24
Yoongi le mandó un mensaje diciéndole que apenas sepa cuando era su fecha de regreso se lo dijera, pero no dijo la razón. Hoseok comenzaba a sentirse algo extraño.
—La infidelidad... es muy tentadora —dijo seguro pero con su sonrisa amplia que lo hacía ver más joven de lo que era.
Hoseok bajó su mirada al plato de comida que había pedido y recién se lo traía el mesero del restaurante que tenía hotel en que estaba, pero no pensaba en lo bien que se veía, tenía algo más en mente: —Supuse que dirías algo así...
—Pero aún así, ¿por qué preguntas algo así? —preguntó curioso como siempre lo era, luego de reír. Y recibió su plato también, agradeciendo al mesero antes que se vaya—. ¿Está todo bien con Yoongi?
—¿De que hablas? —soltó Hoseok, rápidamente. Intentó cuidar su voz entonces, no eran los únicos comiendo en el lugar aunque cada uno estuviese en su mundo—. Claro que si, nos amamos.
El pelinegro alzó una ceja con curiosidad: —¿Entonces?
—Solo era una pregunta, quería saber que pensabas de la infidelidad. —Escuchó su risa baja.
—¿Justo yo? —preguntó pero de pronto se acercó hacia él tanto que se hizo hacia atrás—. ¿O me estás queriendo insinuar algo, Hobi...?
—Por Dios, aléjate-
Hoseok se calló y giró los ojos cuando fue tomado de la mano, jugando con él como siempre lo hacía: —Estoy soltero, ¿sabias eso?
No pudo evitar reír, mirándolo fijamente. Sonrió cuando se le ocurrió algo para que lo soltara.
—Te estás arrugando, ¿sabias eso? —Su cara de preocupación apareció pero la borró pronto con una sonrisa amplia. Siempre
—Mientes. Me vi al espejo antes de venir, me veo mejor que nunca. —Hoseok soltó una risa ante eso.
—Olvidaba porque nunca le caíste bien a Yoongi —comentó mirando su agarre.
—Tu Yoongi tampoco me cae bien. —Se encogió de hombros mirando su anillo de casado sin dejar de sostener su mano—. Ni siquiera supo elegir un anillo para ti.
Hoseok se rió: —Fuimos juntos a comprarlo. Gracias por insultar mis gustos, Jungkook.
Se rió cubriéndose la cara con una mano, avergonzado por su comentario. Hoseok también rió.
—Se nota que está pasando una muy estupenda tarde, señor Jung. Me alegra verlo reír... casualmente casi nunca lo veo hacerlo. —La voz grave y sin humor lo hizo callarse de inmediato.
—Taehyung —mencionó alejando su mano de Jungkook rápidamente. Sintiendo que estaba haciendo algo muy malo.
El castaño lo miró con intensos ojos oscuros y luego miró a Jungkook no tan feliz que digamos, o tal vez nada feliz. No sabía que bajaría de su habitación a comer, en el viaje se había mareado tanto que le había dicho que se dormiría una siesta para estar bien en la fiesta de negocios que irían a la noche.
—Ah, Jungkook, él es Kim Taehyung mi asistente personal.
Jungkook sonrió amable como siempre trataba a los extraños: —Mucho gustó, yo soy Jeon Jungkook. El amante de Ho-
Para su sorpresa, Jungkook no gritó pero si se dobló en dos cuando le pateó por debajo de la mesa.
—Es mi amigo desde que tengo uso de razón, hace mucho no nos vemos y creo que olvidó que no me agradan las bromas, ¿cierto, Kookie? —Jungkook asintió adolorido con la frente en la mesa mientras parecía frotarse su rodilla—. Así que no le prestes atención. —No sabía porque estaba dándole explicaciones a Taehyung. Pero supuso que lo hacía porque no podía dejarlo que crea algo así cuando estaba casado.
—Se nota, sobre todo por la confianza que se tienen. —Por alguna razón sintió que Taehyung estaba enojado.
—Siéntate, ¿hace mucho que bajaste? —Hoseok señaló al asiento a su lado.
—No te preocupes, no quiero interrumpir su reencuentro. Me iré a sentar a otro lado-
—Dije que te sentarás. —ordenó en voz firme. Taehyung pareció debatir que hacer.
—Está bien. Lo siento, señor Jung —Obedeció finalmente, sentándose en donde le dijo.
Notó que Jungkook los miró con curiosidad ahora que ya se había reincorporado. De pronto sonrió.
—Oh, tu asistente, él es quien va a fingir ser tu marido —dijo cuando pareció recordar su charla del principio. Jungkook era uno de sus mejor amigo, se habían conocido en clases de baile, lo conocía desde siempre y sobre todo porque su padre era socio del suyo—... Me agrada más que el original.
—Jungkook —masculló Hoseok entre dientes.
Aún cuando era su mejor amigo y una persona muy importante en su vida, a Yoongi nunca le había agradado. Bueno, ninguno se agradaban. Al principio si pero con el paso del tiempo, Jungkook había llegado a la conclusión que Yoongi era un idiota y lo detestaba. Hoseok suponía que ese "odio" era desde que se enteró que dejaría las clases de baile porque Yoongi se lo pidió.
Al menos esa era la razón principal.
Habían algunos otros detalles por los que a Jungkook no le agradaba Yoongi y aunque para Hoseok no tuviesen mucha importancia, para jungkook si las tenían. De hecho, desde que se había casado con Yoongi podía contar con los dedos de sus manos la cantidad de veces que había vuelto a ver a Jungkook, sus cumpleaños ante todo, a los que por supuesto asistía sin Yoongi. En caso de Yoongi, a él no le agradaba Jungkook porque Jungkook... era algo especial; liberal, excesivamente cariñoso, sin filtros y fanático del contacto físico.
—¿Qué? Sabes que soy sincero. —Por supuesto que lo era—. Es más, ustedes dos hacen linda pareja.
—¡Jungkook! —reprendió rápidamente en un susurro, sintiendo sus mejillas ganas un fuerte calor mientras lo pellizcaba en el brazo.
—Ah, ah, espera, duele —Lloriqueó. Más que amigo, realmente era como su hermano menor. Una de las pocas personas con las que era simplemente él mismo.
Taehyung carraspeó pero tapó su rostro con la carta del menú cuando lo miró, soltando a Jungkook.
—Ya que Jeon se comportará como un adulto, ahora si —dijo dándole una mirada de advertencia a quien se frotaba el brazo—, he pensado en ir antes a la fiesta, ¿qué te parece?
¿Por qué le preguntaba? No lo sabia, pero se sentía extraño porque estaba demasiado callado desde que llegó.
—Haré lo que usted ordene, señor Jung.
—No tienes que hablarme formal ahora —dijo—. No estamos trabajando y Jungkook es casi mi hermano a él no le importa.
—Ah —suspiró Jungkook como a punto de decir algo molesto otra por lo que le dio una mala mirada y pareció arrepentirse—. Hablando de esa fiesta, no es como tú piensas, Hoseok. Será informal y habrán desconocidos pero también conocidos. Si van actuar como pareja deberán tener cuidado,
—Eso lo sé, no es como si lo gritaremos, solo actuaremos frente al tipo y nos iremos apenas lo hagamos.
—Bueno, eso suena bien. Entonces saldrá todo bien.
Hoseok asintió, porque por supuesto saldría todo bien.
Taehyung no habló en toda la comida. Él simplemente miraba a ambos como intercambiaban palabras con una sonrisa. Y, por Dios, lo odiaba. Estaba odiando demasiado como era Hoseok con ese tal Jungkook.
Nunca había visto a Hoseok sonreír tanto al hablar con alguien, y no se veía exactamente infeliz cuando aquel extraño tocaba su brazo o pierna... ¿era necesario? ¿Por qué lo tocaba? ¿Por qué no se ataba las manos o Hoseok le decía que parara? ¡Le caía mal! Hoseok había dicho que era como su hermano y lo creyó por buen rato hasta que otra idea vino a su cabeza, ¿y si habían sido algo?
—¿Se puede saber que te sucede? Has estado callado en todo el almuerzo —preguntó de pronto Hoseok, cuando las puertas del ascensor se cerraron.
—Nada. —Tan obvio, se odiaba por no controlar esos celos de saber que existían mas personas con las que parecía feliz y se divertía mientras que con él siempre era tan serio y le costaba hacerlo reír. No tenia derecho a estar molesto. No era como si fuese su novio, de hecho, Hoseok ya estaba casado con alguien más.
—¿Nada? Si, claro. Sea lo que sea que tengas arréglalo ahora porque en la noche no quiero que tengas esa cara. —Le recordó y caminó fuera del ascensor, yendo a su habitación cuando las puertas se abrieron.
—Es la única cara que tengo —soltó cuando salió detrás suyo y al ver a Hoseok detenerse, mordió su lengua.
—¿Qué dijiste?
—Nada —respondió otra vez y corrió a la puerta de su habitación.
—¿Así que te crees gracioso? —Lo escuchó preguntar y en menos unos segundos sintió una mano agarrándolo del brazo para jalarlo hacia su... ¿habitación? Taehyung lo miró con amplios ojos—. Dile adiós a tus horas de descanso, vas a acompañarme a hacer compras.
—¿Qué? —preguntó sin comprender, aunque había escuchado perfectamente.
—No tendrás horas de descanso por hacerte el gracioso —dijo luego de abrir la puerta de su habitación—. Quédate aquí.
Casi jadeó, ¿ese era su castigo? Si así eran sus castigos se encargaría de tener más de ellos... Joder, debía calmarse. Estuvo tan conmocionado por su "castigo" que en algún momento había entrado a su habitación y cerró la puerta detrás suyo, sin darse cuenta.
Hoseok lo miró de inmediato desde un mueble del que parecía sacar algo: —¿No te dije que te quedarás fuera?
—Uh, ah, se cerró sola.
Hoseok lo miró con ojos entrecerrados.
—¿Contigo dentro? —soltó, Taehyung abrió y cerró la boca, mordiéndose los labios. Hoseok suspiró—. Olvídalo, ya me quedó claro que tu mente está en algo más —agregó y tomó su bolso, parecía buscar algo.
Tan pronto como pareció encontrar lo que buscaba el timbre de la habitación sonó y ambos saltaron en sus lugares. La tensión en el cuerpo de Hoseok fue totalmente visible, estaba asustado pero más preocupado.
—Por Dios —dijo con voz preocupada, acercándose a la puerta lentamente. La mirada cayó en Taehyung antes estar frente a la puerta—. Si haces algo que se malinterprete o se vea extraño, te despediré.
Sabía a que se refería y esperó que simplemente sea un sirviente del hotel. Pero cuando abrió y vio quien era sus celos -que había olvidado por un momento- se incrementaron esta vez peor.
—Jungkook —resopló Hoseok aliviado—. ¿Qué pasa?
—Bueno, te estaba llamando para... —Se detuvo tan pronto estuvo dentro y su mirada se posó en Taehyung—. Oh, no sabía que compartían habitación —dijo—. Y con una cama...
—¡Porque no lo hacemos! —exclamó de inmediato—. Solo está aquí por error-
—¿Error? Existen mejores excusas que eso. —Era claro que lo estaba jugando para hacerlo enojar—. Como sea, no es mi problema...
—Por Dios —dijo como si intentara mantener la calma—. ¿Qué es lo que quieres?
—Bueno, intentaba llamarte a tu nuevo número pero creo que me diste otro y como recordé tu número de habitación, vine. —Se encogió de hombros.
Hoseok resopló y comenzó a dictarle su número de celular tailandés, luego de que salieron de la habitación. Jungkook los acompañó hasta fuera del hotel y luego se fue por su cuenta, pero dándole una mirada curiosa a Taehyung. Por un momento eso lo asustó porque sintió que le había leído sus pensamientos y sentimientos por Hoseok.
Finalmente fueron, en el auto que les dio su trabajo y con él mismo chofer de siempre, a un centro comercial. Fue rápido como cambió el estado de ánimo de Hoseok, se veía más relajado mientras veía las ventanillas y eso hizo cambiar de humor a Taehyung también. Más el hecho de que Hoseok no le permitía alejarse de su lado, como si no le gustara el hecho de estar solo.
Se preguntó como hacía cuando su pareja no lo acompañaba, hasta que recordó lo que Hoseok dijo acerca que nunca salía. Ahora que lo pensaba, tal vez era que no le gustaba estar solo. El pensamiento, lo hizo sentir ternura por el hombre que estaba frente suyo mirando concentrado unos anteojos de sol, en silencio, con una sonrisa apenas visible para otros.
—Tengo hambre...
Hoseok lo miró de inmediato y le frunció el ceño: —Pero si comiste como un cerdo en el almuerzo.
Se encogió de hombros.
—Quiero postre... helado, ¿podemos comer helado? —No tenía hambre, no quería ni siquiera algo tan dulce como un helado. Solo quería estar con él más tiempo.
—No tengo hambre —dijo y había estado mirándolo entre sorprendido a alguna otra emoción que no pudo entender antes de volver a mirar los anteojos de sol.
—Si te gusta tanto, ¿por qué no te lo compras? —preguntó, dándose cuenta que él realmente quería uno de esos anteojos.
—Cállate, me desconcentras. Me gustan todos, estoy intentando elegir uno.
Río bajó ganándose una mirada suya molesta por un segundo.
—Entonces cómpratelos todos, estoy seguro que tienes el dinero suficiente —respondió—. Estoy seguro que hasta suficiente para comprarte la tienda entera.
—A diferencia tuya, me gusta ahorrar.
Tosió: —Tacaño.
—¿Disculpa? —Como era obvio, lo miró mal—. ¿Si te gusta cosas parecidas te las compras todas? —preguntó, entonces Taehyung se cruzó de brazos y apoyó en la ventanilla mirándolo divertido.
Como era de esperar, Hoseok lo miró con horror y lo alejó de la ventanilla. Taehyung suspiró guardando sus manos en sus bolsillos.
—Si me gusta algo es porque es único, y por supuesto que la compraría. Lo conseguiría como sea y lo cuidaría para tenerlo por siempre como nuevo.
La mirada que Hoseok le daba, dejó de ser de mal humor, se suavizó. Parecía pensar en algo más. Le dio desesperación no saber que pensaba, quería leer su mente realmente. Ahora si necesitaba algo dulce.
—Ya que no quieres helado, iré yo solo por uno.
Una mano se posó en su brazo deteniéndolo cuando ya se estaba yendo. Taehyung miró de la mano de Hoseok a él.
—También quiero helado.
No pudo evitar sonreír por lo tierno que se vio al decir eso y porque aunque lo agarraba del brazo no lo miraba a los ojos, como si estuviese algo tímido.
—Entonces, vamos —asintió y comenzó a caminar con él a su lado.
Su brazo extrañó su agarre mientras caminaban, pero era su mano la que más deseaba ese contacto con la suya.
–Dualitymask
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