🍁 𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑿𝑿𝑽𝑰𝑰/𝐜𝐚𝐟𝐞 𝐲 𝐯𝐞𝐧𝐞𝐧𝐨 🍁
El pasado es relativamente especial, él determina tu presente, porque recuerdas que no puedes cometer el error que ya cometiste, pero, ¿Cuándo le haces caso a tu pasado?
Dominic
Volvió en sí, después de repasar el recuerdo de la noche anterior, lo había jodido todo otra vez, seguía repitiéndose que tenía que controlar sus emociones, y sus emociones seguían encarando, que él no podría... se lo demostraban cada vez más.
Su mirada se posó en la mujer, su largo cabello rojizo tapaba gran parte de su espalda y a la vez cubría un tatuaje de un águila que la chica poseía allí, pero rápidamente su vista se posó en su trasero y rastrillo los dientes.
— ¿por los menos estás planificando? – pregunto esperando que dijera que sí.
— ¿Por qué debería hacerlo?, no tengo una pareja actual.
— acabe adentro, así que te compraré las pastillas.
— no – él no de la chica, retumbo por toda la cocina mientras ella servía de manera tranquila la sopa – si quedo embarazada, te tendrás que quedar conmigo.
—si quedas embarazada yo mismo te haré abortar – su tono salió brusco entre bufidos, parecía si como si resoplara.
— no permitiré que lo hagas – volteo a mirarlo con mirada suplicante – no puedes acabar con una vida, con la vida de tu hijo, solo porque la madre no es Karina.
Que la mencionara lo hizo llegar a su límite, así que se levantó y camino a grandes pasos hacia ella para darle un puñetazo en el rostro que la hizo tocar el suelo literalmente, ya que callo de espaldas.
— sé que no es tu culpa que haya acabado adentro, pero si es tu culpa seguir insistiendo en eso, cada que bloqueo tu número apareces con un número nuevo, eres una maldita masoquista, crees que acudiendo cada te llamo porque no estoy en mis cinco sentidos y te voy a querer, solo hago contigo lo que con ella no puedo – golpeo fuertemente el mesón, luego tomo el plato con la sopa y lo estampo contra la pared – escucha bien, ya te practique un aborto y lo volvería a hacer.
Se dio la vuelta y entre resoplidos camino hasta su habitación por una chaqueta negra de cuero y salió de aquel apartamento, la tranquilidad que había sentido al liberar sus cargas la noche anterior, era la carga que hoy tenía, solo que esta era el doble.
Necesitaba tomar un whisky, se estaba volviendo adicto a ese líquido, pero aquellos recuerdos de la noche anterior hicieron que acabara en el interior de una cafetería y se sentó en una mesa asilada, para su sorpresa ahí estaba otro de sus grandes dolores de cabeza.
Esto de que más de una persona este enamorado de la persona que amas se le estaba volviendo agotador y lo peor es que claramente Aron no había tenido un buen día, así que no quería ser visto por el moreno, ya habían tenido unos buenos encontrones y hoy no necesitaba otro más.
Se le ocurrió la brillante idea de prender su teléfono para solo encontrarse con una destrucción más, era casi medio día y no había ido al hospital, las llamadas de su tía eran interminables y los mensajes, hablar de ellos, le causaba jaqueca.
Apago su teléfono nuevamente antes de que por impulso deseara estamparlo contra algo, sus manos temblaban haciendo marcar sus venas de la impotencia y de la fuerza que ejercía por no destruir todo el local con sus propias manos, y esto no mejoro cuando alguien se sentó al frente suyo.
Borges... hoy no... hoy no...
Hizo un gran esfuerzo por ignorarlo, por fingir que no estaba ahí, pero Aron comenzó a golpear sus dedos contra la mesa y eso lo estaba desesperando más de lo que estaba.
— puedes dejar la maldita mano quieta – dijo Dominic con la mandíbula tan tensa que las venas entre sus ojos y el borde del cabello comenzaron a sobresalir y su ojo derecho comenzó a titilar y entrecerrarse.
— parece que el alcohólico necesita un whisky, ¿no es así?, así ni Karina te va a querer, lo digo por experiencia.
— cállate y ve a joder en otro sitio.
Entonces el moreno se levantó y esta vez se sentó al lado de Dominic con una sonrisa cínica mientras el blanco lo miraba con aparente irritabilidad.
— ¿Qué mierdas haces?
— me voy a joder en otro sitio.
— quieres que estampe mi puño contra tu cara cierto.
— a no para nada, me dolería está cortada – se señaló el sello que le dejo Emma y suspiro mientras negaba – el sexo con Karina ayer fue exageradamente ardiente, es toda una gata en la cama.
Ese fue el tope de Dominic, se levantó y le dio su tarjeta de crédito a una de las empleadas.
— por los daños.
— ¿Cuáles daños? – pregunto extrañada la empleada hasta que vio como Dominic tomaba a Aron por el cuello.
Dominic lo tiro contra la pared y le golpeo en toda la cara una y otra vez, Aron y parecía un saco de boxeo.
— escucha maldito, ve a inventar mierdas a otra parte.
Aron lo empujo haciendo que este, callera al suelo para luego escupir sangre y limpiarse la boca con su camisa.
— ¿Qué?, porque tú no pudiste dormir con ella, ahora vienes a golpearme – dijo Aron en un tono descarado.
— te acuestas con su hermana y crees que lo que me importa es no haber dormido con ella.
— te recuerdo quién tiene la culpa de que Karina estuviera inconsciente por medio año.
Dominic se levantó y le arrebato su tarjeta a la chica, no tenía que más hacer aquí, así que salió del café mientras seguía escuchando insultos de Aron.
— ASÍ ES MALDITO, HUYE, SABES QUE LO QUE DIGO ES VERDAD...
Esa última frase que grito Aron se quedó retumbando en su cabeza, por más que buscara culpables, el principal de ese accidente y la perdida de memoria que presentaba Karina era su culpa, una vez más sus sentimientos lo destruían... Acababan lentamente con él...
Pero tuvo que salir de esos pensamientos rápidamente, no podía seguirse torturando por algo que ya no podría cambiar, no podría seguir llorando sobre la leche derramada.
Así que prendió su teléfono dispuesto a enfrentar a su tía, era mucho más fácil hacerlo, así que no en el hospital frente a frente, pero recibió una llamada de otro número que no era el de su tía...
Si es rebeca, juro que me suicido aquí mismo
Después de todo, la llamada de la pelirroja era lo último que necesitaba, pero por fortuna no era ella... era Karina...
— sí, ya mismo paso por tu casa – respondió Dominic mientras agradecía a los dioses, por fin algo bueno en este día de mierda
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