🍁 𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑰𝑰/ 𝒍𝒆𝒗𝒂𝒏𝒂🍁
¿Alguna vez has hecho un gran esfuerzo por recordar algo tan insignificante como un sueño?, imagina que tan grande sería el esfuerzo para poder recordar una vida.
Su cabeza daba vueltas, poco a poco el dolor se hacía aún más grande, lo que la llevaba a estar aún más desorientada y fuera de sí.
Volver como tal, saber donde estaba parada se le hacía aún más difícil debido al pánico que le causaban esos dos desconocidos que la miraban y a su vez se daban miradas intentando saber qué hacer.
En ese momento, vio como uno de los desconocidos, decidió dar el primer paso acercándole algo que pudo identificar como un vaso de agua, pero en ese momento, llena de pánico y desconfianza, lo vio como una amenaza, como instinto movió su mano de manera brusca, lo cual llevo a un golpe de su parte contra la mano que sostenía el vaso lo que provoco que este cayera al suelo.
El estallido del vaso contra el suelo rotundo por las cuatro paredes en las que estaba encerrada, una especie de pitido se apoderó de sus oídos, por lo que tuvo que obligarse a reaccionar, de lo contrario no podría entender nada.
Cuando finalmente reaccionó y volvió en sí, su mirada logro centrase bien en las dos personas que estaban a su lado buscando identificarlas.
Una mujer y un hombre, de aspecto bastante parecido, ojos verdes tal cual esmeraldas, cabello castaño claro y una piel blanca ligeramente bronceada, sus expresiones eran tranquilas, pero increíblemente familiares, lo cual en vez de causarle tranquilidad, le causaba miedo.
Intento sentarse mientras se ponía la mano en la cabeza, entonces se dio cuenta de que tenía una venda que la envolvía, aun así no le puso mucha atención, ya que el hombre se acercó a ella para lo que parecía un intento de ayudarla a sentarse.
Aun así ella se mostró reacia a cualquier contacto, el gran miedo a lo desconocido la invadía en ese momento y no comprender que hacía ahí solo la hacía sentirse más incómoda
— No tengas miedo, no te haremos daño, yo... Bueno, yo soy Larry – su voz era suave y tranquila como si buscara a toda costa transmitirle esa calma.
Ella solo miró al hombre intentando ser algo flexible, aunque desconfiara, no tenía más opción que confiar en lo que le decía y asentir.
Su mirada se desplazó a la mujer, la cual no pronunciaba ni un solo sonido, ni una sola palabra, pero no parecía necesitarlo, su expresión hablaba por ella, una expresión llena de tranquilidad y quizás algo similar a la solidaridad... O al menos esperaba que eso fuera.
— Ella es Lira, mi hermana – espeto Larry al ver la atención que la mujer ponía a Lira.
La miro sin mucha importancia, ahora solo necesitaba algo y era saber ¿dónde estaba?, ¿cómo termino aquí?, y aún más importante, ¿quién era?
Su cabeza comenzó a dar vueltas nuevamente al intentar forzarse a recordar, entonces sintió un pequeño mareo y la necesidad de vomitar, por lo que las arqueadas se hicieron presente, al parecer era la manera en como su cuerpo intentaba liberar todo el estrés del momento.
Cerro sus ojos e intento calmarse un poco, aun así su corazón palpitaba rápidamente y sin cesar; inhalaba y exhalaba buscando su punto de calma, pero termino perdiendo el conocimiento.
Cuando volvió a despertar, su cuerpo se sentía pesado y sudado, a tal punto que estaba pegajoso, su garganta estaba seca y le generaba un ligero ardor mientras sus ojos entrecerrados buscaban acomodarse con la luz.
El hombre rápidamente acudió a ella, ayudándola a sentarse con extremo cuidado, mientras tontamente ella buscaba ayudarse a enderezar.
— ¿Cómo te llamas?, Te juro que no haremos nada malo, queremos hacerte un bien, ayudarte – dijo finalmente Larry con una sonrisa esperando no ser esquivado nuevamente.
— N-no – su tono era áspero debido a su garganta seca.
Le hermana de Larry, Lira, tono aquella incomodidad de la chica con su garganta y le acercó un nuevo vaso de agua que había tomado mientras la mujer estaba inconsciente.
Esta vez acepto sin pensar por la desesperación en su garganta y el ligero ardor que se estaba volviendo cada vez más fuerte, con manos temblorosas y la fe puesta en que el vaso no tuviera alguna sustancia extraña, tomó el vaso e intento tomar el agua.
No se sentía cómoda al tomar el agua, con el simple roce de sus labios y aquel líquido se sentía ahogada, con una especie de pánico indescriptible que solo le generaba miedo.
No sabía si era la sensación de que eso podría tener algo que pudiese perjudicar su cuerpo y mentalidad o simplemente era porque no la había consumido durante un tiempo.
Aquí lo único que sabía con seguridad era que estaba deshidratada, así que se forzó a tomar unos dos o tres tragos antes de comenzar a toser.
Lira notó esto y simplemente apartó el vaso de agua de las manos de la mujer mientras negaba con una sonrisa.
— No te fuerces si no puedes – añadió Larry esperando que ella no se sintiera forzada.
Al parecer no parecía tan malos, no se confiaría por completo, pero no podía acudir a nadie más, en especial aun sin recordar.
—N-no, no recuerdo – dijo tartamudeando mientras sus manos se frotaban entre sí, sin dejar de temblar - no sé quién soy...
El hombre abrió los ojos algo sorprendido, miro a su hermana, intercambiaban miradas algo nerviosas y contrariadas, al parecer buscando una respuesta apropiada a lo que la mujer acababa de decir.
— Te encontramos en la playa, al parecer fuiste arrastrada por las fuertes aguas, del mar, no sé si eso te ayude a razonar o te lleve a algún recuerdo – sonríe de forma nerviosa, sin saber que más decir.
Larry se quedó pensado mientras la mujer miraba sus manos intentando recordar algo, lo que fuera más mínimo, entonces Lira se acercó a su hermano y toco suavemente su hombro para luego hacerle una seña con su mano señalando su cuello.
El hombre pareció entender a qué se refería y salió rápidamente de la habitación para volver unos minutos después, con lo que pudo identificar como un collar en sus manos.
— Encontramos esto contigo, de hecho te aferrabas al collar como si fuera algo importante – su voz se sentía temblorosa, y como si guardara la esperanza que eso ayudara.
Larry depósito el collar a un lado de la cama en la que se encontraba ella, el collar tenía una forma de luna en estado menguante que acogía a su vez a otra luna llena con una forma representativa de un eclipse.
Ella deslizó suavemente su mano hasta el collar y lo tomo en sus manos, manos que también estaban vendadas, cosa de la que apenas se daba cuenta.
Detallo lentamente el collar y una palabra, Levana, tal vez un posible nombre le llegaba a la mente, pero por más que intentara recordar a quién pertenecía, no podía, era como si su mente se mostrara bloqueada en ese recuerdo.
En ese momento el Larry supo que era mejor dejar que está descansará, que se relajara, tal vez estaba poniendo mucha presión en ella, pero que recordara para, él era algo primordial.
Se acercó a ella nuevamente para retirar el collar, pero ante esta acción ella reaccionó de manera agresiva y se lo arrebato de las manos, de igual manera lo sostuvo como si su vida dependiera de ello, y realmente no era su vida lo que dependía de ello, sino sus recuerdos.
Larry no mostró molestia alguna por su acción, en realidad lo entendía, era una reacción natural, ella buscaba aferrarse a lo único que sabía con certeza que era suyo.
Lira le hizo una seña a Larry para que tomara distancia y se acercó a la mujer suavemente para ayudarla a recostarse, algo a lo que ella accedió.
Se acostó y pronto se quedó dormida debido al cansancio que genera el estrés que sentía en el momento, aun así mientras su cuerpo descansaba, su mente indaga alrededor de aquella palabra, es busca de un significado.
Levana
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