Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3: Recuperando el paraíso

Los días pasaron, y después de haber obtenido el alta del hospital, ahora se encontraba en una casa que no reconocía.

Lo habían llevado a casa en una ambulancia, y había usado una silla de ruedas. Le habían dicho que era por precaución.

Y ahora, estaba recostado en la cama que se suponía, llevaba años compartiendo con su Omega.

- ¿Cómo te sientes?

Escuchó la voz del que le habían dicho, era su Omega.

- Bien, gracias.- Respondió, sin atreverse a alzar la vista.

Los que le habían dicho que eran sus padres también estaban ahí. Ellos hacían lo que podían para que se sintiera tranquilo y en paz, pero resultaba imposible para todos.

- Creo que será mejor que nos retiremos para que ustedes puedan hablar.- Escuchó a quien supuestamente era su padre.- Cualquier cosa que necesiten, no duden en llamar.

- Muchas gracias, señor Ox.- Le agradeció Mu al rubio.

Después de una breve despedida, se quedaron solo ellos dos.

Para Alde, el ambiente era incómodo. El solo pensar que ese Omega tan lindo era su esposo le resultaba imposible de creer. Mu no parecía una mala persona, todo lo contrario. Deseaba con todas sus fuerzas poder recordar algo.

- ¿Estás bien?

- S-Si, no es nada.- Respondió nervioso.

Sintió como Mu ponía sus pequeñas y delgadas manos sobre las suyas, y no pudo evitar el leve sonrojo que invadió sus mejillas.

- Sé que tú no recuerdas nada, y en éste momento, yo soy un completo desconocido para tí.- Susurró Mu, con un aire lleno de melancolía, tomando asiento en el borde de la cama.- Pero... Solo quiero que sepas, que a pesar de todo, yo te sigo amando. Y no me importa si tengo que volver a enamorarte, haré lo que sea para recuperarte.- Añadió el peli-lila, derramando unas cuántas lágrimas.- Jamás me daré por vencido contigo.

Alde no supo qué responder al instante. No quería hacer sentir mal al pobre Omega, pero no tenía idea ni siquiera de quién era él mismo, mucho menos sabía qué decir para hacer sentir mejor a Mu.

- Te amo.- Le dijo Mu, con lágrimas en los ojos.- Yo... ¿Puedo abrazarte?

- C-Claro.- Aceptó nervioso, y al instante, Mu saltó a sus brazos, y sintió las lágrimas mojando su pecho.

¿Qué había visto en él un Omega tan lindo como Mu?, ¿había sido un buen Alpha?, ¿había tratado bien a Mu durante los años que llevaban casados antes de su accidente?, ¿había sido un buen padre?, ¿desde hace cuanto tiempo se conocían?, ¿dónde se habían conocido?... Tenía mil preguntas, y no se atrevía a hacer ninguna.

- Lo siento.- Escuchó la suave voz de Mu.- De seguro debes estarte preguntando muchas cosas en este momento, y yo ni siquiera he tenido la bondad de preguntar.

- N-No te preocupes. Está bien.

Sintió como Mu le acariciaba la mejilla, y vió una leve sonrisa en el rostro del Omega peli-lila.

- Al menos sé que tú no cambias.- Dijo Mu, con aquella suave y triste sonrisa.- Sigues siendo el hombre tan tierno con el que me casé.

- Sobre eso...- Aldebarán dudó por un momento, pero decidió preguntar.- ¿Cómo nos conocimos?

La expresión de Mu cambió por un momento, pero su sonrisa tomó un tinte más alegre y que reflejaba una pequeña luz de esperanza.

- Bueno... Es una larga historia en realidad.- Le sonrió Mu.- Espera un momento.

Después de eso, Mu se levantó de la cama, y fue directo a un gran armario.

Alde no entendía qué hacía el peli-lila, pero no dijo nada. Segundos después, vió a Mu cargar una caja de cartón, para después volver al lado de la enorme cama con ella en brazos.

- Tengo varias fotos de todos nuestros momentos juntos.- Dijo el Omega con una sonrisa, tomando un álbum de la caja.

Aldebarán tenía curiosidad por saber más sobre su vida, quién era, cómo había sido su infancia, su juventud, y quizás Mu podía darle las respuestas.

Mu abrió el álbum, y después de observar las páginas por unos segundos, se lo pasó a Aldebarán.

El Alpha tomó el álbum, y en la primera página vió varias fotos de un par de niños que no pasaban de los diez años en varias situaciones.

Rápidamente reconoció a Mu, realmente no había mucha diferencia, a excepción del largo del cabello. Pero no podía reconocer al niño a su lado.

- Esos somos tú y yo cuando teníamos siete años.- Escuchó la voz de Mu.- Nos conocimos cuando tu familia se mudó aquí.- Añadió Mu, señalando la primera foto del álbum, una dónde aparecían ellos dos, al lado de los que supuso eran sus padres cuando eran más jóvenes.- Yo nací en el Tibet, pero mi familia y yo nos mudamos aquí, a Atenas cuando yo era un recién nacido. Así que prácticamente viví toda mi vida aquí.- Le contó Mu.- Tu familia y tú se mudaron aquí cuando tus padres recibieron un ascenso. Compraron la casa de al lado, y mis padres los invitaron a cenar. Así fue como nos conocimos.

Alde miraba con detenimiento las fotos en el álbum. Mu había señalado una en la que aparecían ambos, al lado uno del otro. No recordaba absolutamente nada de aquellos días, pero Mu y él estaban sonriendo en aquella foto, y no pudo evitar sentir una leve opresión en el pecho al ser consciente de que solían ser felices juntos desde niños, y ahora no quedaba ni la sombra de eso.

- ¿Cómo fue exactamente qué nos conocimos?- Se atrevió a preguntar, mirando las fotos.

Mu le sonrió, como si el que mostrara interés en hablar con él y por su historia lo hicieran sentir mejor.

- Aún lo recuerdo como si fuera ayer.- Dijo Mu con aquella sonrisa.- Déjame contarte. Cada una de estas fotos tiene una historia detrás.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro