14
Bien, no se suponía que debía estar pasando esto, pensó Taehyung mientras caminaba junto a Hoseok para ir a su departamento.
Mordió su labio sintiéndose nervioso, no sabía que hacer exactamente, ¿tal vez debería decirle que se daño alguna tubería así que era mejor volver a la empresa? Joder, no sabía que hacer. Cuando lo invitó en lo único que pensaba era en que no se vaya solo hasta la empresa porque tenía miedo que le pasara algo pero ahora que caminaban juntos hacia su departamento en lo único que pensaba era en que estaba mal.
Bueno, teóricamente no estaba mal. Es decir, no estaba mal invitar a un amigo a pasar el rato, para tomar algo o hablar. El problema era que Hoseok no era exactamente su amigo y tampoco era a alguien que quería como amigo... Una vez más maldijo mentalmente por estar pensando así de un hombre casado pero últimamente ya no podía negar que su jefe le atraía, y mucho.
—Es... Es aquí, primero tengo que ir a dejar la motocicleta —dijo Taehyung yendo primero al estacionamiento y evadiendo que la entrada principal, como siempre.
Hoseok lo siguió mirando con curiosidad el edificio, y ese era otro problema, porque se suponía que tenía que fingir pobreza pero vivía en uno de los barrios más caros de Seúl y su edificio estaba muy lejos de ser para alguien "pobre".
Sabía que esa era la razón principal por la que Hoseok habría aceptado ir así que intentó pensar sólo en eso y tal vez lo invitaría unos segundos hasta pedir un taxi para ambos para volver a la empresa, porque al parecer Hoseok no quería saber nada con la moto.
Taehyung dejó su moto y junto a Hoseok caminó hacia el ascensor. El pelinegro aún seguía mirando a su alrededor con cuidado, un poco más silencioso de lo normal. Ya dentro del ascensor -el cual siempre usaba- comenzó a sentirse un poco extraño, y hasta mal podría decirse, porque estaba al lado de aquel con quien había fantaseado las últimas noches.
Cualquiera que conociera sus sentimientos diría que sus intenciones eran malas y que no le importaba que estuviera casado, pero la realidad es que le importaba y demasiado porque si no fuera así él mismo ya se lo hubiera dicho o se hubiera lanzado a sus lindos labios. Taehyung siempre era directo con sus sentimientos, o más que eso.
El castaño se dirigió a abrir la puerta de su departamento intentando no temblar en el proceso y le dio espacio a Hoseok para que entrara primero. Agradeció mucho haber elegido uno de los departamentos más pequeños y no los que sus padres le había querido regalar porque si fuese así definitivamente no habría tenido ni como fingir "pobreza". También agradeció que la señora que limpiaba su casa no estuviera porque eso también habría sido extraño.
Cuando cerró la puerta pensó en su colección de cinturones caros y se preocupó pero se relajó en cuanto recordó que estaban en su habitación y por supuesto Hoseok nunca entraría ahí... Tragó saliva de sólo pensar lo contrario.
—Así que... este es tu humilde hogar —murmuró Hoseok con sarcasmo, quedándose mirando un cuadro de figuras geométricas.
—Todos tenemos algo en lo que nos gusta gastar nuestro dinero, ¿no? —respondió acercándose a él y dejando lentamente el casco en su lugar, aún dejar de mirar su hermoso perfil.
—Creí que te gustaba gastar tu dinero en viajes —volvió a usar su mismo tono bajo de voz, ahora mirando unos adornos de un estante. Taehyung relamió sus labios al ver como tocaba uno de ellos con sus finos dedos.
—Lo gasto en cosas que me gustan... viajar y vivir cómodamente son una de ellas.
Para su sorpresa el pelinegro giró su mirada a él, mirándolo fijamente y en silencio un par de segundos. Y retuvo su respiración cuando le sonrió de costado. Maldito Jung Hoseok.
—¿Qué otras cosas te gustan? —preguntó luego de esa sonrisa de lado. Taehyung se tensó e intentó ignorar todos sus pensamientos sucios que estaban viniendo a él.
—Me gusta coleccionar vinos —respondió agradeciéndole a todas las deidades por justo chocar su mirada con su pequeño bar.
Escuchó la risita de Hoseok siguiéndolo mientras caminaba hacia su pequeño bar para mostrarle.
—Wow —soltó cuando llegó a su lado—. De todas formas, creí que eras más de las bebidas fuertes...
Se quedó en silencio luego de decir eso y Taehyung supo porqué. Aquella vez que fueron a una reunión donde había pedido vodka y Hoseok se emborrachó tanto que lo tuvo que llevar a su casa. Seguramente él no recordaba bien aquel día. Cuando miró hacia él vio que se veía tensó, estaba seguro ahora más que antes, él no recordaba lo que había pasado luego de emborracharse y estaba avergonzado.
—Me gustan ambas —Taehyung se encogió de hombros intentando que no se sintiera tan avergonzado el otro y agarró una de las botellas de vino—. ¿Quieres probar?
Hoseok miró de la botella a él, por su expresión no hizo falta que respondiera. Ya sabía la respuesta.
—Claro que no, y tú tampoco vas a tomar —dijo sacándole la botella de la mano—. Tenemos que volver al trabajo, ¿lo olvidas?
Taehyung sonrió. —¿Tienes miedo que me emborrache o... emborracharte tú?
—N-no, no soy tan débil —respondió luego de fruncir levemente el ceño y mirarlo un poco molesto.
—Para mi es como tomar agua, no me hará nada. Pero a ti seguro... puedo ofrecerte un juguito si quieres.
—¿Estás burlándote de mi? —preguntó ahora si molesto pero a Taehyung no le asustaba para nada y hasta le sacó la botella de la mano.
—Por supuesto que no, Hoseok —murmuró mirándolo a los ojos, intentando ocultar la gran sonrisa que quería hacer al verlo mirándolo como un niño atento—. Sé que no bebes así que un jugo te vendría bien, ¿o no?
—¿Que significa eso... que vas a tomar tu? —Taehyung sonrió y con el vino en su mano caminó hacia una mesada de la cocina que estaba a unos pasos dejándolo ahí.
—Una copa de vino, aunque mi resistencia es tan alta que podría tomar cuatro y estaría tan bien como ahora —dijo y sonrió al verlo girar los ojos—. Entonces ¿De que quieres tú juguito? ¿Naranja o limón? —preguntó abriendo la heladera.
—No voy a tomar juguito.
—Tengo chocolate, ¿quieres una chocolatada?
—¿Crees que soy un niño? —preguntó molesto, Taehyung casi le pareció que estaba haciendo hasta una voz un poco más grave. Se rió por dentro.
—Para nada pero quisiera saber que te gustaría tomar porque-
—Tomaré lo mismo que tú —respondió mirando a otro lado y aunque lo hacía se podía ver el el triángulo que formaban sus labios cuando estaba molesto. Tan adorable.
—Pero-
—¿Crees que no tengo resistencia? No me conoces —interrumpió, confirmándole al castaño que estaba molesto.
—La última vez...
—Esa bebida era muy fuerte y la tomé rápido por eso me hizo mal —soltó antes de que siguiera hablando. Taehyung se le quedó mirando mientras cerraba la heladera—. No soy un niño y apurémonos que tenemos que volver a la empresa —repitió, causándole más ternura que otra cosa.
—Está bien —murmuró Taehyung y mientras comenzaba a descorchar la botella de vino que había elegido desde el principio. Y a la vez miraba de reojo a Hoseok que parecía no tan seguro de aquello. Ciertamente, Taehyung tampoco estaba seguro de que tomara, aunque si era una copa, ¿que tanto daño le podría hacer?
Esperaba que no mucho.
Taehyung tomó dos copas y las colocó en la mesada aquella. El sonido del líquido cayendo fue lo único que se escuchaba ahora. Decidió servir menos de la mitad a ambos por las dudas. Luego llamaría un taxi y volverían a la empresa para seguir su trabajo.
Le alcanzó una de las copas ya servida cuando terminó.
—Salud —dijo Taehyung con una sonrisa extendiendo su copa hacia él y chocándola con la suya antes de que Hoseok reaccionara. Rió bajo cuando el pelinegro giró los ojos.
Una vez más rió bajo cuando lo vio hacer cara de asco.
—¿No te gustó? —preguntó Taehyung sin perderse ninguna mueca de su rostro. Hoseok no respondió pero olió la bebida antes de volver a tomar otro sordo y su expresión se relajó.
—Ahora si... está bien.
—¿Está bien? ¿Sólo eso? Es mi vino favorito —dijo el castaño fingiendo estar ofendido. Hoseok le dio más sorbos y asintió.
—Bien, si, sabe bien —confesó dándole la razón y terminándolo.
—Tienes que admitir que es el mejor vino que has probado en tu vida —lo molestó llevándose la copa a los labios otra vez.
—Conozco mejores —soltó. Taehyung quiso reír.
—¿Quieres más?
Hoseok lo miró unos segundos y luego a la copa: —Si, no es fuerte.
—En realidad es uno de los más fuertes —se sinceró Taehyung mientras le servía poco como la primera vez.
—Te dije que no soy débil.
—Como usted diga, señor Jung —fue lo único que dijo al escucharlo repetir lo mismo y terminó su primer copa al fin, al mismo tiempo que Hoseok terminaba la segunda.
El pelinegro extendió su copa hacia él y Taehyung parpadeó sorprendido al entender que estaba queriendo decir.
—¿Qué? ¿Quieres más?
—Me serviste poco, ¿crees que no me di cuenta?
Taehyung sonrió divertido ante la queja: —No quiero que te marees.
—Estoy en perfecto estado. Sírveme y esta vez bien.
—Déjame pensarlo... hey —Hoseok se estaba sirviendo solo, y sirviéndose mucho más de lo que le había servido antes—. ¿Qué tal si nos sentamos? —preguntó Taehyung tomando la botella cuando terminó de servirse, Hoseok asintió y lo siguió hacia la mesa del comedor.
Ambos se sentaron un lado al otro y Taehyung no pudo evitar quedarse mirándolo. Hoseok era demasiado lindo, ¿él era consciente de eso? Nunca había visto un hombre así de atractivo. Y nunca había conocido un hombre que hasta enojado lo hiciera sonreír.
—¿No tienes uno más dulce? —preguntó de pronto mirándolo. Taehyung casi se atoró por ser descubierto mirándolo.
—Si —dijo Taehyung como pudo y se levantó rápido dejando la copa en la mesa para ir a buscar el más dulce que tenía—... éste te va a gustar —decidió ir a abrirlo y giró a Hoseok cuando escuchó el sonido del vino siendo servido. Hoseok se estaba sirviendo más.
Supuso que tal vez ya estaba acostumbrado a tomar vino así que lo dejó, aunque tampoco es que como que podía sacárselo porque podría creer que lo estaba echando.
De todas formas vio casi con sorpresa como Hoseok bebió rápido la copa que recientemente se había servido.
—Este... es el dulce, ¿quieres probarlo? —Preguntó mirándolo con cuidado pero al verlo que lucia normal se calmó. Debía relajarse, por Dios Hoseok ya era un hombre grande y seguro sabía cual era su límite. No tenía porque meterse.
—Si, por favor —confirmó que seguía sobrio por el tono normal de su voz.
Si, definitivamente debía calmarse. Era imposible que se emborrache con un par de copas de vino.
—Bien creo que ya es hora de-
—Déjame decirte una cosa, Taehyung... Tu casa es muy linda —el castaño sonrió aunque se sorprendió un poco por la interrupción—. Y muy limpia... definitivamente viviría aquí —sus ojos se abrieron sorprendidos y más aún cuando se dio cuenta de lo cerca que estaba Hoseok de él.
No podía ser cierto.
Taehyung rió nervioso: —Ah... si, claro, podrías vivir aquí —dijo mientras le alejaba la copa con vino que tenía frente a él.
Joder, no podría ser cierto. Ahí vamos otra vez.
—¿Me estás invitando a vivir contigo? Aw... pero no puedo... estoy casado —murmuró haciendo un puchero mientras tocaba su anillo. Bueno, al menos recordaba que estaba casado, al menos recordaba su realidad.
—Si, lo estás. Amas mucho a tu marido y él te ama mucho a ti —dijo el castaño poniendo el vino de la copa de Hoseok en su copa, aprovechando que el pelinegro lo estaba mirando a él y no se estaba dando cuenta de lo que hacía. Aunque que lo viera lo hacía sentir incómodo.
—Él no... no me ama... sólo quiere —Taehyung lo miró confundido al escucharlo decir eso, Hoseok miró a todos lados—... shh —dijo acercándose más a él, tanto que su delgada mano se puso sobre su pierna. Taehyung se tensó—... sólo quiere sexo —susurró y tal vez tuvo que tensarse más al escuchar esa palabra de sus labios pero no fue así, sólo se preocupó y mucho.
—¿Él... te obliga?
Hoseok negó logrando relajarlo por completo: —Pero... se enoja... y... me hace sentir triste. Soy un mal marido...
Susurró entrecortadamente, con un puchero. Taehyung con el dolor de su alma agarró a Hoseok y lo volvió a sentar en su lugar porque ya casi comenzaba a estar sobre él y no era algo bueno.
—No eres un mal marido por eso, Hoseok. No te sientas así.
—Pero... yo no puedo darle eso... no quiero hacerlo...
—Si no quieres entonces no lo hagas. No tienes que hacer algo que no quieres sólo para complacer a alguien.
Hoseok asintió aún luciendo triste y alcanzó una botella de vino para volver a servirse pero Taehyung se lo sacó rápido.
—Quiero más...
—No, ya tuviste suficiente —le cortó Taehyung muy serio y Hoseok le golpeó le brazo.
—Malo...
—Si, soy malo —dijo poniéndole el corcho a ambas botellas, mientras que Hoseok se cruzaba de brazos—. Llamaré un taxi y te llevaré a su casa, quédate aquí —agregó levantándose pero volviéndose a girar cuando recordó que dejó su copa llena y claro, como supuso, Hoseok se había dado cuenta y ya la estaba llevando a sus labios—. No, no, nada de esto —dijo Taehyung agarrando la copa para alejarla de él. Hoseok se levantó tambaleante hacia él.
—Espera, no...
—Espera, si —se burló de su voz pesada.
—Sólo quiero un poquitito...
Taehyung sonrió divertido y sintiendo ternura ante la palabra: —Ni un poquitito, mírate cómo estás.
—T-te despediré si lo tiras... lo haré de verdad —murmuró pesadamente agrandándolo del brazo. Taehyung lo miró largos segundos, era increíble lo rojo, indefenso y pequeño que se veía Hoseok estaba borracho.
—¿Quién dijo que lo iba tirar? —preguntó divertido y se llevó la copa a los labios, tomándose todo el contenido, dejándola vacía—. ¿Lo ves? Problema resuelto, ¿acaso creíste que de verdad iba a-
Se calló. Sus ojos se abrieron más que nunca y todo su cuerpo se paralizó. Cada célula de su cuerpo pareció quedarse quieta, al igual que su corazón. Hoseok lo había agarrado del rostro y puso sus labios sobre los suyos en menos de un segundo. Escuchó el sonido del cristal rompiéndose, la copa había caído al piso. No le importó.
Hoseok lo estaba besando.
No, no lo estaba besando. Lo estaba saboreando, la lengua de Hoseok lo obligó a abrir la boca y una vez dentro comenzó a recorrer cada rincón de su boca.
Hoseok se alejó y lo miró, tenía una sonrisa en su rostro, no había vergüenza en él y menos arrepentimiento. Tal vez seguía borracho, tal vez debía alejarlo, tal vez pero... no lo hizo y en cuanto sintió como le pelinegro rodeaba los brazos en su cuello comenzando a acercarse a sus labios Taehyung lo dejó, lo dejó hacer lo que quiera con él. Y al parecer lo que quería era besarlo, cosa que Taehyung también quería.
Entonces se besaron, como si nunca hubieran besado a nadie antes. Y como si no existiera nadie más.
–Dualitymask
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