#42 | Líos de una noche
Una razón más para alejarse.
💓
Después de esa noche en la que Hoseok salió de casa sin avisar a nadie, las cosas habían cambiado. Esa misma noche en la que entró al bar, barrió con todo el show y se llevó a la cama a una chica.
Dio por terminada esa vida, desquitó ese dolor en el cuerpo de otra persona, aniquiló cada pensamiento frustrarte y dejó ir la ira.
No valía la pena.
Con una simple frase, habían transcurrido ya dos semanas en las que un muro de concreto fue construido en medio de los dos, los días se fundieron como la lava que destruía todo a su paso, nada. No hubo ni un solo comentario al respecto de lo dicho esa noche, la mirada neutra de Hoseok y la indiferencia dejó entrever que sus palabras eran en serio.
Pero no puede parar. ¿Es acaso una maldición?, ¿está destinado a cuidar de él incluso si ha destruido su corazón? La vida es tan cruel, maldita, juega con él de una forma tan vil, no lo deja olvidar. Después de todo, absolutamente todo, él sigue cuidándolo como si fuera el primer día, como si toda esa distancia hubiera sido un sueño, el tiempo sigue pasando, sí, pero los sentimientos, la necedad y la locura continúan ahí, frente a él, con una diminuta sonrisa en sus labios mientras ensaya frente al espejo.
¡AHG! Quería gritar, quería tirar a la basura todo e ir a él, enfrentarlo, decirle tantas cosas y a la vez, no quería ninguna respuesta, sabía que ahora era prohibido, su ser ya no era suyo, nunca lo fue. Pero no lo hizo, lo dejó marcharse, no había nada más que decir, solo continuar hacia adelante y no retroceder ni un paso más.
Que difícil es el amor.
Sin ninguna señal, una pista de lo que sucederá, no nos advierten cuánto dolor puedes sentir, simplemente sucede y en ello, descubrimos que es amar hasta la locura y sentir el enorme vació de su ausencia.
TaeHyung lo vio por ultima vez, lo notó, esa mirada afligida fue la ultima que obtuvo de él en la madrugada del día de navidad, el brillo de sus ojos delataba las lágrimas que aguardaba, lo miró a escondidas unos segundos más, hace tanto que no podía hacerlo.
Dolía tanto su corazón, las piedras se iban aumentado sobre su espalda, pero nada se comparaba como las noches, su mente lo torturaba con los recuerdos de las noches en las que solía verlo entrar a escondidas y sentir su cuerpo recostarse a su lado, verlo en la madruga bostezar, luego decirle un: ''nos vemos pronto, Tae'' para después marcharse como si nunca hubiera estado ahí.
No de nuevo, por favor.
Rogó antes de soltar la primera lagrima, ahora solo era la pared que los distanciaba pero se sentía como si de nuevo estuviera en Daegu, como si nunca se hubiera marchado de allá, sabía dos cosas: la primera era que Hoseok definitivamente lo había olvidado y la segunda era que, por más que se esforzara, la promesa que le hizo a su padre una semana antes de llegar, no podría cumplirla, no podía llegar como si no hubiera pasado nada e intentar arreglar lo que ya no tenia arreglo.
Las cosas entre ellos dos no tenia ningún hilo al que pudiera aferrarse.
Se echó a correr, soportar esto era demasiado, corrió y corrió hasta llegar afuera, aferrarse a un recuerdo le hacía mal.
Mientras tanto, los testigos de cada evento eran los miembros, sin decir nada, prometieron no meterse en ese asunto, se les dificultaba no crearse una idea del sufrimientos de los dos, veían a Hoseok un poco distante, perdido en la música, notaban la mirada de Tae en su espalda y como sus facciones decaían. Pero también veían ese acercamiento por parte de Hoseok para ayudar a TaeHyung, los constantes sucesos que TaeHyung pensaba que venían de otros miembros, en realidad eran de su sombra que cuidaba de él.
Jimin mantuvo su semblante serio al ver a Tae salir corriendo, pensó en ir tras él y preguntarle qué le pasaba, desde que llegó, no había tenido la oportunidad de charlar seriamente sobre lo que ocurría y cuales eran sus pensamientos, más no lo hizo, estaba tan cansado, los planes ya estaban poniéndose en marcha, sería en agosto el Comeback de BTS con su nuevo concepto; PELIGRO.
Para ese lapso de tiempo, las nuevas canciones estaban siendo leídas y ajustándose acorde voz, aspecto y personalidad y no había día que no fuera trabajo y más trabajo, eran a lo mucho cinco o seis horas las que dormían para al siguiente día ensayar, cantar, componer, ajustarse a las fuertes críticas de los instructores, ver a cada uno de los miembros caer ante el cansancio, más de una vez YoonGi cayó mientras ensayaban pero se levantaba, nunca se dejaba caer por completo, NamJoon no paraba de hablar entre sueños que debía esforzarse un 200% más.
Toda la presión estaban sobre ellos, tenían que eliminar de su imagen la mancha que los puso en esa situación.
El día fue decayendo hasta llegar a la fría noche, estaban tan agotados tras la búsqueda de poder cumplir sus metas, sabían que esto tendría su recompensa más adelante, mientras tanto, el sudor impregnado en sus frentes corrían hasta bajar por la punta de sus narices.
—Despiértenme dentro de un siglo —exclamó Jin, al tirarse sobre el sofá, le siguió JungKook quien cayó sobre el mayor, Jin no tuvo ni fuerzas para refutar.
—Yo... —NamJoon tambaleaba sobre su lugar, intentando mantenerse de pie, el agotamiento era excesivo.
—Tú nada, ven acá —Hoseok pasó el brazo del moreno sobre sus hombros y recargo todo su peso en su espalda para llevarlo a su habitación, sentía tanta pena por él, era quién más trabajo se llevaba-, Jimin intenta no quedarte dormido en el suelo —se burló del menor que más de una vez lo había hecho.
—Lo intentaré.
Hoseok llevó a NamJoon y lo dejó sobre su cama, para sentir la misma fatiga que todos, era el único que se mantenía en pie. Regresó a la sala, observó que Jimin, YoonGi y TaeHyung ya no estaban, Jin y JungKook se habían quedado dormidos. Movió al menor y lo subió sobre su espalda, contuvo la respiración durante segundo, no pesaba flores el muchacho.
Hizo lo mismo con Jin y después fue a tomar un baño, el reloj marcaba las ocho de la noche, era sábado por lo cuál les habían regalado doce horas de descanso, hasta el domingo a primera hora serían torturados de nuevo. Bajó a comer, prendió la televisión y puso de fondo alguna película, apagó su teléfono, EuJin lo llamaría pero no quería hablar con ella, no después de la pelea que tuvieron.
Se había sumido tanto en sus pensamientos que no vio a su compañero entrar a la cocina, hablaba por teléfono.
TaeHyung había sido golpeado por una almohada por parte de Kook.
—¡Contesta el teléfono! —Le repitió por cuarta vez, TaeHyung ya siendo consciente de que era a él quien se lo decía abrió un ojo.
—¿Uh? —Sintió el vibrar y la melodía del aparato, lo tomo entre sus manos y miró con un ojo cerrado el remitente.
Se puso de pie, estirando sus extremidades a la vez que se dirigía a la puerta para contestar.
—¿Hola?
—¡TÚ! Es una desconsideración de tu parte no contestarme.
—Te voy a colgar. Dramático.
—Que malo eres, Naranjita, yo que tanto te extraño... Jum.
TaeHyung sonrió por lo infantil que llegaba a ser su imbécil amigo.
—Hace tres días hablamos, eres una molestia -vuelve a sonreírle a la nada tras escuchar la dramática respiración de HJ, incluso lo imaginó con una mano en el pecho.
—Naranja del mal, bueno, estoy acostumbrado. Hablaba para decirte que todo va muy bien por acá, tu padre me regala comida cuando me ve y tu madre dice "a que bonito muchachito" jajaja.
TaeHyung reprendió a su madre mentalmente. Ven que es egocéntrico y le hablan bonito, aish.
—A todo esto también me he acercado a... Dara, sé que no quieres pero las cosas se están dando así, la veo muy seguido y esta tan triste porque te fuiste sin decirle nada y...
—Para Heo, no quiero hablar de ella, no me sentiré mal por cómo se sienta.
—Bueno, solo era para que lo sepas. En el fondo la chica es, adorable, o algo así. Pero cuéntame, ¿hiciste lo que te dije?
—No le diré nada.
TaeHyung soltó un sonoro suspiro que llegó a los oídos de más de uno. Durante estás dos semanas las cosas eran tan secas, parecían robots con respuestas programadas, la charla más larga que compartió con el moreno fue acerca de cuál papel de baño era más suave, ¿ridículo? No...
Ridículo fue su acción después de haberse emborrachado tanto, ridículo fue decirle aquellas palabras pensando en que era a su amigo a quien se lo decía, pero más ridículo aún, ser un patético chico que, aún con todos y cada uno de sus rechazos, seguía ahí.
No, fue suficiente, ya no más, esta vez sí sería la ultima vez que hablaría de Hoseok.
—No volveré a cometer el mismo error, HeoJun, si el destino nos separó fue porque no podemos estar juntos y no voy a volver a esos días. Se acabó.
—Tae... si esa es tu última palabra entonces estoy contigo, amigo. Ya es hora que lo dejes ir, todos los esfuerzos que hiciste surtieron efecto. Tus padres ahora lo están aceptando poco a poco y el plan Naranjita sin esposa continúa por buen camino. Creo que tienes razón, ya llegará otra persona, me alegra qu...
De pronto la llamada se había cortado, TaeHyung dejó de responder al ver a Hoseok detrás de él. Se miraron durante largos segundos sin decir nada. Hoseok había oído lo suficiente para añadir otra razón más para alejarse, tenía razón, esto ya no tenía ninguna forma de seguir.
—¿Problemas con tu novia? —Intentó apaciguar la atmósfera que los rodeaba.
—Ella ya no es mi problema —respondió indiferente.
—Oh, ¿iba en serio de que habían déjalo la relación? Creí que eran de las típicas peleas de novios —se burlo pero sonaba tan falsa.
—Ya ves que no —hizo una mueca.
—Que mal, se miraban bien juntos, ella es muy... bonita —se recargó contra el refrigerador, TaeHyung giró hacía el dispensador de agua y fingió llenar un vaso, esa charla sonaba tan asquerosamente tonta.
—¿Y a qué punto vamos con ésta platica, Hoseok? ¿A que te importa tan poco o que te alegras por mí?
Siempre tan directo.
—En realidad no iba a nada, quizá solo quiero hacerte plática para que luego no vengan y digan que te trato mal.
—No te esfuerces, no debería importarte, no tienes ninguna razón para ser culpado de nada —volvió a verlo, su semblante era tranquilo, como si su corazón no estuviera a punto de reventar y sus piernas a punto de fallarle.
—¿Entonces no te importa si me alejo de ti?
—Has estado lejos durante tanto tiempo, no habrá diferencia alguna.
—La distancia la pusimos los dos, que no se te olvide qué, quién se fue fuiste tú —Hoseok caminó hasta él, ya era hora de enfrentar sus miedos y entre ellos estaba la razón por la que lo dejó, sin ninguna explicación solo diciéndole que se casaría.
—¿Es acaso un reproche lo que me estás haciendo? Porque si es así, pongamos las cartas sobre la mesa, te darás cuenta quién fue el que me mandó lejos con su necedad y su falta de aceptación.
El calor iba subiendo la temperatura, sus miradas chocaban y se peleaban entre sí, tratando de ganar la lucha contra el otro, fue un golpe directo que hizo parar de verlo. Hoseok retrocedió un paso.
—Fueron tus inseguridades los que me arrastraron, fueron tus promesas lo que me ataron, fueron tus mentiras las que me destrozaron, ¿esperabas que, después de todo yo podría continuar?
TaeHyung no lo dijo pero la única razón por la que se fue, fue por las amenazas de sus padres con romper la carrera de Hoseok, fue contra su voluntad para salvarlo de las críticas, de la vergüenza, de sufrir por ver todo lo que construyó siendo pisoteado por su culpa, no lo diría, no con los reproches de Hoseok sin fundamento.
—Te fuiste, decidiste por los dos terminar, pudimos salvarlo pero ¿cuál fue tu respuesta? —Se acercó de nuevo, quedando a centímetros de su rostro— ¡Que te ibas a casar! Bravo, bonita forma de romperme el corazón.
—Claro y yo me la pasé muy bien ¿eh? ¡No fuiste el único que la pasó mal! Estoy tan enojado ahora mismo, ¡deja de hacerme ver como si todo esto fuera mi culpa!
Hoseok paró su lengua al ver sus ojos vidriosos, lo veía llorar de la rabia, y eso, aunque no debería, le lastimaba.
—No te culpo de todo, la culpa siempre fue mía, el haber perdido la cabeza por ti fue lo que nos llevó a esta situación, nunca debimos empezar esa locura y, ahora, frente a ti, retomo tus palabras. Olvidemos todo y volvamos a ser lo que siempre debimos ser; amigos. Pero...
Lo tomó de los hombros y lo acercó peligrosamente hasta su boca.
—Antes tendrás que pagarme cada maldita lágrima y cada jodido día en los que la necesidad de tu ser me hicieron perderme y convertirme en lo que soy —lo besó.
Besó con furia esos suaves labios húmedos, el sabor salado que emanaba de Tae lo hizo bajar la intensidad, TaeHyung intentó frenarlo pero era tarde, ahora se encontraba rodeado entre su cuerpo y la mesa, sin escapatoria.
Hoseok dejó de pensar, lo rodeó de la cintura y lo sentó sobre el mueble, sus manos fuertes en ningún momento dejaron de buscar la entrada a su blanca piel que lo hacía enloquecer, mordió sus labios, dejándolos rojos, se separó un segundo, la luz tenue dejaba verlo, tenia sus ojos cerrados, sus mejillas teñidas de un bonito sonrojo y sus labios tan apetecibles que habían sido marcados por él. Volvió a poseer sus labios pero ahora sin furia, sin nada más que la necesidad de sentirlo, era extraño, había besado a tantas personas y ninguna se comparaba con el sabor de TaeHyung porque él era quien lo hacía perder la noción del tiempo entre suspiros.
—Más te vale correr antes de que no pueda parar —sostuvo su cara entre sus manos, sentía tanto miedo ahora que su corazón latía tan fuerte, había olvidado lo mucho que era adicto a sus besos y caricias que temió que sus palabras fueran directo a la basura y no pudiera huir.
TaeHyung abrió sus ojos, perdido entre las bruscas y tontas caricias de Hoseok, hace segundos atrás había perdido a su conciencia, levantó tímidamente su mano al varonil rostro de Hoseok y lo acarició con amor.
—Nos hemos dañado tanto que, a estas alturas ya no me importa romperme un poco más.
Bastó esa frase para que Hoseok tomara con fuerza el cuerpo de Tae y lo atrajera a él, fundiendo sus cuerpos en un abrazo y muchos besos más, Tae pasó sus piernas por la cadera del mayor y se aferró a él, entre besos se dirigieron a la sala, el sillón se encontraba frente a ellos pero el piso les hacia una invitación, con cuidado los dos fueron cayendo en el deseo, en la necesidad de tomar todo aquello que creían olvidado.
—Nos arrepentiremos de esto —confesó Hoseok.
—No me arrepentiré de ti nunca.
Hoseok estando encima de Tae, fue quitándole lentamente la camisa, disfrutando ver su piel enchinarse con cada rose de sus dedos, deseoso de dejar marcas en ella, empezó a besar su ombligo, dejando un camino de besos que mañana dejarían marca, paró en su cuello, era una estupidez, no debía dejar huellas pero díganle eso a su deseo, no lo entendería.
—No me muerdas —intentaba el menor no hacer ningún sonido pero ya era tarde, su cuerpo había pasado a pertenecer a Hoseok.
—Eres mío ésta noche, cada parte de ti será reclamado por mí —su voz, tan ronca y sensual al oído, TaeHyung fue poniendo sus manos sobre su cabello, encajando los dedos y jalando de sus cabellos.
El mayor se deshizo de su camisa, dejando a la vista su trabajado cuerpo, los ojos de TaeHyung observaron cara rincón de su ser, puso su mano en su abdomen, tocándolo con lujuria, pronto fue desabrochando su pantalón negro, cosa que se le hizo raro, ¿a dónde iba Hoseok? Pero la lengua del moreno sobre su cuello le hizo olvidar cualquier pregunta.
—Te extrañé —confesó en el oído del menor, seguido empezó a mover su pelvis, rosando los dos sexos, los gemidos de Tae en su boca lo hizo aumentar la velocidad, embistió sobre la ropa al menor hasta escuchar su nombre salir de su boca, sonaba tan pornográfico cada sonido providente de él que ya no lo soportó más, bajó su mano a la ropa del menor y metió su mano, causando un sonido aún más sexy.
—N-nos van a o-oír —intentaba articular pero no podía, la mano de Hoseok lo hacía tartamudear.
—¿Y... qué?
Esa sonrisa, TaeHyung no podía contra ella, era demasiado tarde para acallar su lujuria, ahora su cuerpo se encontraba levemente elevado del suelo, sus piernas abiertas ya desnudas eran besadas y mordidas por él mismo que hace seis meses le hacía el amor con ternura, hoy era más por necesidad. Pronto Hoseok fue preparando a TaeHyung, procuró no lastimarlo al introducir dos de sus extremidades, con el tiempo fue aprendiendo todo lo que lo hacen ahora un excelente amante, Tae respondía bien ante sus estimulaciones, continuaba su trabajo al tiempo que lo veía.
No cabía la idea de que de verdad, la persona que ahora se cubría los ojos con su antebrazo y su boca completamente abierta era la misma a quién extrañó tanto, se acercó a él y besó sus labios lentamente, saboreando los gemidos del menor dentro de su boca. Un grito salió pero fue acallado con la lengua de Hoseok explorando su cavidad bucal.
Esperó unos segundos antes de empezar a moverse, empezó con movimientos circulares para acostumbrarlo a la invasión de su miembro antes de embestirlo lentamente, Tae gruñía entre placer y dolor, pronto pasaría a ser más placer. Hoseok era muchísimo mejor ahora, lo hacía tocar el cielo con cada estocada. Encajó las uñas en su espalda, dejando largas líneas rojas, dibujando en su piel esta noche, Hoseok encajaba sus dientes en su clavícula derecha, embistiendo más y más fuerte.
Fueron minutos u horas, no se dieron cuenta de ese detalle, saciaron cada maldito día en los que tuvieron que estar separados, recorrieron cada parte del otro y marcaron en sus pieles el recorrido de la noche. Pasaron al sillón y lo hicieron hasta dejar una marca de baba en el reposa brazos, se movieron a la pared y lo hicieron con tanta fuerza que tuvieron que tomar un silla y continuar los brincos de TaeHyung sobre Hoseok, no olvidemos la cocina, sobre la mesa Hoseok tomaba las piernas del menor y las subía sobre sus hombros, llegando hasta el fondo.
Al cuarto ¿o quinto? Sitio que fue llevado, TaeHyung pidió tregua, no podía más.
—Ya estoy can-
—La noche es tan larga como parar ahora
TaeHyung río y, en cuanto Hoseok salió de él, se movió de lugar, quitando las manos del refrigerador, intentó correr, ni siquiera podía moverse libremente.
¿Sentarse?, ¿qué es eso?
—¿A dónde crees que vas? —Hoseok lo atrapó de la cintura, poniendo sus manos al rededor de él, su mano traviesa empezó a juguetear con el miembro del menor, ésta sería la tercera vez que lo haría correr.
—Paremos ya, estoy cansado —Hoseok lo volteó y le sonrió, volvió a subir el cuerpo del menor a sus caderas, introdució de nuevo su miembro y lo besó lentamente, fue dirigiéndose hasta el baño y, ahí terminó junto con él, mientras el agua se llevaba cada gota de sudor y semen.
Tomaron una toalla y, mientras Hoseok corría a su habitación por ropa, TaeHyung no paraba de sonreír.
Se cambiaron sin decir nada, tenían preguntas sobre qué seguiría después de esto pero decidieron ir a dormir.
Antes de que TaeHyung entrara a su habitación, lo tomó de la mano y lo besó en la frente, deseándole una buena noche.
Mañana será otro día y tendré que despertarme temprano para limpiar el desastre. Pensó Hoseok antes de acostarse en su cama con una sonrisa.
✨
OH MAAAAAI GAAAAAD ¿QUÉ HA PASAO' AQUÍ?
😱😱😱😈😈😈
¿Se lo veían venir? ¡YO NOOOO! Ay dio' que me va a dar algo (que sea Hoseok 😏😏) JAJAJAJAJ, ya perdón, es la emoción pues.
Denle mucho amor al fic 💕 les dije que se venía lo salseante JAJAJAJ
En fin, ¿qué les pareció? A mi me encantó 💕💕
¿Creen que se repita? Yo sí 7u7
....
Jajajajaj, los amo 💕
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