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#2O.2 | Te amaré a pesar de todo

23 de octubre, Seúl. 2;47 p.m.

—Ya dilo, Jimin! —Gritaba con enfado, Namjoon, el chico estaba contra la pared de la oficina del CEO quien horas antes los había citado para un concierto de improviso en uno de los eventos donde aparecerían junto a otros grupos nuevos pero sin Hoseok y Taehyung en la ciudad, no se iba a llevar a cabo y sería una pérdida para la empresa.

—E-eh —Jimin tartamudeaba buscando una forma de encubrirlos.

Desde la mañana en la que todos notaron la ausencia de Hoseok y Taehyung, Jimin actuaba bastante raro, levantando sospechas.

Horas antes.

—Oigan ¿dónde está el caballo feliz y el alíen? —Preguntó bostezando, Jin.

YoonGi bajó la vista hasta la litera de Hope y fue ahí donde notó que no estaba, volvió a tirarse sobre la almohada recordando que la noche anterior, su amigo maldecía cada vez que entraba y salía de la habitación. Sonrió de nuevo como anoche cuando se burlaba de él.

— Seguramente salió a correr — habló después de un rato el pelirrojo.

— ¿Y tú, Jimin? ¿No viste a dónde fue? — Jimin no se había levantado de su cama desde hace rato y era raro en él ya que él era el que menos dormía.

—Eh, ah... ¿comida? —Sonrío nervioso, los dos chicos lo miraron confundidos.

—¿Qué?

La puerta de la habitación se abrió de golpe, aturdiendo a los tres chicos, el líder aparecía bastante agitado.

—¡Oye, con amor! —Reclamó Suga por su puerta.

—¡Que amor ni que nada! —Dio un manotazo al aire— Acaba de hablar el CEO, ¡arréglense! —Iba a salir pero luego se regresó— Por cierto, ¿dónde están Hoseok y Taehyung?

—¿Corriendo?

—No, Tae es un flojo.

—¿Tacos?

—...

La casa estaba hecha un caos, los cuatro chicos llamaban como locos a los ausentes, ya había pasado una hora desde que los llamaron y estos aun no regresaban, plantearon muchos escenarios posibles del porqué no aparecían pero todo eran lo bastante macabros, gracias a Suga, que hacían entrar en pánico a todos... excepto a Jimin que solo estaba en el sillón mirando televisión.

Jimin movía nervioso su dedo índice mientras escuchaba las locas teorías de YoonGi. Jimin siempre había dicho que Suga es malvado con cara bonita, pero hasta el día de hoy, lo confirmó.

—¿Cómo es posible que no aparezcan? —Namjoon daba vueltas alrededor de una silla, desesperado y hasta cierto punto, preocupado.

—¿Y si los raptó la NASA? Alíen... Tae ¿coincidencia? —Todos pararon de hacer lo que hacían para ver al menor, incrédulos por la tontería que decía— ¡Estoy nervioso, se me salen solas!

—Deben estar bien... —Después de largo tiempo, Jimin decía algo, ahora la atención estaba centrada en el castaño.

—Tú sabes dónde están, ¿cierto? —Las miradas de los miembros se dirigieron a la nuca del castaño, este no contestó hasta unos segundos después.

—La verdad es que...

...

—No puedo creer que haya caído en tu mentira —hablaba bastante decepcionado el líder, Jimin solo agachó la mirada.

—Eres muy duro con él —Jin fue el único que se atrevió a hablar, cuando Namjoon se enojaba, era mejor estar lejos.

—¿Duro? —Volteó la vista hacia Jin, observándolo con el ceño fruncido— ¡Claro! Mentirnos diciendo que Hoseok y Taehyung fueron de compras y que nos haya hecho dar vueltas por media ciudad, ¡hay que aplaudirle!

—¡La cagó! Lo sabemos pero ya, para, gritando no solucionarás nada —el mayor solo le dedicó una mirada de decepción a Jimin—. Aun estás a tiempo de decirnos la verdad, ¿dónde están?

Jimin se sumió en un silencio, diciéndoles que no les iba a contestar esa pregunta, él no era así.

—¡Demonios! —Exclamó Jungkook, llamando la atención de todos levantó la vista, volteó la pantalla de su celular mostrando su contenido— Ya no necesitamos saber dónde están, medio mundo ya lo sabe...

Isla, 23 de octubre, 8:27 p.m. 

La noche había caído sobre nosotros y ya estaba exhausto, tanto correr y nadar habían acabado con mi batería, definitivamente los años se me venían encima pero Taehyung parecía con más energía que nunca, me paré con los brazos detrás de mi nuca, me dejé caer de espaldas hacia la arena, miré el cielo lleno de pequeños destellos blancos, sonreí y giré la mirada a Tae quien jugaba con la arena, haciendo diferentes figuras.

—¡Mira! —Dejé de perderme en su sonrisa risueña para observar la "obra" que él había creado— ¡A que soy todo un Da Vinci versión coreano! —Levantaba la barbilla completamente orgulloso. Yo lo miré, lo volví a observar y prácticamente no le encontraba ninguna forma.

—¿Qué se supone que es? —Giré mi rostro para ver si de otro ángulo era.

—Es alíen montado en un caballo —señalo con el dedo cada uno—, prácticamente somos tú y yo—sonrió.

No tardé nada en revolcarme en la arena, riéndome sin control 

—¡Esa cosa no parece eso! —Me tomé el estómago fuerte ya que dolía tanto reír, limpie las lágrimas que se me salían de la risa, cuando por fin pude controlarme un poco, lo miré, tenía una ceja levantada, los labios en forma recta y los brazos cruzados.

Oh, oh.

—Aunque...—Aclaré mi garganta intentando arreglar las cosas— esto es muy bueno ¡tienes talento, Tae! —La sonrisa volvió a su rostro— Es más, eres tan bueno y preciso que tiene mucho parecido a un gran artista —él juntó sus manos esperanzado.

—¡¿De verdad, cuál?! —Empezó a arrastrarse con sus rodillas por la arena hasta llegar a mí.

—¡Picasso! HAHAHAH —Tae agachó la cabeza, yo lo jalé para que cayera sobre mí y lo abracé mientras seguía riéndome— No, es mentira ¡ven y dame amor!

—¡Eres muy malo! —Pasó sus brazos por mi cuello, escondiendo su rostro.

—Debes admitir que fue un cumplido —rodeé su cintura, subí mi rostro hasta su cabello, olía a arena y sal, me quede así por mucho tiempo, ya no me reía, estábamos en silencio, abrazados.

Taehyung levantó su rostro, una enorme sonrisa blanca fue lo primero que vi, sonreí igual, dirigí mi mano hasta su cabello y lo quité de su frente para observarlo por completo, sin pensarlo dos veces, cambié nuestras posiciones para quedar sobre él, tenía sus ojos abiertos por completo, poco a poco fue cerrándolos y acercando su rostro al mío, acorté la distancia y besé su mejilla derecha, el dio una pequeña risa, esperando a que lo besara en los labios, subía sus brazos hasta mi nuca y estampó su boca contra la mía, me reí entre besos, amaba que Tae fuera tan directo.

Mis manos se movían a través de la camisa de Tae, si algo me volvía loco, era ver su tersa piel con su camisa deslizada, era algo que me encantaba y nunca estaría satisfecho hasta verla completamente fuera de su cuerpo, Tae levantó su torso sin separar nuestras bocas, yo fui deslizando la camiseta poco a poco, nos separamos un segundo para poder sacar por completo la prenda, lo observé un momento, mi miraba subía y bajaba, recorriendo cada parte de su delgado cuerpo, volví a juntar nuestros labios en un beso un poco más intenso.

¿Este era el momento? ¿Estaba listo?

Separé poco a poco mis labios de los suyos, haciendo un camino de besos desde su mejilla hasta su cuello, abrí los ojos, observando como encajaba sus uñas en la arena.

—¿Tae? —Pronuncie su nombre con la voz bastante ronca.

—Shh —me silenció, no pude evitar ensanchar más mi sonrisa.

—¿Estás seguro de esto? —Subí mi mirada hasta la suya, nos miramos a los ojos como aquel día en la sala de baile, el deseo era mutuo, lo sabía pero necesitaba estar seguro que esto estaba bien, que él lo estaba.

—Sí —se abalanzo de nuevo a mi boca, mordiéndome en el proceso.

—Entonces ven conmigo —le dediqué una sonrisa traviesa.

—¿A dónde? —Me puse de pie y le ofrecí mi mano, me agaché a tomar su camiseta, en cuanto lo hice, acerqué mi boca al costado su cadera y le di un beso, el dio un salto muy gracioso— ¡Oye!

—Tentación, lo siento —me reí de nuevo, tomé sus dos manos y las pasé por mi cintura, acercándolo más. Empecé a caminar hasta el auto de la misma forma que estábamos, Tae se reía fuerte mientras se sostenía de mí.

—¡Nos caeremos! —Decía entre risas, ya estábamos muy cerca del auto, en cuanto estuve a dos pasos del coche, pegué el cuerpo de Tae a la puerta, su piel se erizó por el frío del metal, no dejé que se quejara, volví a besarle más fuerte, levanté sus piernas y las pasé hacia mi cintura, él no parecía molestarle, moví mis manos libremente por su cuerpo sin pudor.

—Me...   —hablaba entre cortado—  vuelves loco —besé su cuello despacio— y esta vez no te escaparás de mí —mordí su cuello despacio, saboreando mi nombre salir de su boca en forma de gemido.

Casi como un suspiro, sentí mi alma liberarse de todos esos pensamientos que aún me atormentaban, que me hacían reprimirme, las imágenes de las personas más importantes y otras más, fueron borradas por completo por el deseo y la excitación que me causaba Tae. Aun con la ropa puesta, movía el cuerpo de Tae de arriba abajo, rosando nuestros sexos, la sensación era deliciosa. Mi sentidos cambiaron por completo, no podía contenerme más.

—¡Diablos! —Exclamo entre cortado— ¡muévete más rápido!

—Esto solo es una probada —subí la mirada hasta su rostro, con mi mano derecha, tomé su mandíbula y la giré dejando libre su oído—, apenas empiezo.

Seúl/Isla, 10:00 p.m

"Las redes sociales solo hablan de las recientes fotos subidas a una cuenta de Twitter anónima quien ha estado publicando fotos intimas de dos integrantes de una banda que hace poco han debutado, se especula que se encuentran de vacaciones en una isla pero no hay informes de cuál sea en específico..."

Las noticias de espectáculos solo hablaban de las fotos que se habían filtrado a internet, la empresa estaba hecha un caos intentando ocultar y demandar al filtrador pero ya todos estaban enterados de la situación, todos estaban en completo shock, no podían creer la situación. Hoseok y Taehyung eran pareja, lo eran.

A pesar del apocalipsis que se vivía dentro de la empresa, los chicos se mantenían en completo silencio, nadie decía nada, sus rostros reflejaban lo que sus bocas no gritaban, Jimin se sentía mal por la empresa pero no del todo, aun con las amenazas del líder, no había confesado el lugar en donde se encontraban, aún era muy pronto, pensaba él.

—Ya encontraron en donde están —una de las chicas de staff rompió el silencio, interrumpiendo la sala, todos corrieron a ella.

—¿En dónde están? —El corazón de Jimin latió más rápido en cuanto recibió la noticia.

—En la isla Yeoido, pero no hay forma de llegar hoy, hasta mañana y el CEO esta enfadadísimo, así que él mismo irá mañana en la mañana por ellos.

—Estamos en grandes problemas... —YoonGi azotó su cabeza contra el sillón.

Fuera de todo el caos que se desataba en la ciudad gracias a unas fotografías, dos amantes se encontraban absortos por completo de todo, no imaginaban que, por ellos, internet estuviera bastante activo.

Solo les importaba ellos dos, se dedicaban miradas después de cada beso, cada caricia, el castaño bajaba las piernas de su amante para poder introducirse al auto, siendo observados por la luna, subieron al auto con rumbo a un lugar desconocido para el peli-naranja, tomados de la mano el más grande manejaba mientras que el otro observaba el perfil, la sonrisa y las caricias que hacia su acompañante.

El viaje era corto, detrás de las enormes piedras con las que el mar chocaba, había una casa de playa que se encontraba, en ese momento vacía, era hecha de palos de palma y madera, una luz tenue era lo único que la iluminaba.

—Esta es mi sorpresa —habló el castaño, mirando hacia enfrente con una sonrisa, el menor observaba el lugar, era pequeña, sí, pero lo suficientemente grande para ellos dos—. No mires.

Taehyung obedeció la petición de Hoseok, cerró los ojos y al instante sintió como el auto dejaba de tener a dos pasajeros, la puerta a su lado fue abierta, las manos ajenas tomaron las suyas y lo guío en un camino directo.

—Puedes abrirlos —Hoseok se puso a su lado, abrió la puerta, Taehyung observó el lugar, las emociones eran muchas que no sabía cómo expresarlo, sintió la mano que lo sostenía jalar de él para entrar al lugar que estaba lleno de pequeñas velas blancas, en el centro una mesa para dos con dos copas bacías y una charola llena de hielo ya derretido y una botella dentro.

«Llegó el momento» 

Taehyung tenía sus ojos vidriosos, volteó hacia atrás, encontrándose con un Hoseok recargado a la pared.

— Hace tiempo que queria decirte esto — sonrió, bajando el rostro—, antes de que esto vaya más lejos, quisiera pedirte —alzó su mano, dejando ver una pequeña cajita negra. Hoseok podía sentir los nervios en su garganta— ¡Quieres ser mi novio? —Giró su rostro por completo apenado y cubrió su boca con su mano libre, esperando una respuesta.

—Hoseok —Después de unos terminantes segundos de espera, por fin habló, cubrió sus ojos llenos de lágrimas y se acercó más- ¡Sí!

—¡¿Sí?! —Tenía que rectificarlo, tenía que saber que todo era verdad, TaeHyung destapó su rostro y sorbió su nariz, se miraba demasiado lindo a los ojos de Hoseok quien tomó su mano y deslizó el pequeño objeto plateado con las iniciales de ellos dos.

....

Las velas brillaban por el fuego que las consumía, las risas de aquellos le daba vida a ese lugar, sus cuerpos llenos de sudor, se encontraban sobre la cobija entrelazados, se sonreían después del acto de amor que habían sellado en ese lugar, brindaban por lo grande que puede ser el mundo en una pequeña burbuja, la burbuja de la sociedad quien creó tantos conflictos para ellos dos.

Pero después de todo, lograron lo que jamás pensaron; unirse.

—También te amo —susurró cerca del oído de Hoseok, su mirada era tentadora, Tae dio una carcajada al ver su cara llena de ganas de más.

—Te amaré a pesar de todo.

♣ - ♣

♣- ♣ El auto-corrector me ponía ''Jamona'' cada que vez que escribía NamJoon *emoji cagándose de la risa*

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