Taming the Supergirl

Rosie sabe que es un privilegio ver a Jisoo así.

Había algo en el hecho de tener a Jisoo tumbada para ella, sumisa y deseosa de su toque. Era un poder que sentía que sólo ella tenía: la capacidad de tener a la otra chica así.

Sabía que era la única que la había visto así y ese conocimiento era más excitante de lo que jamás admitiría. Pero no dejó que su propio deseo la distrajera de su tarea. Ver a Jisoo perder la cabeza por el placer era su principal objetivo.

Siempre empezaba despacio, provocando a la otra chica a través de su ropa interior, pasando los dedos por su clítoris bajo la tela para ver cómo se retorcía mientras se empapaba del material.

A Rosie le encantaba llevarla casi al límite sin llegar a tocarla. Porque sabía que Jisoo era más propensa a tener orgasmos de clítoris que de los otros.

Y aunque sus dedos en el interior hacían que la mayor se retorciera, sabía que sería la punta de su lengua o la de su dedo pintando círculos sobre su clítoris lo que la haría gritar -agudo y desenfrenado- mientras su espalda se arqueaba sobre las sábanas sudadas, derramando su liberación para empapar la cama.

A veces, Rosie se limitaba a ver cómo el líquido salía del cuerpo tembloroso de Jisoo para ser absorbido por la ropa de cama. Otras veces, intentaba atrapar todo lo que podía en su boca, tragando el líquido ácido para poder saborearlo en la parte posterior de su lengua.

Sólo cuando Jisoo se relajaba sin huesos en el colchón, hacía un movimiento hacia su propia liberación, deshaciéndose de ella si no lo había hecho ya, y presionando las piernas de Jisoo hacia arriba para poder sentarse a horcajadas sobre ella y presionar sus núcleos.

Nunca duró mucho entre ellas, ya que Rosie estaba tan cerca de ver a la otra chica correrse y Jisoo seguía tan sensible por su orgasmo. La mayoría de las veces, Jisoo se corría primero -el cuerpo se estremecía casi violentamente mientras se agarraba debajo de Rosie mientras montaba su segunda descarga y se derramaba contra la propia feminidad de Rosie.

Después de eso, sólo fue cuestión de unos cuantos movimientos más de sus caderas para que se corriera con fuerza con el nombre de Jisoo en los labios.

Después, con Jisoo jadeando a su lado -sudorosa y sonrojada y quejándose de cómo las sábanas húmedas se le pegaban a los muslos-, Rosie no pudo evitar sonreír contra el cuello de Jisoo, depositando besos allí hasta que la otra chica se relajó contra ella.

Y por mucho que a veces quisiera levantarse y decirle al mundo que estaba al tanto de algo maravilloso que ellos nunca tendrían. Pero en lugar de eso, se conformó con rodear el aliento de Jisoo, suave contra su mejilla, pero su piel aún más suave.

bueno con esto finaliza fetiche, si alguien tiene o quiere que adapte un one shot, no duden a escribirme 👋