¿Es mi imaginación o realmente esto está pasando? Desde aquel día en el que TaeHyung se había soltado llorando todo cambió, ahora él es quien me ignora cuando quiero hablarle, los chicos mal pensaron la escena cuando sin previo aviso entraron a la habitación y nos vieron en esa escena tan dramática que parecía sacada de un drama, Jin me mira con cara de violador.

¿Es en serio? ¡Jin, por dios! Casi soy un pedacito de cielo y tú me miras así.

NamJoon también me mira con cara de depravado, ahora soy yo el que se quería aprovechar del pequeño conejito alienígena que, ¡no me mira, con un demonio! El único que no me tira de raro ni me hace alejarme de Tae —ya que todos lo defendían, incluso JungKook— es YoonGi, él me seguía tratando igual.

Y es que no lo entiendo, llámenme idiota pero sigo sin entender ese repentino cambio de Taehyung, está bien, entiendo que es raro en ocasiones pero esto no tiene ninguna gracia.

Salgo de la regadera y pongo una toalla alrededor de mi cintura, alboroto mi cabello frente al espejo, quito el vapor del espejo y miro mi cuerpo, cada vez se miraba más ejercitado y eso me ponía de buen humor, camino hasta nuestra habitación y ahí estaba YoonGi, el inmóvil Suga, simplemente me miró de reojo y volvió a cerrar los ojos.

—¿Cómo te va con los chicos? —me preguntó mientras me ponía los bóxers.

—Igual, piensan que soy un depravado sexual y que quiero violarlo. ¡Es, es tan ridículo, no le estaba haciendo nada! —puse una toalla sobre mi cuello y continúe poniéndome un short largo color negro, tomé una camiseta de tirantes blanca, dejé caer mi cuerpo en mi cama sin ponérmela y crucé mis brazos detrás de mi cabeza, miré la cama de Tae con el ceño fruncido.

—Bueno, si estar casi a dos centímetros de su boca mientras él lloraba y tú te aferrabas a él, no te da puntos a favor —gruñí por haber sido tan tonto y dejarme influenciar por el momento.

—Fue un error —alguien entro a la habitación, no le tomé importancia así que decidí seguir hablando, total, qué más daba si de igual forma seguían pensando cosas que no, no sé, tal vez si eran pero no de esa forma que piensan—. Nunca debí acercarme tanto como para que se malinterpretara, en verdad lamento haber sido tan tonto.

—Ah — justamente tiene que aparecer frente a mí.

—Hola señorito te ignoro porque sí. ¿Por fin me hablarás o seguirás ignorándome? —le resté importancia a su cara de enojo.

Bueno no tanto, se mira bonito así. Enojadito.

—¿No te recuerda a alguien? —levanté la mirada, seguía parado frente a mí, dejé caer de nuevo mi cabeza en mis brazos.

—Uhm, no —doblé mi labio inferior, Suga nos miraba desde arriba, se quería reír.

—Tú... —se lanzó sobre mí sacándome el aire, lo tomé de las muñecas para contener sus golpes— ¿Niegas que me ignoraste durante mucho tiempo? —Suga saltó de su cama para quitarme a TaeHyung de encima, en ese instante también entraron los chicos mirando la escena con cara de "¿Qué carajos hacen?"

—¿Qué pasa aquí? —Jin llegó primero y me tomó de los hombros para no seguir forcejeando con Tae.

—Nada —contesté parándome un poco molesto, salté de mi cama y pasé empujando a los demás integrantes.

—¡Cuidado! —me dijo JiMin mientras me tomaba del antebrazo.

—Lo siento —lo miré mal, jalé mi brazo para que me soltara, tomé mi camiseta de la silla y caminé fuera de la habitación, nadie me siguió así que solo caminé a la cocina por algo de agua, salí al patio trasero, me puse a hacer ejercicio como loco, estaba molesto porque sabía que los chicos de nuevo me verían como el culpable.

En algún punto de todo el tiempo que duré ahí, descargando todo mi enojo y frustración, dejé de pensar y solo me movía porque sí.

—Maldita... —Subía y bajaba— sea, me lleva... —volvía a subir y bajar.

No terminé de blasfemar pues una sombra frente a mí apareció, gruñí para que entendiera que quería estar solo, seguía subiendo y bajando en el suelo, más la persona no se iba.

—Vete por favor, quiero estar solo —miré arriba y era NamJoon mirándome fijamente.

—No me iré así que es mejor que te pares de ahí para hablar—me paré para hablar frente a él—. TaeHyung ya nos contó lo que pasó ese día, la verdad es que últimamente tú lo habías hecho sentir muy mal con tu indiferencia y todos lo observábamos irse deprimido y por instinto pensábamos que lo estabas haciendo sentir aún peor, una disculpa por cómo te tratamos estos últimos días, HoSeok, sabemos que no harías nada malo, pero quería que probaras un poco de tu propia actitud —lo observaba hablar tan serio y yo solo quería partirle la cara a alguien—. Pídanse una disculpa mutuamente y espero que arreglen sus problemas personales pues mañana será un día importante y tenemos que comportarnos de manera adecuada. Ahora arréglate que en media hora nos vamos al estudio —con esa última frase, el líder se fue dejándome solo.

No es que me intimidara, para nada pero tenía que acatar la orden, por lo cual hice todo aun de mala gana.

Ya había pasado unas horas desde la discusión, mi cabeza por fin estaba fría así que podía pensar más claramente, instintivamente volteaba a ver dónde estaba Tae, de reojo lo miraba ir y venir y juguetear, cuando nuestras miradas se topaban intentaba disimularlo pero luego él me miraba tan fijamente que me atrapaba observándolo.

No puedo estar así con él, somos amigos, ¿amigos? ¿Realmente lo veía como un amigo? Los amigos no se vigilan como yo lo hago ¿o sí? Estoy confundido y siento que mi cabeza explotará si sigue pensando en él.

Ya había acabado el día, habíamos practicado hasta desfallecer, los chicos y yo habíamos hecho las paces y nos estábamos tratando igual que siempre, riendo y saltando por tanta energía —excepto YoonGi—, todo estaba bien de nuevo, o eso creo yo pues Tae solo se reía cada que decía algo, no hablaba solo reía y en cierto momento me sentí incomodo, hablamos al respecto y quedamos en que todo estaba bien pero la verdad no lo creo.

Salí de bañarme y ya todos estaban dormidos, no prendí la luz, fui tocando los muebles hasta llegar a mi cama y con la luz apagada me cambiaba, de pronto sentí unas manos heladas recorrer mi espalda haciéndome dar un brinco, tomé mi celular y apunté a mi cama, Tae estaba ahí sentado, sonriendo, que susto me había metido.

—Hola —me dijo de lo más normal.

¿Hola? ¿HOLA? ¿ES EN SERIO? ¡CASI ME MUERO DEL SUSTO Y SOLO ME DICE HOLA! ¡Maldito!

—Te golpearé mañana por esto —dejé de apuntarlo con la luz y tomé mi camiseta para terminar de cambiarme...

Espera... si él estuvo ahí todo el tiempo entonces... ¡¿Qué caraj..?!

—¿Me viste cambiarme y no hiciste ningún ruido? Y yo soy el depravado ¡eh!

Aun con la poca luz que se alcanzaba a colar por la habitación, noté como él sonrío coqueto, me dio un escalofrío pues solo sonreía así para las cámaras y las fans, me siento un poco intimidado al sentir como me jala hacia él con sus manos frías.

—Ya te lo había dicho, es divertido verte —me habla como si fuera de lo más casual el tema, quise alejarme pero solo puedo sentir como me sostiene, me abraza por la cintura con tanta fuerza que siento que me lastima—. Te extraño.

Me quedé pasmado ante esas palabras.

—¿Por qué? —Dije.

—Porque esta noche me siento lo suficientemente fuerte para decírtelo.