sólo les diré algo:

prepárense para lo que viene.

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025.

Y tal como le había dicho a Mary, había vuelto a casa para buscar algo.

Revuelvo todas las gavetas, ya que no recuerdo el lugar exacto en el cual lo había guardado, y cuando, finalmente mis dedos tocan la pequeña cajita de gamuza al fondo de una de las tantas gaveta, no puedo evitar sonreír.

La sacó y la abro, admirando su contenido y la guardo en uno de mis bolsillos, luego me preparo para volver a Adelaida. Dejo a Trueno con mis hermanos y una vez que he comprado algunas chucherías que pueda comer por el camino, enciendo mi auto listo para unas 15 horas de camino.

[...]

Cuando llego al hospital sé exactamente a donde ir, y no me detengo hasta que llego a la habitación. 

Las sillas del pasillo están vacías y me pregunto a dónde fue todo el mundo, pero eso no me detiene de tocar la puerta con mis nudillos. No obtengo respuesta, por lo que concluyo que Mary está durmiendo y me atrevo a entrar, comprobando que mi novia está durmiendo.

Siendo sincero, la veo más decaída que hace dos días.

Me acerco a ella y le doy un beso en la frente, luego me siento en la silla que está a un lado de la cama, notando que la he despertado. 

Ella me sonríe levemente, se nota cansada.

— Hola,  Ash —su voz es apenas un susurro, dado a que acaba de despertar—. Volviste, ¿conseguiste lo que fuiste a buscar en Sidney?

— Hola, amor — le sonrío, y entonces busco la cajita en mi bolsillo— Si —y se la muestro.

Sus ojos se abren a tope, dándose cuenta de lo que es. Una mano va hacia su boca y sus ojos comienzan a cristalizarse.

— No llores, aún no he dicho nada —río un poco y busco las palabras correctas para decirle—. Marya, definitivamente no planeaba hacer esto así, pero la situación me obliga a hacerlo y no quiero  esperar más para hacerlo. Nos conocemos desde hace años, y sinceramente, no hay otra persona con la cual me imagine un futuro si no es contigo. Con este anillo —abro la cajita—, te invito a ser parte de mi futuro, porque eres la mejor persona que he conocido en mi vida, porque has estado allí conmigo en mis peores momentos y también en los mejores y porque sencillamente te amo, ¿quisieras casarte conmigo?

Tengo una gran sonrisa en el rostro y estoy a punto de llorar.

— Ashton, y-yo, hay algo de lo que debemos hablar antes de que pueda responderte a esa pregunta, aunque ya sabes la respuesta —ríe entre su llanto, y luego se limpia el rostro—. Debí haberte dicho esto desde hace mucho tiempo, pero necesito que entiendas que tenía miedo —con gran dificultad, y como si todo el cuerpo le doliese, se sienta en la cama—, Ashton, por favor, por favor, prométeme que no va a importar lo que te voy a decir y que vas a seguir amándome y que vas a perdonarme. 

— Estás asustándome, Mary. Habla ya —mi sonrisa se desvanece y mi ceño se frunce.

— Promételo.

— ¡Está bien, te lo prometo! ¡¿Qué está pasando?!

— Ash, estoy malditamente enferma —las lágrimas rebosan sus ojos.

— Pero vas a mejorar pronto, ¿no? Me dijiste que ibas a mejorar pronto —mis nervios comienzan a alterarse.

Mary muerde sus labios y su llanto aumenta, luego niega con la cabeza.

¿Qué significa todo esto?

— Estoy muriendo, Ashton. No tengo anemia, nunca la tuve. (cuRRENTLY CRYING SO HARD) Mi corazón está averiado, no funciona como debería, nunca lo hizo; estoy muriendo, puedo sentirlo. No me siento bien, cada día empeoro y no sé si vaya a despertar el siguiente. Cuando me fui de Sidney me dijeron que tenía unos tres meses de vida, y si eres bueno sacando cuentas, ya no queda mucho tiempo, tal vez el plazo se haga menor. Me estoy deteriorando muy rápido. 

Siento como si mi corazón se paralizara, y soy un mar de lágrimas.

No puedo creer todo lo que me está diciendo, y cierro la cajita gamuzada casi de inmediato. 

Mi corazón está roto en miles de pedazos.

Mary estaba muriendo frente a mis ojos y nunca lo notó.

Mary morirá pronto, y se llevará mi vida con ella.

Y por consiguiente también a la de nuestro bebé.

Ninguno puede parar de llorar y en lo que puedo, la abrazo fuertemente, sin poder imaginarme cómo será el no poder hacerlo nunca más. La beso con todas mis fuerzas mientras los pedazos de mi corazón caen al suelo.

— Quiero que sepas que nunca voy a perdonarme el no haber tenido el valor suficiente de decírtelo antes de que todo esto sucediera. Por esto nunca te dije nada sobre el bebé, porque sabía que nunca iba a nacer. Me siento inútil y no sé que hice para merecer que todo esto nos sucediera —solloza fuertemente.

No soy capaz de decirle absolutamente nada, no tengo palabras para decirle.

Estoy molesto, estoy decepcionado, pero por sobretodo estoy destrozado.

— Recuerdo el día en que me dijiste que te ibas —miro mis zapatos—, ese día pensé que el mundo se me caía encima, que nunca iba a sentirme peor; pero hasta ahora me doy cuenta de que estaba equivocado —sorbo mi nariz y limpio mi cara—. Y Mary, quiero que sepas que sigo amándote —la miro—, y que te perdono. Así que —me pongo de rodillas y abro una vez más la cajita—, aunque sea lo último que hagas en tu vida, ¿me harías el honor de aceptar casarte conmigo? —trato de luchar contra las lágrimas, pero no puedo ganarles. 

Su rostro está empapado en lágrimas y me da una sonrisa.

— Por supuesto que si, Ashton, acepto casarme contigo aunque sea la última cosa que haga en mi vida.

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nO TIENEN IDEA DE LO MUCHO QUE ESTOY LLORANDO CON ESTO.

creo que el capítulo que viene va a ser el último...

gracias a @asshton por ayudarme con este capítulo, love you lots.