Cuando termino de leer aquello ruedo los ojos y bufo fastidiada. No entiendo cómo las personas que fuimos o seremos ingenuas, nos engañan tan rápido y con facilidad, pero bueno, todo en la vida se regresa y al doble. No creo en el karma, creo que Dios es justo y recompensa a todas aquellas personas a quienes sufren.

Llego hasta la caja y le doy el libro que escogí a la chica encargada de cobrar. Hace todo el procedimiento, pago, agarro el libro y salgo de ahí. Al salir los rayos de luz dan en mi cara haciéndome cerrar los ojos.

Camino en dirección a mi casa donde me esperan mis hermanos junto a un buen almuerzo. Las personas van y vienen y solo de pensar que dentro de pocas horas inicio la universidad, me aterra y a la vez me hace feliz.

Estoy preparada para lo que se viene, lo bueno de la universidad es que solamente iré tres días a la semana y el resto libre, lo malo es que nos dejarán muchas tareas y no tendremos un respiro. Pero tengo que organizar bien mi tiempo si quiero seguir como estoy: trabajo, tiempo personal y ya.

Al cabo de unos minutos caminando por la ciudad y luego llegar a mi casa. Abro la puerta con mis llaves y no veo a ninguno de mis hermanos, por lo que dedujo estarán en el patio trasero. Subo las escaleras y entro a mi cuarto.

Me quito la chaqueta negra de lona, dejo el libro sobre mi cama y vuelvo a bajar. Voy hasta donde están mis hermanos y me acerco a ellos.

-¡Hola hermanos!- digo alegre y ellos se sobre saltan al oírme. Se giran y sonríen. Me acerco y les beso la mejilla, mi hermano mayor me agarra de la cintura y me aprieta a su cuerpo.

-Me alegra mucho verte feliz y de nuevo tú- susurra antes de separarse de mí. Vuelvo a sonreír.

-Ya dejen tanta cursileria, vamos a comer que tengo mucha hambre- se queja mi hermana. Reímos y entramos a casa.

Yo me encargo de ordenar la mesa y ellos de traer la comida, ya listo todo nos sentamos a comer como siempre; felices. Comemos entre platicas y platicas, Maya está más cerca de graduarse y Brad hace tiempo que terminó con su novia, la cual a ninguna de nosotras nos caía bien.

Una parte de mí se alegra, soy muy celosa con mi hermano. Así seguimos hasta que terminamos de comer. Limpiamos todo lo usado y pasamos a la sala de estar para ver una película de terror, mi hermana no quería ya que según tiene muchas tareas, pues ella comienza antes las clases.

Pero al final aceptó y se sentó en el sillón junto a nosotros con palomitas a ver la película. Creo que la película se llama The Amiti vil.

A mitad de la película mi nuevo celular suena indicando una notificación. Lo tomo sin despegar la vista del televisor y veo qué es, sonrío al ver que es Liam.

Liam:
Mi Hacker favorita ¿paso por ti mañana?

Rápidamente saco el teclado y escribo:

Yo:
Claro que sí, pero sino estamos en la misma, ¿Cómo le harás?

No tarda mucho en responder.

Liam:
Hacker favorita, tu pregunta me ofende. No estoy preguntando dónde estás tú o yo. Te paso a recoger a las 7:00am.

Sonrío. Guardo el celular y me concentro de nuevo en la película. Las clases de la universidad comienzan a las ocho y media y la jornada termina a las cinco en punto. Así que sí, es un infierno el cual voy a disfrutar.

*****

Luego de terminar de ver la película cada quien se fue por su camino hacer sus cosas. Yo estoy en mi cuarto metiendo lo necesario en mi mochila, no estoy emocionada, pero no quiero estar mañana corriendo de un lado a otro con el tiempo medido.

Termino de hacer aquello y me tumbo a la cama boca arriba. Agarro el libro entre mis manos y admiro la portada:

Hush Hush
Un juramento sagrado
Un ángel caído
Un amor prohibido

Lo dejo a un lado y cierro los ojos, sin querer cinco rostros demasiados conocimos aparecen de la nada, abro los ojos de inmediato. No los quiero volver a ver en lo que me resta de vida. Lloré por culpa de ellos, me derrumbé, hicieron que las pocas barreras que me quedaban y sostenían se fueran a la basura. Jamás se los voy a perdonar

-¡Kayla Eloisa Thompson, te he llamado varias veces y no respondes!- la voz de mi única amiga se hace presente en mi habitación interrumpiendo mis pensamientos

-No he recibido ninguna de tus llamadas, ¿qué número marcaste?- cuestiono sentándome en la cama revisando mi celular. La chica entra por completo y toma lugar junto a mí.

-Al de siempre... 660...-la interrumpo.

-Zefora, cambié de celular. Ya te llamé y te dije que guardarás ese número ¿lo hiciste?- ella evita a toda costa mi mirada.

-¡Vale! No lo hice, no culpes a la chica que va empezar la universidad y se le olvida todo...- se excusa, bufo como respuesta. Zef es un caso especial.

-Sólo dime para qué me llamabas- digo acostándome en la cama y luego ella.

-Quería saber si pasaba por ti mañana. Soy nueva aquí y solo tú sabes- responde y suelto una carcajada.

-Yo jamás he ido a una universidad. Y con tu oferta, Liam pasará por mí a las siete- informo y escucho como maldice por lo bajo.

-¿Y no le puedes cancelar?

-Nop.

-Vamos Kayla, solo tienes que decirle: «Mi querido y adorado amor, fíjate que mi mejor amiga me ofreció llevarme a clases y no puedo rechazar su invitación. Así que gracias, pero me iré con ella. Te amo». Y ya- finaliza su discurso acompañado con mimicas, me hace reír y enfadar al mismo tiempo.

-Y, ¿por qué amor querido y adorado?

-¡Señor! ¿te la llevas o te la mando? Es obvio que le gustas a Liam, todos lo ven, te trata muy, muy especial. Olvidando eso, informale- pide y aclara. Rio, tomo mi celular y marco el número de Liam.

A los dos pitidos descuelga la llamada.

-Hola, Liam- saludo poniendo el celular en alta voz.

-Hola, ¿qué pasa? No es por nada pero tengo prisa, Kayla- comenta, en cierta parte me enoja.

-No te preocupes es algo rápido. Tengo que decirte que... voy a rechazar tu oferta...- su voz me interrumpe:

-¡Oye! ¿por qué?- Zefora se ríe y tan rápido como puedo le tapo la boca -¿Qué fue eso?

-... Nada. Sigue en pie si va conmigo mi amiga, Zefora- propongo y los ojos de Zefora se abren a más no poder. Ésta vez soy yo la que río.

-¿Quién es Zefora?- cuestiona y mi amiga frunce su entrecejo ofendida o enojada. Claro está que ellos no se conocen, no han tenido ese placer.

-Mi amiga... ¿aceptas? o ¿no?- escucho como suelta un suspiro sin escapatoria.

-Okay Kayla. Pero que esté en tu casa antes de hora, ¿vale?

-De acuerdo. Adiós.

Cuelgo la llamada y no te tarda mucho que Zefora se abalanze sobre mí y quede sentada sobre mi estómago con mis manos agarradas sobre mi cabeza.

-¡Te dije que le cancelaras, no que me llevaras contigo y él!- reclama como vieja cuarentona. Como puedo me la quito de encima, apoyo a mi cuerpo de lado con el codo mirándola a ella.

-Tranquila ¿sí? Solo serán treinta minutos de camino y ya. Ni cruzarán palabra. Además, como son mis dos únicos amigos tienen que conocerse. Dejade ser amargada y diviértete- aconsejo y parece enojarse a lo cual no presto atención.

-Vale. Lo dice la chica que hace poco era nerd y ahora es toda una Bad Girl- comenta mirando fijo el techo.

Tiene mucha razón. No puedo creer que el tiempo haya pasado ya, y que antes solo pensaba en lo qué me pasaría en ese tiempo y no en lo qué pasará en el tiempo actual. Será grande y divertido volver a ser yo.