Los días pasan, las sonrisas regresan y el cansancio de los ensayos se sobrelleva mejor ahora teniendo a Taehyung a un lado de mí, sonriéndome cuando me felicitan por lo bien que he hecho la coreografía, no puedo evitar darle todo el crédito, todo él es quien me motivan a ser mejor, ser alguien que él pueda decir "estoy orgulloso".

Lo sorprendo mirándome tomar agua, se voltea rápidamente y pasa su mano por su cabello figurando que aquí no pasaba nada, sonreí por lo bajo negando con la cabeza, podía ponerme nervioso y feliz con una sola mirada.

Me acerque a él, sigilosamente sin que él me notara, en cuanto se dio vuelta para, supongo que seguir mirándome, da un pequeño salto al verme tan cerca, me aseguré de que no hubiera nadie mirando a todos lados dándome cuenta que no había nadie más, perfecto.

—¿Qué tanto miras? —Lo acerqué más a mí, pasé mi mano por su flequillo y lo hice a un lado para verlo mejor, Tae desvió la mirada pero instintivamente me moví a la misma dirección, conseguí ponerlo nervioso.

—Uhm, nada —habló despreocupado pero sin verme, yo tomé su rostro y lo dirigí a mi dirección para que me mirara, su rostro estaba levemente sonrojado y eso me hizo gracia.

 Ay Tae, eres tan adorable.

—¿Seguro? —Era poca la distancia así que fui acortándola más.

Tae me dio un pequeño beso, fue rápido, no me lo esperaba, ahora yo era el tomate.

—Te dije, me gusta mirarte —se zafó de mis brazos y salió corriendo, aún estaba estático, sonreír y tapé mi cara con mis manos, me puse en cuclillas sonriendo como tonto.

En seguida me paré y corrí tras él, en cuanto abrí la puerta, Tae estaba recargado en la puerta y no me di cuenta hasta cuando jaló de mi mano y me acercó a él, sonriendo.

Besé sus labios con desesperación mientras él sonreía tras cada beso, tomé su cintura y la pegué completamente a mí sin dejar ni un espacio que pueda separarnos.

—Podrían —él trataba de hablar pero lo volvía besar— vernos y —no lo deje terminar.

—No me importa, te lo aseguro —recorrí mis labios hasta su mejilla e iba bajando hasta su cuello.

—No, no, espera —intentó alejarme pero no se lo permití, abrí la puerta de la sala de ensayos, lo empecé a guiar hasta quedar dentro, cerré con seguro sin despegarme de Tae, escuchaba sus suspiros y eso me hacía perder el control, quería tenerlo cada vez más apegado a mí, sin censura, sin nada de por medio.

—Solo tú y yo, nada más —miré su rostro, su boca entre abierta, jadeaba, pasé mi pulgar por su labio inferior, deseaba morderlo, tan sensual.

—Me quieres violar, eso es lo que quieres —sonrió, yo agaché la cabeza escondiendo la sonrisa que tenía, no era mala idea.

—Consentimiento, aquí se le llama, ''consentimiento'' —me reí, recordando a Jimin por un momento, mis manos recorrían su espalda hasta llegar a sus glúteos.

—Sí, claro, "consentimiento", esas son solo excusas que pondría un violador, ¡pervertido! —Empezamos a reír divertidos, sé que iba muy rápido.

—Iremos a tú ritmo, ¿está bien? —Sonreí, besando su nariz y regresando mis manos a su cintura, mirándolo a los ojos, dejé de toquetearlo para simplemente abrazarlo y esconder mi rostro en su cuello, no quería presionarlo ni nada.

—Gracias —empezó a acariciar mi cabello de arriba abajo, pasó sus brazos por mi cuello abrazándome, esto era mejor que cualquier cosa y estaba dispuesto a esperarlo todo lo que fuera necesario.

Di un brinco sorprendido, Tae había tomado mi trasero y me nalgue... ¡Me nalgueó! ¡¿Qué?! —¡Oye! ¿Y yo soy el pervertido? —Levanté la vista para verlo con una sonrisa incluso más sensual que la anterior.

—Nunca dije que yo no lo fuera, además, tú empezaste de cachondo, yo también quería —levantó los hombros y dobló su labio inferior, yo me reí, ¡maldito alíen!

A menos de que él me provoque, ahí sí será difícil aguantar.

...

Después de ese pequeño "desliz", se repetía cada vez un poco más elevado de tono y entrados en calor, definitivamente ese mocoso estaba tentándome más y más y ¡santo cielo! Maldita tentación, me estoy volviendo loco, verlo por ahí, moviéndose sensualmente, definitivamente iba a cometer un delito un día de estos si seguía con Tae por ahí llenándome de tentaciones.

Vi que se levantó de ese sillón bastante grande, donde estaba acostado, la mitad de su camiseta estaba levantada y de vez en cuando arqueaba su espala, ¡jodido Taehyung! En cuanto se puso de pie, volteé a ver quiénes estaban alrededor, todos estaban en sus cuartos, gracias, chicos, me facilitan esto de saciar estás estúpidas ganas que tengo.

Lo seguí hasta la cocina, lo vi desde la puerta en la que me quedé admirandolo durante un tiempo, él se estiró para alcanzar un vaso, dejando ver su blanca y tersa espalda baja y bóxer negro, aproveché para llegar detrás de él y pegar nuestros cuerpos, olfateé su cabello mientras metía mis manos debajo de su camiseta.

—¿Qu-qué haces? —Habló con una voz inocente que me encendía más, definitivamente me gustan los inocentes, no hay duda.

—¿Creíste que no notaria tus juegos? —Tomé sus caderas frotando su trasero contra mi entre pierna.

—¡Pervertido! —Recargó sus manos en la mesa cosa que agradecí, tenía todo el camino libre, abrí sus piernas con mis pies, separandolas lo suficiente para tenerlo detenido entre la mesa y mi cuerpo, pasé mi mano tocándolas, deslizando mis dedos por su espalda.

—¡Demonios, chicos! ¡No aquí! —La voz de Jimin nos tomó de sorpresa, me separé de Tae y caminé fingiendo que no sabía de qué hablaba, Tae se acomodó la camiseta— ¡No me jodan!

—Eh, puedo explicarlo —caminé rodeando la mesa, Jimin bajó la vista hasta mi pantalón, hizo un gesto de desagrado y se tapó la vista, yo inmediatamente me tapé y Tae se echó a reír —¡Oh Dios!

—No-no quiero saber, mierda, no podré borrar esto de mi mente por semanas ¡gracias, chicos! —Elevó sus puños a nosotros y salió de la cocina, yo estaba rojo de la pena, volteé a ver a Tae que se tomaba del estómago y se reía sin control.

—¡No —reía a carcajadas— puedo! ¡Tu cara, debiste verla! —Estaba por hacerse del baño ahí de la risa, yo lo miré mal, me di media vuelta y me acomodé ese -gran- problema.

—¿Ves lo que provocas? —Intenté sonar molesto pero también me quería reír. Caminó hasta mí, tomó mi cuello y me dio un beso largo.

—No es mi culpa que tú seas un pervertido que quería abusar de mí —sonrió de nuevo, se mordió el labio, cosa que me encendió de nuevo.

¿Desde cuándo acá yo era tan fácil de encender? ¡Ah, sí! Este idiota lindo me pone con cualquier cosa.

—Para la siguiente, no te salvas ¿entiendes? —Él solo ensanchó su sonrisa y me volvió a besar apasionadamente.

—¿Y quién quiere ser salvado?

♣ - ♣

Uy, como que hace calor ¿no? 

( ͡° ͜ʖ ͡°)