Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

23

Laura se había pasado todo el día en su cuarto viendo el techo, o al menos lo que quedaba de él luego de que su hermana se fuera. La noche la había pasado no muy bien, había cenado o al menos lo había intentado ya que no tenía apetito y se había acostado, solo durmió unos dos, quizás tres horas por lo que estaba cansada en la mañana.

7:12 AM.

Se le hacía tarde. Le envió un mensaje al doctor preguntándole si podía llevarla a la preparatoria y apenas recibió una respuesta afirmativa se metió a bañar.

En cinco minutos ya estaba afuera vistiéndose con unos pantalones cortos de mezclilla, una blusa blanca, sus tenis y un suéter negro. Tomó su mochila y con el cabello húmedo salió de su casa.

Solo tuvo que esperar unos dos minutos hasta que el doctor llegara, se subió al auto y al instante arrancó para llegar.

—Buenos días Lau, ¿alguna novedad? —preguntó el doctor tranquilo viéndola un segundo antes de volver su vista a la calle.

La pelirroja se debatió entre decirle sobre su hermana o no, sí, le debía decir ya que era su doctor. ¿No era así?

—Sí bueno… ya sé quién es mi familia —dijo bajo mientras jugaba con sus dedos.

—¡Eso es genial! ¿Quiénes son? ¿Cómo lo descubriste?

—Son los Castillo, Lucía, me hermana, fue a buscarme ayer a mi casa y me ofreció volver con ellos —respondió.

Notó como el doctor frunció un poco el ceño y era lógico que lo hiciera después de saber que su madre la había aventado al agua, no quería ni imaginas cuando le dijera que su primo la había violado o lo había intentado, o cuando le dijera que su padre le había pegado antes.

—¿Qué te pasó en las manos? —cambió de tema.

Estaba pensando en que decir cuando llegaron al edificio, se bajó apresurada mientras se despedía y cerró la puerta, caminó unos pasos pero un grito detrás de ella la hizo voltear.

—¡No te escapas de esta conversación, vengo por ti hoy! —gritó el doctor con la ventana abajo para que le escuchara.

Ben estaba apoyado en la pared al lado de la puerta de la preparatoria mientras veía un auto negro llegar, lo reconoció al instante. Era el del hombre de la otra vez.

Vio como la pelirroja se bajaba del auto y observó como el hombre le gritaba algo. No vio nada más ya que bufó y se separó de la pared para luego entrar al edificio, no le apetecía ver una posible escena de película romántica.

Una sensación de impotencia se instaló en su pecho al recordar la escena de ese día, enserio que no quería ni imaginar lo que habían hecho en la casa de su “rojita” esa vez.

—¡Benjamín! —gritó una Estefanía un tanto exaltada—. Dios, te llevo hablando desde hace cinco minutos.

—¿Qué quieres? —preguntó Ben fastidiado y de mal humor.

—Uy, pero que carácter. ¿Qué pasó con rojita? —era cosa de intuición, por más celosa que el tema la pusiera.

—¿Qué te hace creer que es sobre ella? —rodó los ojos.

—Fácil, estás distraído, no escuchas cuando te hablan, estás de mal humor… solo actúas así cuando se trata de ella —evidenció—. Entonces ¿qué? ¿Me dirás?

Lo pensó un poco pero al final terminó accediendo.

—Se la pasa con un chico, un hombre en realidad. No sé porque pero me molesta verlos juntos y él imbécil ese la trajo hoy —al fin, necesitaba desahogarse.

Estefanía soltó una risa falsa que sonó muy real y Ben la vio con los ojos entrecerrados por la molestia que le causaba que se riera de él.

—¡Estás celoso!

—Claro que no, si lo estuviera eso significaría que… —Estefanía lo interrumpió.

—Que te gusta, sí.

—Mierda, las cosas no son así. ¡Entiende, Laura no me gusta!

—Joder, te sabes su nombre —se burló otra vez y Ben solo rodó los ojos.

—Ash, solo… haz lo que quieras —y con la misma se fue del lugar dejando a la rubia sola.

Caminó por los pasillos hasta que el timbre sonó y se dirigió a su clase. Al entrar al salón se sentó en el lugar de siempre, una silla al fondo del aula y al lado de la ventana.

Entró la profesora y se puso a hablar sobre las tareas y otras cosas a las que Ben no le prestó atención. Su mente se mantenía en las dos veces que había visto a Laura con ese hombre.

Su rostro se mantenía serio y con los labios y el ceño levemente fruncidos en muestra de su enojo y frustración. ¿Porqué se sentía así? Quería saberlo pero a la vez no, solo esperaba que lo que sentía no fuera lo que Estefanía decía.

No podía gustarle nadie, no de nuevo.

Si enserio le gustaba Laura entonces se debía alejar de ella, no quería lastimarla y sabía que terminaría haciéndolo.

Volvió a la realidad al escuchar la voz de la profesora muy cerca de él.

—¿Me está escuchando, joven Benjamín? —preguntó una muy molesta profesora.

—No —respondió sin preocuparse.

—¡Es todo, ve a la oficina del director! —señaló la puerta en una mezcla de ofensa y molestia.

Ben solo agarró su mochila y salió con la cabeza hecha un lío al lugar que le había indicado la mujer. No tardó mucho en llegar ya que estaba cerca y entró sin tocar.

—¡Toque antes de entrar, por Dios! —reclamó el hombre.

Aún con la puerta abierta y con él dentro del lugar golpeó la puerta con los nudillos.

—¿Puedo pasar? —preguntó intentando disimular su tono de burla.

—Pues ya que, pase. ¿Qué lo trae aquí? —preguntó una vez que el chico se hubiera sentado.

—No le presté atención a la profesora.

Apenas el director empezó con su sermón él dejó de prestar atención. ¿Quién sería ese tipo? Se empezaba a preocupar.

Sin importarle si el director ya había terminado de hablar él se paró de donde estaba sentado y se dirigió al hombre frente a él.

—Si, si. Ya entendí. Si me permite me voy —volvió a tomar su mochila y salió escuchando las quejas del hombre detrás de él.

¿A dónde iba? A buscar a Laura, claro.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro