022.

Mis piernas fallan momentáneamente y amenazan con lanzarme de rodillas al suelo, pero soy lo suficientemente rápido como para sujetarme de lo quiero que encuentro a mi alcance, que resulta siendo el hombro de la enfermera que ha tratado de detenerme cada vez que he intentado entrar a la habitación.

Mi mente se nubla por completo y no soy capaz de pensar coherentemente, y la sensación de estar cerca de perder el conocimiento sigue haciéndose presente en mi cuerpo, y conforme van pasando los minutos se hace más y más fuerte.

Mi corazón está latiendo desenfrenadamente, siento como mi frente comienza a llenarse de una fina capa de sudor, mi respiración está acelerada y no puedo pronunciar ninguna palabra. 

Todos me observan como si fuese un bicho raro o algo por el estilo, pero la preocupación está viva en sus miradas. 

Noto como Calum se levanta rápidamente de la silla en la cual estaba sentado y con eso Michael se apresura a ayudarme a tomar asiento, en pocos minutos mi amigo de tez morena vuelve con una vaso de agua en su mano y el teñido lo toma, para luego ofrecérmelo; lo cojo, mas no bebo ni un sorbo del mismo. Luke seca mi frente con una servilleta y yo miro a todos y cada uno de los presentes en el pasillo.

¿Cómo podían haberme ocultado esto?

Estoy atónito y no sé cómo actuar.

— Bebe un poco de agua, estás demasiado pálido —Michael insiste, y aunque no quiera hacerlo, le obedezco.

— ¿Cómo? —las palabras salen de mi boca seguidas de un jadeo— ¿Cómo demonios pudieron ocultarme esto? —estoy básicamente gritándoles, y en el momento en el cual intento levantarme, Luke lo evita— Todos ustedes, ¿¡cómo!? —mis ojos repentinamente se llenan de lágrimas.

Tomo una bocanada de aire y con eso basta para que rompa en llanto, tomando mi cabeza entre mis manos y apoyando mis codos sobre mis rodillas. No sé exactamente porqué estoy llorando, pero estoy realmente abrumado.

Siempre pensé que cuando supiera que iba a tener mi primer hijo, iba a ser el momento más feliz de toda mi existencia, pero esto es completamente opuesto a aquel pensamiento.

— Necesito salir de aquí —limpio mi rostro rápidamente y logro levantarme de la silla. 

Nadie me lo impide. 

— Ashton, quédate, por favor. Estoy segura de que ella podrá explicarte todo este lío—Maura, por primera vez en mucho tiempo, interviene.

— ¿¡Cuándo me lo va a explicar!? —abro mis brazos al aire— ¡Si ni siquiera fue capaz de decirme que estaba esperando mi hijo antes de irse de la ciudad! —río amargamente— Sólo déjenme solo —y comienzo a caminar lejos de allí.

Nadie me sigue.

No soy capaz ni de mirarles a la cara. 

Salgo del hospital y me quedo mirando hacia el estacionamiento, luego me siento en la acera de la entrada del recinto, y continúo llorando, sin importarme quien pueda verme.

Prefiero ser vulnerable frente a gente que ni sabe mi nombre, a quedarme allí dentro con las personas en las que más confiaba que, casualmente, me han ocultado el embarazo de mi novia.

Cuando finalmente logro dejar de llorar busco la pared más cercana y apoyo mi espalda en ella, cierro los ojos y suspiro. He estado atrapado en esta red de mentiras por mucho tiempo, y hasta ahorita es que vengo a darme cuenta de ello. 

He sido un maldito estúpido al creer que Mary me decía siempre la verdad porque me amaba, y lo peor del caso, es que yo mismo sé que ella confía más en nuestros amigos que en mi, les cuenta más cosas a ellos que a mi. 

Estaba completamente cegado porque la amo, y cuando hay amor, hay comunicación, hay confianza; pero, al parecer, ella no piensa de la misma manera que yo.

— Ashton, ¿puedo hablar contigo?

— Vete a la mierda, Michael. He dicho que quiero que me dejen solo —aunque no le miro, sé que se ha sentado a mi lado.

— Mary está consciente, y quiere verte justo ahora.

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tres actualizaciones seguidas, sip, volví al juego bbys.