Capítulo 11- Celo
No podía creer lo que le estaba pasando, se suponía que debía ser un día feliz, un día lleno de alegría y amor, pero no, justo ahora se encontraba llorando en aquel aeropuerto, seguía sin aceptar las crueles palabras de su alfa.
No podía ser verdad que iba a casarse aún y cuando le entregó su amor incondicional y su cuerpo, pero este siemplemente lo vio como su juguete sexual.
Ahora solo quedaba afrontar el futuro que le deparaba, tenía que irse de esa ciudad antes que el alfa cumpliera su palabra y lo obligará hacer aquella barbaridad, inconscientemente llevó sus manos a su vientre y comenzó a llorar, sus lágrimas no habían dejado de salir desde el día anterior cuando le dio la noticia al alfa y este con simpleza le dijo que se olvidara de aquello pues iba a casarse con una verdadera Omega.
Tan nervioso estaba que no se dio cuenta cuando cierto alfa se le acercó —¿Estás bien?— el Omega lo miró confundido y con algo de miedo— no quiero asustarte pequeño pero te he visto llorar desde hace más de 20 minutos, por eso me acerque.
—Estoy bien— fue lo único que dijo antes que sus ojos se llenaran de nuevo de lágrimas.
—Vamos pequeño cálmate porfavor y deja de llorar— su lobo estaba algo inquieto no le gustaba ver a ese Omega tan triste.— Tengo algo de tiempo y soy bueno escuchando.
—No quiero molestarlo — pero al ver la cara calmada del alfa fue que habló — estoy en cinta, voy a tener un cachorro y ayer que le conté a mi alfa creí que estaría contento, que me abrazaría y llenaría de amor pero.....— el alfa llevó su mano al hombro para darle apoyo.
Sin embargo el Omega al verse así de débil se lanzó a sus brazos mientras lágrimas seguían bajando sin cesar —tranquilo Omega.
—Él quiere que lo pierda, me dijo que se avergonzaba de mi y que iba a casarse con una linda Omega y yo hui, tuve mucho miedo de que cumpliera su promesa, por eso vine aquí, pero....no tengo a dónde ir, mi alfa me mantenía y me dio un hogar y sin él estoy perdido.
Después de decir aquello lloró y lloró hasta sintió sus ojos hinchado —perdoname por molestarte, debo irme — pero al alfa no lo soltó.
—Mira omega se que no nos conocemos pero tienes algo que....— se quedó pensativo pues no quería sonar como un acosador — ...mi lobo y yo queremos ayudarte, un amigo viajaria con nosotros pero de último momento desistió, así que tenemos su boleto y bueno si quieres puedes irte con nosotros, mis padres estarán felices de ayudarte y si buscas empleo mi abuela puede recibirte y ayudarte con tu pequeño.
Todo sonaba muy tentador sin embargo no conocía al extraño alfa así que no debía confiarse a pesar de su linda sonrisa — se que tienes motivos para desconfiar pero prometo que no te haré nada, solo quiero ayudarte, me conmovió mucho tu caso.
Al ver que el Omega no hablaba se levantó pues escuchó como su vuelo era nombrado, cuando estuvo a punto de ingresar una voz conocida lo llamó —Espera, espera por favor alfa — este se detuvo para mirarlo.—Ire contigo, solo dime por favor a dónde vamos y quién eres.
—Disculpame que tonto soy, no me he prestado, soy Jung Hoseok un placer.
—Igualmente...yo- yo soy Jeon Jungkook.
....
Cuando el Omega despertó sentía como su cuerpo dolía en especial sus caderas y su espalda baja, pero aún y con eso se sentía tan feliz, pleno y sobre todo satisfecho.
Al intentar moverse un sonrojo creció en sus mejillas, pues sentía el miembro semi erecto del alfa aún en su entrada, si mal no recordaba la noche anterior habían caído agotados que siquiera les dio tiempo de cambiarse, solo cayeron dormidos después de no saber exactamente la cantidad de nudos que había recibido.
Pensar en la placentera noche que tuvo con el alfa lo hizo comenzar a sentirse necesitado, así que sin perder tiempo empezo a moverse disfrutando de aquel miembro que poco a poco se volvía a poner duro.
—No es justo que me pierda de la diversión, travieso omega— la voz rasposa del alfa solo lo hizo gemir más fuerte mientras sentía como este le daba estocadas justo en aquel punto que lo volvia loco.
—Te necesito alfa hazlo más rápido — Namjoon no entendía como es que siquiera seguía con ganas después de lo de anoche y peor aún se suponía que Seokjin era quien estaba en celo y no él, pero es que al captar aquellas espesas feromonas del alfa sentía su cuerpo debial y muy hambriento del alfa.
Después de que terminaron Seokjin lo llevó en brazos al baño, obviamente el alfa no quería bañarse pues le encantaba la mezcla de sus olores en su cuerpo y en especial amaba ver aquellos muslos un tanto pegajosos del Omega, muestra de que su semilla había ingresado ahí.
—Jin deja de mirarme así— sin embargo contrario a lo que dijo, el alfa se inco para estar justo a la altura de sus grandes muslos y empleando algo de fuerza lo giró quedando ahora el trasero del Omega a su merced.
—Quiero ver omega — obviamente Nam sabía a lo que se refería pues la noche anterior también lo había hecho.
—Es vergonzoso Seokjin, se un buen alfa y mejor subeeeeee— un jadeo escapó de sus labios al sentir aquellos dedos invadir su entrada.
El alfa con algo de habilidad introdujo dos de sus dedos para abrir aquella pequeña entrada, quedando embobado al ver como sus fluidos bajaban por aquellas lindas piernas.
—Dejame marcarte omega, quiero que lleves mi aroma en ti— decía mientras sus dedos seguían entrado y saliendo, no dejando pensar correctamente al Omega.
—Alfaaaa detente, por favor — sus gemidos cada vez eran más fuertes, quería correrse —ademas lo que quieres hacer es muy sucio — lágrimas de placer bajaban por sus ojos.
—Lo vas a disfrutar mi omega, déjame marcarte — y cuando el orgasmo lo invadió su cerebro se cegó, así que con calma se inco dentro de aquel pequeño cuarto, mientras veía con ojos inocentes al alfa.
Al tenerlo así tan dispuesto Seokjin sintió su hombria aún más dura y cuando la acercó a la boca del Omega y este empezó a lamer se volvió loco.
Le encantaba la forma en que Nam devoraba su miembro, chupando la mayor cantidad que podía aguantar su garganta, el Omega en ocasiones sentía que se ahogaba pues él no recordaba que el alfa fuera así de grande, más bien con la madurez todo en el creció.
—Estoy cerca Omega — gemía roncamente mientras lo veía a los ojos y cuando vio que esté afirmaba, sacó su miembro de aquella bonita boca para después venirse manchando el pecho, muslos y parte del rostro del Omega.
Con rapidez Seokjin empezó a expandir el semen con sus manos, quería que todo el cuerpo del Omega estuviera impregnado cada pequeño rincón, todo aquello era tan primitivo pues sabía que de esa forma su olor quedaría por mucho más tiempo en Namjoon, marcando territorio ante aquel idiota alfa con el que lo vio.
Nam por su parte se dejaba hacer las feromonas del celo del alfa lo atontaban un poco, Seokjin olía delicioso y al ver como este lo marcaba aún más, solo lograba excitarlo de sobremanera.
El celo del alfa acabaría por la noche, solo un día duraba su temporada de calor, entonces no entendían porque siendo martes Seokjin continuaba en aquella habitación mientras el pecho del Omega estaba pegado al colchón y este lo penetraba sin piedad, tampoco entendían como es que Nam, había pedido una licencia por enfermedad de una semana argumentandole a su jefe que no quería verlo pues temia contagiarlo y sobre todo no entendían como es que Seokjin había dicho a sus padres que viajaría, apagando su celular para no recibir mensajes de Jisoo.
...
Era sábado por la mañana cuando Namjoon despertó, su pecho se sentía tan bien su cuerpo estaba extremadamente relajado, pero se sentía frío, no tenía aquel fuerte pecho que lo abrazaba, así que levantándose fue en busca de su fuente de calor, suponía que estaba en el baño pero al entrar estaba solo, así que haciendo sus necesidades y limpiándose de los fluidos de Jin, siguió hasta la cocina.
—Por favor no llores....— sin querer escuchó como este estaba en una llamaba, su intención no era espiar pero la curiosidad era uno de sus grandes defectos— yo en verdad lo siento, lamento haberte preocupado.
Al escuchar aquel tono del alfa era obvio con quién estaba hablando— Jisoo no puedo hacer eso..... omega escúchame.....mi amor por favor deja deja de llorar.....amor yo también quiero estar con mis padres .......sabes que también te extraño mucho — al escuchar aquello se incómodo aún más, le dolía pero sobre todo le enojaban sus palabras, como podía decirle aquello cuando estaba justo en su sala desnudo.
Por estar perdido en sus pensamientos no notó cuando el alfa colgó su llamada, pero este se sorprendió al verlo ahí en el pasillo.
Jin tenía una cara de culpabilidad enorme, sus ojos cafés lo miraban con nerviosismo como si quisiera decir algo pero a la vez callar.
—Hola Namjoon — ¿Namjoon? Fue lo único que pensó pues en la última semana únicamente lo llamaba omega.— yo quería decirte que.....
—Vas a irte verdad — lo interrumpió.
—Nam, Jisoo quiere verme estaba preocupada por no responder a sus mensajes, la hubieras oído se escuchaba devastada así que iré a verla.
Cuando el alfa se vistió y estaba a punto de salir fue que Nam lanzó aquella pregunta —¿Qué somos Seokjin?— la cara del alfa era de confusión — me refiero ahora, después de lo que pasó ¿Qué somos? ¿Qué papel juego en tu vida?.
—Namjoon es obvio que ambos sentimos algo por el otro, creí que mis sentimientos por ti habían quedado atrás..... pero justo ahora no puedo ofrecerte nada, estoy comprometido y....
—¿Comprometido Jin? Dime pensabas en tu prometida cada vez que me hiciste tuyo — le cuestionaba muy molesto.
—Nam calmante por favor, mira déjame ir arreglar las cosas con Jisoo, necesito despejar la mente pero te prometo que consideraré lo nuestro.
—¿lo vas a considerar? Vaya que afortunado soy— respondió con sarcasmo.
—Qué quieres que te diga Nam, quieres que deje todo por ti, que termine a Jisoo solo por haber sido mi amante un par de noches — el alfa estaba molesto pero al decir aquello se arrepintió, los ojos del Omega se pusieron muy rojos y vidriosos —Nam no quise decir eso, perdoname.
—Vete Seokjin, largo de mi casa — su voz sonaba cortada debido al intenso llanto que trataba de reprimir.
—Omega no quise decir eso— su voz sonaba suave queriendo disculparse.
— No dijiste mentiras Jin es verdad fui tu amante, tu estúpida puta durante tu celo, así que largo — y con todas sus fuerzas empujó al alfa hasta sacarlo de su casa, tirándose tras la puerta cerrada mientras sentía como su corazón volvía a partirse en mil pedazos. Seguía siendo el mismo ingenuo enamorado de un hombre que ya tenía su corazón puesto en alguien más, pero es que era inevitable, Nam solo quería amar a Jin, de la forma en que a él le gustaría que el alfa lo amara.
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