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#28 | DICIEMBRE |

Jin 22:47:

»¿Entonces es verdad?

Suga 22:48:

Sí, ayer me mandó un mensaje diciéndome que era cierto, él... Se casará. «

Jin 22:48:

»Pobre Hoseok, él de verdad lo está pasando mal, esperaba que se pudiera arreglar todo pero al final, todo salió mal.

Suga 22:52:

¿Crees que salga de su habitación pronto? Lleva ahí dentro una semana, ya es tiempo de que lo saquemos de allí. «

Jin 22:53:

»No podemos hacer nada, YoonGi, él no está dispuesto a salir hasta que traigan a Taehyung de vuelta.

Suga 23:03

Entonces, nunca más volveremos a ver a Hoseok. «


Como cada tarde, de nuevo he terminado aquí sin querer, sintiendo el aire correr por todo mi cuerpo, el agua helada rosando mi cuello por estar tan cerca. Como cada tarde, volví a pensar en ti sin querer, porque te extraño demasiado.

Me había prometido a mí mismo que ya no volvería a pensar en ti, dejaría ir esos momentos felices y a la vez difíciles que pasamos juntos pero, no puedo y no quiero dejarte ir, sé lo que dije al final de esa llamada.

Ya no más, amor, ya no puedo aguantarlo más.

Sufro en silencio, observando a mi madre estar tan emocionada por un matrimonio falso con aquella chica a la cual, antes de si quiera haber crecido, ya habían creado un futuro de nosotros dos en un situación en donde solo les beneficiaba a ellos. Es triste pensar que nunca he tenido realmente el control de mi vida y nunca lo tendré.

Dara no es una mala persona, sé que no, solo que ella está dolida conmigo, ella solo sigue el patrón de orden que ha impuesto su familia, o al menos eso quiero creer.

Aunque siendo sincero, no puedo perdonarle que me haga esto.

El tiempo pasaba tan lento, mi mente se encuentra muriendo en cada segundo, una lenta y dolorosa muerte en la que no hay una cura lo suficientemente fuerte para acabar con todo de una vez, me siento tan desorientado, perdido, abandonado, solo.

Vuelvo a observar el mar, como chocan las olas justo cuando están por convertirse en uno con el mar, como la luz solar se va desvaneciendo en ese profundo mar. Pienso en lo solo que debe sentirse al estar bajo ese silencioso y oscuro lugar, ¿él también quiere ser libre?

He mirado el atardecer sin realmente verlo, la silueta de algo bajar mientras los colores tenues van oscureciendo. Siempre termino cerrando los ojos, no soporto ver cómo se va apagando aquella luz que me prometía un buen día. Pero nunca lo son.

Agacho la mirada al sentir la vibración del móvil, observo el mensaje que he recibido.

Mamá:
Se hace tarde, vuelve a casa. 7:55 p.m.

¿Te preocupas por mí, mamá?, ¿realmente lo haces? o ¿solo te aseguras que no me haya ido detrás de Hoseok?

Hoseok...

¿A caso nunca podré sacarte de mi cabeza?

-¿En qué piensas? -Giré mi rostro, observando jugar con el móvil.

-En que, me gustaría un poco de libertad, ¿sabes? Era divertido cuando salíamos con los amigos y eso, me siento atado y cansado justo ahora -sonreí exhausto.

-¿Libres como las aves? -Levantó su vista y me sonrió, el sudor cubría su frente y goteaba en su cabello.

-Libres como las aves -repetí. Le lancé una toalla, él la atrapó y limpió su rostro, realmente se miraba lindo con esa sonrisa tan suya después de un duro día.

-Entonces se libre, vuela si eso es lo que deseas pero recuerda que siempre es difícil al principio y, si vuelas antes de tiempo, la caída será muy dura, Taehyung.

-Realmente quisiera sentirme libre, aun si la caída duele demasiado, Hoseok -respondí a mi recuerdo.

Agaché la cabeza y cerré los ojos con fuerza, varios recuerdos vuelven como siempre, me recuerdan lo triste y patética que es mi vida ahora. Al abrirlos veo mis zapatazos, la madera bajo mis pies, el agua que correr con fuerza debajo de mí... ¿Y si salto desde esta altura, tal vez termine todo más rápido?

Pero ¿qué ganaría? Nada.

Siento que he perdido mi felicidad, motivos para sonreír, el deseo de vivir.

-¿Cómo estás tú, Hoseok? -Pregunté, aun sabiendo que no tendría una respuesta.

Cerré los ojos, todo me da vueltas.

3 de diciembre, Naegu. 5:30 p.m.

Mientras la vida seguía corriendo, Taehyung se encontraba ahí, recargado en el barandal, estaba allí cada día desde aquella noche, siempre a la misma hora.

Aquella tarde, de nuevo se encontraba siendo observado, Taehyung no se daba cuenta pero los ojos de un desconocido siempre iban dirigidos a él, poniendo siempre su atención al reloj para ver a aquel chico que, sin razón, venia siempre al mismo lugar, y este día no era diferente a excepción de algo.

El cabello de ese chico había cambiado y, para su observador, era algo llamativo, el cabello anaranjado había sido remplazado por un castaño oscuro.

-Una lástima, me gustaba ese color naranja -chasqueó su lengua mientras se recargaba en la pared blanca de un restaurante.

Él nunca lo había visto aquí, o posiblemente sí pero no lo recordaba, más bien, parecía una especie de ídolo de esos que salían en la tele y que su hermana menor miraba, o eso pensaba pues, tenía un estilo muy... televisivo, pero siempre había una pizca de tristeza en él cosa que atraía mucho a su observador, ese chico siempre terminaba derramando lágrimas, sufriendo en silencio. Era realmente extraño y a la vez deprimente verlo y no poder hacer nada.

Mientras lo observaba notó algo, miró esa inclinación intencional que hacia ese chico extraño y casi se le sale el corazón al verlo tan cerca de caer, no pudo evitar trotar hacia su dirección, el instinto de protección lo incitaba a hablarle pero ¿Qué le diría?

A unos cuantos metros de distancia, observaba la figura del chico, miraba sin discreción la complexión de su cuerpo y notaba lo sumamente delgado que era y también la pequeña diferencia de altura.

-¿Aun sigues ahí? -Fue lo primero que su cerebro logró formular.

El castaño giró su rostro, observando a un chico un poco más alto que él, cabello teñido de rojo con los lados rapados, sus labios eran gruesos, sobresaltaban de su rostro un poco aniñado pero con un cuerpo bastante bien trabajado. Había estado observando tanto tiempo el mar que jamás notó a aquel chico desconocido.

-¿Tienes algún problema? -Contestó indiferente, no tenía ánimos de hablar con absolutamente nadie.

-No, ninguno, solo... Es raro que vengas aquí cada tarde y te recargues tras el barandal, podrías caer si no tienes suficiente cuidado -el pelirrojo, pasó su mano por su cabello alborotándolo un poco, estaba nervioso y no sabía por qué.

-¿Acaso me vigilas? -Lanzó una mirada lasciva. El chico más alto capto la metida de pata que había dado, entonces, intentando arreglarlo, empezó a balbucear.

-P-Puede ser... -Al instante Taehyung frunció el ceño.

-Eso es molesto -giró su rostro de nuevo al mar-, deja de hacerlo.

-Realmente no es como si te vigilara, es pura casualidad -sonrió el chico, intentando sonar amigable.

-Realmente no me importa, es molesto -Taehyung contestó de manera grosera.

-Lo que pasa es que, tú eres el que se pone en mi visión, no es que realmente quiera hacerlo -contestó el pelirrojo.

-Bien -se alejó del barandal y empezó a caminar, bajando el camino de tierra que formaba una especie de bajada-, entonces ya no volveré.

Algo raro había en la forma de andar del castaño, parecía que no tenía el control de sus piernas.

-¿Estás bie -no pudo terminar de hablar, vio desplomarse al castaño frente a él.

...

El frío en todo su cuerpo lo obligó a despertar, abría un ojo poco a poco, todo estaba oscuro así que le costaba diferenciar las figuras más oscuras de las claras, volvió a entrecerrar sus ojos.

-¿Eh? -Preguntó por completo desorientado. Sintió una manta sobre su cuerpo, aun sin abrir los ojos por completo, se enderezó, giro unas tres veces la cabeza pero nada reconocía.

-¿Ya estás mejor? -se sobresaltó al escuchar la voz de alguien, giró su rostro a la izquierda, notando la figura de un chico sentado sobre una silla, éste se acercaba al castaño, puso su mano en su frente para después pasarlas por las mejillas de menor- Parece que ya se te bajó la fiebre -sonrió.

Algo en el tacto de ese desconocido hizo que la imagen de Hoseok regresara a su mente, vagos recuerdos golpearon su sien y un pinchazo en su corazón lo hizo reaccionar.

-Aléjate -quitó las manos del pelirrojo-, ¿dónde estoy? -observó el lugar, era completamente oscuro, parecía ser que era de madrugada, reaccionó aventando la manta a un lado y poniéndose de pie.

«Tranquilízate, él no está aquí» Se dijo a sí mismo Taehyung.

-Tranquilo, estás en mi trabajo, te desmayaste así que tuve que moverte del suelo o te congelarías -el pelirrojo se puso de pie, intentando prender por novena vez el interruptor pero la energía se había ido desde hace horas-. ¿Vives cerca? Puedo acompañarte a tu casa -al ver lo desorientado que se encontraba su acompañante puso una mano sobre su hombro, sintió como este se tensaba.

-No, estoy bien -tentó su pantalón en busca de su celular, por suerte seguía en su bolsillo, encendió el aparato, dándose cuenta que eran las dos de la madrugada, levantó sus cejas, exaltado, «¿Cuánto había dormido?»

Ignoró los múltiples mensajes de su madre y las miles de llamadas perdidas de Dara, borró el historial de notificaciones y apuntó con la luz el lugar donde momentos antes estaba acostado, eran dos mesas juntas y una almohada improvisada junto con una manta, dirigió el teléfono hacia el rostro del chico-. Gracias, supongo, por... ¿ayudarme?

-No hay problema, pero, aunque no quieras te acompañaré, a esta hora siempre hay vándalos y no pareces estable aun.

-No necesito que te preocupes, yo puedo solo -contestó, levantó su teléfono dejándose guiar por la luz hasta la primera puerta que veía.

-Ese es el baño... -el chico reprimió una sonrisa.

-Ya sabía -contestó un poco avergonzado.

-¿Seguro que no ocupas ayuda? -Taehyung esta vez estaba frente a la cocina.

-¡No!

-Bien, ya que vas a la cocina, ¡trae unos panes!

-¡¿Cuántas puertas hay aquí?! -Gruño Taehyung.

El pelirrojo hizo cuentas mentales.

-Cinco, y en la dirección en la que estás caminando es la puerta de recepción, así que, date vuelta, a la izquierda -el pelirrojo se divertía dirigiendo al menor y mirando al castaño frustrado por no encontrar la salida- más a la derecha, casi, casi, -se escabulló entre las mesas hasta quedar frente al chico- un pasito más... ¡Hola! -Taehyung dio un paso hacia atrás y reprimió un grito.

-¡Dios! -Se puso la mano en el pecho, actuando un poco dramático, el pelirrojo se echó a reír en su cara lo cual hizo enojar a Taehyung- Deja de bromear, necesito irme, ¡deja de reírte! -Puso sus brazos en forma de jarra en sus costados.

-Lo siento, eres gracioso, Naranjita -limpió una lagrima imaginaria de su mejilla.

-¿Naran...? Espera ¿me acabas de llamar Naranja? ¿Estoy redondo o qué? -Frunció el ceño.

-Tu cabello -señalo su cabeza-, cuando te vi la primera vez tenías el pelo naranja es por eso, porque no sé tu nombre.

-Mi nombre es Taehyung no "Naranjita" -arremedó el apodo infantil que le habían puesto.

-Bonito nombre, muy común, pero igual -sonrió-, el mío es HeoJun pero todos me llaman HJ -sonrió de manera traviesa-. ¿Listo para irnos?

Taehyung lo observó no muy convencido pero se dio cuenta que no se desharía de él de ninguna forma amable posible.

-Está bien.

10 de diciembre, Seúl. 10:28 p.m.

Había pasado una semana ya.

Una semana entera en la que he estado intentado comunicarme con él como un loco pero nunca responde mis llamadas e ignora mis mensajes, incluso he intentado ir tras él pero un maldito contrato me mantiene alejado de él ¡demonios!

Ya no podía seguir así, la tristeza me está consumiendo y no puedo con todo esto, es tan doloroso cada recuerdo, cada beso, cada caricia que siento en mi cuerpo, imaginando que es él.

Despierto cada dos horas, hundido en un mar de sudor, las pesadillas son cada vez más constantes y los recuerdos no ayudan en nada, de nuevo intento dormir, olvidar todo pero es tan complicado sacar de mi cabeza las últimas palabras que me dijo.

¿Casarse? ¡¿Con quién?! ¿Por qué?

Múltiples preguntas atacan mi cabeza y no encuentro una solución, he intentado todo para poder ir tras él pero me retiene ese maldito contrato de mierda que me obliga a quedarme alejado de él para evitar más escándalos.

Escucho que tocan la puerta de nuevo, cada día que pasa me deprime más y sé que los deprimo a ellos, Jimin es un buen chico, él siempre deja comida en mi puerta para que coma algo, intento sonreírle cada vez que lo dejo entrar, casi no veo a los chicos pero cuando lo hago, sus miradas tristes me recuerdan lo patético que me miro como todo un niño indefenso.

-¿Puedo pasar? -Jimin habló del otro lado de la puerta, limpié mi cara con la almohada y me erguí en la cama.

-Pasa...

Jimin abrió la puerta, la luz del pasillo me cegaba un poco, hace tanto que no prendía la luz, él no encendió el interruptor, caminó hasta la cama y se sentó a un lado de mí, me ofreció un poco de pan dulce que tenía en su mano, negué con la mano y agaché la cabeza.

-Sabes, mañana se van Suga y Jin -mencionó en voz baja, giré mi rostro a verlo-, Namjoon posiblemente se quede aquí o tal vez se vaya unos días con su familia.

-¿Y tú? -Pregunté.

-Y yo me quedaré aquí, contigo -sonrió.

-No tienes que quedarte, ¿sabes? Estaré bien solo -intenté sonreír un poco, levanté la cabeza y estiré mis hombros.

-Te hace falta un buen baño -Jimin se hizo hacia a un lado y yo bajé mis brazos, acerqué mi nariz a mi cuerpo y sí, realmente me hacía falta uno.

-Pronto me bañaré -me tiré hacia atrás, poniendo mi almohada en mi cara.

-Vamos, Hope, tienes que salir de aquí, estar encerrado te está enfermando, nos tienes preocupados a todos y mírate, te has descuidado tanto, pareces un vagabundo justo ahora ¿hace cuánto que no tomas un baño? -Jimin quitó la almohada de mi cara y se puso de pie, tomando mi mano y jalando de mí.

-Basta, Jimin, no quiero salir ¿acaso no lo entiendes?

-¡No! No lo entiendo -me jaló con más fuerza, poniéndome de pie-. ¡No entiendo porque tus ganas de hundirte en tu depresión! ¡Estás enfermándote, hundiéndote en una soledad inmensa! ¿Acaso te has preguntado cómo nos sentimos nosotros? Estás siendo egoísta al solo preocuparte por ti mismo y no pensando en que nosotros también estamos mal por todo lo que está pasando... -pasó el dorso de su brazo y frotó con fuerza sus ojos.

-Jimin...

-¡Jimin nada! Todos estamos tristes porque Tae se fue, no eres el único, déjame decirte, fue un gran golpe para todos la noticia y sé que te duele pero ¡rayos! No se ha acabado el mundo, ¡sal, que te de el sol al menos! -Volvió a jalarme hasta llegar a la puerta- Te sientes solo pero no estás contando con nosotros -giré mi rostro hacia el pasillo, allí estaban Jin, YoonGi y NamJoon, observándome con una media sonrisa- ellos también te necesitan y no quieren verte mal.

-Somos una familia, disfuncional pero al final de todo, estaremos juntos en las buenas y en las malas -Jin dio un paso hacia adelante, levantando los brazos hacia mí.

-Las familias no se escogen pero yo te escojo a ti ante todo -Levantó su mano YoonGi.

-Y aunque no lo creas, tú eres una parte muy importante para que todos estemos completos, porque sin ti todo es demasiado callado y deprimente -habló NamJoon.

Caminé hasta ellos y los abracé con fuerza, no podía creer que tanto daño les hacía a ellos, que egoísta soy.

18 de diciembre, Naegu. 7:43 p.m.

-¡Tae, despierta! -El olor al perfume de Dara me hace fruncir el ceño, abrí los ojos lentamente, topándome con el rostro Dara tan cerca de mí- Aun es muy temprano para que duermas, aún no han brindado por nuestro compromiso.

Boda...

Hoy era el anunciamiento de la boda, es tan horrible estar aquí, fingir que realmente me alegra este matrimonio que se celebrará dentro de unos meses.

Agh. Mierda.

-¿Te diviertes? -Ella ladeó su rostro, puse mi mano en su mejilla, ella cerró los ojos y acarició su rostro con mi mano. Lentamente la alejé de mí.

La miré con enojo, ¿Cómo podía hacerme esto? Ella lo sabe perfectamente que jamás podré sentir por ella nada más una amistad y es que ni eso puedo sentir por ella. Es tan...

-Realmente sí -me miró a los ojos, cambiando esa leve sonrisa traviesa por una cara seria y posesiva-. Me divierte verte a mi lado, siendo mío y no de ese idiota al que llamas entre sueños, ¿crees que él te extraña? ¡Niño ingenuo! Él no te ama, ¿ves que haya hecho el intento de venir por ti? Y dices que te ama tanto y blah, blah -cada palabra hacia mi cuerpo arder en rabia.

-¡Detente, Dara! -Gruñí entre dientes- Realmente yo...

-¡Chicos! -Mi madre aparecía detrás de Dara, ella me miró a los ojos, desvié la mirada y quedé sentado en aquel sillón negro de la sala de los padres de Dara, ella caminó moviendo su cuerpo de manera sensual hasta posicionarse detrás de mí- ¿Qué está pasando? -Dará se inclinó hacia mí, poniendo su rostro a un lado del mío, poniendo sus brazos alrededor de mis hombros, tomó entre sus dedos mi cabello y empezó a juguetear con él, yo levanté mi rostro, observando hacia el frente sin ninguna expresión.

-Nada -respondía Dara con un tono juguetón- ¿Cierto, cariño? -Plantó un beso me mi mejilla. El simple tacto de sus labios en mi mejilla me quemaba.

-Cierto, cariño.

♣ - ♣

Primero que nada; Pishi Shuga, se tarda un shingo en contestar, y luego dicen que la diva es Jin :v

Ya, hablando en serio... HeoJun, weón, ¿qué carajos haces aquí? xD Bueno, ya que no encontraba a nadie que llenara mis expectativas, les conseguí a un tipo de MADTOWN que está bien caguaii pero solo será la apariencia, él nada que ver con Tae xD

Les dejaré su foto en multimedia luego para que lo vean c:


Solo solo day solo solo day girl ♪♫ <3 Estúpida y sensual canción que no sale de mi cabeza, ya bai, los amo xD

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