Capitulo 4: "Mala espina"
Capitulo 4: "Mala espina"
Salimos a la cubierta, el sol inundó mis ojos en una llama intensa, y los vidrios de los lentes no ayudaban, de un momento a otro mi vista se aplacó y observé con claridad, a lo lejos se veía la silueta de una isla.
-Mira esa isla. -dije observando la silueta.
Nami volteó y después me miró.
-Oh si claro, no está poblada, tomaremos esa isla como un descanso, me pondré el bikini nuevo que compré. -dijo moviendo la cadera. -Además de que hoy hace un clima como para no hacer nada. -dijo levantando sus brazos disfrutando el sol.
Asentí y llegamos a la puerta de la cocina, Nami abrió haciendo que todos voltearan, a todos me refiero a Sanji, Robin y Luffy, que posiblemente se despertó acelerado por comer.
-Que guapa está, chosha-san. -observé a Robin haciendo un gesto amable.
Luffy me volteó a ver y sonrió pero después volvió a su plato de comida, por ultimo, mis ojos se fueron directo a observar a Sanji que me miró por segundos y segundos.
-Estás... -comenzó a hablar, mi corazón palpitaba y el calor invadió mis mejillas. Tosió un poco y desvió la vista. -Miren, ya está listo el ramen. -Me ignoró.
El calor se desvaneció por un dolor en el pecho que simplemente con respirar profundamente se fue, ¿Qué esperaba? Nada, ese Sanji desapareció, y esa Akane se rompió.
Caminé hacía una mesa al lado de Luffy, simplemente quiero saber más de mi capitán, no, no me enamoré de él ni nada. Observé como Luffy cambiaba de plato al acabarse con mucha facilidad el anterior, como era buffet, Nami rápido tomó un plato de en medio de la mesa y se sirvió de la ensalada de frutas y tomó un vaso y lo llenó de malteada de mandarina con fresa, mientras que Robin tenía en el plato un omelet con especias y un yogur de crema. Me serví un café y unos panes dulces.
Se abrió la puerta dejando ver a un Usopp adormilado.
-Buenos días. -dijo bostezando. -¿Qué hay en el menú? -dijo y volteó soñoliento. -Oh.
Sonreí, se sentó frente a mí y no pareció verme hasta que levantó la vista.
-Oh los lentes, te quedan bien. -dijo para de nuevo bostezar.
-Usopp siempre me dices lo mismo. -dije sonriendo con cierto rubor.
-Es la verdad. -Sonrió y se sirvió almuerzo.
-Así que... Akane... -habló Nami. -No me habías dicho que Sanji recordó tu nombre.
Miré a todos examinando sus expresiones, Nami me miró pícara y divertida sacando la lengua, Robin reía por lo bajo, Luffy dejó de comer y me miró con los ojos iluminados y Usopp se quedó boquiabierto.
-¿¡Sanji recordó el nombre de Akane!? -dijeron los dos chicos parándose de la mesa y miraron a Nami. La pelinaranja asintió divertida y Usopp y Luffy se vinieron hacía mí y me abrazaron.
Por un momento vi a Sanji que se quedaba concentrado en algo, supuse que es porque no tiene idea de porqué había tanto alboroto, dejo de cortar las zanahorias y cruzó sus brazos.
-Ok -habló haciendo que todos volteáramos. -¿Qué está pasando?
Mi corazón palpitaba por el miedo de que se diera cuenta de todo.
-¿De que? -dije nerviosa..
-Han estado actuando muy alegres, mucho como para que por un nombre que recordé fuera para hacer una fiesta... -habló y se encaminó para estar a un lado de la mesa. -¿Qué está pasando?
-N-nada. -sonreí nerviosa y empecé a reírme por los nervios.
Me miró serio tratando de averiguar lo que pasa en mi cabeza.
-¿Qué pasó para que todos estuvieran felices? -preguntó.
Todos me miraron tratando de ayudarme pero no les salían las palabras.
-¡Éramos amigos, tonto! -reí nerviosa, me paré. -Lo que pasa es que nos conocíamos antes de que volviéramos a reencontrarnos gracias a Luffy. -le golpee suavemente su brazo. -Eramos como hermanos.
Trataba de que mi voz no se quebrara y que mis lágrimas no salieran, <<Hermanos>> sentí que me iba para abajo.
-¿Qué relación teníamos? -preguntó una vez más, reí con más nervios, abrí mi boca para hablar.
Zoro abrió la puerta.
Gracias a la situación todos voltearon a ver a Zoro con cara preocupada.
-¿Paso... algo? -dijo y me volteó a ver.
Me reí y negué con la cabeza, Zoro me salvó y lo agradezco, me fui a sentar junto a Luffy, Zoro examinó la situación pero pareció no entender, alzó los hombros y se iba sentar junto a mí.
-Kenshi-san siéntese adelante de mí. -apresuró a decir Robin.
Estaba apunto de sentarse y frunció el ceño, asintió con un "Mmhm" y caminó hacia adelante de Robin y se sentó. Empecé a comer roja de la cara, ¿Qué pasaría si le hubiera dicho lo que realmente eramos?
Emh, Sanji eramos novios pero aún te amo aunque tú no me recuerdes, ah por cierto Nami quería que tuviéramos relaciones sexuales.
¡No, joder! ¡No!
Así que lo mejor sería olvidar a Sanji, será casi imposible, pero tendrá que ser así, digo, además no es tan necesario que yo tenga novio, no, no lo es.
-Akane, ¡Akane! -Chopper me sacó de mis pensamientos.
Lo miré algo ingenua, me sacó de mis pensamientos, me miró con lo tierno que es, mi corazón se derritió, hace mucho que no le prestaba atención a él, mas bien, ¡casi a nadie le hacía caso! Pero ahora, he decidido ser más social... lo más que pueda.
-Lo siento, Chopper, pensaba... ¿Qué pasa? -dije un poco apenada.
-No has tocado tu comida ¿Estás bien? -me dijo preocupado. -¿Te duele algo? ¿Te sientes mal?
Sonreí ante su preocupación.
-No, estoy bien. -lo miré sincera, me paré llamando la atención de todos. -Lo siento, no tengo hambre.
Salí sin importar que me llamaran, caminé hacía la cubierta y me dejé caer boca arriba, el verde césped amortiguo mi caída, las nubes estaban moviéndose con el dulce viento, siento como unos pasos están acercándose, lo ignoro por completo y cierro los ojos.
-Dicen que llegaremos a esa isla. -la voz de Zoro hace que abra los ojos lentamente.
Asiento con la cabeza, él me mira y también se recuesta en la cubierta, mira al cielo también.
-¿Lo extrañas no es así? -preguntó sin desviar la vista del cielo.
Parpadee unos segundos, la brisa acarició mi cabello y sin quitar la vista del cielo, suspiró y decido hablar:
-¿Cómo no voy a extrañarlo? -dije con voz dulce y me senté en en lugar de estar acostada, miré hacía la cocina y luego a Zoro, esos ojos oscuros y los míos se miraron. -Pero... ¿Tú lo extrañas?
Al escuchar esto, desvió la vista cerró los ojos, el viento movía su cabello verdoso.
-Hay -empezó a hablar siguiendo con los ojos cerrados. -veces en las que sí, aquí entre nosotros, extraño las veces en las que discutía con él, y sigue siendo un idiota, pero... -suspiró. -No es lo mismo.
Se escuchó a alguien aterrizar en la cubierta, miré hacia adelante y Zoro se levantó, era una chica con cabellera blanca, tenía la mirada baja y portaba un uniforme.
-¿Reiko? -mis labios hablaron solos al verla. -¿¡Reiko-san!?
Levantó la vista y sonrió, esos ojos azules los cerró para mostrar a una chica alegre sonriendo.
-Hola Akane-chan. -dijo.
Mis ojos se llenaron en lágrimas y mi corazón no dejaba de latir.
-¡Reiko! -grité llorando y corrí hacía ella.
La abracé y me correspondió el abrazo.
-O-oye.. ¿Qué pasa? -la oí como se confundía.
Me acomodé mas en ella, ya no quería perder a alguien más, nunca...
-Oye, Akane, ¿Quién es ella? -Zoro habló.
Me aparté de Reiko y sorbí mi nariz y me quité lo rojo de los ojos tallándolos.
-Zoro ella es Reiko, -apunté a Reiko- Reiko, Roronoa Zoro. -apunté a Zoro.
-¿Ro-Ro-Roronoa? -tartamudeó Reiko temblando. Asentí con la cabeza mientras se me escapó una risita. -¡Un gusto conocerlo!- dijo haciendo una reverencia.
-Sí... Igual. -dijo Zoro algo extrañado.
Reiko automáticamente miró a las espadas de Zoro, y se le iluminaron los ojos, le dí un golpe leve en el hombro, sonrió y me caí al sentir a alguien saltar sobre mí.
-¡Akane-sama! -dijo Mia alegre.
-¡Mia! -sonreí y la abracé.
-Akane ¿Qué sucede? -dijo Nami al salir de la cocina y detrás de ella, todos. -¿Quiénes son ellas?
Sonreí y les expliqué quienes eran, nadie pareció molestarles su presencia, a excepción de Sanji que me miró y luego a las chicas y volvió a la cocina.
Al parecer Reiko y Mia se estaban llevando bien con todos.
-A propósito... ¿Qué hacen aquí? -preguntó Usopp.
-Quedamos varadas en esa isla. -apuntó a la isla próxima a parar. -Mia observó un barco pirata -Mia asentía y Reiko se recargó sobre su cabeza. -Llegué aquí separando mis partes que por alguna razón pueden flotar.
Reiko separó sus partes, sorprendiendo a todos pero en especial a Luffy, Zoro y Nami.
-¡La habilidad de Buggy! -dijo Nami sorprendida.
-¿¡Cómo es que ella la tiene!? -dijo Zoro algo sacado de onda.
-¡Reiko-sama tiene una fruta del diablo! -dijo Mia sonriendo.
-¿Fruta del diablo? -preguntó Luffy -¿Se robó la de Buggy?
Reiko rió.
-Comí la Tönan Tönan no mi, tengo la habilidad de copiar ciertas habilidades de otros usuarios.
-¿Robas la fruta? -preguntó Usopp.
Mia negó la cabeza.
-Reiko-sama no puede robar toda la fruta pero si una habilidad, por el momento solo tiene algunas habilidades de Buggy, un amigo suyo y la de Akane.
-¡Pero no importa! -Reiko rió. -¿Adónde se dirigían? -sonrió.
-Nos dirigimos a la isla donde estaban. -respondió Nami. -¿Es estable?
-Totalmente. -asintió con la cabeza.
[...]
-Así que... ¿No quieres acompañarme con este vino? -dijo Zoro.
Asentí riendo y nos acomodamos, yacía unas horas desde que arribamos, era de noche y había una pequeña casa que Mia y Reiko habían construido.
Zoro nos sirvió el vino.
-Vaya, Roronoa, compartiendo vino... ¿Quién lo diría?
-No es tan bueno de como quiera. -rió y se sentó junto a mí.
Me paré y lo tomé de la mano, salimos de la casa y habían unas sillas en frente de la playa, estaba algo alejado de los demás pero...¿Acaso importa?
Nos sentamos y bebimos y bebimos y volvimos a beber.
Mi mente se estaba empezando afectando pero no me importaba nada, me paré y me subí arriba de Zoro.
-Akane ¿Qué pasa? -dijo y me tomó de la cintura.
-Zoro estoy aburrida. -sonreí maliciosa y me recosté en su pecho. -Necesito diversión.
-¿Porqué no se lo pides a tu cocinero? -dijo y sonrió.
-Él no me recuerda, tontito. -Moví mi cadera.
Dió un suspiro y después sonrió.
-¿Necesitas diversión? -dijo sonriendo maliciosamente.
Asentía.
Nuestras caras se acercaron pero entonces algo atacó a Zoro.
-¡Z-Zoro! -dije asustada y se me pasó el efecto.
Voltee a ver a Sanji que tenía una mirada de furia.
Me paré rápidamente y Zoro aún estaba aturdido y cuándo logré ver su cara estaba sangrando por la nariz por el golpe, me miró y después a Sanji, se paró y corrió hacía Sanji y le proporcionó otro golpe en la cara.
-¿¡Cuál es tu puto problema!? -gritó.
-¡Lo que estabas apunto de hacer! -dijo Sanji y le proporcionó un golpe en las costillas.
Me quedé paralizada.
Los dos empezaron a pelearse brutalmente, sentí como la marea empezó a subir, traté de llamar su atención pero no me hacían caso, me enojé.
-¡Ya basta! -grité con los vectores en movimiento.
-¡Déjame en paz! -gritó Sanji y me dió un golpe en las costillas, escupí sangre y retrocedí por el golpe y entonces caí al agua.
-¡Akane! -oí que gritaron mi nombre, pero no importa.
Estoy apunto de morir.
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