La noche había sido muy pesada, los mareos, náuseas y la necesidad de tener a su alfa no lo había dejado descansar correctamente, su cuerpo dolía debido a las arcadas, su cabeza parecía que estallaría en cualquier momento y más al oír aquel timbre que insistentemente estaba sonando, pero no abriría, claro que no, no quería verlo, su corazón no resistiría mirarlo vestido de novio, así que ignorando todo se hizo bolita en su nido dispuesto a dormir, mientras un desesperado alfa tocaba su puerta queriendo hablar con su omega, necesitaba saber si era verdad lo que había escuchado, quería confirmar que el amor de su vida le daría una familia ....Seokjin necesitaba confirmar si tendría un cachorro con Namjoon.

Una semana atrás.....

—Namjoon me habías prometido venir a cenar y no lo haz hecho, mi tonto hermano aún no está aquí así que ven— decía Yoongi algo molesto pues quería ver a su amigo consolarlo.

—Yoongi no es apropiado que vaya, Seokjin puede llegar y.....— se interrumpió al oír como el teléfono era cambiado de dueño.

—Hola tío Namie, porqué no has venido a verme — la voz de su pequeño sobrino sonaba tan triste,imaginaba al pequeño Soobin con un pucherito tierno— ya no me quieres— preguntó aún con más tristeza y es que el posible alfa era tan manipulador como su padre Omega.

—Claro que si, tu eres mi cachorrito consentido, te amo mi bebé, es solo que no puedo ir a verte por ahora.— quería hacerlo entender, más al oír aquella respiración entrecortada supo que su pequeño estaba llorando y bueno al ser tan débil ante su cachorrito en menos de cuarenta minutos ya se encontraba en la casa de los padres de Seokjin.

En cuanto puso un pie ahí su pequeño bebé corrió a sus brazos para llenarse de su aroma —te extrañe mucho tío Namie, me alegra que estés aqui— y era verdad pues incluso su ligero aroma emanaba al estar feliz.

—Yo también te extrañe y a ti también — dijo al divisar a su pálido amigo lanzándose ambos a los brazos mientras lloraban, tenían tanto tiempo sin verse que se necesitaban.

—Podrian dejar de ser tan patéticos me avergüenza, apenas hace cuatro días que no se ven— decía Jimin algo burlón mientras veía a sus omegas y es que aunque él aún no lo entendía ambos estaban muy hormonales debido a sus cachorros.

—Ven mi bebé vamos a cenar — está vez fue la señora Kim quien se acercó.

La cena era tan amena, Nam estaba feliz al estar rodeado de su familia, aún recordaba como acabaron las cosas en su hogar, extrañaba a sus padres y a Tae, pero sabia que ellos no lo apreciaban, así que lo mejor era mantenerse alejado.

El pequeño Soobin estaba en la sala cuando el timbre sonó así que corrió abrir, Jimin enseguida fue tras su hijo pues no le gustaba que hiciera esa podría ser algún extraño.

—Tiiioooo Jin— gritó feliz el cachorro, Nam al escuchar aquel nombre se tenso necesitaba irse de ahí estar lo más alejado de su alfa.

Yoongi lo tomó de la mano como muestra de apoyo cuando Seokjin y Jisoo aparecieron en el comedor, el Omega no los miraba, le dolía — Buenas noches suegros y familia, no saben cuánto los extrañamos— decía la Omega muy alegre.—Hola también a ti Namjoon — y ahí estaba de nuevo ese comentario haciéndole ver que él no era parte de esa familia.

—Vamos hijo siéntense, estamos cenando — decía la señora Kim pues estaba feliz de ver nuevamente a su cachorro.—Jisoo siéntate debes venir agotada.— decía con amabilidad.

—La verdad si vengo muy cansada, no sabía que estar embarazada era tan pesado, me cansó mucho y tengo sueño todo el tiempo — la señora Kim río ante aquello mirando a su nuera con ternura pues la Omega ya tenía una pequeña pancita, adoraba a Namjoon pero su hijo había tomado una desición y ella debía respetarlo.

—Si, es horrible estar en cinta— dijo Yoongi acariciando su vientre — y es peor los primeros meses, las náuseas, vómitos y mareos no te dejan en paz, lo cual hace que pierdas el apetito.

—Vamos no es tan malo, cuándo nacen todo es perfecto sin hermosos y llenan tu vida de alegría — decía la señora Kim.

—Ella miente, después todo es cambiar pañales y soportar a un niño chillón — decía con ternura mientras revolvía el cabello de su hijo mayor y es que aunque renegara del embarazo y fuera algo amargado, Yoongi amaba con todo su corazón a su cachorro, daría la vida por él de ser necesario.

El pequeño al sentir los mimos de su papi se subió a su regazo pues quería ser consentido un poco más.

Todos veían la escena con amor, Jisoo y Seokjin se sentaron en el comedor la omega no dejaba de hablar de su hijo incluso les había llevado unas ecografías para que vieran a su bebé el cual sería un varoncito.

Cada minuto que pasaba ahí Namjoon lo sentía como una tortura quería irse, no podía pensar bien y menos al tener la miraba de Seokjin encima suya, porque el alfa no lo había dejado de ver desde que llegaron.

Cuando vio que el alfa se dirigió a la cocina lo tomó como su momento para huir al baño y encerrarse ahí para pensar y relajarse, quería llorar su lobo por igual pues estaba triste ya que llamaba al alfa pero este no lo atendía.

Al salir se quedó congelado pues justo en la puerta lo esperaba Seokjin, quiso evadirlo más el alfa se lo impidió — Omega necesitamos hablar por favor — Nam quería golpearlo gritarle que era un maldito mentiroso pero en su lugar asintió sin moverse de aquel pasillo — vamos a mi recámara — y cuando quiso tomarlo de la mano este se lo impidió pero si avanzo tras él.

Seokjin sentía a su lobo triste pues era obvio el rechazo que tenía Nam hacía él, quería aclarar todo pero sabía que este no era el momento, cuando cerró la puerta de su cuarto sintió como se asfixiaba no sabía como empezar.

— Perdoname Namjoon por favor — fueron sus únicas palabras— se que eso no basta pero en verdad lo siento mi amor — cuando quiso acercarse Nam se alejó.

— Un perdón no basta Jin, mi lobo y yo estuvimos esperándote, nos lo prometiste, ibas a regresar y darnos nuestro lugar — sin querer comenzó a llorar su lobo se sentía tan herido que fue vulnerable y cuando menos lo espero aquellos grandes brazos lo rodearon, Nam se permitió hundir su cara en el cuello del alfa, aspiraba aquel delicioso aroma de su destinado y es que ahora con el embarazo lo necesitaba aún más cerca su cuerpo lo quería ansiaba su olor, su toque, sus besos y caricias.

— Deja de soltar esas feromonas Omega o juro que me olvidaré de todo y te tomaré aqui mismo, eres mío Namjoon.— su voz era gruesa pues obvio su lobo había olfateado la necesidad de su compañero.

— Soy tuyo alfa — ambos se miraban a los ojos y cuando estuvieron a escasos centímetros de unir sus labios la puerta fue abierta.

—¿Interrumpo algo?— dijo la señora Kim muy seria haciendo que de inmediato se alejaran— no es correcto que ambos estén aquí encerrados—  su mirada era una mezcla entre enojo y tristeza — Seokjin tu prometida te espera, no se siente bien por el viaje y el embarazo, debes atenderla y tu Namjoon.... creo que debes irte.

—No puedes hablar en serio mamá, Namjoon no se irá a ningún lado es parte de la familia — gritó molesto el alfa.

— Namjoon no forma parte de nuestra familia — gritó igualmente molesta pero al captar mejor sus palabras se arrepintió, su pequeño Nam era como su hijo, al mirarlo este tenía sus ojos rojos y lagrimosos era obvio que se estaba reteniendo para no llorar.— corazón lo siento yo quise decir eso.— dijo la Omega apenaba pues ahora sentía que estaba enmedio de aquella relación de su hijo.

—Yo me tengo que ir— decía a la vez que avanzaba y limpiaba aquellas lágrimas que bajaban por sus ojos.

Por salir tan deprisa choco con quién menos quería — Lo siento Jisoo.— y al prestarle mejor atención vio aquella pancita, la Omega se veía hermosa con aquel abultado vientre.—Me tengo que ir.

Yoongi al verlo tan alterado lo abrazo, no entendía que pasaba pero Jin y su madre se veían mal — vamos a mi cuarto, no dejaré que te vayas así.

En cuanto entraron al cuarto el Omega se derrumbó, se sentía tan solo, si lo pensaba no tenía a nadie que velara por él, su hermano tenía su propia familia a sus padres no les interesaba y Tae bueno era un caso perdido.

—Deja de llorar Namie— más este hacia todo lo contrario y lloraba con más fuerza, se sentía tan débil, tan perdido.— cálmate Namie, ponerte así no le hace nada de bien al cachorro— dijo mientras lo abrazaba con más fuerza y le acariciaba su espalda.

Pero Nam no lo escuchaba, su corazón se había roto, quería a Seokjin pero ya eso era imposible, amaba a su familia pero hoy también le hicieron ver que ya no era bienvenido.

— Desde cuándo lo sabes Gi— dijo de forma tímida cuando logró calmarse.

—Era una sospecha pero hoy por fin lo comprobé, es de mi torpe hermano verdad — al ver como asentía y volvía a llorar, Yoongi lo abrazo con fuerza.

— Debes decirle Nam, se que Seokjin terminará todo con Jisoo por ti.

—No— gritó — Seokjin no debe saberlo Gi, yo....yo soy el único culpable de esto yo me mentí en aquella relación y debo pagar las consecuencias, no dejaré a un cachorro sin su familia por mi maldita calentura, Jisoo tampoco lo merece.— sus lágrimas no dejaban de bajar,incluso sentía su cabeza doler.

— Aún así Nam, deja que Jin elija, porque él está con Jisoo por obligación de ese hijo, pero te ama a ti — decía con calma.

— Yo también lo amo, lo amo tanto que no voy a forzarlo a quedarse conmigo, ambos sabemos que le irá mejor con una Omega, Jisoo es perfecta para él.

— Pero tú eres su destinado, siempre lo has sido, ustedes dos siempre se han buscando incluso desde antes de saber que eran alfa y Omega.— al oír aquello Nam se recostó en las piernas de Yoongi mientras este lo acariciaba.

— Promete que no le dirás nada Gi, por favor— al ver aquellos ojitos tristes hizo lo que el Omega le pedía, más este no se dio cuenta como doblaba sus dedos ante aquello.

Después de una hora Namjoon por fin se fue a su departamento, Jimin lo había ido a dejar, pues sabía que no estaba bien su hermano.

...

Jisoo estaba furiosa en aquella habitación de hotel, no podía creer que sus planes se estuvieran tambaleando y es que era imposible que aquel idiota Omega también estuviera en cinta, porque si, ella los había espiando, escuchó cuando Nam le afirmó que esperaba un hijo de su alfa, Jin no podía tener otro hijo, solo el suyo, y sabía muy bien que en cuanto supiera que el asqueroso Omega estaba en cinta la dejaría, así que tenía que jugar sus cartas de una manera inteligente.

Cuando Seokjin salió de bañarse encontró a la Omega llorando enmedio de aquel nido que había hecho en el hotel, así que con calma se acercó.

— ¿Qué tienes Jisoo? Le pasa algo al cachorro — pregunto preocupado.

—¿Es Namjoon verdad?— sus ojos estaban llorosos — él es tu amante.— dijo de forma tímida mientras sus lágrimas bajaban.

— Jisoo déjame explicarte, Nam no es mi amante, yo....yo lo amo, es mi todo— una fuerte cachetada lo hizo callar.

— Eres un desgraciado Seokjin y un tonto, qué no ves que Nam solo quiere una estabilidad, nadie toma en cuenta a los omegas varones, es un arribista y un mentiroso, es un malvado que haría hasta lo imposible por separarnos.

— Basta Jisoo no te permito hablar así— gritó molesto.

— Es la verdad, yo lo escuché, estaba hablando con Yoongi, se que tampoco le agrado a tu hermano, ambos.....los dos planean engañarte alfa.— decía mientras lloraba y acariciaba su vientre.

—¿De qué hablas?— preguntó confundido.

— Namjoon dirá o mejor dicho fingira estar en cinta alfa, yo lo oí planeando todo con Yoongi, harán eso para separarnos.

Al escuchar aquello se quedó sorprendido no creí a su hermano y menos a Nam jugar así, pero al ver el estado de la omega también lo derrumbó, Jisoo se veía tan mal y hablaba tan segura, pero sabía que era imposible Nam jamás lo engañaría de esa forma.

Sin embargo todo cambió cuando a los días siguientes su teléfono sonó avisándole de un mensaje, se disculpo con Jisoo pues ambos veían los últimos detalles de su boda

Seokjin perdón por no haber contestado tus llamadas y mensajes y por lo que te dije, se que tus planes jamás fueron dejarme, pero las circunstancias nos hicieron separarnos, sin embargo antes de que te cases necesitamos hablar, quiero decirte algo muy importante, te espero mañana en mi casa.

...

Namjoon releeia aquel mensaje, Yoongi le había estado insistiendo en decirle la verdad a Seokjin, estaba confundido no sabía que hacer pues su alfa se casaria en tres días, así que por impulso o por amor envío aquel mensaje.

—Esta es nuestra última oportunidad cachorro, perdón por ser un egoísta pero por primera vez quiero pensar en mi, así que si tu padre nos elige nada más importara más que nosotros mi bebé, prometo darte mucho amor mi cachorrito y te digo un secreto, estoy muy seguro que tú papi alfa se pondrá  feliz al saber de tu llegada— decía mientras acariciaba su vientre, que aunque no era muy notorio podría pasar por una pequeña inflamación, Nam esa noche durmió tranquilo esperaba con ansias decirle todo a su alfa.