✐ Pov. Narrador

Era el día, el día que de una buena vez le iba a dejar bien en claro todo lo que sentía a ese chico peli azul que tanto ama, porque sí, a pesar de darle muchos halagos, detalles bonitos, coquetearle en cada momento, insinuarsele, y hacer referencia a una posible vida juntos, pareciera que el contrario no lo notaba, o bueno... No lo tomaba en serio.

Ignorando por completo los múltiples "No" que este le daba luego de cada palabra dicha por nuestro querido albino.
Y es que esa respuesta para nuestro protagonista no era lo suficientemente real o sincera desde su punto de vista, aunque obviamente eso sólo era una excusa para sobrellevar bien aquellos rechazos que le daban. Una simple excusa barata que le daba al resto de sus compañeros que le repetían que dejara de insistir, que aquel joven de gafas oscuras y ojos azul grisáceos nunca le correspondería y que quedaba claro por cómo llegaba a elevar la voz en algunas situaciones que se le insinuaba.

Pero no, Rius no quería creer eso, no quería pensar o imaginar que enserio no tendría ningún tipo de oportunidad con él, para nada, él es así, un chico apasionado, insistente, puede que molesto en ocasiones, pero sin ningún tipo de mala intención, él sólo quería, quiere, ser correspondido por aquel chico.

Porque simplemente lo ama, lo ama con locura.
Y no podía evitarlo, no podía sacarlo de su cabeza, no podía simplemente ignorar ese sentimiento que causaba un ardor insoportable en su pecho cada vez que lo miraba, porque le dolía, era insoportable, pero ese dolor, extrañamente le encantaba..

Él no era masoquista ni nada por el estilo, ese dolor no es esa clase de dolor que te lastima, era algo nuevo, algo diferente, peculiar, encantador.. Era curiosamente cálido y acogedor.
Y eso le fascinaba, porque ese dolor tenía nombre, y ese era; amor.

Estaba enamorado y no podía pasarlo por desapercibido.

Sus compañeros estaban dentro de su hogar, pues había invitado a todos para pasar más tiempo juntos y para que su enamorado no sospechara que esa misma noche, se le declararía.
Sólo esperaba que todo saliera bien.

Dio un suspiro mientras caminaba por el patio trasero de su casa hasta llegar a una parte dónde había pergolas de madera, había una pequeña mesa de vidrio junto a unos sillones a su alrededor. Parado mirando el cielo estaba Timba, el chico que le gustaba.

Timba: Las estrellas son hermosas... ¿Alguna vez te preguntaste cuántas hay?
Rius: Cómo no tienes idea.

Dio una leve risa y se puso a su lado a contemplar el cielo y su belleza una vez más antes de confesar sus sentimientos al chico a su lado.
Se sentía con mucha seguridad y valentía, pero todo eso se esfumó una vez que se puso a su costado, los nervios llegaron cómo la primera gota de lluvia llega al suelo.

Suspiró y se dio media vuelta para poder verlo de frente, cara a cara.
El contrario hizo lo mismo al escuchar el movimiento del más bajo por las hojas del césped.

Timba: ¿Ocurre algo?
Rius: No, n..nada malo.. Sólo..
Timba: Te ves muy nervioso, suéltalo.. No creo que sea algo tan grave o malo, ¿no? Sabes que puedes confiar en mí

Lo miró a los ojos por unos momentos contemplandolo con un brillo en su mirada, definitivamente agradecía a su corazón por amar a alguien tan bueno cómo él.

Rius: Timba, debo decirte algo de suma importancia para mi. - De dónde había sacado la valentía para hablarle de esa manera tan seria y entusiasta a la vez, sin tartamudear..? Ni él lo sabía pero estaba orgulloso de eso.
Timba: Dilo, en tu rostro lo veo, me pondré lo más serio que pueda por ti. - Le dio una sonrisa mientras colocaba una de sus manos en su pecho y la otra la elevaba a su costado. A decir verdad temía que lo que el menor le dijera fuera lo que pensaba, así que optó por responder un poco juguetón, no quería que el ambiente se ponga tenso y mucho menos incómodo, aunque en el fondo sabía que terminaría siendo así.

De pronto vio cómo el bicolor sacaba de su bolsillo una pequeña cajita envuelta con papel de regalo color azul pastel y un moño blanco.
Las esperanzas de que le diría otra cosa menos lo que ya tenía por asegurado, se habían ido por el caño.

Ahora él estaba nervioso a pesar de que su amigo aún no había dicho nada.

Rius: Verás.. Esto es para ti, sé que ya te he dado muchos regalos, pero este es especial. No digo que los otros no lo sean.. Sino que este tiene un significado simbólico para mí, porque te lo estoy dando justamente ahora.. Hoy, jueves a las once de la noche, noche en la que estoy parado frente a ti dispuesto a decirte lo que en verdad siento desde lo más profundo de mi corazón. Y lo hago porque no puedo soportar el hecho de que estemos juntos pero a la vez no lo estemos. No al menos de la manera en que yo quiero y anhelo. Timba.. - Levantó la vista, pues la había bajado porque aún se sentía incapaz de hablar bien sin trabarse o murmurar bajo sus encantadores ojos.
Timba: (No lo hagas... No lo hagas!) ... - Quería decírselo, gritarselo de ser posible, pero algo en él se lo impedía, necesitaba que aquel chico dijera todo, que sacara todo desde el fondo de su inocente corazón para luego responderle de la manera correcta y no dejar hilos sueltos en el asunto.

Por un momento hubo un pequeño silencio, sólo se escuchaba la brisa del viento pasar a su alrededor, siendo testigo de la gran catástrofe que estaba por ocurrir.
Sacudía las hojas en señal de estar dando la presencia a los chicos, hizo por un instante que las prendas y el cabello de ambos jóvenes se moviera levemente a su dirección, cómo si intentará llevárselos de esa peculiar situación.
Cómo si supiera lo que pasaría después e intentará salvarlos de ello.

Rius: Te amo. Tú no me gustas, mucho menos te quiero, yo te amo. Te amo y te deseo, sé que puede sonar de cierta manera algo vulgar y posiblemente.. Raro y cliché, pero es la verdad. Desafortunadamente es la verdad. No sé cómo, cuándo y mucho menos dónde pasó, pero ocurrió, y por más que intentará no pude sacarlo de mi ser. Me siento desesperado, estoy desesperado, porque no puedo dejar de pensar en ti y porque no soy el dueño de mi corazón, ni de mis emociones cómo para controlarlas y hacer que te olviden. Por ello también te pido disculpas.. Yo no pedí enamorarme de ti.. Pero pido ahora que me dejes estar a tu lado amándote y dándote todo lo que pueda de mi y más.

Hubo otro silencio que sólo ponía de los pelos de punta al oji bicolor.
Le había dado una tierna sonrisa al mayor frente a él mientras extendía ambas manos con el presente que le había hecho.
Estaba feliz y nervioso por al fin poder expresar lo mejor posible sus sentimientos y no haberse echo para atrás.
Aunque temía lo que dijera el contrario.

Y Timba..

Timba no sabía qué hacer, cuando lo había llamado a hablar fuera de la casa temía que eso pasara, pues creyó que ya le había dejado bien en claro lo que sentía él mismo, ¿Acaso todos esos rechazos no fueron suficientes? ¿No le prestaba atención? ¿O simplemente era lo suficientemente ciego que no se daba cuenta de sus reacciones ante cada vez que le sacaba el tema?

En esos momentos un montón de emociones y sentimientos hicieron volteretas en su interior, tanto que le daba nauseas.
Se sentía mareado y sofocado.
Él no amaba a Rius, sólo lo veía cómo un buen amigo, nada más allá.

Estaba molesto, molesto porque pareciera que lo ignoraba cuando le decía que "No" o no lo tomaba en cuenta, molesto porque siempre venía con lo mismo, insistiendole en algo que claramente él había dejado en claro desde el principio que no le gustaba. Molesto porque no podía estar ni un segundo en un lugar seguro y tranquilo sin que esté el menor con sus inocentes sentimientos rodeándolo, porque siempre se mantenía apegado a él cómo si fuera una mosca. Estaba harto de él, molesto, harto, y sintiendo una gran Pena por él.
Pasaba momentos incómodos y en algunas ocasiones vergonzosos, sabía que no era su intención, pero aún así, no podía evitar enojarse con él.

Quería gritarle, de ser posible darle un golpe para que lo dejara en paz, y créanlo o no, lo haría.
Pero.. Es Rius.

Era, es su amigo, y si bien es cierto que llegaba a ser molesto e irritante, también era muy bueno y servicial con él.
Lo trataba demasiado bien, lo cuidaba y se preocupaba por él.
Sin quitar el hecho de que en un principio eran muy buenos amigos, Rius era divertido y algo torpe a veces, era un ser de luz con el único defecto de hacer cosas malas inconscientemente sin si quiera tener las malas intenciones de hacerlo, él no hacía nada malo apropósito.
Mucho menos contra él.

De alguna u otra forma sentía que estaban a mano.
No podía menospreciar ese buen trato que le dio y él no pidió.
Y no quería arruinar su amistad por un amor no correspondido, o mejor dicho, por haber actuado mal ante su confesión.

¿Quería gritarle y darle al menos un golpe en la cabeza o alguna bofetada por estarlo acosando? Sí.
¿Lo haría? Sí.
¿Enserio?

... No.

Notó cómo la mirada del albino estaba viéndolo con gran preocupación, no entendía el por qué, será por tardar en responderle..?
El más bajo puso una de sus manos sobre su mejilla.

Rius: P..por qué lloras.. Dije algo malo?..

¿Llorar? ¿Estaba llorando?

Rius por más esperanzado que esté, muy en el fondo de su corazón sabía que algo saldría mal en su declaración, y se confirmó eso cuando vio la expresión molesta del peli azul luego de haber terminado de hablar.
Sólo lo miraba molesto, no decía ni una palabra, tenía el ceño fruncido, y eso le daba algo de miedo, y no ayudaba para nada con sus nervios.

Espero algún grito, queja, una escena, pero no.. Para su sorpresa, la expresión del más alto parecía suavizarse hasta que unas pequeñas lágrimas cayeron por sus pómulos hasta llegar a su mandíbula.
Eso no se lo esperaba, mucho menos imaginaba, por lo que se preocupó mucho, Timba no era alguien de llorar en público, mucho menos frente algún compañero o conocido. Él decía que era demostrar debilidad, y él no era ningún débil!

Aunque todos sabían que se trataba de su gran Orgullo.
Pero nadie le contradecía, cada quién con sus razones. No pensaban molestarlo con ese tema, que no era de gran importancia, pues qué podría hacer a Timba llorar?

O mejor dicho, en esta ocasión.. ¿Por qué lloraba?

Rius: T..Timba, habla por favor.. Dije alg-

Sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo al ser tomado por los hombros, no despegaba la mirada del contrario, pudo ver cómo daba un suspiro bajo y lo volvía a ver pero con más intensidad.

Timba: Rius, escucha.. - Su voz era suave, pero era notable que aguantaba las ganas de querer gritar, sus manos temblaban, angustiando un poco a Rius - Escucha atentamente bien y entiende lo.. No lo volveré a repetir más, ¿quedó claro? Quiero que lo que te diré a continuación no salga de tu cabeza.. Qué te lo grabes bien.
Rius: S..sí.. Dime..
Timba: - Suspiró.. otra vez, y se acercó un poco al rostro del menor, aún manteniendo una distancia considerable - Lo lamento.. Pero no puedo, no quiero corresponder.. Rius, ya te lo he dicho, y lo volveré a decir por última vez.. Yo no te amo.. Y tampoco me gustas.. No quiero nada contig-
Rius: P..pero déjame intentarlo, quizás si som-
Timba: No, no! Escucha.. Escucha, maldita sea!.. Rius.. Por favor, escúchame una vez en tu vida.

Más silencio se hizo presente, el viento hizo nuevamente acto de presencia pero esta vez se llevó consigo lágrimas de ambos chicos.

El menor de los dos había dejado escapar lágrimas aún manteniendo la mirada fija con la del oji-gris.
Eso es lo que temía el mayor, herir sus sentimientos, dañar su tierno rostro con lágrimas a base de sólo palabras.
Sólo hacia que Timba agregara más cosas a su lista de cosas que Odia, entre ellas; el amor.

Timba: Sé que te duele, y lamento enserió ser la causa de ello.. Pero no quiero nada contigo, no quiero nada más que tu amistad. - Acarició una de sus mejillas con su mano izquierda, y limpió las lágrimas con ayuda de su pulgar - No quiero que sufras por esto.. Mucho menos que llegues a menospreciarte o aislarte, tú eres una gran persona.. Tienes tus defectos, y no creas que por eso yo no siento nada por ti, para nada, porque tienes más virtudes que ello, la única razón que puedo darte es que simplemente.. No puedo verte más que un simple amigo, a lo mucho, mejor amigo.. O quien sabe, un hermano, familia.. Pero nada más. Te quiero.. No me gustaría perder tu amistad. Estoy seguro que habrá alguien que se fijará en ti de la misma forma que tú lo hiciste en mi, no pienses que no será así, porque eres alguien con un buen físico y una excelente personalidad. Por lo que tarde o temprano alguien caerá ante tus encantos, créeme.

Ante dicho comentario, Rius no pudo evitar soltar una pequeña risa que hizo sonreír al más alto.

Timba: Así me gusta verte.. Ese es uno de los pocos sonidos que más me gustan en general.. Tu risa es encantadora y contagiosa, espero escucharla siempre, y seguido, especialmente luego de esto.. - Tomó sus manos y plantó un beso en ellas - Yo tengo la culpa, no soy lo suficientemente bueno para ti.. Espero me disculpes, y no tomes la decisión de quitarme tu amistad..

El Albino lo vio recordando todos los momentos que habían pasado juntos, dónde en la mayoría él lo único que hacía era molestarlo e invadir su espacio personal.
Un sentimiento de culpa lo invadió y se sintió apenado por ello.

Rius: No.. Yo me disculpo.. - Se soltó y le dio un abrazo, el cuál fue correspondido al instante, ocultando su rostro en el pecho del peli azul - Yo no te merezco.. Yo soy el que no es lo suficientemente bueno para ti.. - Lo último lo había dicho en voz baja, casi susurrando, pues había roto en llanto, y es que no podía ocultarlo porque a pesar de estar terminando en buenas condiciones, no podía evitar sentir ese terrible dolor, que ahora sí lo lastimaba -
Timba: - Apoyó su cabeza en el cabello albino sintiendo el olor a coco llegar e invadir sus fosas nasales, de alguna forma eso lo relajo, y sólo se dispuso a acariciar la espalda del más bajo en busca de calmarlo un poco - Tranquilo mi Rius..

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Esperamos que este fanfic sea de su agrado 🌸