🍁 𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑰𝑿/¿𝒒𝒖𝒆 𝒑𝒂𝒔𝒐 𝒂𝒒𝒖𝒊? 🍁
Siempre recalcamos lo injusta que es la vida, pero nunca pensamos en que es lo que realizamos como para que la vida se comporte de esta manera con nosotros.
Aquellas lagunas en su mente yacían haciendo presente algo tan predecible como de que su existencia acabaría, que sin darse cuenta podía simplemente desaparecer sin haber entendido el significado de su existencia, de su ser.
Pero una vez más abrió los ojos, un fuerte respiro de vitalidad salió de Karina, lo que se denominaría más fuerte que nunca, pero, nadie es lo suficientemente fuerte para enfrentar lo que le tienen preparado, de eso se dio cuenta cuando sus ojos que andaban vagos por toda la habitación se dieron cuenta de que estaba en un hospital.
Quiso levantarse, pero su cuerpo pesaba, su cabeza dolía y tenía la sensación de que había sido pinchada constantemente en los brazos.
Aun así, otra persona en aquella habitación noto que Karina estaba despierta, y envolvió rápidamente su cuerpo mientras la ayudaba a sentar y acomodaba su almohada para qué pudiera recostarse sin problemas.
Por un momento titubeó un poco en reconocer el dueño de esos brazos cálidos y acompañados de sollozos, su calidez parecía reconocerla al igual que su aroma, pero aún no captaba con firmeza quién era hasta que aquellos brazos se apartaron dejando ver aquellas esferas azules a través de los cristales de unos lentes y una suave sonrisa, su piel pálida que parecía camuflarse con la bata blanca de doctor, y sus manos temblorosas que eran puestas lentamente en los hombros de la mujer.
— Todo está bien ahora, mi ángel de alas negras.
Los ojos de Karina se entornaron en los de Dominic buscando una explicación a sus palabras y a esa manera tan delicada de como era tratada, aun así no hubo mucho tiempo antes de que el hombre volviera a tomarla en sus brazos.
— No creí que lograras despertar, pero ya estás bien, gracias a Dios, ya después de seis meses estás bien – la voz de Dominic salía en un hilo por el esfuerzo que hacía para que no sonara como si fuese a llorar.
— Está bien, tranquilo – fue lo único que salió de los labios resecos de Karina mientras sus brazos daban algunas palmadas en la espalda de Dominic sin saber qué hacer.
¿Qué está sucediendo?, ¿Cómo que seis meses? ¿Por qué este cariño tan repentino? ¿Dónde estoy? ¿Me habrán vuelto a aplicar el medicamento?
Su confusión era evidente, y más aún evidente era su repulsión hacia Dominic, algo que para el no paso de largo, así que se alejó lentamente para mirarla a los ojos con una pequeña sonrisa tranquila dibujada en su rostro.
Parecía más humano de lo normal, eso ponía a Karina con los pelos de punta y aún más alerta con la expectativa de que en cualquier momento sacaría su real esencia, pero no hizo más que revisarla, hacerle preguntas básicas, como donde le dolía o que sentía acción que completo cuando le dio un vaso de agua al notar su garganta seca.
— ¿Recuerdas algo? – pregunto el doctor con una mirada confusa – ¿recuerdas tu accidente al caer del yate?, estábamos celebrando tu cumpleaños... Y ... Paso todo esto... Me asustaste tanto mi amor, mi bello ángel...
¿¿MI AMOR?? ¿¿MI BELLO ÁNGEL??
Karina lo miro con los ojos abiertos llenos de confusión mientras se cristalizaban lentamente, dejando caer pequeñas lágrimas.
No tenía ni la menor idea de que estaba sucediendo, necesitaba ver a Lira o a Larry, en ese momento se golpeó mentalmente, no podía fiarse de ellos.
— Yo no recuerdo nada – contesto finalmente intentando no parecer estresada.
El hombre se acercó lentamente y le tomo el mentón, le dio un suave beso en los labios, nada parecido a los besos que antes habían intercambiado; en ese momento entro un hombre a la habitación y aclaro su garganta llamando la atención no solo del doctor sino también de Karina.
Dominic se apartó rápidamente como si acabara de hacer algo malo que no debía de haber hecho, pero al ver quién había entrado solo bufo y se puso frente a la persona de manera retadora y sin muchos ánimos de estar tranquilo.
Karina miró el cuerpo del hombre que recién había entrado, lo observo lentamente desde los pies, donde tenía unos zapatos estilo Oxford negros que tenían una pequeña piedra verde a los lados que los hacía ver elegantes, también traía un pantalón clásico negro y una camisa de botones manga larga del mismo color, cuando por fin su mirada llego al rostro del hombre pudo identificar esas facciones definidas en esa piel bronceada.
Sus ojos verdes se fijaron en los ojos de Karina, mientras que sin mucha preocupación apartaba a Dominic de su camino para acerarse a Karina.
En cuestión de segundos se encontró frente a Larry, el cual le guiño suavemente un ojo y acaricio delicadamente su mejilla, se sentía esa misma forma especial y tierna de Larry al momento de hacer cualquier acción, pero algo que había que destacar es que al parecer ya no le interesaba hacer peleas de mirada con Dominic.
— Bien, ya despertó, dime cuando esté la salida – comento Larry sin darle mucha importancia al doctor.
Dominic soltó una risita hipócrita, algo a lo que Larry solo respondió con una expresión despreocupada, acción que prosiguió con Larry alejándose de Karina y caminando hacia la puerta, antes de salir le susurro algo al oído a Dominic, algo que le causo un poco de pánico a Karina.
Una vez que Larry estuvo fuera de la habitación, una sonrisa tranquila se dibujó nuevamente en el rostro de Dominic mientras dirigía su mirada a Karina, como si la presencia de Larry fuera lo único que lo perturbara.
— Tu guardaespaldas siempre llegando en los momentos menos indicados – suspiro y le acaricio la mejilla – en serio seguiremos ocultándonos, sé por qué no debemos hacer oficial lo nuestro, pero no se me hace fácil soportar como Larry no deja de insinuarse.
¿Hacer oficial lo nuestro?
Fue lo único que escucho Karina mientras abría y cerraba los ojos como si eso fuera a cambiar lo que Dominic había acabado de decir, intentaba descubrir en que estaba metida, pero su mente no daba para nada, no lograba maquinar que era lo que sucedía.
Busco la manera más sutil para evadir la conversación mientras le daba una sonrisa y tomaba la mano de Dominic que permanecía en su mejilla para apartarla de manera suave.
— Solo no es el momento – fue lo único que pudo decir.
— Siempre dices que no es el momento, siempre evades una y otra vez.
— Dominic, estoy en el hospital, al igual que algo desubicada.
— Y ahora me llamas Dominic, no eres capaza ni de decirme mi amor.
— Dominic, ahora no, me duele la cabeza – espeto con tono suplicante.
Dominic se vio decepcionado, pero lo acepto con una pequeña mueca de desagrado, aun así parecía que priorizaba la salud y el bienestar de Karina, pero algo sí hizo para que la mujer notara su desacuerdo, salió de la habitación haciendo sonar la puerta fuertemente al ser cerrada.
— ¿Cómo es que llegue a esto? h
– murmuro Karina.
Llevo su mano en la frente y acaricio un poco antes de soltar un quejido por el dolor y darse cuenta de que tenía un pequeño vendaje, entonces recordó el disparo y procedió a concluir que esa era la razón por la que estaba en el hospital.
Aun así, qué sentido conectaba el disparo con una supuesta caída en el yate, o más importante, ¿qué yate?, en que momento se había subido a un yate.
No recordaba esa parte... para ser sincera, no recordaba muchas partes y eso comenzaba a asustarla.
Su hermana no estaba allí, lo que podía confirmarle que cercanas no eran, lo que le daba más puntos a favor a las palabras de su padre, si es que en realidad había sido su padre y no un hombre fingiendo serlo, para ser honesta no le extrañaría que fuera parte de un plan más, después de todo ya habían fingido hospitalidad y empatía.
Además de eso, Lira tampoco se hallaba en el hospital, lo que le hacía pensar que tal vez era cómplice de ellos... Aun así, quería pensar que solo no había entrado a la habitación y que la estaba esperando afuera, en el fondo quería creer que sí podía confiar en ella, pero después de todo era hermana de Larry, lo más seguro es que ella apoyara a su hermano, y realmente no la culparía por ellos, pero necesitaba decepcionarse de Lira lo más pronto posible, antes de que pudiera confiarle algo que no debía.
Después de todo, debía andarse con cuidado, ella llevaba muchas cosas en contra y ellos muchas cosas a favor, no podía negar que así como podían aclarar cosas, también podían confundirla más de lo que ya estaba.
Eso era lo que había hecho Dominic al mencionar lo de su supuesta relación y su accidente en la caída del yate.
Algo era cierto...
Ellos sabían todo y ella no sabía nada.
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