5
—Hoseok, me contaron que viniste con tu marido.
—¿Yoongi? —Hoseok frunció el ceño.
—Si, Yoongi, ¿Qué acaso ya tienes otro? —preguntó divertido Namjoon—. Oh... mierda, tal vez si...
Hoseok no escuchó lo último que dijo pero miró hacia atrás suyo hacia donde miraba Namjoon sorprendido. —Ah, él es Kim Taehyung.
—¿Y es...?
—Es mi asistente —agregó rápido. Taehyung quiso esconderse bajo tierra cuando se dio cuenta de que era alguien conocido, sólo deseaba que no lo reconociera. Hacia mucho tiempo no veía a uno de los conocidos de su padre.
—Oh —volvió a soltar—. Entonces no viniste con Yoongi.
—No, él está en casa, sabes que odia estos lugares.
—Si lo sé... supongo que escuché mal.
Taehyung resopló aliviado cuando se fue, y como Hoseok seguía buscando a Lim Xi lo siguió con cuidado.
—Kim —dijo Hoseok parándose en seco y Taehyung chocó contra su espalda haciendo que se ponga nervioso y pidiendo disculpas reiteradas veces—. El hecho que estemos en un lugar lleno de gente no significa que tengas que estar pisándome los talones.
—¡Lo siento!
—¡Y tampoco gritar! Puedo escucharte perfectamente —Taehyung puso los ojos en blanco ya que no lo veía y obedeció las órdenes. Aun seguía odiando recibir órdenes de alguien pero ¿que podría hacer? Era su jefe, sólo le quedaba asentir con la cabeza agachada como un buen asistente—. Oh, allá está.
Taehyung miró hacia donde Jung señalaba con la mirada pero no podía ver mucho ya que había demasiada gente hablando mientras bebían sus cócteles elegantes o comían uno que otro bocadillo repartido por los meseros que pasaban.
¿Cómo es que Hoseok había visto algo si era más bajo que él? Taehyung rio secretamente ante eso, su jefe era más bajito que él y más pequeño en general, no le sorprendía que creyeran que Taehyung era cualquier cosa menos su asistente. Por lo general los asistentes no llaman nada la atención, en cambio, Taehyung definitivamente llamaba mucho la atención.
Volviendo a la realidad, Taehyung se volteó a Hoseok, pero sus ojos se abrieron sorprendido al darse cuenta que no estaba ahí, ni ahí ni en ninguna otra parte a su alrededor. Buscó de prisa al pelinegro pero no lo encontraba.
Genial, ¿y ahora qué?
Suspiró frotando su frente, sabia que no debía perderlo de vista, el pelinegro era rápido y se metía en cualquier parte con su delgado cuerpo. Como un gato. Tal vez estaba en medio de la gente.
Maldiciendo por dentro salió del salón y caminó al lobby.
Su teléfono sonó largos minutos después y cuando lo levantó resopló aliviado leyendo el mensaje -mentalmente- con la voz conocida del pelinegro: "¿Se puede saber dónde estás?"
Taehyung envió un "En el lobby, te perdí de vista así que salí" casi podía ver la mueca que hacía el pelinegro cuando Taehyung hacía algo que él consideraba mal.
"Iré para allá. Quédate quieto" Taehyung rió ante eso, ¿y a donde se supone que iría de todas formas? Seguía sonriendo divertido por el mensaje hasta que levantó su vista y vio un grupo de hombres fumando a punto de entrar -detrás de la pared de vidrio del lobby que daba al patio- su sonrisa cayó y sus ojos se abrieron gigantes al ver a su padre.
Mirando a todas partes encontró un escondite; el baño. Así que se metió ahí, rezando por qué los hombres -incluyendo su padre- no entraran al baño y siguieran fumando un rato más o que se apuraran y entraran rápido al evento. Su teléfono sonó fuerte retumbando en todo el baño por lo que maldijo en mil idiomas antes de contestar rápido.
—¡¿Qué?!
Un jadeo de sorpresa sonó del otro lado ante su pregunta, o mejor dicho, su grito. Taehyung maldijo otra vez al darse cuenta quien era el de la otra línea.
—¡¿Cómo te atreves a gritarme?!
—Ah... señor Jung —fingió reír—. Creí que era otra persona.
—... Estoy en el lobby, ¿Se puede saber dónde estás? ¡Te dije que te quedarás quieto!
—Estoy —se quedó callado al recordar la razón, su padre estaba fuera del lobby, a punto de entrar. Pero eso no era la peor parte, rápidamente recordó los mails de Jung Hoseok a su padre proponiéndole una alianza.
—¡Kim Taehyung, te estoy hablando! ¡¿Dónde te metiste?! —volvió a alzar la voz del otro lado de la línea. El castaño no podía permitir que se encontrara con su padre, sabía que el pelinegro le hablaría y luego mencionaría su nombre, mencionaría a su "asistente personal" y Taehyung estaría completamente jodido.
Colgó y salió del baño rezando por qué su padre o siguiera fumando afuera con sus colegas o ya hubiera pasado el lobby y estuviera dentro -lo cual era imposible porque no había pasado mucho tiempo desde que se metió al baño- cuando salió al lobby y vio que a un seguía el tumulto de seis hombres grandes hablando (con su padre ahí también), pero ahora apagando sus cigarros y con algunos comenzado a caminar para entrar al evento, se paralizó de inmediato del susto. Miró a Hoseok parado mirando con odio a su celular así que se acercó a él lo más rápido que pudo.
Hoseok lo miró en cuanto de acercaba y le frunció el ceño.
—Ahí estás, ¿Se puede saber dónde estabas? ¡Llevo esperándote- Wow! ¡Wow, wow, espera! ¿Q-qué haces? —comenzó a quejarse mientras Taehyung lo agarraba de la muñeca y lo arrastraba al baño—. ¿T-Taehyung? Suéltame —decía confundido pero Taehyung no respondía y tiraba más fuerte haciendo que haga pasos bruscos hacia adelante, casi arrastrándolo— ¿Q-qué haces, Taehyung? —Debía haberse reído porque nunca lo escuchó tan confundido y perdido pero él estaba muriendo del miedo como para reír. Hoseok siguió quejándose pero no hacía nada por soltarse, así que Taehyung, apenas escuchar las puertas abrirse, reaccionó rápido y encaró al pelinegro que lo miró con sus pequeños ojos muy abiertos—. ¿Acaso te volviste loco? —ignoró su pregunta y se agachó agarrándolo por las piernas para tirarlo sobre su hombro y llevarlo cargando al baño así irse más rápido, obviamente Hoseok se quejó—. ¿Qué demonios? Bájame. ¿V-voy a despedirte si no lo haces? —agregó con duda, como si estuviera confundido y nada más.
La única reacción que tuvo fue que, apenas entrar al baño, Hoseok se tensó. Más aún cuando Taehyung -aun cargándolo- se metió en un cubículo.
Taehyung lo bajó dejándolo de pie y se movió de inmediato para cerrar la puerta del baño, donde apoyó la frente intentando controlar su respiración por el miedo de que su padre lo descubra y por lo pesado que era Hoseok. Le agradeció mucho al gimnasio porque sino no hubiera podido cargarlo más de dos pasos, ¿por qué era pesado alguien tan delgado?
Y hablando de Hoseok... Taehyung se dio vuelta levemente y lo encontró apoyado en una pared mirando al suelo con los brazos apretando a sus costados, como un niño castigado. Frunció el ceño ante la imagen; se veía nervioso... muy nervioso o ansioso mientras recorría la mirada al estrecho cubículo donde estaban solo ellos dos encerrados. Taehyung recordó cómo lo jaló sin decirle nada, cómo lo cargo en su hombro... procesó todo lo qué hizo. ¿En que diablos estaba pensando para hacer todo? ¿En que pensaba Hoseok ahora?
—Hoseok —murmuró, el mencionado levantó su mirada muy lentamente a él, más no la cabeza, por lo que lo miraba a través de sus pequeñas pestañas. Se veía tan tranquilo, adorable, tan hermoso, nunca lo había visto así y nunca jamás pensó verlo de esa forma. Porque ahora su forma de mirarlo había cambiado. Tan frágil, tan pequeño—. Lo siento mucho, no quise-
—Si me tocas, te mataré —susurró amenazante.
—¿Tocarte?
—Mantén tu distancia y —susurró otra vez—, y mantén tus manos lejos de mí, imbécil.
Sabía que se merecía el insulto pero de igual forma, no pudo evitar molestarse y quiso vengarse.
—Mis manos no creo que estén felices con esa orden —lo molestó, se sorprendió en demasía cuando notó un rubor subir por el cuello de Hoseok a sus mejillas y su sorpresa aumentó cuando su manzana de Adán se movió.
No estaba asustado, era otra expresión pero no sabía cual.
—Hablo en serio...
—Y yo voy en serio —dijo divertido, acercándose un poco más, muy curioso por su reacción. Hoseok era casi de su tamaño y sabía que era capaz de golpearlo, podría ser delgado pero no era pequeño exactamente, estaba seguro que tenía la fuerza suficiente para noquearlo, ¿por qué entonces no lo hacía?
—A-aléjate —tartamudeó cuando Taehyung estaba a sólo un paso, cerraba sus pequeños ojos muy fuerte a la vez que había llevado sus manos al pecho del castaño, quien notó que se había acercado demasiado de verdad y eso lo puso nervioso también más porque las manos de Hoseok no lo empujaba ni detenían, no hacían ninguna presión, solo estaba sobre su pecho, casi acariciándolo.
—¿O qué? —susurró con voz grave. Pasaron largos segundos en silencio hasta que Hoseok abrió sus ojos y pareció como si recién estaba dándose cuenta de algo.
—Estoy casado.
Mencionó dejando caer sus manos como si había estado sobre él con otra intención. Pero Taehyung no lo noto, sólo notó esas dos palabras que apagaron cualquier cosa que se había estado comenzando a encenderse en el castaño. Maldijo por dentro porque lo había olvidado por completo, ¿cómo se le ocurrió molestarlo de esa forma?
Taehyung se alejó por completo, lo más lejos que pudo: —Lo siento, solo bromeaba.
Se ganó una mirada confusa y luego una indescifrable. Taehyung recordó su propósito principal del encerrarse en ese cubículo; era por si entraba su padre o algunos de sus colegas que pudiera reconocerlo, a la vez que alejar a Jung de su padre.
—¿Por qué estamos aquí entonces? —preguntó el pelinegro más molesto que otra cosa. Taehyung se comenzó a preguntar cómo explicaría eso.
—Yo —realmente no sabia que decir, ¿debería mencionar quien era su padre? ¿Debería decirle que estaba ayudando a su amiga quedándose con el trabajo? Tal vez eso era buena opción. Oh, pero entonces Jung podría pensar mal de él y hasta podría despedirlo, la gente nunca entendía lo buen amigo que podría ser a veces.
—¿Qué clase de broma es esta, Taehyung? ¿Por qué me trajiste acá... nos encerraste acá?
—No es por lo que estás pensando —dijo. Hoseok lo vio mirarlo atento, confundido, y aún un poco asustado al igual que ruborizado.
—¿Ah, si? Entonces dime —exigió alzando un poco la voz pero luego su mirada se suavizó y suspiró— Tienes algún problema mental, ¿cierto? La empresa puede pagarte un psicólogo, siempre nos preocupamos por la salud física y mental de nuestros trabajadores.
Quiso reír porque desde que llegó Jung parecía convencido de que tiene un problema mental, pero entonces la puerta del baño se abrió y le agradeció a todos los santos por haberlos encerrado en ese cubículo. Excepto que había un problema, las paredes eran ligeramente altas y a penas alguien se agachara podrían ver sus pies de ambos dándose cuenta qué hay dos personas dentro. Y precisamente no pensarían que estuviesen haciendo algo inocente.
—Súbete al inodoro —susurró Taehyung tapando la tapa del inodoro para que se siente ahí con las piernas cruzadas sobre la misma a modo que no se lo vea, Hoseok lo fulminó con la mirada—, o se darán cuenta qué hay dos personas aquí.
—¿Y por qué no lo haces tú? —susurró molesto el pelinegro y Taehyung lo agarró del brazo—. Deja de tocarme.
—Porque eres más pequeño y no lo romperás.
—¡No soy pequeño! —exclamó furioso en un susurró.
—Si no te sientas ahí voy a volver a cargarte y no será sobre el hombro como la vez anterior —Hoseok relajó su ceño fruncido, los pasos de aquel hombre se escucharon pero no entró a ningún cubículo, al parecer el hombre sólo usaría el urinario.
—No te atreverías.
—Y tampoco como si fueras un bebé —susurró amenazante—. Si no te apuras en unos segundos tendrás tus piernas abiertas alrededor de mi cintura.
El pelinegro abrió ligeramente sus labios y luego los cerró tragando duro.
–Dualitymask
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