron gran duda en Karina,– ¿De que hablan?– era lo único que podía preguntarse así misma.

—Que tal si vamos a la cabaña a hablarlo, hay muchas cosas que replantear, como el hecho de que Emma tiene el collar que estaba en el poder de Dominic – intervino lira, lo cual no ayudo mucho a la situación, pues todos incluyendo Larry la miraron como si desearan que de verdad fuera muda.

Lira solo retrocedió y conservo el silencio mientras Emma daba pasos lentos hacia Karina, y una vez cerca de ella acaricio su mejilla e hizo un pequeño rulo con un mechón de su cabello.

—Dime Kari, ¿Conoces el apellido real de Dominic? O mas bien, sabes que cuando le dicen, eres un Villalobos al igual que tú padre, no se refieren propiamente a ese apellido.

—Emma, detente – dijo nuevamente Dominic mientras se acercaba a Emma y la jalaba del brazo.

—¡NO ME DETENGO! – exclamó con determinación Emma.

—Es mejor que te detengas ahora – dijo Larry viendo que el tema podría perjudicar a todos.

Karina apretó la mandíbula y miro a Larry y después a Dominic, a veces eran enemigos y de repente tan amigos.

Eso solo le removía algunos recuerdos antes del disparo, cuando aún no sabía quién era Emma o Rebeca, o si quiera que Lira hablaba.

Aquel recuerdo de Larry y Dominic hablando sobre que ella solo era un juego, y que le aplicaban un medicamento para…

—Me borraron la memoria… – gran error, lo que debería haber pensado lo dijo y extrañamente todos la miraron con cara de paranoia.

—¿Por qué lo dices? – pregunto Larry esperando que esa pregunta no causará mas estragos y problemas.

—¿Por qué lo digo? Yo lo escuché, aquel día antes de que me dispararán, los escuché hablando, el día después de que visite a mi padre en la cárcel.
Karina no era tonta, y pudo ver como todos se miraron entre sí, era como si se hablaran entre miradas, como si buscarán la aprobación de cada uno para luego mostrarle a ella una cara confundida cuando a largas se veía que sabían que estaba sucediendo.

—Mira… – dijo Dominic con un nudo en la garganta – cuando caíste del yate…

—¡No me caí de un yate! – grito Karina mientras se ponía de rodillas y ponía sus manos en su cabeza y comenzó a llorar – o tal vez si… no lo sé, recuerdo la caída del yate pero recuerdo mejor el disparo, no se que es verdad.

Larry se acercó a ella y la abrazo suavemente.

—La verdad es que te caíste del yate, y mi verdad es que te amo bonita así que... – le hizo una seña a Dominic el cual saco un pequeño estuche de su bolsillo con una jeringa y se la daba a Larry – bonita, tranquila se que estás confundida, todo es por el golpe que te diste al caer del yate.

Karina estuvo a punto de sucumbir, el abrazo tan cálido, sus palabras tan tenues, tal vez había estado armando una tormenta en un vaso de agua, pero entonces vio la jeringa.

—¿¡Que vas a inyectar a mi brazo!? – se tiró hacia atrás alejándose de Larry – no te atrevas a inyectar me eso.

—Mierda, ¿porque no fuiste más discreto? Siempre tengo que hacerlo yo – refunfuño Dominic mientras caminaba a pasos grandes hacia Karina y la levantaba poniendo su brazo alrededor de su cuello en forma de llave – escucha linda, no quería ser brusco pero todos tendremos problemas si sigues así, no dolerá lo prometo.

Dominic se dispuso a inyectarle aquella sustancia a Karina, ¿Por qué la tenía ahí? Siempre se guardaba una en el bolsillo en caso de emergencia, está sustancia le haría perder el conocimiento y no recordaría lo que sucedió así podrían mostrar lo que quisieran que ella recordara, un ejemplo seria el fragmento de su caída del yate una escena que nunca vivió.

—No… – la voz de Karina salió quebrada mientras sentía como entraba la aguja de la jeringa y nadie se inmutó a ayudarla – por favor no…

Ese era en ese momento en el que te dices a ti mismo, porque no tome la otra decisión, el otro camino…

Era el final, pero entonces Emma detuvo a Dominic tirando la jeringa por el acantilado.

—¿Así no más? – dijo Emma con una sonrisa en sus labios – no es suficiente.

—No te metas.

—Siempre me dices que hacer Dominic, se que eres mayor que yo y ajá pero shh – Emma acaricio su cuello dónde tenía el collar – Rebeca hizo un buen trabajo dándome esto, lastima que no está aquí para ver este espectáculo.

—¿Rebeca? ¡Maldita sea como no lo pensé antes! – Dominic soltó a Karina empujándola haciendo que cayera al suelo.

—¿Mayida le ordenó eso? – pregunto Lira mientras miraba a Larry el cual iba por Karina ya que está se arrastraba directa hacia la caída al mar.

—Mayida Mayida, desde luego, Rebeca cuando a echo algo que no ordene ella o… la tía de Dominic – Emma solo se ríe y toma una piedra y se acerca a Karina la cual pataleaba en los brazos de Larry – te daré algo de información, esto es entre Smárdagos y De luna, Villalobos solo es un disfraz.

Antes de que Karina pudiera entender lo dicho, Emma la golpeó con la piedra, tal y como en ese recuerdo cuando eran niñas y sus padres, Andrew y Levana solo le ponían atención a Karina.

Antes de perder el conocimiento mientras recargaba todo su cuerpo en los brazos de Larry.

Antes de cerrar sus ojos y ver cómo lira le quitaba la piedra de las manos a Emma y Dominic le reclamaba.

Antes de poder sentir como se hundía en la oscuridad, alcanzo a desear que aquella oscuridad fuera un paso a la muerte…

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𝑬𝒔𝒕𝒆 𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒆𝒔 𝒅𝒆𝒅𝒊𝒄𝒂𝒅𝒐 𝒂 𝒎𝒊 𝒒𝒖𝒆𝒓𝒊𝒅𝒂 -annd3 𝒎𝒊 𝒈𝒓𝒂𝒏 𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂