🍁𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑿𝑿𝑿/𝑽𝒊𝒂𝒋𝒆 𝒉𝒂𝒄𝒊𝒂 𝒍𝒐𝒔 𝒓𝒆𝒄𝒖𝒆𝒓𝒅𝒐𝒔🍁
La vida siempre tiene dos caminos, el que te hunde más en la miseria y el que te saca de la misma, pero como saber cuál has elegido.
Karina
Su corazón aún palpitaba como si quisiera salirse del pecho.
En su cabeza un montón de recuerdos inundaban su razón…
Bajo lentamente para confirmar que allí ya no estaban ni Dominic ni la pelirroja.
Bajo cada escalón como si su cuerpo no tuviera equilibrio y cada paso lo llevará a caer… se tomó un buen tiempo para bajar las escaleras y llegar a la sala mientras miraba a lo lejos la salida.
¿Qué haría ahora?, no tenía opciones… aún su mente rondaba alrededor de aquella casa en la playa… Necesitaba saber si esa cada si existía o si era producto de las falencias que tenía su mente.
Había acudido a muchas personas, con todas había pasado algo que le había demostrado que no debía confiar… entonces solo faltaba alguien al cual acudir.
No le intereso saber cómo estaba vestida o de su desordenado cabello que estaba en una moña desordenada.
Simplemente salió, dispuesta caminar hasta su destino… no sabía que era hora, no sabía que tenía que hacer, solo llegó al café donde trabajaba Lira.
Ahí estaba aquella chica fingiendo no poder hablar, haciendo señas y diferentes acciones para poder ser entendida por los clientes y sus compañeros de trabajo.
Lira no tardó mucho en detectar a Karina, y algo contrariada pero con una sonrisa camino hacia ella y la saludo de beso en la mejilla como si fueran las mejores amigas.
—Deja de fingir y simplemente responde a mi pregunta – dijo Karina sin ánimos de responder a su cálido saludo.
Lira respondió asintiendo y haciendo señas que llenaron a Karina de un estrés a tal punto que por la mente de ella pasaban distintas maneras de estrangular a la muda.
Karina tomo la mano de Lira y la llevo a un lugar alejado para poder pararse frente a frente siendo dos personas totalmente normales.
—¿Alguno de nosotros tiene una casa en la playa o cerca a está?
Lira solo asintió lo que hizo que Karina perdiera todo sentido de control tomando por el cuello a Lira.
—Deja de fingir que no puedes hablar, deja de fingir porque recuerdo todo – no, no recordaba la razón por la que ella no podía hablar pero no necesitaba que Lira lo supiera – ahora responde a mi pregunta.
—No puedo – dijo en una voz quebrada con los ojos rojos por la falta de aire.
Karina reaccionó ante lo que estaba sucediendo entonces entendió que estaba ejerciendo más fuerza de la qué debería.
La soltó y espero de manera ansiosa que Lira comenzara a hablar.
—Si, es tu casa, ¿Para que quieres saberlo?
—Viajare allí, tu, tu hermano y Gabriel me van a acompañar.
Se dio la vuelta y salió a pasos grandes del café, se sentía terriblemente sofocada, tenía que descubrir lo que había allí, porque al parecer ese lugar era el epicentro de todo.
Tardó en llegar a la mansión Meyer pero lo logro, y al llegar se encontró frente a frente con Larry.
—¿Dónde estabas?, sabes que no puedes salir sin tu guardaespaldas, y ese soy yo.
—Si fueras mi guardaespaldas estarías al pendiente y sabrías a dónde fui – contesto de manera cortante y subió las escaleras, con Larry detrás – mañana viajaremos – expreso antes de encerrarse en su habitación.
Larry no tuvo tiempo de hablar antes de que le cerrarán la puerta en la cara, decidió no hacer nada más, era de noche supuso que solo estaría cansada, aún no sabía que Karina había visto lo que había hecho con Gabriel.
Karina se acostó tal y como había llegado en la cama, quería dormirse y escapar de sus problemas los cuales pronto tendrían una solución.
Se quedó dormida rápidamente, esperando no soñar nada, pero eso sería desear algo imposible, su mente repetía una y otra vez su anterior visión.
La casa en la playa, en aquel despacho, unos de sus cajones tenía una caja, una caja en forma de cofre que guardaba algo importante.
Algo que sería la respuesta a todo, pero no recordaba que había guardado allí, cada vez que estaba cerca de descubrirlo despertaba.
Se volvía a dormir y volvía a repetir todo una y otra vez, estaba en un círculo vicioso del que no podía salir.
Ya no sabía si quería recordar, o olvidar que tenía que recordar pero ambos casos para ella eran imposibles...
Tenía algunas respuestas pero seguía sin entender que tenía que ver la pelirroja en todo esto, porque hasta ahora aparece.
Porque ahora cuándo más preguntas tiene, se sentía rodeada de mentiras y secretos, de intrigas y recuerdos bloqueados e inaccesibles .
Al despertar solo se sintió más cansada que cuando se acostó, en eso recordó que no le había avisado a Gabriel que se iría con ella, entonces por un momento su preocupación por recordar fue reemplazada.
Salió de su habitación, pero se topo de golpe con Gabriel, Larry y Lira que se encontraba subiendo las escaleras con sus maletas.
Entonces verlos a ellos dos juntos, Gabriel y Larry, le hizo revolver el estómago y que su preocupación por saber que ocultaban volviera.
Luego miro a Lira y bufo, estaba segura que su mirada le dedicaba tanto asco y enojo como podía.
Entonces su proceso de transmitirle el odio que sentía a Lira por la vida fue interrumpido por Larry.
—Buenos días – dijo Larry mientras le ayudaba a Lira.
—¿Quién te aviso? – respondió Karina de manera directa hacia Gabriel ignorando totalmente a Larry.
—Tu guardaespaldas me dijo, yo solo espero que ese carbón no venga con nosotros, no pienso gastar protector solar en alguien que ya está quemado.
—Puff que buenos amigos – el tono de Karina era serio, muy serio y cada que decía una palabra de aseguraba de hacer una pausa para hacerlo mas firme.
Karina suspiro y entro a su habitación para ducharse y guardar sus cosas en una maleta, salió con ellas y Larry tomo la maleta.
Bajo por las escaleras para encontrar a Lira y Gabriel hablando por lenguaje de señas, o al menos eso parecía.
Juro que quiero reírme en sus caras ahora mismo, aunque, ¿Gabriel sabrá lo de Lira?
Soltó una risa y negó echo su cabeza hacia atrás mientras mordía su labio.
Pero claro que sabe, si tiene una tan buena comunicación con Larry, a de saberlo.
Salió de la mansión y se subió al auto, espero a que Larry guardada las maletas y que Lira y Gabriel subieran.
Deseaba llegar lo más rápido posible, lo necesitaba.
En menos tiempo del que esperaba ya iba camino a la playa, a aquella cabaña que podría tener todas las respuestas.
Su mente solo rondaba alrededor de aquella caja, de lo que está contuviera, deseaba poder descubrir todo y saber que más cosas tienen escondidas.
Estaba decidida a desenmascarar a todos, sabía que algo ocultaba cada uno, sus recuerdos eran borrosos pero no nulos.
Aquí voy, acabaré con esto de una buena vez.
Pensó mientras miraba hacia la persona sentada a su lado, no sabía si también era una víctima o era una más de ellos, pero pronto lo sabría.
Que más escondes Lira, tu sabrás lo de tu hermano y Gabriel.
Suspiro y observo los puestos de adelanté, Larry manejando y Gabriel de copiloto, parecían dos desconocidos.
Desconocidos con ganas de comerse.
Negó, y apoyo su cabeza contra el vidrio que tiene la ventana del auto, no dejaría que Larry volviera a pretender sentir algo por ella.
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