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#18 | ¿Una cita?

Las practicas habían terminado muy rápido, ya casi eran las cinco de la tarde de un viernes del mes de octubre, el frío que hacía era bastante abrumador, tal vez más tarde llovería y eso significaba una noche teniendo al miedoso de Taehyung escabulléndose por mi cama para cubrirse de los truenos.

Era gracioso verlo actuar como un gato asustado en cuanto se oían los primeros relámpagos. Llegamos a casa en unos cuantos minutos, aun había un poco de sol bajo todas esas nubes grises, tuve la grandiosa idea de insinuarle a Jin que hiciera chocolate caliente y alguna otra cosa para comer.

—Lo siento, Hoseok, tengo sueño así que iré a la cama ya, pero pide algo y coman —me sonrió para luego dar un gran bostezo el cual me pegó.

—Sí, está bien, descansa.

Me di media vuelta para ir a la sala, miré de reojo a Jimin y Jungkook tomando un abrigo y a Namjoon ponerse sus lentes.

—¿A dónde van? —Pregunté.

—Namjoon perdió unas cosas en la empresa así que iremos a buscarlo —me respondió YoonGi quien salía de la puerta del baño, lo escuché susurrar un ''como siempre'' para luego irse directo a la puerta—, por cierto, Taehyung te andaba buscando, anda arriba —después de eso, cerró la puerta y se fueron.

No hace más de diez minutos había visto a mi pequeño novio, ¿para qué me querrá? Subí las escaleras de dos en dos hasta llegar al cuarto de él, toqué la puerta dos veces para luego escuchar su afirmación para que pasara.

—Oí que me hablabas —él acomodaba su cama sin voltear a verme, poniendo al oso sobre las sabanas, me escabullí hasta estar detrás de él, acaricié la parte baja de su espalda que se asomaba cada vez que se estiraba, me dejé caer en la cama de Jungkook esperando a que él terminara y volteara a verme.

—Sí, este... —terminó de limpiar su cama para luego darse media vuelta, me sonrió de forma cuadrada y caminó hasta mí— La verdad es que tengo ganas de nieve —yo levanté una ceja, inquieto por su repentino antojo helado.

—¿Sabes que está haciendo mucho frío allá afuera como para comer algo helado? —Lo miraba hacia arriba, él se fue acercando hasta subir sus rodillas a la cama y quedar sobre mis piernas, pasó sus manos por mis hombros y me dio un beso corto, rodeé su cuerpo con mis manos y sonreí.

—Lo sé —besó mis labios de forma lenta— pero —pasó sus manos frías por mis mejillas— quiero salir contigo, aunque sea por un helado — frunció su nariz, luego besó mis labios.

—¿Una cita? —Taehyung sonrió y luego escondió su rostro en el hueco de mi cuello.

—Sí... —pronunció en voz baja.

Mi corazón se aceleró por tan tierna forma de ser de Tae, lo abracé muy fuerte para luego dar media vuelta, quedando yo arriba de él, abrió sus ojos y su boca, sorprendido.

—¿Sabes...? —Bajé mi mano hasta su ombligo, fui subiendo lentamente la camiseta de rayas que traía puesto, bajé la mirada a verlo, tenía la piel erizada en cada parte que mis dedos tocaba, regresé la vista a su rostro, tenía los ojos cerrados y los labios apretados, intentando no soltar ningún sonido—, Me vuelve loco ese tono tan inocente que tienes y —sus piernas rodearon mi cintura, acercándome más a su cuerpo— me encantas mucho —abrió sus ojos, emitiendo una risa tierna.

—A mí me gusta el helado —me empujó un poco— así que no me distraigas —me tiré al otro lado de la cama, con una sonrisa en el rostro por sus evasiones— el pasó su pierna por mi cadera y puso su cabeza en mi hombro—. También me encantas, pervertido lindo.

Me corrió de su habitación para cambiarse, insistí en que mis manos no lo tocarían mientras él se cambiaba, pero al final me terminó echando, aun con todo ese sonrojo en su cara. Me reí fuerte aun fuera de su puerta, caminé hasta la puerta de mi cuarto, pensando en qué ponerme.

Terminé poniéndome un saco negro y una camisa blanca, me dejé el pantalón mezclilla y los tenis negros, tomé un gorro al azar del armario, pasé a ponerme un poco de perfume y salí de la habitación.

Me quedé unos minutos fuera de la habitación de Tae, chequé el celular un rato hasta que Taehyung salió, sacudía su cabello anaranjado como si fuera un animal, tenía su cabello húmedo y su rostro limpio, se había puesto una gabardina color café claro y unos pantalones y camisa negra, traía los zapatos en sus manos y su celular entre sus dedos. En cuanto me miró, se sorprendió y sonrió.

—¿Listo? —Le pregunté.

—Listo.

Salimos de casa, dejando una nota a Jin que iríamos a una cafetería cercana, Taehyung se había puesto su bufanda que cubría la mitad de su rostro, íbamos hablando de cosas triviales hasta que terminamos frente al parque que quedaba cerca de casa, nos sentamos en una banca a seguir charlando, pronto escuchamos las campanas del señor de los helados, me paré en seguida.

—¿De qué quieres tu helado...? —Me tenté a decirle ''cariño'' pero era demasiado pronto.

—¡De chocolate! —dio un pequeño brinco en la banca, sonríe de manera infantil mientras me ve, yo asiento y me dio media vuelta a ir con el hombre helado, este me atendió rápido.

—Aquí tiene sus helados, disfrútelos —el hombre me sonrió al mismo tiempo que había volteado a ver a Taehyung, también lo hice y lo vi darle una pelota de fútbol a algún niño.

Me enamoras mucho, Taehyung.

Le agradecí con la mirada, troté hasta llegar a él, se giró a verme con una gran sonrisa, me encanta verlo así.

—Cono de helado para su consumo, mi alíen, lindo —besé su mejilla cerca de su boca, él tapó su rostro con las dos manos mientras se hacía diminuto en su lugar.

—¡Hoseok! —Me regañó.

Hablábamos de todo y nada, mirando a nuestro alrededor, varias familias, quienes llevaban a sus hijos y los cuidaban, algunos ancianos que se divertían viendo a sus nietos, Tae me señalaba a cada momento cualquier cosa que se le antojaba tocar, me miraba de reojo y, cuando lo veía también, se giraba y me cambiaba el tema. En cuanto nos acabamos los conos, él jaló de mi mano a los columpios, me hizo sentarme y, colocándose detrás de mí, empezó a darme leves empujones, yo no paraba de reírme, era muy divertido, me hizo recordar la infancia y los muchos columpios que dejé en el pasado al crecer.

—Ya, por favor —le rogué entre risas. Él se puso frente a mí, yo aún me balanceaba de atrás hacia adelante, él me miraba con una enorme sonrisa, en cuanto iba hacia delante, abría mis piernas, dejando que él quedara en medio, se hizo hacia delante, justo a mi altura y me besó, cuando el columpio fue hacia atrás, me di un impulso para ir hacia adelante, él seguía en la misma posición, en cuanto llegué a él, salté del columpio, tomándolo de la cintura y dejando un enorme beso en sus labios, lo iba inclinando hacia atrás, de tal modo que él tenía sus manos en mi cintura, con sus piernas entre las mías, él se hizo más hacia atrás para separarse de mí.

—¡Nos van a ver! —Puso su dedo índice en mis labios y giró su rostro de un lado al otro, observando que nadie nos viera, yo sonreí cuando quitó su dedo y volvió a besarme de piquito.

—Nadie nos ve — fue caminando como cangrejo hasta ponerlo detrás de la enorme pared donde dentro había un mirador que se utilizaba de noche para ver el cielo—, dame un beso más y te suelto —negocié. Taehyung sonrió mientras negaba con su cabeza—, entonces no te suelto —lo abracé más fuerte, pasando mi boca hasta su mejilla y dejé muchos besos cortos.

—¡No seas así! —me pegó en el hombro con cariño mientras pasaba sus brazos por mis hombros y me abrazaba muy fuerte.

—Te quiero —susurré en su oído.

—Te quiero más, mucho, mucho más —se acercó a mi cuello, dejando caer su frente en mi hombro—. Gracias por ser así.

—¿Así cómo? —pregunté.

—Así, no tengo palabras para describirlo, solo, siendo tú me haces muy feliz —sentí un cosquilleo en el estómago al escucharlo.

—Te a... —no pude terminar la frase, la lluvia nos había ganado, empezando a empaparnos todos.

—Jajajaja, estúpida lluvia —sonrió, alejando su rostro para luego levantarlo, dejando que la lluvia cayera en su rostro, subí mi mano a su rostro para ponerlo a mi altura.

—¡Te amo, Taehyung! —Grité fuerte, él me miró a los ojos para luego cerrarlos y sonreír mostrando los dientes.

—Yo te amo más, muchísimo más de lo que tú puedas amarme a mí —me respondió, giró su rostro para luego tomar mi mano y empezar a correr.

Yo lo veía desde atrás, como se cubría del agua con su antebrazo mientras que con su otra mano iba aferrada a la mía.

Llegamos como si fuéramos unos animalitos recién bañados, nos sacudimos en la puerta, YoonGi había abierto la puerta, recibiendo toda el agua que nuestros cuerpos empapados soltaba.

—¡Yah! —Nos gritó, secando su rostro pálido— Parecen un par de perros mojados, ¿no conocen las sombrillas? ¡apuesto que no! —Taehyung y yo nos miramos para luego empezar a reírnos fuerte mientras nos regañaba y nos advertía que tendríamos que limpiar el piso después de un baño.

Esa noche, Taehyung fue a mi cama, preguntándome si podía dormir conmigo, yo me hice a un lado, abriendo las cobijas para dejarlo entrar.

Era mentira, nunca podrías amarme más de lo que yo te amo a ti.

(●♡∀♡) Muy cursi, la verdad.  



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