006. part. 2.

- Ya está todo, ¿cierto? -mi madre mira hacia las maletas, antes de volver a mirarme a mi.

- Si -suelto en un pesado susurro luego de haber mirado a mi alrededor, tratando de asimilar toda la situación- ¿De verdad todo esto está pasando?

- Sabías que algún día iba a pasar, Mary.

- Pero no tan pronto -paso mis manos por mi nuca- ¡Sólo tengo 19 años! -comienzo a alterarme progresivamente.

- Mary, cálmate -me abraza por los hombros.

- Estoy bien, ¿vale? -aprieto su mano, reconfortándole- Sólo es que no quiero, mamá. No quiero -mi pecho comienza a apretarse, y mis ojos a llenarse de lágrimas.

- Mary, hija; no es algo que tú o yo, incluso tu papá, hayamos querido. Desgraciadamente pasó -su voz está llena de tristeza y culpabilidad- Debo irme. Ven, bajemos todo esto -señala alrededor.

Dejo salir un gran suspiro y me dispongo a ayudarla con mis cosas, negándome a creer que realmente todo esto está pasando.

[...]

Luego de que mi madre se fuera, miré la hora, 22:30.

¿Qué tanto se habrán inventado los chicos para mantener a Ashton ocupado? Mi corazón comienza a palpitar con fuerza y nerviosismo, sabiendo que en algún momento debo avisarle a Michael de que ya todo está empacado; y que por lo tanto, Ashton puede volver a casa.

Juego con mi celular entre las manos, y antes de poder pensarlo dos veces, lo hago.

"Michael, ya está todo listo. Pueden dejarle en libertad."

"¡PERFECTO! ya no encontraba qué más inventar. Es demasiado molesto, ¿cómo lo toleras? ¡ESTUVO A PUNTO DE TEÑIRME EL CABELLO!" 22:35

"Teñido, te extrañaré. Mucho. Dale un abrazo a los chicos de mi parte. Gracias por todo." 22:38

"Nosotros también, princesa. Ashton está saliendo, buena suerte." 22:40

Me congelo, y lo único que puedo hacer es correr escaleras arriba; intentando no entrar en pánico. Me hago un ovillo bajo la sábana, esperando con nerviosismo el momento en que la puerta se abra; cosa que sucede unos -demasiados- cuantos minutos después. Me quedo quieta anhelando su voz.

- Mary, -su voz se hace presente en la habitación- ¿por qué están tus maletas abajo? -el colchón se hunde a mi lado. Sus dedos toman la sábana y la quita de mi rostro.- ¿Te vas de viaje? -su ceño se frunce mientras juguetea con el cabello que está sobre mi frente. Me limito a negar con los cabeza, porque sé que si hablo, me derrumbaré en este mismo instante.- ¿Entonces? -sus dedos pasan a mi mejilla y me levanto bruscamente de la cama y luego abro el armario, que se encuentra vacío sin contar la ropa y zapatos de Ashton.- ¿Qué demonios? -se levanta de la cama, abriendo y esculcando en mis cajones vacios.

- Ashton, me voy -evito todo contacto visual con él.

- ¿Qué quieres decir con que te vas? -se acerca a mi, en un ritmo lento y desesperante. Me toma del mentón y hace que mi mirada choque con la suya.

- A mi padre lo han ascendido -el mentirle es lo que más me duele. Mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas.

- ¿Cuándo pensabas decírmelo? -su voz es dura, pero su mirada se ve completamente afligida, triste y cristalina.

- Mamá me lo ha dicho ayer.

Le abrazo con fuerza, separándome unos segundos después para besarle. Sus brazos rodean mi cuerpo y sus labios se acoplan a los míos lenta y dolorosamente; sus mejillas mojadas chocan contra las mías. Nos quedamos así hasta que necesitamos aire. Cierro los ojos con fuerza y él apoya su frente contra la mía. Me niego a abrir los ojos. No puedo verle llorar. Simplemente no puedo.

- No te vayas, por favor. No puedo hacer esto solo -susurra- Ya eres mayor de edad. Mira, puedes quedarte aquí, conmigo. Yo hablaré con tus padres, verás como te dejan quedarte aquí -su voz rota me destroza.

Abro los ojos cuando le siento alejarse de mi.

- Ashton, me voy mañana -digo con un hilo de voz. Él gira a mirarme, con los ojos bastante abiertos y halando su cabello con sus manos, sé que está tratando de mantener la calma absoluta de la situación.

- ¿Qué? -suelta en un susurro apenas audible- ¿Maña...?

No aguanto más y me abalanzo contra su cuerpo, tomándolo por la nuca y callándole con un beso de ritmo desesperado, el cual suaviza luego de que me acerca a él tomándome de la cadera. Comienzo a levantar su camisa, sintiendo la piel caliente de su pecho erizándose bajo mis dedos. Se separa de mi y termina de sacarla. Su mirada me recorre y me estremece. Me mira con tristeza y deseo. Vuelve a acercarse a mi y en cuanto me besa, rodeo su cintura con mis piernas y él comienza a caminar hacia la cama, recostándome suavemente contra el colchón aún con sus labios pegados a los míos.

Nuestras prendas desaparecen y entre profundas miradas y sentimientos, soy suya, tal vez, por última vez.

El cuerpo de Ashton cae a mi lado, y lo atraigo de nuevo hacia mi, en busca de un último beso, el cual me concede colocando su peso sobre sus codos a cada lado de mi cabeza. Es lento y lleno de sentimientos. Dura más de lo que nuestros pulmones pueden soportar y nuestras miradas se conectan cuando nos separamos.

- Ashton, perdóname. -acaricio su mejilla y él me vuelve a besar suavemente, dándome a entender con esa acción de que estoy perdonada.

- No es tu culpa, supongo - se encoje de hombros y sus ojos están apagados- Te amo, Mary. Te amo demasiado -besa mis labios entre cada palabra.

- Te amo, Ash. -me acurruco contra su pecho y él me estruja fuertemente contra su cuerpo, soltando un sollozo. Beso su pecho y acaricio su brazo tratando de calmarle.

Luego de unos minutos su cuerpo se relaja y su respiración se vuelve pesada, se ha dormido.

- Lo siento tanto -susurro en un sollozo.

Lo atraigo un poco más a mi cuerpo y me duermo llorando silenciosamente, dejando un gran rastro de lágrimas sobre su pecho, y con un gran dolor en el corazón.

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editado.