Yo Soy... ¿Yugi?
— ¿Sabes quién soy?. —
—¿Eres alguien cercano a mi?.
El tricolor miraba con confusión al viejito que hace un par de horas había llegado al hospital para ver a su nieto.
— Soy tu abuelo Yugi. —
El menor estaba tan confundido aún que cierta parte le alegraba saber que no estaba solo, que contaba con alguien.
— ¿Yugi?. —
— Ese es tu nombre. — Le dijo Salomón. — El golpe tal vez te borro tus recuerdos. —
— Puede ser... Bueno, realmente no se que me paso, pero creo que eso me importa menos ahora que sé. — Yugi tomo la mano de su abuelo. — Qué estas aquí. —
Su abuelo sonrió con alegría y cierta tristeza al ver su nieto sin recuerdos.
“No te tardes faraón. Yugi te necesita.”
"Dos horas más tarde.
— ¿Estas listo?. — Pregunta Salomón esperando por Yugi. Este sale vestido con un pantalón rasgado de las orillas, una camisa blanca, una chaqueta del mismo color que su pantalón y de calzado unos zapatos del mismo tono.
— Sí... — Yugi miraba el vestuario, no sabía que antes de su accidente usaba esas ropas, ¿su pantalón era así?. — Hay que irnos a casa, creo... —
— Claro. Vamos. —
"Mientras tanto.
— Así que cachorro, ¿entiendes el plan?. — Seto miraba seriamente al rubio quien miraba la vista desde el décimo piso del departamento, miraba la cuñiudad y lo calmada que estaba, por ahora.
— Sí, entiendo el plan. — Hablo seriamente Joey girando su vista hacia su novio. — ¿Qué hay de Atem?. —
— Aún no tengo noticias sobre él, me preocupa... Pero la prioridad ahora es Yugi. —
— Odio esto. — Dijo Joey. — Cada vez que tenemos un poco de paz, esta es ¡interrumpida!, ¡¿Por qué no sólo el mal se queda estático para siempre?!. ¡¿Por qué no sólo desaparece?! —
— Calmate. — El castaño sostiene a su novio de los hombros para luego abrazarlo con fuerza. A Joey se le cristalizan sus ojos de la impotencia que siente. Seto por su parte también siente lo mismo que Joey; impotencia, enojo y rabia. — Todo estará bien. —
*Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro