Desconcierto.
Habían pasado los días, los cuales fueron muy desconcertantes y confusos. Parecía que mi antiguo yo, no quería volver, además, estaba el hecho de que me sentía completamente diferente.
Miró hacia arriba y veo que las estrellas de la noche brillan intensamente, jamás he visto una noche así o tal vez no la recuerdo.
Pero siento como si esta fuera la primera de muchas noches que no me siento yo mismo.
¿Hay algo mal en mí?.
— Deberías descansar. — Me pide aquel venerable anciano.
— Sí, solo quería ver la vista. — Le dije cerrando la ventana de mi habitación para luego voltearlo a ver con un uniforme en manos. — ¿Un uniforme escolar?. —
— Vas a la universidad mañana. Es tu último año Yugi. — Deja el uniforme en mi cama. — Pensaras que es muy pronto para ir de nuevo a la escuela, pero no creo que tu inteligencia se haya ido, solo tus recuerdos. —
— Entiendo a que punto vas, Salomón. — El rostro del abuelo se le desfigura en una mueca llena de dolor, aún no está acostumbrado a que lo llame por su nombre. Carraspe mi garganta y me corrijo de inmediato. — Abuelo. —
— Solo... Solo procura asistir, ¿sí? Y no te sientas presionado. Ve a tu propio ritmo. —
—Okey. — Digo bajito. — Te prometo que trataré de re-tomar mi vida. —
Espero eso.
....
— ¿La universidad?. —
Atem toma aquel portafolios llenos de papeles e identificaciones falsos.
— Yugi, asiste al último año, así que, se me ocurrió que tú también fueras para que estés más cerca de él y lo cuides. —
El castaño toma su identificación; un pequeño gafete donde porta la fotografía y el nombre del nuevo chico universitario.
“Jaden Yuki.
25 años de edad.”
— Me siento mal por engañar así a Yugi. Es decir; no me puedo presentar ante él tal como soy. — Baja la mirada mientras se cuelga su mochila.
— Piensa que lo haces por el bien de él, Atem. — Seto, se levanta y se para justo delante de aquel joven “Jaden Yuki.” y le extiende una tarjeta negra.
Atem le mira extrañado.
— No es necesario que me des dinero, solo actuar como...
Pero el de ojos Zafiro pone los ojos en blanco y se lo pone en la palma de la mano del universitario para luego volver a su asiento.
— Si te vas a volver a universitario totalmente, debes gastar dinero, además, te hará falta para que te alimentes. Solo recuerda, no te exceda en el presupuesto, por que si lo haces te lo retiraré de inmediato. Además deberas de cumplir con un estricto horari: iras a la universidad, tendrás una vida como todo universitario, te vuelves amigo de Muto y lo vigilias hasta que aparezca de nuevo aquel bastardo, después de eso, lleva a Yugi a su casa y te de vuelves a casa, ¿de acuerdo?. —
— ¿Acaso has tomado el rol de ser mi mamá o qué?. —
— Pues sí, algo así. Además que es la identidad de una mujer que he metido para pasar desapersivido. —
Atem alzó sus cejas sin poder creerlo y y Kaiba enseguida sacó una identificación falsa.
— Mujer de 39 años; Ana Ford, ama de casa y felizmente casada. Tiene un hijo. — Lee Atem con cuidado, mientras ve las características de la "mujer" : Cabello castaño, alta, esbelta, ojí azul. — Se ve muy joven para tener 39 años. —
— Gracias, en realidad soy yo con ayuda del photoshop. —
— Jamás te entenderé, pudiste hacerte pasar por mi padre. —
—Sí, lo sé, pero aquel papel ya estaba ocupado. — Responde Kaiba sacando otra identificación falsa. En esta mostraba a un hombre de 35 años, pero sus facciones eran un poco más maduras que la anterior, de cabello rubio cenizo, ojos color como la miel y barba.
De inmediato Atem supo identificarlo.
—¡¿Joey es mi padre?!. —
— Así es. — Dijo Kaiba. — Aceptó ayudar en todo lo que pudiera. Así que ahora es tu padre: el señor Yoshida Yuki. —
Atem se llevó la mano al puente de su nariz, ¿cómo iba a lidiar con sus "padres" si estos estaban expuestos al peligro.
— Esto no es... —
— Antes de que digas una cosa. Dejame detenerte y explicarte algunas cosas, Atem: punto número uno, no debes de hacer solo esta arriesgada misión, podrías morir intentando acercarte a Yugi. Punto número dos, Joey se propuso para ayudar y yo también, todo fue voluntario y aún que te niegues a que cooperemos, te vamos ayudar sea como sea. Punto numero tres: aquella cosa anda por ahí, acechando a Yugi, queriéndolo matar; Piénsalo así, mientras más seamos, más probabilidades hay de que Yugi este bien. —
— Y hay más probabilidades de que salgan heridos o... Muertos. — Lo último lo susurro Atem, pero Kaiba había escuchado.
— No te preocupes por nosotros. Preocúpate por Yugi, él es la prioridad en esto. —
— ¡Pero ustedes...!.—
— Has escuchado a Kaiba, Atem. — Por la puerta entran un grupo de chicos y todos liderados por una mujer castaña que mira con gracia y emoción al ver al joven "Jaden Yuki".
Atem por su parte no puede creer a quién vuelve a ver.
— ¿Chicos?. —
— Hemos recibido la llamada. — Habla ahora una pequeña rubia. — Y no dejaremos a Yugi a su suerte. —
— Estamos aquí para ayudar. — Dice un castaño.
*Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro