Una tarde excelente con mis amigas, compramos los vestidos.
Entré yo primero ya que como cumpleañera tenía privilegio, me cambié y salí con un vestido verde agua con pedrerías dispersas en él, telas transparentes, toda la espalda descubierta, un pequeño tajo en la pierna derecha y un marcado escote en V.
— ¿Qué les parece? —pregunté y todas asintieron y me dijeron que era espectacular.
Luego fue el turno de Basha, ésta salió con un vestido rojo ceñido al cuerpo, la parte de arriba en corsé y tenía bordado líneas plateadas desde el corsé hasta el dobladillo del vestido. Todas asentimos, le quedaba fino y sexy.
Entró Liv y salió con un vestido color celeste, escote corazón con dos cintas que se ataban en la nuca y la espalda formaba un óvalo y era como una segunda piel. Todas asentimos, era delicado y exótico.
Y por último salió Cande con un vestido negro con dos tiras en los hombros, un escote recto y lo que le daba el toque de glamour era un collar de estrás que caía por sus pechos hasta llegar a su cintura y daba dos vueltas cruzadas en la pollera del vestido. Todas asentimos, esos estrás le daban un toque elegante y resaltaba todas sus partes, tanto el escote, la cintura y la cadera. Le quedaba perfecto.
Pagamos y todas nos fuimos contentas, compramos unos zapatos acorde a los colores de nuestros vestidos y la mayoría, a excepción de Cande que ya tenía collar, compramos collares de oro blanco con aros y una pulsera, todo a juego, también compramos cuatro carteras de mano color negro y ya estábamos listas para mi cumpleaños. Estaba muy emocionada ya que solo faltaba dos semanas.
Más tarde estábamos cenando mientras hablábamos de temas intrascendentes cuando vimos pasar a mi prima Leah y entrar en la misma tienda de vestidos en la que estábamos, lo cual nos llamó la atención a todas, pero seguimos en nuestro mundo.
Leah es mi prima hermana de parte de padre, ella va al mismo instituto que nosotras y es un año menor que yo, pero pareciera que me odia ya que nunca me saluda, hace como que no me conoce y desconozco por qué me trata de esa manera.
Realmente pasamos un lindo día de chicas, Aly me dejó en mi casa y cuando llegué mis padres estaban cenando.
—Buen provecho. —pronuncié y ambos se giraron a verme.
—Hola, hija, no te escuchamos entrar, ¿cómo pasaron el día de chicas?, ¿compraste todo? —preguntó mi madre.
—La pasamos genial, hacía tiempo que no salíamos solas, y con respecto a tu segunda pregunta, sí compré todo, mañana te lo muestro. Ahora, si me disculpan, quiero bañarme e ir a dormir ya que estoy exhausta. —manifesté.
—Pero, Liv, ¿no comerás? —cuestionó mi padre.
—Ya cené con las chicas en el shopping, así que no, estoy llena, gracias. Aparte comí un helado de dulce de leche de postre y estoy que exploto. —reí—. Ah, vi a Leah hoy, se estaba comprando un vestido en el mismo lugar que nosotras compramos, debe de tener un cumpleaños importante. —añadí.
—Mira, hija, ve a dormir tranquila, hasta mañana. —me sonrió mi madre.
—Chao, hasta mañana. —dije y sentí sospecha ya que esa voz de mi madre era de cuando quería ocultarme algo. ¿Qué estará pasando?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro