#4O | Seis meses después
Larga espera.
💓
La mañana del lunes diez de abril había comenzado algo alborotada, empezando por el incesante ruido en la habitación de NamJoon y Jin, este ultimo había abierto las cortinas de par en par de cada habitación de la casa.
-Arriba todos, hay una fiesta de bienvenida que organizar -Jin anunciaba con su voz medianamente perezosa, si bien, despertar a las ocho de la mañana no era cosa fácil para nadie, él había hecho lo imposible; despertar a cuatro chicos a la vez.
-¡NamJoon, amarra a Jin a la cama y dile que nos deje dormir a todos! -YoonGi gruñía fuerte por el molesto sonido de la música a todo volumen, el nombrado solo atinó a sonreír perversamente.
-No sería mala idea -susurró, Jin alcanzó a escucharlo, haciendo recibir al moreno un buen codazo en la costilla.
Por otro lado, Jimin saltó de la cama al instante, empezó por tender su cama a la vez que pateaba la de abajo para levantar al único que mantenía los ojos cerrados todavía.
-¿Hobi? -Preguntó con voz adormilada, tumbándose a un lado de él por la flojera de seguir de pie- ¿Ya te moriste? -JungKook picó la mejilla del mayor con curiosidad ya que -literalmente- el sonido era ensordecedor.
-No seré yo el que muera pronto -sus ojos se abrieron lentamente, visualizando a Jin, JungKook atinó a reírse fuerte por la mirada de odio que le enviaba al mayor.
Después de agotadoras horas de forzoso trabajo, la casa había cambiado radicalmente, tomando colores alegres y con muchos globos al rededor, el chiquero de JungKook y YoonGi había desaparecido, en su lugar, una caja llena de serpentinas y algunas otras sorpresas.
La casa olía a comida recién hecha, después de casi ocho meses en las que Jin le había negado la entrada a la cocina a NamJoon, por primera vez en la vida, cocinaron juntos sin incendiar la casa, del inframundo, NamJoon había sacado dotes para cortar verdura sin hacer explotar algo y Jin estaba orgulloso de eso.
El reloj marcaba las doce del día, dentro de dos horas más, la persona por la cual YoonGi había renegado todo el día, Jimin había tenido que lavar los baño, JungKook tuvo que sacar las basuras para después barrer toda la casa y Hoseok limpiado hasta la más mínima mancha de cada mueble, estaría por llegar.
-Cobraré con sangre esto -advirtió el pelirrojo.
-Como lloras, a ti no te tocó limpiar el baño, LOS baños mejor dicho -dijo Jimin al tiempo que se tiraba al sillón junto al quejumbroso mayor.
-Háganme el favor y cállense que yo tuve que soportar la mirada de Jin sobre mí toda la mañana para cortar una simple verdura -exclamó el ya casi muerto NamJoon.
Después de la batalla naval que se vivió en cada baño para ser ocupado, todos iban directo al aeropuerto con un elegante retraso de veinte minutos, Jimin quería matar a todos por ser tan tardados (Jin) y por no mover ni un dedo después de veinte mil avisos de que tenían que darse prisa (Hoseok, YoonGi), por fin iban llegando.
En cuando cruzan las puertas del aeropuerto, a la mente de Hoseok regresaron imágenes que sucedieron meses atrás, mira por inercia su mano derecha, hace tiempo que había retirado el anillo de plata sobre su dedo, muchas ocasiones quiso deshacerse de él pero no lo hizo. Endureció su puño y mantuvo su vista al frente, esperando la hora indicada.
En su mente tenía la vaga imagen de TaeHyung al marcharse, pensó en cómo sería su apariencia ahora, cuánto habrá cambiado, pero retiró esas preguntas, realmente no le interesaban.
Después de todo, ya lo había superado.
Todos estaban bastante emocionados por su llegada, Jimin miraba sin cesar la puerta por donde debía llegar, JungKook y Jin hacían una pancarta con el nombre de Tae mientras susurraban cosas como: hazlo mas grande, seguro ni lo ve y se va de largo.
Seguro si ocurría.
Después de incesantes minutos de espera, la persona aclamada por fin llegó, fue Hoseok el primero en verlo pero no dijo nada.
¡BIENVENIDO TAEHYUNG!
Decía el cartel, siendo movido de un lado al otro por el extrovertido Jin. JungKook abrió sus ojos como si su vida dependiera de ello y emitió un grito al verlo, pronto todos giraron a su dirección, TaeHyung dudó en quedarse quieto o echarse a correr tras ver a la estampida de chicos venir hacia él.
-Bien, un hueso roto no es para tanto -Cerró los ojos y extendió sus brazos.
Jin soltó el cartel al suelo y fue el primero en llegar a los brazos de Tae, no hace falta decir cuánta intensidad había en ese abrazo ya que con solo ver la sonrisa del menor bastaba para saber que era un gran abrazo, pronto llegaría JungKook seguido de YoonGi, siguiéndole el paso, Jimin se abría campo por debajo de los dos primeros para darle un abrazo, NamJoon había sido inteligente y se apartó del camino antes de terminar rodando por el suelo, acarició con amor la cabellera de TaeHyung, sonriendo como pocas veces lo hacia; de verdad.
Hoseok observaba todo desde atrás, desde el abrazo demasiado abrumador que le daban hasta la sonrisa juguetona que tenía TaeHyung en su boca, miró como no le alcanzaban los brazos para demostrar cuanto los extrañaba.
El último en llegar fue él, con sus manos dentro de su pantalón y la gorra hacia el frente, tapando las ojeras causadas por la noche anterior donde el sueño pareció burlarse de él, desapareciendo en un pestañeo. Los abrazos no le faltaron a su compañero recién llegado, que reía a más no poder, disfrutando ese cariño de su familia.
-Te hemos echado tanto de menos -Jimin restregaba su cachete contra el de su amigo, haciendo fricción para demostrar su amor.
-Y yo a ustedes pero déjenme respirar -se reía en voz alta, contagiando a todos, aun cuando ya no sentía la mitad de su cuerpo, la felicidad inmensa que vivía no la cambiaría.
-A ver, ya, mucho amor y todo pero no le vayan a romper una costilla ¡que lo sueltes, Jungkoook!, ¡Jimin, le vas a arrancar un brazo!, ¿Por qué está tu mano ahí, Jin? NamJoon, le vas a romper algo, retírate tres pasos de él- YoonGi intentaba poner orden pero todos estaban tan embelesados con TaeHyung que era prácticamente imposible quitarlos.
La risa de Hoseok sobresalió de todas las demás, recordándoles que él esta ahí, observándolos.
TaeHyung lo miró reír, sosteniéndose el estómago por el dolor causado de la risa, notó cada cambio que surgían a la vista con solo esa acción.
Su cuerpo se veía con un atractivo llamativo, sus movimientos eran ligeros, tenía el control de ellos, su cabello había cambiado de color y adquirido un corte que le quedaba a la medida, sus facciones mostraban a un hombre con seguridad en sí mismo, el sonido de su risa melosa rosando sus oídos ahora era un poco más gruesa, con un toque sensual en ella pero lo que más destacaba era su mirada. Fría. Hiriente. Dominante.
Él era diferente al chico que había conocido.
La risa paró en cuanto el chiste perdió su gracia, el mundo exterior quedó estático en cuando sus miradas se cruzaron, la sostuvieron durante prolongados segundos en los que examinaban la situación y pensaban en lo que debían decir. Si bien un ''Hola'' podría ser más que suficiente, para ellos no bastaba esa palabra, ya no más.
-TaeHyung -nombró Hoseok, rompiendo el silencio.
-Hoseok... -pronunció con la misma intensidad.
-¿Cómo has estado? -Dio un paso hacia delante, intimidando a Tae con su cercanía más este desistió el retroceder, ese brillo en su mirada marcaba poco interés, ¿qué más daba mentir?
-Muy bien ¿y tú? -Contraatacó con una sonrisa ladina en sus labios.
Los espectadores notaban la tensión entre ellos, quizá era de esperarse pero no con la intensidad que se sentía, podían ver la rudeza de Hoseok al estrechar la mano de TaeHyung y la ligera burla en la sonrisa montada en su rostro, en cambio el menor mantenía un semblante serio, esperando cualquier cosa.
-Pasen el cuchillo, ¡a que puedo cortar la tensión por acá, pasen por su tensión, 2x1! -NamJoon se puso en medio de los dos, separando los rígidos movimientos sobre el otro.
La mirada de ambos permanecía fija, fue TaeHyung quien rompió la lucha de miradas para apagar el incendio que se iniciaba en su interior, después de todo, esa no era su mirada.
-S-será mejor ir a casa -sugirió Jin.
Todos asintieron para dar por acabado el reencuentro más serio que desde el inicio veían venir.
El camino a casa no fue para nada silenciosa, si las cosas se habían calentado hace un momento, los demás se habían encargado de romper esa atmósfera con bromas y cariño cosa que le hacían falta en exceso al menor. Por otro lado, Hoseok decidió no tomar partido en esa escena, no podía decir que se sentía cómodo pero para todos había sido difícil la distancia que ahora se había acortado, no podía arrebatarles la felicidad con su actitud por lo que prefirió hundirse en su celular.
Hoseok mantuvo su total atención en el móvil, estaba seguro que su cerebro lo traicionaría y lo atacaría con basura llena de recuerdos que necesitaba desechar urgentemente.
En cuanto llegaron a su domicilio, obligaron a TaeHyung a cerrar los ojos.
-¡No hagas trampa!
-¡Correrá sangre después de comer el pastel!
-Y dale con tu venganza.
-Saaaangre.
JungKook caminó de la mano de Tae, guiándolo durante el recorrido a la puerta, NamJoon iba tapándole los ojos al tiempo que se reía de la maldad pura que era YoonGi, pronto los sietes se encontrarían por fin en casa, como debió ser siempre.
La puerta fue abierta, Jimin jaló de la mano de Hoseok y lo obligó a sostener un par de globos azules y lilas, Jin corrió hasta la cocina por el pastel mientras YoonGi ponía la música y JungKook preparaba las serpentinas, NamJoon se reía de los torpes pasos de todos porque todo salga como lo previsto.
-¿Ya? -Tae se encontraba impaciente, dando leves saltitos.
-¡Un segundo! -Gritó Jin con el pastel en la mano, YoonGi levanto tres de sus dedos a la dirección de NamJoon para que a la cuenta de tres destapara sus ojos.
Tres...
Dos...
-¡SORPRESA! -De pronto todo cobró vida, aquella sensación de vacío se esfumó en el segundo en el que de sus labios salió una enorme sonrisa, devolviendo esa felicidad a cada uno de los presentes, sus ojos brillaban como nunca antes y en su mirada, el fuego de las velas se reflejaba como la ilusión de un niño pequeño.
Algo se terminó de romper dentro de Hoseok al verlo reír de esa manera, no parpadeó ni un micro segundo, dentro de su cabeza, cables sueltos empezaron a conectarse, él estaba de vuelta, no era una alucinación, estaba aquí, frente a él, la persona a la cual le lloró, le rogó, lo amó como a ninguno y le entregó su alma entera, había vuelto, después de seis meses él estaba de vuelta.
-Sopla las velas -le invitó NamJoon, en cuanto TaeHyung se posicionó frente a ellas, logró ver a Hoseok entre ellas, lo vio y mientras lo hacía, apagó las velas, deseando dejar de extrañarlo aún teniéndolo de frente.
-¡Bien, que empiece la fiesta!
Con esa última frase comenzó a sonar la música, las luces fueron apagadas, pusieron el karaoke y algunas cervezas y refrescos empezaron a ser abiertos, todos sacaban a bailar a TaeHyung, todos reían sin parar al ver los pasos torpes de NamJoon mientras Tae le seguía el paso.
-JAJAJAJAJAJAJA ¡Se cayó, conchesumare, JAJAJAJAJAJAJ! -Jimin volvía a usar esas palabras de latinoamericano cosa que ninguno entendió pero de igual manera se rieron.
Así se fueron las horas, entre bromas y risas descontroladas, las siete de la noche llegaron y ninguno se dio cuenta, excepto el único que se mantenía al margen de la fiesta; Hoseok.
HOSEOK | 7:26 p.m.
Los veía a todos divertirse, bailar como locos, incluso a JungKook le salió la soda por la nariz, Jimin se partía de la risa y NamJoon terminaba poniendo cara seria cada vez que se planteaba qué estaba haciendo con su vida en ese momento.
Yo me reía con menos intensidad, con una cerveza en la mano y con la mano dentro del pantalón, en cuanto agaché la mirada al sentir la vibración de mi celular, alguien fue empujado a mi dirección, pensé que era Jimin por lo cual terminé rodeando sus hombros, a punto de darle un codazo pero la sensación era distinta, su contextura no se parecía en nada, subí la mirada y ahí estaba, bajo mis brazos, mirándome a los ojos.
Las risas pararon durante cortos segundos en los que nadie decía nada.
-Tae... -mi voz había perdido un poco de fuerza, él quiso soltarse de mi agarre y yo se lo permití, alejándome unos centímetros, mi teléfono empezaba a vibrar de nuevo, me perdí un momento en cuanto me dio la espalda, fijé toda mi atención en sus movimientos, su sonrisa parecía ser que nunca dejé de escucharla.
Todo volvió a su curso, como si el tacto de hace segundos no hubiera pasado, las risas continuaron y la musica seguía siendo fuerte, me sentí desorientado pero la continua vibración me regresó en sí, decidí entonces darme media vuelta directo al pasillo de las habitaciones, me quedé parado en el inicio de las escaleras para sacar el celular y leer los mensajes recibidos.
>>E·J·
Surgió algo importante, tienes que venir
7:29 p.m.<<
"3 llamadas perdidas de E·J·"
Intenté poner atención al mensaje pero todo me distraía fácil, desde el sonido de las risas hasta el más mínimo auto que pasaba por detras de la casa, el teléfono volvió a vibrar, era ella.
Dezlicé el botón de llamada para contestar.
-¿Umm?
-¿Estás en una fiesta? Maldición, necesito que vengas, JB tiene presentación hoy y no podrá asistir, te necesito urgentemente JH.
-No creo ir, eh, se ha presentado un inconveniente y no me es posible desligarme ahora.
-¿Ya llegó tu compañero?
Me quedé en silencio, recordando noches atrás en las que EuJin no paraba de molestar y terminé diciéndole el nombre de Tae y una cierta parte de la historia.
-Sí.
-Sé que es importante pero la presentación es a las doce, ¿cuento contigo o no?
-...
-¿J Hope?
-Estaré de camino.
Colgué la llamada y regresé a la sala, encontrandome a tres pares de chicos tirando la casa por la ventana, con un desastre que nos costó horas decorar y un pastel ya estrellado en la cara de todos.
Les pido una disculpa si no fue lo que esperaban, la verdad es que me acostumbré a tenerlos separados por tanto tiempo que ya verlos juntos se me hace difícil, no sé qué movimientos hacer o algo jajaj xD Pero bueno, espero les haya gustado, pronto se viene todo el salseo intenso, omg.
WEEEEEEEEEEEEY, SONRÍE ASÍ OTRA VEZ Y NO SALES DE MI SÓTANO, PARK JIMIIIIN ♥
No se vale, Jimin, no quieras quitar de su trono a YoonGi >:c
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