—Yo, Eleanor Samaras, y Acacia Boirosis éramos amigas del instituto, al terminar la universidad Acacia se iba a casar con Andrew Megalos y yo solo estaba de novia con Leonidas Dimitriou.

—No quería apresurarme, pero el destino era incierto, así que terminamos preparando una boda doble. Todo fue hermoso, muy romántico, y lo más importante, estábamos casadas con quienes amábamos.

—Al regresar de la luna de miel nuestros maridos compraron unas bellas mansiones, las cuales estaban una cerca de la otra, solo las separaban los jardines. Acacia vino a tomar el té, como lo hacíamos normalmente mientras nuestros esposos estaban en las empresas.

—Pero esa vez había algo distinto en Acacia, estaba resplandeciente y con un aura angelical, al llegar lo primero que hizo fue contarme a gritos "Estoy embarazada", la abracé y le llené de besos, felicitándola por la buena noticia. Ya habían transcurrido cuatro meses desde la noticia de Acacia.

—Desde que vi el vientre de mi amiga quise saber qué se sentía tener una vida creciendo en vientre, y sin buscarlo quedé embarazada cuatro meses después de Acacia, a quien le conté emocionada y con lágrimas en los ojos. Acacia estaba feliz, me felicitó y me abrazó y preparamos una cena para celebrar nuestros embarazos dobles.

—Así fue como todo comenzó. Acacia tuvo un hermoso varón, a quien llamó Connor Megalos; y cuatro meses después, Eleanor tuvo a una hermosa niña, a quien llamó Livana Dimitriou. Ya desde la cuna Connor y Liv estaban siempre juntos y a medida que crecieron se volvieron inseparables. Hicieron kínder y la escuela hasta llegar al instituto, donde forjaron amistades inquebrantables. Eran felices, todo era perfecto entre ellos y sus amigos.

POV Liv

—Nuestros amigos son geniales, cada uno tiene su propia forma de ser, pero los amamos a todos por igual.

—Alexander tiene dieciocho años, es el más inmaduro de todos nosotros y el más bromista, por su físico se ve rudo, pero en sí es un chico tierno que nunca le haría daño a nadie. Alysa es mi mejor amiga, confidente y hermana, estamos unidas por un vínculo muy fuerte. Somos muy parecidas en forma de ser; nos gusta la sinceridad y creemos en el amor eterno. Ella es la más bonita de nuestro curso, es rubia y con ojos verdes, es dulce con quienes se lo ganan y pone límites a los que se propasan con ella, pero, es una excelente amiga y siempre tiene una palabra de aliento y consuelo.

—Connor es el chico más guapo del curso, todas están muertas por él, pero no es un casanova, sino que solamente tiene ojos para mí y eso me hace sentir muy especial. Considero un insulto a los dioses que tanta belleza esté en una sola persona; cabello rubio, ojos celestes, rostro perfecto al igual que su cuerpo todo marcado. Es un verdadero Adonis, o el representante de Zeus en la Tierra, pero no sólo es su belleza lo que me conquistó, tiene un carácter especial, es tierno, respetuoso, sincero y siempre quiere estar bien con todos.

—Cande es bipolar, ya que puede estar sonriendo y en dos segundos comenzar a llorar, está obsesionada con las redes sociales, tiene Facebook, Instagram y Twitter, tiene muchos seguidores, unos cuarenta mil entre las tres redes sociales.

—Angelo es el más centrado de todos nosotros, cuando sus amigos —las ovejas negras— están por caer al precipicio, es el quien se encarga de salvarnos y llevarnos por el camino adecuado, es dulce y está lleno de paciencia para poder aguantarnos a todos nosotros.

—A Bastiaan le encantan las chicas rubias de ojos claros, él es un romántico empedernido, pero es muy tímido para declararse a alguna chica a pesar de que ellas lo persiguen. Es muy lindo, tiene cabello castaño, ojos grises, labios turgentes, un cuerpo bien marcado y es muy alto.

—Basha es la típica chica que sigue a los demás, tiene un problema con decir que no a pesar de que no le guste el lugar donde van sus amigos, siempre nos complace, es tranquila, alegre y muy bonita.

***

Connor y Liv desde sus seis añitos les decían a sus madres que ellos eran novios, lo que hacía que ambas madres se rieran y los miraron con ternura, ya que ellas pensaban que lo que sentían era una muy fuerte amistad.

Pero los pequeños durante la etapa de niñez eran como el reflejo de un espejo, ambos se conocían y sabían los gustos del otro con exactitud. Tanto en comida, programas, deportes y más, ya que eran inseparables.

Al ser adolescentes no pasaba un día en el que no se vieran.

Llegó el cumpleaños número quince de Connor, el cual lo celebraron con un baile en su casa. Estaban sus amigos Alexander, Angelo, Bastiaan, Alysa, Basha, Candace, y su mejor amiga, Liv. La pasaron estupendo, acompañaron ese momento con comida rápida, piscina, música y bebidas.

Cuatro meses después fue el cumpleaños de Liv, este se celebró en su casa con una parrillada, música, alcohol, y una fogata. Todos la pasaron excelente.

El último en irse fue Bastiaan, que estaba acompañando a Connor, y en cuanto estuvieron solos Liv tomó su mano y se acercó a su oído.

—Ven, acompáñame. —dijo en un susurro ya que sus padres estaban durmiendo. Los chicos comenzaron a caminar hacia una zona retirada del parque de la mansión de Liv.

— ¿Adónde vamos, Liv? —preguntó Connor.

—A nuestra cabaña de niños, ¿la recuerdas? —cuestionó y él asintió.

Al llegar a la puerta Liv lo frenó, mirándolo fijamente a sus ojos celestes.

—Connor, yo para tu cumpleaños quiero darte un regalo único y especial. —comenzó—. Te lo quiero dar hoy ya que tenemos la misma edad. —explicó. 

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