Ok, antes que nada creo haberles dicho a las que participen en el concurso que les iba poner la imagen abajo en el capitulo pero se me pasó ;-; por lo tanto al final del capitulo se los pondré ¿Ok?

Disfruten el capítulo

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Mi aire se acababa, necesitaba salir ya, ahora mismo pero algo no me dejaba salir, no me importaba que hubiera comido esa fruta del diablo, quería salir. No quiero morir... no ahora.

Sentí la marea arrastrándome más y más lejos de la playa, lo se porque mis pies ya casi no alcanzaban la arena rasposa, mi miedo se apoderaba de mí, perdí mis lentes en el agua y la oscuridad de la noche no me ayudaba.

Empiezo a ver todo oscuro, batallo para no desmayarme... no lo haré... no lo haré... no lo.... no lo.... no... no...

....

[...]

-¡Por favor despierta! -lloró.

Abrí los ojos lentamente y observé a todos mirarme asustados, Luffy me abrazó y se fueron multiplicando las personas en el abrazo.

-¿Qué...?-comencé a hablar algo aturdida. -¿Cómo llegué aquí?

-¡No importa! -me abrazó Luffy con más fuerza.

Suspiré con los ojos cerrados... ¿Quién me sacó? No lo sé.

-Akane, necesito que me digas ¿Qué pasó? -Nami me miró seria.

No sabía que decirle, mis manos se pusieron nerviosas y entonces veo a Sanji recargado en la puerta estaba asustado, eso sí...

-Pues -empecé a hablar- estaba con Zoro pero bebimos mucho y caí al océano, ya sabes, estaba...

-Lo sé. -me interrumpió. Suspiró y me soltó. -Ok, ya pasó, Luffy -volteó a ver a Luffy. -Sigue con el entrenamiento de Sanji-kun.

Dijo y se fue por la puerta, Luffy me miró y me dejó su sombrero para luego sonreír y desaparecer.

-Luffy... -susurré y sonreí.

Me quedé en la cama tratando de volver a la normalidad mis músculos, que estaban muy tensos, se abrió la puerta bruscamente y llegó Sanji con Zoro por detrás.

-Akane, lo siento de verdad. -dijo Sanji mientras se acercó.

-¡Alejate! -grité haciendo que mi voz hiciera eco. -No te acerques. -dije con voz quebrada.

-¿Q-qué sucede? -dijo Sanji tartamudo y se acercó.

-¿¡Qué sucede!? ¡Maldición, Sanji! -me enojé. -¡Me pateaste y eso hizo que casi muera! ¿¡Qué mierda fue eso!? -le empecé a decir con los ojos cristalinos. -¡Y no mencioné cuando atacaste a Zoro! ¿¡Qué mierda te pasa!?

Zoro estaba con los brazos cruzados y se veía tenso recargado en la puerta pero no dijo nada.

-¡Obviamente voy a estar tenso! ¡Solo despierto y me dicen que mi memoria desapareció! ¿¡Crees que es fácil vivir con eso!? -me sujetó por los hombros. -¡Y cada vez que te miró algo me dice....! -paró en seco.

Mi mirada cambió por una estresada.

-¿Te dice qué? -lo mire seria.

-¡Que me ocultas algo! ¡Algo importante, joder! -dijo doloroso.

Mi corazón latió, y mi ira se apoderó de mí, obviamente yo dejé que se apoderara.

-¿¡Quieres saberlo!?, ¿¡Quieres saberlo!? -lo empujé.

-Akane. -Zoro trató de pararme con la mirada.

-¡No, Zoro! ¡Si quiere saber todo lo que pasa es su problema! -le grité, voltee a ver a Sanji. -¡Sanji, tú....! -paré. No podía decirle, me arrepentiría, miré a Sanji y luego voltee hacia abajo y luego a Zoro y de nuevo a Sanji. -¡Me hiciste la vida imposible de nuevo! -le grité y salí corriendo.

-¿Akane has visto a Sanji? -dijo Nami apenas salí del cuarto en la isla.

-Adentro. -dije y volví a correr.

Corrí como si no hubiera alguien a quién esperar, corría y corría no me importaba si me perdía, tropecé con una raíz que estaba por ahí y caí.

Me levanté de poco en poco y me sobe la cabeza.

-Que dolor...- dije adolorida.

Se escucharon unas risas, y las dos eran conocidas, me acerqué a unos arbustos y vi a Luffy y a Reiko riendo.

-¡Luffy-san! -dijo entre risas Reiko.

-¡Perdón! -se carcajeó Luffy y se palmeaba su rodilla.

Me quedé confusa, ¿Cuánto tiempo habían estado estos dos juntos? De Luffy no pensaba nada pero de Reiko sí, sus mejillas están de un color rosado.

Vaya, vaya ¿Qué tenemos aquí?

De un momento a otro olvidé lo que pasó con Sanji y los demás, con los vectores le dejé el sombrero a Luffy un poco atrás de él y me retiré.

[...]

No le dirigí la palabra a nadie, menos a Sanji y Zoro, que ya no sabía que pensar de ellos, al terminar de cenar, salí directo a la playa, era de noche y la luna pintaba de blanco la noche.

Me senté en la arena, apoyé mi cara entre mis piernas y no pensaba moverme de aquí.

-Hoy no te ví. -dijo Sanji haciendo que me sobresalte.

-¿Y? -dije haciéndome a un lado, alejándome de él.

Me miró y luego a la luna.

-Tú eras la que debía enseñarme unas técnicas. -dijo, voltee a verlo triste, solo veía su flequillo.

-Perdón, Sanji... pero... Ya no sé que pensar de ti. -dije admitiendo.

-¿Qué? -me miró confuso.

-Despiertas y soy la chica más triste del mundo, al saber que no recuerdas nada, atacas a todos y te tengo miedo, recuerdas mi nombre ¡Y me vuelvo a emocionar! -dije gritando y me dejé caer en la arena boca arriba y me tapé los ojos con el ante brazo -Y después casi me matas... de nuevo.

-Es solo que... -me miró y se recostó quedando al lado mio y cara a cara. -Me gustaría saber como era la Akane que conocía mi yo anterior.

Suspiré y noté ese cabello tapando ese rostro quedando tan lindo en sus ojos.

-Bueno, puedo enseñarte ahora. -dije parándome. Me imitó y quedamos frente a frente, me refiero a frente a cuello, Sanji es más alto. -Quédate aquí.

Corrí al barco que no estaba muy lejos y me puse unos jeans flexibles y una blusa blanca y me amarré el cabello en una coleta, al llegar me miró y sonrió.

-Pero que bella señorita. -sonrió.

Sonreí por igual un poco roja.

-Mira, ponte en esta posición. -me puse en ataque.

Me imitó un poco tambaleante, sonreí y lo ayudé a acomodarse, se sonrojó un poco haciendo que mi corazón se derritiera, le estuve enseñando posturas y algunos ataques que él solía hacer por unos 30 minutos.

-¿Cómo sabes todos mis ataques? -dijo agotado, tenía su pantalón arremangado hasta sus rodillas al igual que las mangas de su camisa estaban hasta su codo, sin soltar ese cigarrillo.

-Tú me los enseñaste. -sonreí, el sudor corría por mi cara al estar igual de agotada. -Recuerdo ese día como si fuera ayer, estábamos platicando y llegamos al tema de tus patadas, me dijiste que estarías ahí para ayudarme siempre que lo necesitara, pero yo te pedí que me enseñaras algunos ataques por defensa propia y así fue.

-¿Te dije que te ayudaría siempre que lo necesitaras? -resaltó esa frase.

-Ehh... -mis mejillas ardieron y interactué con las manos. -Sí, ya sabes somos un equipo. -reí nerviosa.

Me miró entre cerrando los ojos.

-Bueno, supongo que... tendré que hacer eso. -sonrió cansado.

-No es necesario, ya sabes. -reí nerviosa negando con las manos.

Se acercó a mí, me miró y me tomó de las manos.

-Lo haré, preciosa, sabes que sí. -me besó la frente y me susurró. -Buenas noches, Akane-chan.

Y se retiró, caí de rodillas con un calor intenso en las mejillas, mis lentes se empañaron y me los acomodé, al hacerlo me empujaron.

Nami, Reiko y Mia gritaron como locas y Robin reía por lo bajo.

-¡Que romántico! -gritó Mia y empezó a llorar.

-¿Porqué lloras? -pregunté nerviosa.

-Lo siento, lloro sin controlarlo -sonrió y me abrazó más fuerte.

-¿¡Qué paso!? -preguntó Reiko emocionada.

-¡Me espiaban, groseras!.... y Robin. -aparté a la pelinegra de las "groseras"

Nami rió y después Reiko y le siguió Mia.

Llegamos a la casa de madera que por alguna razón tenía luz, oh claro tenemos a Franky ese hombre hace milagros. Al sentarme en la mesa después de servirme limonada por tanto trabajo, Mia empezó a gritar.

-¿¡Qué sucede Mia-chan!? -dijo Nami preocupada.

-¡Es mañana! -dijo con los ojos brillando.

-¿Qué es mañana? -dijo Reiko con un toque de curiosidad.

Los chicos llegaron corriendo por lo tanto habían abierto de un portazo la puerta.

-¿¡Qué sucede!? -preguntó Luffy.

-¡Es mañana! -dijo Mia.

-¡Oh cierto, mañana! -respondió Luffy.

¿Luffy sabía que pasaba mañana? Todos los chicos lo miraban con curiosidad.

-¿Qué es mañana, Luffy? -preguntó Usopp.

-No lo se, solo seguía el juego. -dijo.

-¡Serás tonto! -recibió un golpe de parte de Nami y Usopp.

-Chicos, mañana es mañana. -dijo Mia bailando con ese toque encantador.

-¿Qué es mañana, kawaii-san?-preguntó Robin.

-¡Mañana es el baile de la luna! -dijo con esos ojos lila emocionados. -¡Es un baile donde personas que bailan esa noche juntas, marcan su destino por siempre, osea que estarán juntas hasta el infinito. -dijo posando sus manos en su rostro.

-¿Cómo es eso? -preguntó Nami.

-¡La luna entrelaza sus almas al ritmo del baile! -dijo emocionada. -¿No es tan romántico?

-¡Pues bailare con todos! -rió Luffy.

-¡No puede, Luffy-sama! -Mia dijo refunfuñona tiernamente. -El baile tiene que ser de un hombre y una mujer.

Luffy hizo una mueca de decepción.

-¡Dicen que la chica puede elegir o el hombre, los dos se puede!

-Bueno, supongo que nos quedaremos a ver si algún idiota de aquí quiere invitar a una chica a bailar. -suspiró Nami.

Mia gritó emocionada.

-¡Sí! -gritó por ultima vez para luego caer dormida.

-Por Oda, que chica mas rara. -dijo Reiko cargando a Mia en su espalda.- Aunque es tierna.

Reí por lo bajo.

-¡Muy bien, todos a dormir! -gritó Nami y todos salimos de la cocina a excepción de Sanji, Robin y ella que se quedaron en la cocina.

...

....

...

[Sanji]

-Ah, Sanji-kun necesito hablarte de algo. -dijo Nami cerrando la puerta.

-Aquí estoy. -dije y me encaminé hacia unos ingredientes que tenían las chicas, Reiko y Mia aquí.

-Es sobre, chosha-san. -habló Robin.

-¿Akane-chan? -alzé mi vista apresurado y noté que sonrieron, entonces la bajé. -Si ¿Qué pasa con ella?

-Parece que ustedes dos...se están llevando bien. -esta vez habló Nami.

-Sí -asentía con la cabeza. -Es una gran chica. -fui al fregadero y empecé a lavar algunos platos, entonces un tema tocó mi cabeza. -Ehh... chicas.

-¿Qué pasa? -dijeron las dos al mismo tiempo.

-Me he sentido algo... Olvidenlo. -dije algo rojo.

-No, ¿Qué sucede? -insistió Nami.

-No lo sé, solo que me acerco a ella y me siento, como si estuviera apunto de explotar.

-¿En mala manera? -preguntó Robin.

-No, ó... no sé.. -dije siguiendo lavando.

-¿Has pensado en llevar a alguien a bailar la noche que viene? -preguntó Nami.

-No. -dirigí mi vista a Nami -¿Por?

-Bueno, solo te diré que... si llevas a alguien debería ser alguien que toque tu corazón. -sonrió.

Antes de que salieran por la puerta, Robin se detuvo y me miró.

-Debería invitar a Akane-san. -sonrió.

-Pero Akane no me... -me detuve al mirar esa sonrisa en los labios de Robin, y se esfumó. -Mierda...

Me gusta la chica.

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¡Fin del capitulo! Yeii, bien para las chicas del concurso aquí vienen las dos escenas:

■Cuando visitan el Baratie.

■Cuando Akane salva a Nami.

¡Es todo! ¿Qué pasará en el siguiente capitulo? ¡Descubranlo! Las adoro bye

-Vinsmock Lady☆