10
Taehyung prácticamente se tiró en la silla frente a su escritorio y agarró ambos pilares de papeles con cada mano tirándolas hacia arriba, dejando que se caigan por todas partes. Los papeles se balancearon por los aires hasta caer al piso, sobre el escritorio y encima de su propia cara.
Estaba perdido.
Apenas pasaba un día que se fue Jung y se había vuelto un desastre de trabajo acumulado. Tal vez Taehyung no tuvo que estar jugando con su celular el día de ayer y festejar que al fin estaba solo sin nada de órdenes. Tal vez... pero ya no era tiempo de eso, ahora debía resolverlo lo que estaba pasando. Aunque Jung no le había dicho que iría un CEO importante a hablar con él. Bueno, tal vez si se lo iba a decir pero luego de que casi lo besa se olvidó. Bueno, en realidad luego de ese momento no lo vio más, se había ido sin despedirse.
Taehyung hizo una mueca tocando su mejilla donde había sido golpeado. Joder, se lo tenia bien merecido, ¿cómo pudo bromear con que iba a besarlo? Aunque realmente parecía como si el pelinegro también habría querido. Cosa que no era posible porque sabía que estaba felizmente casado.
Al final el castaño se estaba convirtiendo en lo que creyó el esposo de Jung cuando lo vio en su auto, en un roba maridos. Claro que para que pasara eso habría que tener interés en ambas partes. Y... joder, ¿en que estaba pensando? Por supuesto nunca estaría con un hombre casado. Era horrible hasta pensarlo.
Taehyung dejó caer una mano en su entrepierna y suspiró al sentir como reaccionaba ante eso.
Tal vez a su cuerpo no le parecía tan horrible después de todo.
Aún recordaba la emoción que sintió cuando Yoongi le propuso casarse con él. Aunque habían pasado años de eso, el recuerdo era intacto y supuso que se debía a que era algo que había deseado mucho.
Yoongi había sido el primer chico por el que había empezado a sentir cosas, antes de él ni siquiera sabía que podrían gustarle los hombres. Él había sido demasiado amigable desde el principio, atento y hasta amoroso. Tal vez hasta gracioso también, aunque tuviese un sentido del humor particular. Y debía admitir que algo que le gustaba era su tranquilidad, como podía mantener la calma a pesar de estar al límite del caos.
Pero... el gustarle no había sido algo que hubiese notado en el primer momento, había llevado un tiempo largo enamorarse de él en palabras crudas. Aún así lo había hecho, Yoongi había hecho un gran trabajo en conquistarlo porque para ser sinceros al principio Hoseok sólo lo vio como un amigo.
Su mejor amigo.
Aunque... si lo pensaba bien no sabía exactamente cual era la diferencia entre lo que sentía cuando lo veía como mejor amigo y ahora. Pero, hey, por supuesto que amaba a Yoongi. Por algo Yoongi era su esposo.
—¿Te sientes bien?
Hoseok asintió perdido en sus pensamientos. Pero en cuanto recordó el casi beso con Kim Taehyung, las cosas cambiaron.
—Iré al baño un momento —dijo el pelinegro sintiéndose enfermo por ese pensamientos, ¿cómo era posible que pensara en eso frente su esposo?
No, la pregunta era, cierto ¿cómo es que casi deja que ocurra?
Estaba asustado, preocupado y se sentía mal. Sabía que sólo había sido una broma pero por Dios, él no sabía eso cuando casi ocurre. Hoseok había esperado sentir los labios del castaño, y esa verdad lo estaba volviendo loco. Casi no podía ver a Yoongi a los ojos, se sentía casi como un asqueroso infiel.
¿El haber deseado sentir otros labios lo hacía infiel? ¿Lo hacía infiel aunque no había pasado? ¿Por qué se sentía de esa forma por Taehyung?
¿Qué era lo que le pasaba con ese chico que no podía sacarle la mirada de encima?
Hoseok tiró agua del lavamanos a su cara y se miró al espejo de aquel pequeño baño del avión. Deseaba poder saber que le pasaba, pero más deseaba que sea lo que fuese saliera rápido de su organismo. El estaba casado y era feliz con Yoongi.
Casado y feliz. Casado y feliz.
Haría que este viaje funcionará. Aunque por supuesto que funcionaria, Yoongi y él estaban bien, Hoseok estaba enamorado de Yoongi y de nadie mas.
Eran una hermosa pareja, nada arruinaría ni cambiaría eso.
—Espera —dijo Hoseok, volviendo a alejarse de Yoongi quien estaba sobre él—. Necesito... quiero descansar-
—¿De que hablas? Hemos estado todo el día en el spa —preguntó mirándolo serio, Hoseok se sentó en la cama pensando que decir, ya no sabía que mas excusas poner a que no quería tener relaciones sexuales con él.
Habían pasado cuatro días de que estaban fuera de Seúl y no habían pasado de besos.
—Tengo sueño —se justificó y Yoongi tocó su nuca acostándose boca arriba sobre la cama. Pensativo—. Lo siento, Yoon...
—¿Quieres que cambiemos de roles? —preguntó de pronto y Hoseok lo miró confundido.
—Pero a ti no te gusta.
Yoongi se sentó quedándose frente a él.
—Bien, correcto. No me gusta pero no me importaría ahora —contestó, Hoseok no podía creer que le estuviera proponiendo eso—. ¿Entonces que dices?
A Yoongi no le gustaba para nada ser el activo y era por esa razón que Hoseok lo era. Al pelinegro le daba igual porque después de todo las veces que fue el receptor (bueno, las dos veces) no había acabado, tal vez porque no era lo suyo o porque Yoongi realmente había nacido para ser pasivo y como activo apestaba. No lo sabía. No pensaba mucho al respecto, no después de la cantidad de veces que le pidió repetirlo pero él no quiso.
—Si no te gusta, entonces no...
—Vamos, hagámoslo. Creo que he sido un mal esposo contigo, hasta hace unos años me lo pedías y nunca cedí —parecía un poco desesperado—. Lo haré ahora, date vuelta.
Hoseok miró hacia abajo, temiendo a lo que le diría luego de su respuesta.
—Tal vez mañana —respondió—. Ahora... quiero descansar. Los masajes acabaron conmigo —agregó acordándose. Yoongi no dijo nada por varios segundos, hasta finalmente exhalar.
—Bien —soltó—... como tú quieras.
Hoseok se obligó a dormir pero pensar en que a pesar de estar en la misma cama con su esposo parecía estar durmiendo solo porque no se tocaban ya que ambos se daban la espalda, no era bueno, lo estaba poniendo inquieto y haciendo sentir mal.
Yoongi no tenía porque pagar por los estúpidos y extraños pensamientos que estaba teniendo. Hoseok debía dejar de pensar tanto en sus emociones o sentimientos extraños de esos últimos días, no tenían importancia. Él era muy feliz y estaba casado con un hombre maravilloso, por lo tanto, debía ser un buen esposo.
El pelinegro se dio la vuelta en la cama mirando a la espalda de su esposo.
—Yoonie —susurró suave de modo que si estaba dormido no lo despertara.
—¿Mmm? —dijo el otro medio dormido. Hoseok se acercó y lo abrazó pasando su mano por su cintura, el más bajo suspiró poniendo su mano sobre la suya.
—Te amo, te amo mucho... ¿sabias?
—Lo sé —murmuró—. Estoy muy seguro de eso.
Hoseok parpadeó confundido y apoyando su frente en su espalda.
—¿Por qué estás tan seguro? —se atrevió a preguntar y el más bajo soltó una risita.
—¿No es obvio? —murmuró soñoliento—. Soy tu primera vez en todo.
—¿Hablas en serio? —dijo Hoseok casi divertido aunque también sintiéndose igual de confundido.
—... no podrías vivir sin mí, Hobi.
Sintiendo su respiración haciéndose profunda -porque se comenzaba a quedar dormido- Hoseok lo abrazó más. Tenía razón Yoongi, él era su primera vez en todo lo que refería al amor, si Yoongi no existiría seguramente estaría solo. Le debía mucho por haberse fijado en él porque, ¿donde hubiese encontrado a un marido tan bueno como él?
A la mañana, Hoseok dijo que llamaría a la empresa para saber cómo iban las cosas. Aquello no alegró a Yoongi y por lo contrario pareció molestarlo un poco mucho porque había decidido irse de la casa que alquilaban a "tomar aire" mientras se encargaba de sus negocios molestos. Pero Hoseok no consideraba "molestos" sus negocios, no podía considerar así a lo que su padre le regaló y logró con sacrificio por generaciones.
—Buenos días, señor Jung, ¿en que lo puedo ayudar? —dijo la voz de la secretaria de piso contestándole por teléfono.
—Buen día, Eun. Quería saber si ya llegó mi asistente Kim Taehyung —ciertamente Hoseok no se encontraba de muy buen humor en esos momentos, porque había llamado varias veces a la oficina que ocupaba el castaño y a su oficina, pero éste no le había contestado. Estaba casi histérico imaginándose que no había llegado aún cuando ya era muy tarde.
—Efectivamente, señor, su asistente está en la empresa.
Hoseok frunció el ceño: —¿A que hora llegó?
—Llegó a su hora de trabajo habitual, ni más ni menos. Es un chico muy puntual, lo entrenó muy bien, señor —la secretaria lo felicitó mientras Hoseok seguía preguntándose porque no le contestaba.
—¿Donde está? —tal vez podría estar en el baño.
—En su oficina... ¿ocurre algo, señor Jung?
Eso lo hizo sentir más confundido, ¿lo estaba ignorando? ¿Tal vez...? ¿Acaso estaba molesto por la cachetada que le dio? ¡Se lo tenía bien merecido!
—No contesta mis llamadas y necesito comunicarme con él —debía dejar de pensar mal de Kim. Su asistente debería estar tan ocupado que ni había escuchado su teléfono sonar.
—Oh... bueno, supongo que él está ocupado. La asistente del señor Kang está con él desde hace una hora —dijo volviendo a poner histérico al pelinegro.
—¿Disculpa? ¿Con la asistente de Kang? —la secretaria asintió del otro lado del teléfono y miles de escenario de la asistente de Kang, conocida como la que se acostó con media empresa, encima de Taehyung inundaron su mente—. Pásame con él.
—No se si pueda interrumpir ahora... están encerrados ahí y-
—¡Qué me pases con él ahora! —exigió con voz algo elevada y desesperada. Ella asintió y escuchó como debía estar levantándose para ir a buscarlo.
Hoseok se sentó en el sillón frotándose la cara mientras el sentimiento horrible que sentía cada vez que imaginaba a Taehyung, besándose con ella, lo estaba torturando. Quería golpear algo. Quería gritar. Gritarle a él. Por ser un idiota y un fácil. A pesar que no estar seguro que pasaba.
Ni siquiera se preguntaba porque estaba sintiéndose así de desesperado.
—Kim tomará su llamada desde su oficina. Hasta luego, señor Jung —al fin anunció su secretaria y cortó. La línea de inmediato se conectó con el teléfono de la oficina de Taehyung.
—Buenos días-
—¿Se puede saber que estabas haciendo? —preguntó de inmediato Hoseok, interrumpiéndolo.
—¿Qué? —como era de esperarse preguntó completamente desconcertado. Pero eso sólo hizo que Jung aumente su enojo.
—¿Que estabas haciendo para no contestarme? ¡Te estoy llamando desde hace rato!
—Oh-oh... lo siento, supongo que no escuché-
—¿Por qué? ¡¿Que diablos hacías para no escuchar?! ¡¿Me estás tomando el pelo o que?! ¡Joder!
Hubo silencio del otro lado de la línea y sólo así Hoseok notó como su respiración se había agitado y lo fuerte que le había gritado. Cerró sus ojos girándose hacia atrás en el respaldar del sillón, ¿se había vuelto loco? ¿Por qué estaba actuando así?
—Lo siento mucho... realmente no escuché el teléfono, tal vez se desactivó el sonido o algo así, ayer se me cayó —dijo Taehyung sumamente serio y normal—. No volverá a pasar, se lo aseguro. Lo siento mucho de nuevo.
—¿Que hace la asistente de Kang contigo? —preguntó luego de escucharlo, una vez más hubo silencio pero fue muy corto.
—La señorita Soo me está ayudando con unos papeles. En realidad le pedí ayuda a el señor Kang, como usted me dijo que lo hiciera si no entendía algo, pero él está ocupado así que me mandó a su asistente.
Hoseok se golpeó mentalmente. Por supuesto, él le había dicho a Taehyung que si necesitaba ayuda se la pida a Kang, ¿cómo pudo olvidarlo?
—Bien.
—Lamento los inconvenientes, ¿necesitaba algo? Estoy libre ahora.
—No —respondió Hoseok de inmediato, mientras miles de preguntas por su reacción lo estaban inundando—. Llamaré más tarde.
—Está bien... ¿se encuentra bien?
—Claro que si —dijo rápido y mordió sus labios—... ¿y tú?
—Yo estoy bien —casi pudo sentirlo sonreír y se dio cuenta que le gustaría ver esa sonrisa—... ¿cómo van sus vacaciones?
–Bien, muy bien —dijo aunque no estuviera seguro de eso.
—Supongo que debe estar pasándola bien con su marido... me alegra.
No supo que responder a eso, ¿le alegraba? ¿Por qué le alegraba que estuviera bien con Yoongi? Por alguna razón eso lo hacía sentir extraño. Y comenzó a dolerle la cabeza, no sabía que le pasaba.
—Llamaré más tarde, mantenme informado de todo.
—Lo haré —asistió—. Hasta luego... sigue divirtiéndote.
Hoseok mordió muy fuerte su labio sintiendo esa extraña sensación dentro que le hacía desear decirle que dejara de decir esas cosas. Que dejara de fingir que le importaba si la pasaba bien o no.
—Taehyung —dijo antes de cortar—. Si necesitas ayuda con algo, habla conmigo.
—Pero usted está de vacaciones y no quiero-
—Habla conmigo de todas formas, ¿bien? Te llamo luego.
—Bien... hablamos luego.
Por algún razón Hoseok no quiso cortar pero de igual forma lo hizo. Hundiéndose en su sillón comenzó a preguntarse que había sido todo eso. Porque se sentía tan extraño e incómodo. Pero se obligó a dejar de pensar en eso, se obligó a callar esas extrañas emociones que sólo lo confundían y no generaban nada bueno. No importaban, no valía la pena pensar en cosas sin lógica ni coherencia.
Tomó su celular de nuevo y le mandó un mensaje a Yoongi, diciéndole que salieran a comer al restaurante que había ido el día anterior para luego ir a pasear por aquella ciudad. Y tal vez a la noche al fin harían lo que tanto le estaba pidiendo.
Porque debía dejar de ser tan egoísta y comenzar a ser un buen marido.
–Dualitymask
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro