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—Estoy a prueba por tres días pero... ¡Es un idiota! —casi gritó Taehyung a penas ir a la oficina donde estaba su amiga embarazada— ¡Y recién lo conozco!
—¡Shh! ¿Qué fue lo qué pasó? —preguntó con voz más baja—. Seguro fue la ropa, ¿Verdad?
Antes de entrar a la oficina de Jung él había sido llamado la atención por su amiga durante largos minutos por su ropa, ¡¿Qué tenía de malo vestirse así?! ¡Era cómodo! Taehyung resopló.
—A parte de eso —dijo—. Me dijo que me bañe, ¿entiendes eso? ¡Me llamó sucio!
—Y es que te ves así, Tae. Santo Dios, ¿acaso así vas vestido a la empresa de tu padre?
—¡Si! —Taehyung se dejó caer en la silla frente a su amiga—. Lo siento, Nayeon, no se si resistiré con ese tipo.
—Por favor, Tae. Recién lo conoces y, y el señor Jung es agradable cuando lo conoces, sólo que se toma muy en serio su trabajo y es estricto.
Taehyung estaba pensando si decirlo o no pero finalmente decidió que sí e hizo un puchero mientras hablaba: —Me miraba raro, parecía que me quería violar —dijo jugando con su dedo en la mesa. Ella rió fuerte.
—¿De qué hablas? Taehyung, por Dios.
—Lo digo en serio —dijo como niño pequeño—. Se me quedó mirando fijo, fue incómodo, me asusté...
—Tae —ella le llamó la atención así que la miró—. Jung está casado hace años, y te recuerdo que fue una entrevista para saber si te quedabas o no ¡Claro que te iba a mirar fijo!
—¿Está casado?
—Si, con un hombre, que por cierto es muy lindo y amable pero no suele venir. Sólo los vi juntos dos veces desde que lo conozco —Taehyung frunció el ceño y se sintió tonto por pensar cualquier cosa.
—Eso explica el anillo en su dedo —ella giró los ojos, Taehyung parecía un niño inocente a veces—. Bueno, por lo menos sé que no me hará nada.
—Oh, mi Dios, Tae. Jung no te haría nada aunque estuviese soltero, él es muy respetuoso y fiel, ¿Sabes la cantidad de mujeres que se le regalan y él las rechaza? Lo hacía hasta cuando era soltero.
—Tal vez es homosexual.
—No lo es, por sus padres sé que tuvo una novia cuando era más joven. Es como tú.
—¿Él sabe de mi sexualidad? —ella negó—. Bueno, si tengo en cuenta que no sabía mi edad que sepa eso sería raro.
Nayeon se rió. —Por favor, no balbucees con él. Es un poco histérico con ciertas cosas.
—Me di cuenta —respondió dijo girando los ojos y moviéndose en la silla—. Me dijo que no alzara la voz porque le da migraña.
—Ugh, ¿Tan mal le caíste?
—Él precisamente no me cayó muy bien que digamos, ¿Sabes?
—Eso es lo de menos, le tienes que caer bien a él no él a ti. Será tu jefe así que ve acostumbrándote, ah, y es un poco muy mandón —Taehyung tiro su cabeza para atrás fingiendo llorar.
—No me debes una, me debes mil, luego de que termine todo esto —dijo y luego se rió—. Bueno, eso si es que quedo.
—Ay, Tae, por favor...
—Prometo que lo intentaré, pero sabes que odio las ordenes y nunca tuve un jefe más que mi papá —dijo y frunció el ceño segundo después—. Cada vez que me acuerdo que me dijo que me bañe me dan ganas de ir a su oficina y golpearle.
Ella se rió: —Te dije que te vistieras bien.
—¿Cómo iba a saber que tenías un jefe así de idiota? —ella puso los ojos en blanco—. Como sea, por lo menos es lindo.
—Tae, él está casado, intenta no mirarlo de esa forma.
—Los ojos se hicieron para ver —murmuró ganándose otra llamada de atención de su amiga—. Es broma, no lo veo de esa forma, nunca me fijaría en alguien con ese carácter de mierda por más hermoso que se vea. Si no entiende mis chistes no funciona —ella lo fulminó con la mirada al escuchar eso.
—Ay, por Dios, ¿y que si fuera como te gusta a ti? Te recuerdo que está ca-sa-do.
—Siempre y existen los amantes... ¡Oye, eso dolió! —se quejó al recibir un golpe en la cabeza pero al fin final ambos se rieron.
—Deja de decir esas cosas. La relación de él y su esposo es maravillosa, tan sólo pensar en que pudieran separarse me rompe el corazón.
—Qué exagerada —él rió ante eso, ella era muy fan de las telenovelas y no le sorprendía escuchar algo así—. Ya sabes que me gusta bromear.
—Lo sé —dijo sonriéndole—. Si no te conociera pensaría que hablas en serio.
Él sólo rió por lo imposible que podría ser todo eso, ¿enamorarse de un hombre casado? Por Dios, esos sonaba horrible. Jamás le pasaría.
El papá de Taehyung era el CEO de una empresa muy conocida, casi nunca aceptaba alianzas con otras empresas ya que tenía un orgullo muy grande y creía que eso sólo lo perjudicaría. Aún así siempre recibía propuestas, y Taehyung -que era curioso- siempre miraba de quiénes. Hacia mucho no veía las propuestas de alianzas que le habían mandado porque él había estado mucho en el extranjero, así que ese día cuando vio una en particular y leyó el conocido nombre en la aclaración de la firma palideció notablemente.
Jung Hoseok.
Manos no le faltaron para borrar rápido ese mail. No es que tenía miedo a que Jung se enterará de su real estatus social, él temía a su padre, que aunque se había tomado muchas noticias importantes de buena forma -como cuando le confesó que era bisexual- sabia que no se tomaría nada bien que su hijo esté trabajando como un asistente personal. Lo más probable es que se le explotaría una vena de la frente al enterarse.
Resopló dejándose caer en el respaldo del sillón una vez que lo borró y revisó que no había ninguno más de su "jefe". Si bien sabía que su papá no iba a ver la propuesta de alianza -ya que él siempre ignoraba ese tipo de mails- el pánico de que podría hacerlo estaba presente. Ahora tenía que tener cuidado en sus próximos movimientos e intentar alejar a Jung de la idea de crear una alianza con su padre. Joder, ¿Por qué siempre tenía que haber algo malo en todo?
—¡Llegué!
—La migraña, Kim —se quejó Jung masajeando su sien con los dedos ante el saludo de Taehyung. Joder, olvidaba que si quería impresionar a ese tipo debía ocultar su personalidad—. ¿Y que dije del respeto? Soy tu jefe no tu amigo.
¡¿Por qué no te vas a la mierda viejo amagado?!
—Uy, perdón, señor Jung —sonrió fingiendo estar avergonzado y haciendo una leve reverencia. Era su primer día de prueba, debía hacerlo bien esta vez—. ¿Quiere que le traiga una pastilla?
—Llegas tres minutos tarde —Taehyung casi se atora con la saliva al escuchar eso—. Odio la impuntualidad.
¡¿Es en serio?! ¡¿Por tres minutos?! ¡¿Qué diablos?!
—Oh, perdón, es que ayudé a una señora a cruzar la calle —mintió y recibió una mirada escéptica del pelinegro—. Pero ya estoy aquí.
—Si mañana llegas tarde estás fuera.
—Perdón —volvió a repetir y se sentó en la silla al frente de su escritorio.
—¿Qué se supone haces? —preguntó de repente y cuando levantó su mirada vio que tenía el ceño fruncido. Joder, ¿y ahora qué?
—¿Mmm?
Hoseok entrecerró los ojos como si no creyera lo que estaba viendo, o tal vez, escuchando. —No te dije que te sentaras.
—Ah —respondió y se levantó rápido mordiendo su lengua para no gritarle los uno y mil insultos que se le estaban cruzando por la mente.
—Bien —habló y sacó un gran paquete de unas doscientas hojas o tal vez más o menos, quien sabe, Taehyung no era bueno calculando con la vista—, quiero que leas esto y me hagas un resumen antes que termine el día.
Okay, eso si debía ser una broma. —¿La mitad?
—¿Qué?
—Que si tengo que leer la mitad —preguntó Taehyung rezando por qué sea eso.
—Por supuesto —Taehyung casi suspiró aliviado—, si no quieres este puesto lee sólo la mitad.
Oh, vaya, así que el señor Jung era también sarcástico. Taehyung fingió que su "broma" fue divertida y rió, ganándose un ceño fruncido del contrario. Joder, era difícil agradarle.
—¿Por qué te daría todo eso para sólo leas la mitad?
—Perdón, era una broma —respondió lo más amable que pudo y tomó todas hojas que le había dado.
—No me gustan las bromas, así que evítalas.
—Como usted diga, señor Jung.
—Puedes sentarse en el sillón aquel —Taehyung asintió y fue hacia el pequeño living que tenía Jung en su oficina. Unos sillones y una mesita en el medio.
Taehyung literalmente quiso llorar al ver todo lo que tenía que leer, su padre no le daba tanto para leer y menos para un sólo día.
Cuando por fin estaba sumergido en la hermosa -aburridísima- literatura de aquellas hojas un teléfono sonó y entró en pánico porque era su tono. Buscó rápido en su bolsillo.
—Hola —dijo Jung al mismo tiempo que miró su teléfono, notando que no tenía ninguna llamada. Taehyung hizo una mueca al darse cuenta que tenían el mismo tono alegre de llamada ¡El mismo tono entre millones de otros! —. Ve con Jimin —seguía hablando.
Taehyung aprovechó que no lo miraba para estirarse y bostezar.
—Yoonie, no puedo salir ahora, lo siento —dijo sumamente meloso. Taehyung suprimió una risa y se ocultó en las hojas que leía para que no se vea su sonrisa divertida. No sabía que Jung podía ser cariñoso, era divertido escucharlo hablar así. Bueno, en realidad estaba susurrando pero había demasiado silencio en la oficina para no escucharlo—. Saldré tarde, hay mucho trabajo —Taehyung lo miró de reojo y vio un puchero formado en sus labios, literalmente la boca de el castaño cayó ante eso. Está bien, tal vez realmente dos días era muy poco para saber cómo realmente era Jung Hoseok pero ¡¿Hacía pucheros?! ¡Adorable! ¡Joder!
—También te amo, hablamos después —murmuró el pelinegro haciendo que Taehyung vuelva a la realidad y revolee todas las hojas al piso, se había quedado en shock mirando sus labios abultados en forma de puchero y no sabía por cuánto tiempo— ¿Qué se supone qué haces ahora?
—L-lo siento —tartamudeo tirándose al piso para levantarlas. Escuchó a Jung suspirar frustrado y levantarse de su asiento.
—Levántalas con cuidado. Si se ensucian o arrugan aunque sea un poco estás despedido —dijo agachándose a levantarlas junto a él. Taehyung se preguntó cómo pasó de decir "te amo" a alguien a amenazarlo con despedirlo. Oh, despedirlo...
—¿Eso significa que ya estoy contratado? —preguntó feliz, dejando de levantar hoja por hoja pero aún de cuclillas al igual que el pelinegro.
—No dije eso.
—Pero lo diste a entender —dijo mirándolo, el pelinegro que seguía levantando cada hoja levantó su mirada chocando con la suya.
—Las hojas no se van a levantar solas, así que será mejor que te muevas.
Su sonrisa se borró y quiso hacer un puchero hasta que recordó que eso fue lo que hizo Jung hace unos minutos y sólo sonrió mientras reía internamente volviendo a tomar hoja por hoja. Sin darse cuenta que Jung se le quedó mirando fijo.
–Dualitymask
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