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🍁 𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑰𝑽/ 𝒂𝒎𝒂𝒃𝒍𝒆 𝒗𝒔 𝒂𝒓𝒓𝒐𝒈𝒂𝒏𝒕𝒆 🍁

Hay que correr detrás de lo que deseas, pero muchas veces lo que deseas correr más que tú.

Despertó en un lugar que no conocía, estaba totalmente oscuro, en lo alto brillaba la luna en su máximo esplendor, pero su brillo solo iluminaba la silueta de una mujer.

La silueta se acercaba cada vez, haciéndose más clara y detallada su forma, una mujer con un cuerpo delegado y un vestido negro cubriendo su piel pálida.

Cuando Karina levantó su rostro para mirar el rostro para mirarla, su rostro se veía distorsionado, por más que intentaba aclarar su vista, no podía reconocer un rostro, se le hacía imposible saber.

Al no reconocer de quién se trataba, frunció el ceño y retrocedió dos pasos mientras se disponía a elegir el mejor camino para huir, pero entonces, cuando se dio la vuelta y se dispuso a correr, fue detenida por la mujer, la cual la abrazo por la espalda quitándole la posibilidad de escapar.

Quería alejarse, aun así, se quedó estática, sintiendo una sensación cálida, suave, tenue al punto que se sentía como si estuviera en casa, aunque no recordar nada la esencia de la mujer la sentía tan suya, no podía alejarse, no cuando este era el único momento en el que sentía paz desde que despertó en la cabaña de Larry y Lira.

Su cuerpo se mantenía erizado mientras se daba la vuelta y correspondía el abrazo con fuerza, acariciaba su espalda haciendo un frote para generar fricción y algo más de calor.

Sus ojos se mantenían cerrados mientras su cuerpo contemplaba la seguridad transmitida, quien diría que se sentiría tan bien con un simple abrazo de alguien cuya identidad no conocía, pero eso no la preocupaba ahora, ahora solo quería sentirse tranquila.

Entonces, al fondo de esta oscuridad comenzó a sonar un piano, sus melodías eran tan serenas, que dejo de pensar, su mente volvió a la calma mientras su cuerpo se relajaba.

Se dejó deleitar por la música y el abrazo tan cálido, que cuando aquella mujer se alejó y el frío volvió a recorrer su cuerpo, se dejó caer al suelo mientras se abrazaba a sí misma y levantaba su mirada hacia la mujer que se iba sin mirar atrás.

¿A dónde va?

Se preguntó a sí misma mientras tomaba un poco de fuerza y se levantaba para correr hacia ella, pero en el proceso volvió a caer, a la mujer escuchar el fuerte sonido de su caída, se dio la vuelta y le acerco suavemente su mano para ayudarla a levantar, y justo cuando Karina extendió su mano haciendo que entrara en contacto con la mano de la mujer ella volvió nuevamente a su realidad.

Abrió los ojos lentamente y se encontró en una casa que tenía pinta de cabaña muy similar a la de Larry y Lira, aun así no era la misma.

Pronto sintió como su mano entraba en calor en medio de las manos de alguien, al girar a esa dirección se dio cuenta de que eran de Larry, el cual al notar que estaba despierta de inmediato acudió para ayudarla a sentarse.

— ¿Cómo te sientes? – pregunto Larry mientras le acariciaba suavemente su mejilla.

Karina levantó su mano en una seña haciéndole saber que esperara un momento mientras con su otra mano acaricio su frente y cerro sus ojos un momento, lo que había sucedido le había dejado un fuerte dolor de cabeza.

En ese instante, Dominic, que estaba recostado a la pared justo a espaldas de Larry, avanzo hacia ella con un vaso de agua en la mano, por un momento Karina creyó que le daría de tomar un poco de agua, por lo que cuando sintió este líquido en todo su rostro no supo como reaccionar.

No podía creer lo que Dominic había hecho, claramente podría ser un doctor, pero era alguien impaciente y digno de ser aborrecido.

Larry de inmediato se levantó y empujo a Dominic contra la pared mientras con una mirada juzgadora lo regañaba por su acción.

— Larry, Dominic, por favor, solo, quiero descansar – pronuncio esperando acabar con este drama.

Larry suspiró y miro a Dominic con desagrado, luego se acercó a Karina y la tomo sobre sus brazos para sacarla de aquella casa sin esperar permiso de Karina o de Dominic.

Resulto que en realidad sí era una cabaña que estaba no muy lejos de la de Larry, y esta cabaña pertenecía al doctor.

Karina lo miro algo confundida, hasta ahora no le había puesto mayor atención a esta rivalidad entre Larry y Dominic, la cual a simple vista era insignificante, pero en realidad era aún peor

después de todo tenía muchas diferencias como Larry un chico amable y bastante tranquilo, se llevaría bien con alguien como Dominic un hombre totalmente frío y poco empático.

Cuando llegaron a la cabaña de Larry, seguía en sus brazos, pero debido a que este venía echando chispas no hizo nada para que la bajara o para llevarle la contraria.

Larry solo la bajo en la puerta, la cual de inmediato abrió Lira, el hombre no dijo ni una sola palabra, solo se fue dejándola ahí con su hermana, la cual, se acercó a Karina con una sonrisa tierna y la llevo a la habitación.

Una vez allí le dio ropa más cómoda y limpia para que esta se cambiara y luego la dejo sola para ir directo a la cocina, Karina se cambió la ropa y se acostó esperando poder conciliar el sueño.

Lira entró poco después con algo de comida para que Karina comiera, así mismo se quedó a su lado mientras esta comía.

Karina no demoró mucho en terminar de comer, no se había dado cuenta del hambre que tenía hasta qué provo un poco de esa sopa de arroz, por lo tanto, acabo bastante rápido y luego termino acostada con la cabeza sobre las piernas de Lira.

Su calidez y ternura al momento de acariciar su cabello pronto hizo que se quedara dormida en un sueño profundo.

Durante toda la noche repitió el mismo sueño una y otra vez, buscaba respuestas de manera desesperada, buscaba aunque fuera una mínima luz que pudiera decirle quién era.

Despertó de repente, sus ojos tenían lágrimas, era una sensación extraña se sentía con un vacío en el pecho, se levantó y busco en la habitación con la mirada a Lira, realmente no se había dado cuenta cuando se había ido, así que se dispuso a salir de la habitación y buscarla, pronto la encontró en la cocina con grandes ojeras.

Suspiro y se sentó a su lado mientras jugaba con sus dedos, pero Lira no puso mucha atención en su presencia y se dirigió a la ventana, una vez allí observo por un momento poniendo sus manos en el arco de la ventana y negó

Entonces se dio la vuelta y se encontró con Karina, así que se obligó a cambiar la expresión en su rostro y darle una sonrisa, Karina no sabía qué decir, más, sabiendo el hecho de que no podía comunicarse con ella así que solo le dio una sonrisa, en eso se percató de que Larry no estaba por ningún lado de lo contrario sería la primera persona que la habría dado unos buenos días.

Tal vez no vino a dormir

Se dijo a sí misma y se levantó dispuesta a irse a recostar nuevamente, pero Lira fue más rápida y la volvió a hacer sentarse, en ello le entrego una bandeja con comida.

Karina dio una sonrisa y se dispuso a comer mientras miraba a Lira, la cual desplazaba su mirada de la ventana a Karina y de Karina a la ventana.

— Estuvo delicioso – concluyo Karina al terminar de comer.

Entonces de inmediata Lira aparto la bandeja vacía y la intercambio por algo de ropa para que esta se cambiara, entonces Karina así lo hizo, fue a cambiarse y antes de salir reviso que su collar aún estuviera alrededor de su cuello.

Una vez volvió a la cocina, Lira también se había cambiado y rápidamente tomo su mano jalando a Karina fuera de la cabaña a un sitio del que no tenía conocimiento.

Pronto llego a un invernadero lleno de liras, se dejó cautivar por el hermoso contraste que esto daba al estar en medio de la playa.

— ¿Esto es tuyo? – pregunto mientras acariciaba algunas de las flores y Lira asentía.

Karina se sentó en el suelo y respiro hondo, cerró sus ojos y se centró en sus pocos recuerdos, en ese momento los recuerdos tomaron sentido había soñado con una mujer, podría ser su madre, y a la vez la voz que la llamo por su nombre no sonaba como alguien a al que le llamara madre aun así acudió a esta como si lo fuera, al parecer solo necesitaba estar tranquila.

Cuando abrió sus ojos y se encontró con la mirada de Larry, estaba inclinado hacia ella con una sonrisa.

— Lira me dijo que estarían aquí, ven, quiero mostrarte un lugar y presentarte a alguien, tal vez eso pueda sacarte un poco de la monotonía de recordar quién eres – dijo con una hermosa sonrisa y Karina no pudo negarse, le dio su mano y se levantó.

Busco con la mirada la aprobación de Lira y la encontró sin mucho problema, salieron del invernadero y fueron a la playa, justo en un sitio donde había una gran roca, extrañamente esta tenía una entrada, resulto que en realidad era una especie de cueva, en la cual la luz entraba por pequeños rayos que al chocar con el agua la hacía ver como si fuera de cristal mientras algunas plantas y flores sobresalían de la misma.

— Es... hermoso – sus ojos se iluminaron mientras miraba distraída.

De repente cayó al suelo de espaldas, alguien o algo se le había tirado encima, cuando se dio la vuelta se encontró con una lengua en su rostro, era un perro que le estaba dando lametones.

— Capitán tranquilo – pronuncio Larry sosteniendo el perro, para que Karina se levantará.

Era un Golden retriever, un perro bastante grande y pesado, pero aun así su pelaje dorado lo hacía ver como un oso perfectamente abrazable mientras en su cuello colgaba una pañoleta con su nombre, Capitán.

Al levantarse lo acaricio con una pequeña sonrisa, para mirar a Larry y quedar hipnotizada por esos ojos verde esmeralda que quedaban perfectamente con su piel bronceada.

En ese momento escuchó una fuerte risa y se dio la vuelta, era Dominic con su típica arrogancia caminando como todo un Dios hacia ellos.

— Ósea que aquí tenías a esa escoria – dijo señalando el perro.

— ¿Cómo te atreves a decirle escoria? – reprocho Karina mientras fruncía el ceño y se acercaba a este.

— Yo que tú me calmaría, vine a buscarte, tengo una terapia que puede ayudarte, para que sepas darle razón de quién eres al doctor cuando puedas ir a tu sita en la ciudad, ¿Vienes o te quedas? – pregunto para luego darse la vuelta y comenzar a caminar.

Karina podría negarse, pero necesitaba recordar, le dio una mirada a Larry, el cual se veía decaído, pero aun así acaricio al perro y se dio la vuelta para caminar detrás de Dominic, necesitaba recordar antes que cualquier cosa.

— Yo que tú no estaría con Larry, no sabes quién es.

— Un hombre amable y empático desde luego, todo lo contrario a lo que eres tú – respondió Karina a sus palabras con repudio, pero lo único que recibió fue una risa hipócrita de parte de Dominic.

— Me necesitas, arrogante y poco empático, pero me necesitas – se volteó a ver a Karina y le regaló una sonrisa confiada.

Karina conservó el silencio y solo siguió caminando detrás de este, no tenía más opción, era cierto, ella necesitaba de él.

Llegaron a su cabaña y este fue a una habitación dejando a Karina allí, comenzaba a sentirse nerviosa, esperaba que no intentara algo más que solo ayudarle a recordar, de él esperaba de todo, aun así se sentó y permaneció inmóvil hasta que este volvió

Dominic salió pronto con un trompo en sus manos, lo cual le proporciono tranquilidad.

— Respira hondo y mira el trompo en bien, comience a dar vueltas, recuerda estar tranquila, no te fuerces, solo respira con calma – su voz era tranquila mientras ponía su mano en el hombro de Karina.

Karina frunció el ceño y aparto la mano de Dominic de su hombro para mirarlo totalmente confundida,

Ahora se hace el amable, no entiendo a este hombre, por fortuna no necesito entenderlo

Pensó con inocencia antes de mirar al trompo y asentir preparada para lo que fuera que pudiese recordar, Dominic hizo girar el trompo y en cuestión de minutos Karina estaba en un trance...

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